¿Somos, personal y comunitariamente, motivo de esperanza?
Comunidad Sto. Tomás de Aquino 2 Abril 2.004
Hace unos domingos reflexionamos y celebramos el tema de la fe y de la confianza. Ello nos ha hecho pensar que después de la fe viene la «esperanza» como segunda virtud . Con frecuencia decimos y oímos decir «la esperanza es lo último que se pierde…», «habrá que tener paciencia y esperar a que se resuelva…..», «mientras
hay vida hay esperanza…» y un sin fin de frases hechas que repetimos sin pensar. Cuando estamos en una situación difícil tenemos la «esperanza» de que se resuelva pero ¿cómo?, ¿rezando?, ¿mirando al cielo?, ¿es que debemos esperar con los brazos cruzados?, ¿alguien acudirá a resolverlo?……pero la pregunta fundamental que ahora nos hacemos aquí es : ¿Será menester hablar de la Esperanza después de hablar de la Fe?…….El Catecismo Holandés dice :» Una fe plenamente vivida entraña la esperanza, porque la Esperanza no es mas que el lado de la fe que nos da la certeza de que Dios cuida del mundo y lo ama» ¡casi nada¡….Y continua » la Esperanza no es vulgar optimismo, un verlo todo color de rosa según el lema «esperemos lo mejor luego veremos». Tal actitud se debe a un carácter alegre y a la vez superficial. La auténtica Esperanza cristiana se basa en la resurrección de Cristo y en su eternidad y esta confianza es don del Espíritu Santo…¡pues vamos de cráneo;, y termina «la Esperanza cristiana no entraña oposición al sentido crítico ni al realismo, una visión penetrante a nuestras propias deficiencias es perfectamente compatible con la esperaza. La manera como se manifiesta depende del carácter y al disposición del espíritu.» Esto ya parece que se arregla…..
Ciertamente nos parece que la Esperanza consiste en que nuestra propia vida está en buenas manos , pero no es sólo eso. Es saber que la vida del mundo también está en nuestras propias manos en nuestra lucha diaria por la justicia, la solidaridad y la fe en el hombre . La Esperanza no es un «salvoconducto divino» que franquea el paso a la vida eterna. Es una virtud que viene de arriba pero brota de la coalición con los los de abajo. El individuo que espera para sí solo no tendría nada que esperar. Sólo se puede esperar cuando se osa esperar para los otros, para todos , lo que se espera para uno mismo. Paciente y tercamente intenta aportar un granito de arena a la construcción de un mundo mas justo y solidario.
Esta «Fe esperanzada y activa» es capaz de suscitar hombres y mujeres expertos en la ética de la compasión y diestros en una acción social que convierta en realidad el mundo alternativo que seguimos soñando. Se trata de conjugar el horizonte utópico con el realismo de la viabilidad de los pasos a dar. En definitiva una «ESPERANZA INCONDICIONAL Y COMPROMETIDA». Así nos parece que debe ser la Esperanza cristiana.
Terminamos con unas frases de José Ma Díaz Alegría :
- – El hombre es un sujeto expectante
- – La desesperación lo aniquila y la desesperanza lo ahoga
- – Un hombre sin esperanza es menos hombre
- – Nuestra esperanza cristiana de fe no es sustitutiva de la responsabilidad y de la iniciativa humana. Todo lo contrario, es un impulso. No nos dice lo que debemos hacer, nos indica que debemos buscar siempre e ir adelante arriesgadamente.
- – La meta es la libertad de. los hombres en la fraternidad, la solidaridad y el amor. ¿Es un fin imposible? Ni sí ni no.
Grupo. Reunidos en Asamblea, Señor, preparándonos para la celebración del gran memorial de tu sufrimiento, muerte y resurrección, hemos reflexionado sobre los signos de esperanza que, personal y comunitariamente, somos capaces de manifestar.
G1. Queremos primero recordar la tragedia vivida en nuestro pueblo, fruto de la incomprensión y del odio.
Recordamos a las victimas, a sus familias y amigos (silencio).
Ellos han vivido muy de cerca la consecuencia de la iniquidad.
Todos. Tú eres la fuerza de los débiles, el Dios liberador, el Dios que anima y protege.
G2. Pero, Señor, la solidaridad demostrada por todo el pueblo ha fortalecido nuestra esperanza y renovado nuestro caminar hacia la utopía.
Alcemos hoy en coro nuestras voces, para proclamar con alegría los gestos solidarios que testimonian entre nosotros el corazón magnánimo y dadivoso de nuestro Dios.
Todos. ¡Dichosos los que se olvidan de sí mismos para mejor servir a los hermanos, pues, en el vaciamiento de sí mismos se inicia el camino de la plenitud y la liberación!.
G3. Nuestro pueblo ha vivido también horas de turbación ante la utilización manipuladora de nuestro dolor por los que nos gobiernan.
Nos hemos sentido engañados en nuestro pensar y ultrajados en nuestros sentir.
Te damos gracias por la madurez democrática demostrada por el pueblo y por la luz que de su elección se vislumbra.
Todos. Envía a nosotros tu Espíritu que nos enseñe a descubrir, bajo el polvo del camino, la huella que marco Jesús en esta tierra de gracia y promesa.
G4. Si sentimos el dolor de los demás como nuestro dolor, si la injusticia en el cuerpo del oprimido fuere la injusticia que hiere nuestra propia piel; si la lágrima que cae del rostro desesperado fuere la lágrima también por nosotros derramada; si el sueño de los desheredados de esta sociedad cruel y sin piedad fuere nuestro sueño de una tierra prometida…
Todos. …entonces habremos vivido la solidaridad esencial y seremos signos de esperanza.
G5. La utopía de nuestra esperanza es que, una auténtica revolución de valores, relaciones y estructuras haga posible el verdadero progreso para todos y todas, para todos los pueblos en armoniosa igualdad.
Todos. Nuestra esperaza se llama solidaridad ¡Nada de final de la Historia! ¡¡¡La esperanza solo se justifica en los que caminan!!!
Grupo. Por ello, reconociendo nuestros pecados, nuestras desesperanzas y nuestras esperanzas materiales, juntamos nuestras manos y te decimos:
TODOS
Padre Nuestro que estas en el cielo Santificado sea tu nombre. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y
PERDONANOS NUESTRAS OFENSAS NUESTRAS DESESPERANZAS Y NUESTRAS FALTAS DE SOLIDARIDAD
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal
GRUPO Esta es la fuerza de nuestra fe Y este es el reto para una humanidad con esperanza:
TODOS
Hacer una tierra para todos, una sociedad sin exclusiones; un mundo sin holocaustos, una vida sin muertes no aceptadas.
Por ello, por que OTRA PASCUA ES POSIBLE anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección.
Ven Señor Jesús.
AMEN