Alegres en la esperanza                                                      11 de diciembre de 2.005

Celebración del Adviento

1.- Introducción

Entre los distintos mensajes que cabe encontrar en el Adviento, hemos seleccionado para esta celebración dos claves que, a nuestro juicio, responden a necesidades que tiene planteadas la Comunidad: la Esperanza y la Alegría.

Al modo como las primeras comunidades cristianas vivían expectantes el retorno de Jesús, hacemos nuestro su grito y su plegaria, porque aunque a veces sentimos que nos falta la fuerza, la ilusión, la confianza…., nunca desaparece el anhelo de llenar de esperanza y de sentido nuestro vivir comunitario y personal.

Sabemos que la esperanza es más que una virtud, más que un talante. Es un principio que informa la conciencia humana y que imprime en el ser humano un inconformismo vital para no someterse servilmente a la realidad, sino para transformarla desde la perspectiva de la justicia y de la fraternidad.  Para el cristiano, este principio es connatural a su fe. Atraviesa toda la cultura bíblica, desde Abrahán que se pone en marcha hacia el país desconocido que Dios le indicará, pasando por Moisés, que conduce al pueblo hacia la tierra prometida, por los profetas, que delatan las falsas esperanzas,  hasta culminar en Jesús de Nazaret, el hombre en quien –ahora sí- se cumple el advenimiento del Reino. Nos lo dirá el evangelio de Marcos que hoy leeremos: “Se ha cumplido el plazo. Ya llega el reinado de Dios”.

Por eso el cristiano no puede reducir la esperanza a una espera pasiva. El Adviento trae el mensaje de la presencia, de un tiempo ya comenzado, si bien aún no cumplido en plenitud. De ahí que la esperanza cristiana, lejos de actitud contemplativa, es motor que induce a enfrentarse con la realidad oscura de nuestra historia y trabajar por la plenitud del Reino, es decir, por la utopía de un corazón humano nuevo y una Humanidad nueva. La esperanza cristiana, dicen los teólogos actuales, tiene un carácter histórico, crítico, subversivo,  militante, público, socio-político (J. J. Tamayo)

Cuando esto sucede la esperanza tiene su fruto. El primero, el del gozo, el de la alegría. Nos lo recuerda San Pablo. “Alegraos; una vez más os lo digo: alegraos”. La alegría es fundamental en el cristianismo, que es por esencia  Buena Noticia, en fase de crecimiento histórico.

Dicen los sociólogos que uno de los rasgos de nuestra sociedad es la tristeza; hablan de “sociedad depresiva”. Nos ocurre con frecuencia también a nosotros. Nos acostumbramos a lecturas apesadumbradas de la vida, y, por ello, transmitimos poca alegría. No porque nos encontremos mal. Tal vez, porque con frecuencia nos puede la desesperanza. Y no hay alegría sin esperanza, ni esperanza sin alegría.

En este Adviento que invita a un recorrido por las esperanzas de la humanidad en busca de salvación, vamos a “recuperar la alegría” y vamos a recordar la invitación de la Palabra a vivir el gozo sereno, pero vivo y dinamizador de la esperanza cristiana. Que, como sabemos, tiene mucho que ver con lo de: “anunciar buena noticia a los que sufren, vendar corazones desgarrados, proclamar la libertad a los cautivos, y anunciar el año de gracia del Señor”.

Queremos en esta celebración acoger ese anuncio, poner nuestra vida en esa corriente de vida y celebrar la recuperación o renovación de la alegría y el fortalecimiento de la esperanza que la alimenta, porque Dios, el Reino de la libertad y la justicia, la nueva Humanidad, está ya entre nosotros.

2.- Canto: Ven, ven Señor no tardes….

3.- Celebración de la Palabra:

3.1.-: San Pablo  los Tesalonicenses y a los Romanos:

“Hermanos,….. mirad que nadie devuelva a otro mal por mal, esmeraos siempre en haceros el bien unos a otros y a todos. Estad siempre alegres, Sed constantes en orar, dad gracias en toda circunstancia por que esto quiere Dios de vosotros como cristianos. No apaguéis el espíritu, no tengáis en poco los mensajes inspirados; pero examinadlo todo, retened lo que hay de bueno y manteneos lejos de toda clase de mal”  (1Tes 5, 15-22)

”Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, rivalizando en la estima mutua. En la actividad, no os echéis atrás,  en el espíritu, manteneos fervientes, siempre al servicio del Señor.  Que la esperanza os tenga alegres, sed enteros en la dificultades y asiduos en la oración; haceos solidarios de la necesidades de los consagrados, esmeraos en la hospitalidad.” (Rom, 12,12)

Música y breve silencio

3.2.-  Evangelio de MarcosMc. 1, 9-15

‘Se ha cumplido el plazo. Ya llega el reinado de Dios’

3.3.- Palabra de la Comunidad

*¿Vivimos con esperanza o nos domina el vértigo del pesimismo y la resignación?

* El mensaje del Evangelio nos aporta paz, satisfacción y alegría o éstos son sólo  aspiraciones soñadas, pero poco determinantes en nuestra vida cotidiana, ¿Qué  experiencias tenemos?

*¿Qué significa para nosotros el eslogan: “Vamos a recuperar la alegría”?

4.- Canto  “Pregonad que llega el reinado de Dios…” (pg. 66)

5.- Ofrendas

.Libro ‘Vamos a recuperar la alegría’ (Amelia)

.La esperanza hace caminar a la Comunidad  (Fernando)

.DVD entrevista a P. Casaldáliga (Marisa)

.Velas encendidas. Los Movimientos por Otro Mundo posible, luz entre la niebla,            (Angel)

6.- Memorial de la Cena de Jesús.  Anáfora

7.- Padre nuestro

8.- Paz

8.- Comunión – Música

9.- Canto: ‘Hay que levantar….’ (pg. 60, estrofas 2,4 y 5)

11.- Acción de gracias final, desde la alegría y la esperanza (Mª Jose Gil)

12.- Avisos y convocatorias