Los cuidados Celebración 14 de febrero de 2021
Yo te cuido, tú me cuidas, nosotros nos cuidamos, Él nos cuida.
Los cuidados son más que una acción es una actitud (Boff)
Música Mozart Quinteto para clarinete en La Mayor “Sladler”
Presentación del tema: Vulnerabilidad- El cuidado como horizonte político
Está en ciernes un cambio de paradigma civilizatorio. Lo realmente universal humano no es la autosuficiencia individual, sino su vulnerabilidad e interdependencia. Es necesario el cambio civilizatorio que pase de un contrato social de no agresión entre individuos independientes al cuidado como horizonte político. Ninguno de los artículos de la declaración universal de los derechos humanos menciona el cuidado o la fragilidad y dependencia del ser humano, porque habla de ser humano esencial abstracto que nace libre y con iguales derechos según el primer art. de la declaración universal de los derechos del hombre. Pero ¿cuantos seres humanos libres e iguales yacen en el fondo del mediterráneo? Los gritos de millones de inmigrantes en el planeta nos hablan de un estado terminal del paradigma de la autosuficiencia y autonomía del ser humano. Vulnerabilidad, interdependencia, responsabilidad y cuidado pasan hoy de lo privado a una nueva cosmovisión política .Es preciso re significar políticamente las prácticas del cuidado trasversales e institucionales social y políticamente
Ventura de Sousa habla de una etapa actual inflacionista de los derechos humanos: derechos de 2ª, de tercera, cuarta generación, son derechos de baja intensidad propios de una democracia de baja intensidad. Compasión, limosna, hospitalidad, beneficencia son virtudes privadas de la moral individual. El individuo autónomo de la cultura occidental dice, “nadie me puede exigir la compasión o el cuidado.
Pudiera verse una contradicción entre este hombre vulnerable y dependiente del grupo con la emancipación y autonomía del ser humano instauradas por la Ilustración. Pero, a diferencia de lo que ocurre en las demás especies animales, el individuo de la especie humana, aparte de ser el más vulnerable e indefenso de la creación, no llega a ser plenamente humano fuera de la comunidad. El primer pacto social es un pacto de cuidados. Afirma Paul Ricoeur: “Es el mismo ser humano el que es autónomo y vulnerable, su autonomía es la de un ser frágil y vulnerable, su fragilidad no sería más que una patología si no fuera la fragilidad de un ser llamado a ser autónomo, porque lo es de siempre de una cierta manera”. Las personas somos vulnerables de hecho y autónomas en proyecto.
Hoy sabemos que el cuidado entre humanos depende también de nuestro cuidado de la tierra. En el Génesis 2,15 se dice: “el Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén para que lo guardara y lo cultivara”, pero con la expulsión del Edén cuando el hombre quiso ser independiente se rompió la armonía con la tierra, se dice a continuación en Génesis 3,17:”maldito el suelo por tu culpa, comerás el pan con el sudor de tu frente hasta que vuelvas a la tierra”. Y con la inquietante respuesta de Caín al interés divino por la suerte de su hermano Abel. “Soy yo acaso el guardián de mi hermano” Génesis 4,9, se rompe también la fraternidad. Vagamos desde entonces por la historia, huérfanos, escondiéndonos de la mirada divina que nos recuerda una y otra vez nuestros vínculos primigenios de cuidadores de la tierra y de los hermanos.
Acierta el ecologista Jorge Reichmann al designar la orfandad como síntoma existencial de nuestra época; el humanismo antropocéntrico ha roto el vínculo con la naturaleza, pero más allá de esta ruptura con la naturaleza ¿cómo afirmar obligaciones de fraternidad en una situación de orfandad? Ciertamente la libertad e igualdad de nuestras Constituciones democráticas a partir de la declaración de los derechos del hombre no implican fraternidad. Afirma Adela Cortina que una de las mayores aportaciones que las religiones pueden ofrecer a la configuración de un nuevo relato ecosocial es mantener vivas las narraciones y tradiciones de fraternidad, cuidado y vulnerabilidad.
El cristianismo establece dos afirmaciones básicas: Dios se encarna y Dios es padre, ¿cómo podemos sentirnos hermanos sin un padre común? “Y con respecto al modelo de paternidad que Jesús nos presenta al Yahvé de la Alianza y señor de los ejércitos llama poderosamente la atención, afirma, la masculinidad alternativa con respecto al modelo patriarcal de su época con el que muestra un papaíto, Abba, preocupado obsesivamente senil por la suerte de su hijo pródigo”
Oración del perdón: Dios, Padre y Madre, al centrar nuestra mirada en la necesidad de servicio y cuidado de unos para con otros, nos embarga un profundo sentimiento de pesar por la debilidad y tibieza de nuestro transitar por la vida. Somos conscientes de nuestras graves limitaciones en responder a la llamada de la solidaridad, sea por mera inadvertencia o sea porque anteponemos con demasiada frecuencia nuestro propio interés frente a las demandas de quienes esperan nuestra ayuda.
Desde esa conciencia de responsabilidad no atendida, queremos pedir perdón
- Por no ser fieles al testimonio de vida de Jesús de Nazaret que se entregó siempre al cuidado de los más débiles y a la sanación de enfermedades, de cuerpo y espíritu.
- Por no prestar la debida atención al grito y cuidado de las personas excluidas en nuestra sociedad, ni cuestionarnos suficientemente la marginación injusta que sufren
- Por no favorecer, ante la alarmante situación sanitaria, una cultura del cuidado de unos con otros
- Por no saber cuidar a los que dedican su vida y profesión a cuidar de nuestra salud y la de nuestros mayores.
Dios, Padre y Madre, danos tu perdón por no desvivirnos por los demás, por no cuidar como tú nos cuidas: acariciando al triste, levantando al caído, curando al apaleado, luchando por los más débiles… y concédenos la lucidez y la energía necesarias para cumplir nuestra misión en favor de la fraternidad, la libertad y la dignidad de todos los seres humanos que salen a nuestro encuentro. AMEN
Música Mozart Quinteto para clarinete en La Mayor “Sladler”
Lectura. Hacia una teología y una espiritualidad de los cuidados. Pepa Torres
Leer la Biblia nos lleva a descubrir a un Dios que no sólo crea sino que también cuida la vida, especialmente la más vulnerable. En la economía de Dios no sólo es importante engendrar, generar, producir, sino también cuidar, y hacerlo contando con la complicidad humana.
Cuidar significa “proteger”, “defender”, “estar alerta”, “custodiar”, “hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad”, en el lenguaje del profeta Ellacuría. El cuidado es la esencia de lo humano. Vivir sin contemplar este aspecto esencial del mismo nos embrutece y termina convirtiéndonos en cómplices de la explotación, la depredación y la violencia, como nos recuerda también el papa Francisco con estas palabras
«El descuido en el empeño de cultivar y mantener una relación adecuada con el vecino, hacia el cual tengo el deber de cuidado y de la custodia destruye mi relación interior conmigo mismo, con los demás, con Dios y con la tierra. Cuando todas estas relaciones son descuidadas, cuando la justicia ya no habita en la tierra, la Biblia nos dice que la vida está en peligro» (Laudato Si, n. 69).
Necesitamos priorizar el ser sobre el ser útil (LS 69). Por la ausencia y devaluación del cuidado en las relaciones sociales y económicas crece el número de pobres en el mundo, millones de personas mueren antes de tiempo y la tierra es expoliada sistemáticamente y la dignidad humana y de los pueblos es pisoteada y convertida en mercancía.
El gemido de la tierra y el gemido de los explotados del mundo, de los precarizados y excluidos es un mismo clamor que nos urge a un cambio de rumbo también en la concepción del trabajo y de la economía (LS 36).
Los relatos de la creación revelan el cosmos como un trabajo creativo y cuidadoso que exige complicidad humana. De ahí la invitación que se nos hace no a dominar la tierra, sino a reconocernos formando parte de ella, respetando su dignidad y velando por la dignidad de las personas y los pueblos y la integridad de los recursos naturales. “Guardarla y cultivarla” y no explotarla ni agotarla es el encargo que Dios hace al ser humano,
La creación es la actividad creativa y cuidadosa de un Dios que nos invita a formar parte de la comunidad cósmica, a ser jardineros creadores de un mundo que nos da la vida y el sustento y que es el cuerpo de Dios.
Parafraseando a la autora norteamericana Mary Harris podríamos decir hoy que Dios, está sentado y llora porque el tejido de la creación y de la dignidad humana está mutilado y hecho pedazos, pero sigue empeñado en tejerlo de nuevo y reunir los jirones con el hilo de la participación, la justicia, la inclusión, el cuidado y para ello cuenta con nuestra complicidad, nos pide que le echemos una mano.
También el Dios que se revela en los profetas es el Dios “todo cuidadoso” que vela por la dignidad de cada criatura, la justicia y la paz y la integridad de la creación. El Dios que “sostiene y alienta la fragilidad y vulnerabilidad más extrema poniéndose en su lugar». (Is 42,3). Un Dios atento y cuidadoso a lo más frágil y vulnerable en toda situación humana: “la caña cascada no partirá y la mecha mortecina no apagará“.
Un Dios que actúa con suavidad con lo débil y vacilante, pero también con firmeza y tenacidad en el compromiso asumido, de forma que no quebrará lo débil, pero Él tampoco se quebrará. Un Dios que no implanta la justicia arrollando lo débil. El cuidado de lo frágil pasa por mantener el pábilo que alumbra y prolonga la esperanza de una justicia mediada por la suavidad que sostiene la vida sin quebrarla.
Lectura: El cuidado en los evangelios. Hemos seleccionado varias citas de los Evangelios donde podemos leer fragmentos de la vida de Jesús, en los que nos enseña como él cuida de sus criaturas con amor, ternura y compasión y nos invita a que continuemos con esta misión de los cuidados, en la que se encarna el punto culminante de la revelación del amor del PADRE por la casa común de toda la humanidad.
- En la sinagoga de Nazaret, Jesús se manifiesta como Aquel a quien el Señor ungió, “para anunciar la buena noticia a los pobres, para proclamar la liberación de los cautivos y la vista a los ciegos, a dejar en libertad a los oprimidos. (Lucas 4, 18)
- Se preocupa de dar alimento cuando tienen hambre. Da de comer a cuatro mil hombres (Marcos 8,1-3)
- En su compasión Jesús se acerca a los enfermos del cuerpo y del espíritu y los cura, perdona sus pecados y les da una vida nueva.
- Cura aun sordomudo (Marcos 7,31-36)
- Cura a un ciego en Betsaida (Marcos 8, 22-25)
- Es empático con la hemorroisa y la hija de Jairo (Lucas 8, 40-56)
- Jesús es el buen Pastor que cuida tiernamente de sus ovejas, para que no se extravíen y da su vida por ellas.(Juan 10, 11-15)
- Jesús también es el buen Samaritano que atiende y cuida al hombre herido, venda sus heridas y se ocupa de él. (Lucas 10 ,30-35)
- Nos deja su principal mandamiento “amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Marcos 12, 28-31)
- En el zenit de su misión, Jesús sello su cuidado hacia nosotros ofreciéndose a sí mismo en la cruz y liberándonos de la esclavitud del pecado y de la muerte. Así, con el don de su vida y su sacrificio, nos abrió el camino del amor y nos dice “sígueme y haz lo mismo” (Lucas 10,37).
- Y por último el testimonio de los apóstoles, que nos relata la vida en comunidad y la comunidad de bienes. (Hechos 4, 33-35)
Todo esto es palabra de Dios
Introducción al dialogo. “Los cuidados más que acciones son comportamientos de vida”. Estamos convocados a esta hermosa aventura histórica que son los cuidados
Resetearnos y ponernos a Modo-cuidados nos compromete poner atención en el otro con actitud amorosa Que emane desde nuestra humanidad toda ,la ternura vital, la caricia esencial ,la amabilidad fundamental, la convivencia necesaria, la compasión radical ,la hospitalidad, la cortesía, la delicadeza; todas ellas son AMOR..
Leonardo Boff dice “La gente se une y recrea por medio del lenguaje del Amor y el sentimiento de afecto y pertenencia a un mismo destino y camino histórico”
Señala distintas instancias concretas de ponernos en “modo de ser cuidado”
- Cuidado de una sociedad sostenible: una sociedad que produce lo suficiente para sí y para los seres de los ecosistemas en los que está y toma de la naturaleza solo lo que puede reponer porque es solidaria con las generaciones futuras.
- Cuidado de la Tierra, Fue tratado ampliamente en la celebración anterior
- Cuidado del otro: es velar para que la acción del dialogar, yo-tú, sea liberadora, es un acercamiento amoroso e integral, es una alianza de Paz y Amor
- Cuidado de los pobres, oprimidos y excluidos: la fuerza de la dimensión de los cuidados se concreta en comprometernos, junto con ellos, en acciones de transformación de una Sociedad, más inclusiva más justa, amorosa y digna.
- Cuidado de nuestro cuerpo en la salud y enfermedad. “cuidar del cuerpo es prestar atención al soplo que lo anima. La salud es un proceso permanente de búsqueda del equilibrio de todos los factores que componen la vida humana.
- Cuidado de la curación integral del Ser humano: Una curación solo es completa cuando es corporal y espiritual. La curación se da cuando se logra un nuevo equilibrio humano “Cuerpo, mente y espíritu”
El cuidado de nuestra Alma es cuidar de los Ángeles y demonios interiores: el ser humano es portador de libertad para decidir si desarrolla ángeles buenos o demonios internos. Tiene la oportunidad de valerse de la energía de los ángeles y demonios y, crear un equilibrio al servicio de un proyecto común .Cuidar de nuestra Alma es cuidar los sentimientos, los os, las pasiones contradictorias, las visiones imaginarias y utopías que guardamos escondidas en el corazón.
El cuidado de nuestro Espíritu y de los grandes sueños y de Dios:
La dimensión espiritual del ser humano se manifiesta en las interrogantes radicales de la vida, ¿quién soy?, ¿qué hay más allá de la vida?
Cuidar del espíritu es cuidar los valores que orientan nuestra vida, es poner los compromisos éticos sobre el interés personal o colectivos, cuidar del espíritu es alimentar la contemplación y oración. Cuidar la espiritualidad significa sentir a Dios en todo y permitir que nazca y renazca en nuestro corazón.
El cuidado de nuestra travesía a la muerte. Cuidar de nuestra gran Travesía es interiorizar una comprensión esperanzadora de la muerte. Es cultivar nuestro anhelo del infinito impidiendo que se identifique con objetos finitos. Es meditar, contemplar y amar al infinito como el verdadero Objeto de deseo. Creer que al morir caímos en sus brazos para ese abrazo sin fin, la comunión infinita y eterna.
Vivir la experiencia mística “la vida, amada en el Amado transformada “
Ofrendas Imágenes de Cuidados
«Ofrecemos esta fotos donde tratamos de destacar que los cuidados no tienen edad, ni sexo ni fronteras. Son un símbolo de esperanza»
«Ofrecemos el pan y el vino fruto de la tierra que tenemos que cuidar, pan y vino que nos une en esta celebración a pesar de la distancia.»
Anáfora Estamos en la palma de tu mano ¡Señor! ¡Tú nos mantienes, tu Espíritu nos alienta! Tu tacto nos da calor. Nos has creado libres. Y libres, nos hemos ido fuera del Paraíso al que aspiramos, construyendo tu Reino. Hemos de aprender a cuidarnos a amarnos, sin disipar energía, en ejercicios vacíos, sin sentido.
Tenemos que construir y construirnos, salvarnos juntos y latir libres y amorosos, según tu voluntad.
En el evangelio de Mateo, Jesús enseña a sus discípulos una Oración dialogante con el PADRE, ahora en comunidad dialoguemos con el Padre diciendo
Padre Nuestro
La Paz: El darnos la Paz es una señal de fraternidad con el próximo donde expresamos, ternura cariño y Amor.
La Comunión Música: …………………………………. Vangelis “Cosmos”
Bienaventuranzas del Cuidado (Miguel Ángel Mesa)
- Felices quienes sienten que la Divinidad les cuida por medio de sus hermanas y hermanos.
- Felices quienes dan testimonio del amor de Dios cuidando a los demás, dando así testimonio de su delicadeza y cercanía hacia todas las criaturas.
- Felices quienes hacen presente a Dios comprometiéndose a vivir el mensaje de fraternidad, de dignidad y de justicia hacia todo ser humano, hacia toda la creación.
- Felices quienes acarician al triste, levantan al caído, curan al apaleado, defienden a los más débiles: así siembran la paz de la verdad y del cuidado.
- Felices quienes están hambrientos de paz y de ternura, de justicia y de belleza, de contemplación y de lucha, de serenidad y de esperanza, de lágrimas y de regocijo.
- Felices quienes no se sienten plenamente felices hasta que no lo sea el resto de la humanidad, hasta que no tratemos con delicadeza a nuestra madre Tierra.
- Felices quienes no se acomodan, ni se enfrían, quienes no apagan los rescoldos del cuidado amoroso, que anida en su interior, hacia todos los seres vivos.
- Felices quienes viven cuidando; quienes se dejan cuidar confiadamente entre las manos amorosas de nuestro buen Dios
Avisos
Despedida Agradecemos haber compartido esta celebración preparada con todo el cariño y amor fraternal
Música: Melodía de “Un millón de Amigos “