“De nuevo en marcha” 21 de septiembre de 2014
E1.- Un año más, y van 27, tras un largo verano –herencia de nuestro pasado universitario- nos reunimos aquí para celebrar que seguimos juntos, que volvemos a encontrarnos, a reunirnos en Tu nombre. Porque Tú nos convocas otro curso en torno a esta mesa.
E2.- Es tiempo de alegría e ilusión: el encuentro con todos los hermanos y hermanas ensancha nuestro corazón insuflando aire fresco en nuestros pulmones. Respiramos sobre esta Tierra multicolor compartiendo la vida y esperanza.
Todos.- Es hora de volver a retomar los planes inacabados, de volver sobre nuestros proyectos y compromisos, de avanzar en nuestra fe. Es un tiempo nuevo para seguir en la construcción del Reino. Queremos seguir y queremos hacerlo en Comunidad. Por todo esto Señor, proclamamos tu nombre.
E3.- Gracias Señor por este tiempo pasado, por el descanso, por la contemplación de la naturaleza, por el disfrute de la amistad. Gracias, también por devolvernos a una realidad que, ciertamente, es más amarga de lo que nosotros hemos vivido estos meses.
E4- Recordamos, Señor, todas las vivencias del verano, a las personas que se han cruzado en nuestro camino, a Denissa, una pequeña niña de tres años víctima de un atropello de la policía en La Cañada y que lleva varias operaciones. A Florica y todas las mujeres víctimas de la violencia machista, a los gazatíes cuyo verano ha estado marcado por la destrucción y la muerte. En todos ellos reconocemos tu rostro y tu presencia.
Todos.- Señor, tú nos has convocado a luchar contra un sistema que es “injusto en su raíz”, que fomenta “una economía de exclusión”, “una globalización de la indiferencia”, “una nueva idolatría del dinero”, un medio ambiente “indefenso ante los intereses del mercado divinizado,” y una incapacidad para “compadecernos ante los clamores de los otros”. Porque creemos en otro mundo posible, nos atrevemos a cantar:
TODOS: (canción)
SANTO, SANTO, SANTO, SANTO,
SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS.
SEÑOR DE TODA LA HISTORIA,
SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS.
Que acompaña a nuestro pueblo,
que vive en nuestras luchas,
del universo entero el único Señor.
Benditos los que en su nombre el Evangelio anuncian,
la buena y gran noticia de la liberación.
SANTO, SANTO, SANTO, SANTO,
SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS…
E1.- Reunidos Señor, en torno a esta mesa, queremos festejar el reencuentro. Somos conscientes de nuestras limitaciones, de nuestras incoherencias y contradicciones y, a pesar de ello, queremos reafirmar el compromiso con tu Palabra. Por eso nos atrevemos a celebrar esta fiesta del encuentro repitiendo los mismos gestos que en aquella cena con tus discípulos hiciste. Tomamos el pan, te damos gracias y lo bendecimos diciendo:
TODOS: «Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros».
E2.- Del mismo modo, acabada la cena, tomaste la copa y dando gracias la pasaste diciendo:
TODOS: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía».
Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
E3.- Señor, Tú que renunciaste a la púrpura y al púlpito, que nunca quisiste sacrificios sino misericordia, haz que nuestra comunidad mantenga viva su esperanza, unidad y testimonio. Que seamos capaces de apoyarnos los unos en los otros para superar el cansancio y evitar nuestra desconexión con lo que nos rodea.
E4.- Recordamos a todas las personas que ocuparon un sitio entre nosotros y cuya memoria está aún presente (SILENCIO)
TODOS: Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, unidos alrededor de una Iglesia de los pobres, con opción por los pobres. Amén
E1.- Hace muy poco, el obispo de Córdoba ha pedido a todos los sacerdotes de su diócesis que rebajen la intensidad en el gesto de desearse la paz en el transcurso de las misas que celebran. ¿Sería así la comunidad de iguales que acompañaron a Jesús y se comprometieron en la construcción del Reino de Dios como Buena Noticia para los Empobrecidos?
E2.- Estamos llamados a la tarea de transformar la Iglesia, pero no aisladamente, sino en sintonía con los movimientos sociales, ecológicos, religiosos y de espiritualidad liberadora. Para ello necesitamos unir nuestras manos sin distinción alguna, extender un abrazo solidario desde la playa hasta el monte, con la mirada puesta en el horizonte, camino hacia la utopía. Por eso, hoy más que nunca nos damos fraternalmente la Paz.
NOS DAMOS LA PAZ
E2.- Roto el silencio, haciendo presente a Dios en cada uno de los besos y abrazos que nos hemos dado, unimos nuestras manos y disfrutamos repitiendo la oración que Tú nos enseñaste, PADRENUESTRO…