Día de Todos los Santos: Opción por las víctimas y contra la exclusión 3 de noviembre de 2024
Presentación de los invitados: Red de Solidaridad Popular de la Latina y Sindicato de inquilinos
Introducción
Día de todos los santos: opción por las víctimas y contra la exclusión
Buenos días. Celebramos hoy el “día de todos los santos”, desde la opción por las víctimas y contra la exclusión. Y también la memoria de Gustavo Gutiérrez, pionero de la teología de la liberación y de la opción prioritaria por los pobres, que falleció a los 96 años hace diez días, el pasado 22 de octubre.
La fiesta de todos los santos, leída desde las claves de la última asamblea de Redes Cristianas (las desigualdades y las migraciones del Sur) y del Congreso de Teología (sobre la guerra y la paz), nos lleva a reflexionar una vez más sobre las víctimas de nuestro tiempo: las pateras a la deriva en el Mediterráneo, los destrozos y muertes de las guerras, los pobres excluidos del derecho a la alimentación y la vivienda, las mujeres abusadas , etc., etc. Todas estas situaciones llevan a la necesidad de comprometernos, en la medida de nuestras posibilidades, en una doble vertiente: apoyar a las víctimas, solidarizarnos con ellas, y luchar contra los responsables y los sistemas que conducen o justifican procesos de exclusión.
Gustavo Gutiérrez, precisamente, ha iluminado cómo abordar estas situaciones desde la opción por el evangelio de Jesús. Su definición de la teología como “una carta de amor al Dios en el que creo, al pueblo al que pertenezco y a la iglesia de la que formo parte. Un amor que no desconoce perplejidades, y hasta sinsabores, pero que es sobre todo fuente de una honda alegría. Su imagen sobre la necesidad de las luciérnagas en épocas oscuras del Perú y de la iglesia nos lleva a reconocer a los que optan por las víctimas. De su obra “La densidad del presente”, tomamos las siguientes palabras:
«Cuando la oscuridad es mayor, un fósforo encendido, una chispa, una luciérnaga tiene un alcance inusitado y levanta nuestra esperanza. Por instantes nos permite vernos las caras, saber que estamos ahí, percibir rostros menos deprimidos y temerosos de los que las tinieblas nos podían hacer pensar, sentir miradas que invitan al dialogo y la colaboración. (…) La luz no está al final del túnel, se halla en el mismo túnel, en las personas que transitan en él. A ellas les toca iluminarlo; más aún, hacer caer sus muros y su techo, para que deje de ser un encajonado y obligado camino, y se convierta en una ancha, franca y luminosa avenida que nos conduzca a la equidad y a la justicia»
Oración de Perdón y Esperanza
Señor Jesús, nos duele el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas que han sido excluidos, maltratados, víctimas de la desigualdad, la violencia y la pobreza.
Hoy te pedimos perdón, por las veces que hemos sido indiferentes, por haber sido ciegos a su dolor, por no haber defendido a los más pequeños a los que tú has amado de manera especial.
Perdón, perdón
Perdónanos por no haber levantado la voz por aquellos que sufren en silencio, por las veces que no fuimos su apoyo en sus momentos de angustia.
Perdón, perdón
Jesús, amigo de los excluidos, Tú que fuiste refugio para los que el mundo desprecia, enséñanos a ser un reflejo de tu amor y compasión.
Que nunca volvamos la mirada ante el dolor ajeno y que seamos portadores de justicia, paz y esperanza.
Y nosotros, como comunidad de fe, nos comprometemos a través del amor y la solidaridad, en una lucha compartida por la igualdad y la dignidad, para ser instrumentos de tu perdón y reconciliación en este mundo. Amén.
Primera Lectura.
La teología de la liberación que busca partir del compromiso por abolir la actual situación de injusticia y poder construir una sociedad nueva, debe ser verificada por la práctica de ese compromiso; por la participación activa y eficaz en la lucha que las clases sociales explotadas han emprendido contra sus opresores. La liberación de toda forma de explotación, la posibilidad de una vida más humana y más digna, la creación de un hombre nuevo, pasan por esa lucha.
Pero, en última instancia, no tendremos una auténtica teología de la liberación sino cuando los oprimidos mismos puedan alzar libremente su voz y expresarse directa y creadoramente en la sociedad y en el seno del pueblo de Dios. Cuando ellos mismos «den cuenta de la esperanza» de que son portadores. Cuando ellos sean los gestores de su propia liberación.
De Gustavo Gutiérrez Teología de la Liberación. Perspectivas.
Segunda Lectura
Una de las propuestas más reiteradas de Josemaría, en orden a fortalecer en nuestro país el testimonio de un cristianismo genuino, fecundo y con capacidad de incidencia social es: La opción por los pobres
“Poco a poco fui perfilando lo que yo llamo mi “proyecto de vida”, el porqué de mis compromisos sociales, políticos y cristianos, lo que yo entiendo como la opción por los pobres, que se resume así:
1º) La Opción por los pobres (OP) es ante todo una opción ética, que busca la justicia, en un mundo injusto. Una opción basada en el amor a los oprimidos; una opción de clase. No se trata de un amor asistencial, proteccionista y paternalista, sino de un amor liberador, que reconoce a los pobres como sujetos de su propio destino, no como objetos de compasión y de asistencia por parte de los poderosos.
2º) La OP hace una lectura subversiva de la realidad. Una lectura de la historia, no a partir de valores dominantes del sistema, como el dinero, el poder o el prestigio, sino desde la libertad, la vida y la dignidad de todos los seres humanos. Lo que implica un proceso de rebeldía contra la cultura dominante del sometimiento.
3º) En consecuencia, es una opción crítica con el sistema capitalista que produce pobres y miseria por doquier, que genera sumisión, dependencia y esclavitud a personas y pueblos enteros. Es, por tanto, una opción política anticapitalista y antiimperialista que se compromete con la liberación de los oprimidos en cada contexto histórico.
4º) Es una opción cristiana. El fundamento de esta opción es la fe, es decir, la adhesión libre a la persona y al mensaje subversivo de Jesús de Nazaret. Jesús sostiene en su vida una opción radical por los marginados de su época, los samaritanos, leprosos, ciegos, paralíticos, prostitutas, niños y niñas, etc. que son la mayoría de la humanidad; Jesús se sitúa en una interpretación subversiva de la historia. Es un inconformista y un disidente, que se rebela contra la sumisión impuesta por el sistema político-religioso y conciencia al pueblo para liberarlo de la servidumbre impuesta por la religión de los poderosos.
En definitiva, la OP cristiana es la opción por la inmensa mayoría de la humanidad sufriente, sea cual sea el sistema que genera esa opresión y ese dolor.
La Opción por los pobres sigue vigente para los cristianos de base; es la mayor y mejor seña de identidad para un cristianismo fiel al evangelio. Hoy se concreta en la opción por los derechos humanos, violados para la mayoría a través de la violencia, la guerra y la enorme desigualdad.
Para hacer efectiva esa opción es necesario introducirnos en el conflicto histórico y apostar por un cambio de sistema socioeconómico y cultural; seguir ‘empujando’ contra el monstruo del capitalismo y colaborar en la construcción del socialismo, porque éste es el sistema social más parecido a la fraternidad cristiana. Lo que exige compromiso político y religioso. Denunciar, no callarnos, y…….arriesgar, tal como hizo Jesús de Nazaret, nuestro mayor referente.
De JM. García Mauriño “Una fe subversiva, solidaría con los excluidos de la tierra” (Décima Asamblea General de Cristianos de Base de Madrid, 2015)
Lectura del Evangelio. Mc.12, 28-31
Introducción al diálogo
Ante el creciente aumento de la desigualdad, la difuminación de los derechos humanos en muchos países, el deterioro de los derechos básicos de salud, educación y vivienda, ¿cómo se resiente nuestro compromiso con las víctimas?
Hoy queremos hacer un homenaje a los que se han comprometido con las víctimas de forma decidida y son para nosotros referentes: Gustavo Gutiérrez y Jose María G. Mauriño. Cerca de nosotros están los compañeros de la Red de Solidaridad de Latina y del Sindicato de Inquilinos que también están comprometidos con las personas excluidas. ¿Qué nos aporta su testimonio?
Canción
No hay mayor amor
que dar la vida
No hay mayor amor [bis].
Este es mi cuerpo y mi sangre
todo esto es lo que soy.
Estaré siempre entre ustedes,
aunque parta no me voy.
No teman amigos míos
si algún tiempo no me ven,
que si entre ustedes se quieren
me verán a mí también.
El miedo no es sentimiento
que abriga el que cree en mí,
recuerden estas palabras:
Al mundo yo lo vencí.
Les enviaré mi Espíritu
que consuela en el dolor,
alentará en la esperanza,
traerá fuego al corazón.
Ofertorio
- La Red de Solidaridad Popular de Latina
- El Sindicato de Inquilinos
- Las bolsas
- El pan y el vino
Anáfora
Lector 1– Te damos gracias, Padre-Madre porque nos revelas tu rostro a través de los pequeños, los pobres, los olvidados. Hoy recordamos a quienes, en medio de la injusticia, la desigualdad y el abandono, son reflejo de Jesús crucificado. Ellos, los marginados y excluidos, son los santos de nuestro tiempo, aquellos en quienes la esperanza sigue viva a pesar de las sombras de la vida.
Todos: Te alabamos, Señor, porque en ellos reconocemos la fuerza de tu amor, que no se rinde ante el sufrimiento ni ante el poder de este mundo.
Lector 2– Señor, has querido que tu Reino se manifieste en los que no cuentan para el mundo. Ellos son el clamor de justicia, las voces silenciadas, que tú nunca ignoras. Son los rostros de Cristo vivo, crucificado en cada opresión, pero también resucitado en cada gesto de solidaridad y justicia, que surge entre nosotros.
Todos:: Bendito seas, Señor, porque en ellos encontramos tu llamada a construir un mundo más justo y fraterno.
Lector 3– Enviaste a tu Hijo, Jesús, para anunciar la Buena Nueva a los pobres, para liberar a los oprimidos y para sanar los corazones heridos. Hoy, al celebrar esta Eucaristía, reconocemos en las víctimas de la desigualdad y en los marginados, el sufrimiento de Cristo en la cruz y renovamos nuestro compromiso de ser instrumentos de tu paz y tu justicia en este mundo.
Todos: Haznos, Señor, servidores de tu Reino, capaces de reconocer en los excluidos a nuestros hermanos y hermanas y de trabajar para que todos vivamos en dignidad.
Lector 4– Te pedimos, Señor, que, así como nos alimentas con tu Cuerpo y tu Sangre, nos des la fuerza para salir al encuentro de los que más sufren. Que aprendamos de ellos la humildad y el coraje y que juntos caminemos hacia la plenitud de vida, que tú nos ofreces.
Todos:: Que en cada acción de amor y justicia, tu Reino sea una realidad entre nosotros. Amén.
Consagración: Jesús te reconocemos en la Eucaristía, por eso vamos a repetir el gesto que tuviste aquella noche, rodeado de tus discípulos en el que después de la cena tomaste el pan; el mismo pan, que genera vida cuando la entregamos; también general muerta cuando la arrancamos unos a otros.
Diste gracias al Padre y lo repartiste diciendo: Tomad y comed, esta es mi vida compartida con toda la humanidad.
Del mismo modo, levantaste la copa de vino, diste gracias al Padre y la repartiste a tus discípulos diciendo: Tomad y bebed, esta es mi alianza, este es el caliz de mi sangre que será derramado por todos los hombres. Llevadla hasta el final de la historia.
Este es el sacramento de nuestra fe,
Anunciamos tu muerte y proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús.
Padrenuestro. (Seguir el audio)
Padre nuestro de los mártires
Padre nuestro del pobre y del marginado
Padre nuestro de mártires y torturados.
Tu nombre es santificado
en aquel que muere
al defender la vida;
tu nombre es glorificado
cuando la justicia
es nuestra medida.
Pedimos el pan de la vida,
pan de la esperanza,
el pan de los pobres;
el pan que trae la humanidad
y reconstruye al hombre
en vez de cañones.
Oh… Oh… Oh…
Perdónanos cuando por miedo
quedamos callados
delante de la muerte;
Perdona y destruye el reino
de la corrupción
como ley más fuerte.
Tu reino es de libertad,
de fraternidad,
paz y comunión;
Maldita toda violencia
que devora al hombre
con la represión.
Oh… Oh… Oh…
Hágase tu voluntad,
eres el verdadero
Dios libertador.
No vamos a seguir doctrinas
amañadas por el poder opresor.
Protégenos de la maldad,
de los prepotentes y los asesinos;
Dios padre revolucionario,
COMUNIÓN. Al compartir el pan y el vino, nos sentimos unidos y cogemos fuerzas para seguir el mandato de Jesús: Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo.
(la paz de jesus nos la daremos al final de la celebración).
Oración De Gracias
Señor, una vez más, nos tienes aquí reunidos para saludarte y dar gracias por la vida, por este encuentro que compartimos con todas estas personas que entienden que la mejor vida es aquella que se da y se comparte con los demás, como ellos hacen en su medio, en su barrio; como hacen y han hecho tantos profetas que nos han precedido, (José María Mauriño es un ejemplo reciente), y como pretendemos hacer nosotros, aún con la limitaciones que la vida nos plantea.
Estos encuentros que repetimos periódicamente, pretenden Señor, conocerte cada vez mejor, a través de nuestro conocimiento mutuo, de lo que cada uno puede humildemente aportar , especialmente por el valor que da la vida compartida y del de tantas personas de nuestro entorno que son nuestro ejemplo. Con esas personas debemos hacer un frente común contra la injusticia que convive entre nosotros y de la que, quizás alguna vez formemos parte.
No queremos , Seños, terminar esta plegaria sin darte gracias por la vida de tantas personas, apóstoles de tu causa , que hoy celebramos.
(Se invita a dar gracias a todo aquel que así lo quiera)