CELEBRAMOS NUESTRO SEGUNDO ÉXODO                                        6 Nov 2016

 

Saludo y Acogida

Introducción

Como dice el título,  hoy  vamos a celebrar el 2º Éxodo de la Comunidad. Cómo recordaréis el 1º tuvo lugar hace más de 25 años. En aquel caso, fuimos “expulsados”  de la Iglesia Universitaria, y tuvimos que salir con lo puesto a buscar un lugar en el que poder continuar con la vivencia de la comunidad, que en aquel momento estaba entrando en la “pubertad”, y no queríamos bajo ningún concepto “cortar” con lo iniciado. Llevó tiempo encontrar el amparo de los locales, que generosamente, nos facilitó el MAS. Y se ha producido un avance importante de la comunidad en los valores que perseguimos. El Libro, que todos conocemos sobre la historia de la Comunidad, lo evidencia.

Ahora cambiamos, no somos expulsados, y con la tranquilidad de ubicarnos en otros locales, que de la mano del MAS, la Fundación Hogar del Empleado, se nos han ofrecido. Todo cambio suele provocar, en un principio, una sensación de rechazo, a esa modificación que nos supone. En este caso, nos entregan unos locales en los que podremos continuar desarrollando nuestra vida comunitaria, y a esa posible incomodidad, se superpone, entre otros elementos positivos, la de compartirlos con otros grupos de personas con intereses, al menos sociales, muy próximos, si no coincidentes con los nuestros. Eso nos enriquecerá, como la vez anterior y nos hará más fuertes en la lucha por un mundo más próximo al Reino.

No debemos olvidar que el éxodo, tiene su apoyo  en la fuerza de la Comunidad, que es la que se pone en camino,  nos alienta y guía.

Música de Serrat-Machado (Caminante no hay camino)

Petición de perdón

Hoy, cuando nos preparamos para un nuevo éxodo, necesitamos pedir disculpas porque el nuestro va a ser liviano, no se pondrán en peligro nuestras vidas, nadie nos detendrá con vallas llenas de concertinas y espinos, ni nos instalarán en tierra de nadie, con nuestros enfermos, nuestros niños y nuestros mayores a cuestas.

Amigos que estáis pasando por tan ingrata situación, sólo podemos deciros, sonrojándonos, que en nuestro confortable destino nos acogerán con los brazos abiertos. Y que aprovecharemos nuestra nueva oportunidad para intentar lo imposible: que termine vuestro calvario.

Primera lectura (del libro de la Comunidad)

La identidad de esta Comunidad se ha venido modificando profundamente al ritmo de los tiempos y los acontecimientos.

La Comunidad que hemos construido durante más de 30 años, nos ha hecho a nosotros como somos: con nuestro modo de pensar, sentir y actuar en la vida. Se trata de un fenómeno colectivo, fruto de un largo proceso.

Esta Comunidad, fue en sus orígenes parroquia, pero siempre a su modo.

– Desde los primeros momentos trató de liberarse del asfixiante complejo administrativo y sacramentalizador que pesa sobre cualquier parroquia al uso. Con tiempo y con esfuerzo, intentó reunir en la figura del “párroco colectivo” el protagonismo que suele rodear la figura canónica del párroco personal.

-Con imaginación y creatividad, procuró reformar el legalismo de los ritos y liturgias oficiales.

-Con sentido de justicia y compasión, pudo ir superando el “caritativismo” de la acción centralizada y despersonalizada que acompaña gran parte de la acción social de la Iglesia.

Se trata en definitiva, de un proceso colectivo con identidad propia y una sensibilidad creciente hacia el exterior en conexión directa con el dinamismo de la vida –siempre en movimiento y en cambio-

León Felipe expresó certeramente este proceso en el Poema del Romero:

“Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo;

Pasar por todo una vez,

Una vez solo y ligero,

Ligero, siempre ligero….

Canción “Somos un pueblo que camina” Pág. 8 – Estrofas 1 y 3

Segunda lectura (Marcos 4, 35-41)

Introducción al diálogo

Nuestro primer éxodo nos permitió crecer. Nos hemos ido haciendo una comunidad más comprometida con la realidad social en la que vivimos, dedicamos no sólo dinero sino también una parte de nuestro tiempo a los diversos proyectos que todos conocemos. Hemos avanzado también en la forma de entender y vivir nuestra fe. Se ha hecho más adulta, más libre, más sustantiva. El sacerdocio comunitario es un ejemplo de este progreso.

El paso que ahora vamos a dar nos ofrece una nueva oportunidad de crecer. Sin embargo, debemos ser conscientes de que cualquier cambio es difícil. Modificar los hábitos de tantos años supone sin duda un esfuerzo. Debemos, por ello, poner todos nuestros recursos para vencer las posibles resistencias.

Sabemos que el consejo liderará el proceso, pero sería bueno que todos pensáramos cómo podemos contribuir a facilitar el cambio. En el grupo de preparación hemos pensado en algunos ejemplos, como estar atentos a que la asistencia no disminuya, ofrecernos para acompañar a quienes puedan tener más dificultades de transporte, mantener la costumbre de tomarnos algo juntos antes de entrar o salir de una actividad aprovechando las ventajas que la nueva ubicación ofrece….

Abrimos ahora el diálogo para compartir entre todos la forma de promover esta actitud positiva ante este segundo éxodo:

¿Cómo nos situamos ante este reto?

¿Qué podemos hacer para que la comunidad una vez más sea una fuerza que nos de energía más allá de nuestros posibles miedos y limitaciones?

Ofrendas

  • Hacemos presente a nuestro obispo Pedro Casaldáliga  (Poema “En Éxodo”)
  • Libro de la Comunidad /pasos dados durante estos años
  • Tarjeta de invitación de nuestra nueva residencia
  • Nuestra faceta lúdica (Careta de carnavales) –
  • Espacio abierto a otras ofrendas
  • Bolsas (música de fondo – Jesus, Remember Me)
  • Pan
  • Vino

Prefacio.

Lector. El Señor dijo a Abrán: Sal de tu tierra y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré.

Todos. Somos herederos de un padre emigrante y sucesores de un pueblo errante en toda su historia.

Lector. El Señor dijo a Abrán: Tu descendencia vivirá como forastera en tierra ajena, tendrá que servir y sufrir opresión… pero al final saldrán cargados de riquezas.

Todos. Nos cuesta creerlo, pero sabemos que Dios promete toda su riqueza  a  su pueblo y creemos que cumple su promesa.

Lector. Dios habló a Abrán así: No te llamarás Abrán sino Abraham, porque te hago padre de pueblos y yo seré tu Dios y el de tus descendientes.

Todos. Hasta nosotros llega la promesa de Dios y experimentamos que Él ha estado grande con nosotros.

Lector. La descendencia de Abraham en los hijos de Jacob termina emigrada, por causa del hambre, en tierras de Egipto. Se eclipsa la presencia de José, cuando el hambre cunde en Egipto; y el Faraón culpa al pueblo esclavo.

Todos. Un nuevo éxodo. Cruce del mar y años de desierto, para poder llegar a la tierra prometida, aquella que “mana leche y miel”. Es aquella misma promesa, la que nos mantiene hasta el día de hoy.

Lector. Por eso, también hoy  seguimos cantando al Señor, como el pueblo judío, el himno de la Liberación

Todos. SANTO, SANTO, SANTO (Misa nicaragüense. Pag. 78)

Anáfora.

Lector. ¿Dónde están la leche y la miel de la promesa?                                                Démonos un espacio de silencio, para reconocer nuestra propia historia de pueblo de Dios.

Todos. En nuestra historia hemos encontrado a Jesús. Él es el primer exiliado de la casa de su padre. Rechazado y perseguido hasta el muro de separación, que es la cruz.

Lector. En Jesús, Encarnación humana del Padre, Dios mismo se destierra y se hace uno más, rechazado, maltratado y eliminado de la sociedad.

Todos. Nuestro segundo éxodo es expresión viva de nuestra condición de emigrantes, pues esta tierra no es nuestra; y de buscadores de una vida mejor para todos.

Lector. Jesús lo realizó en su aceptación de la cruz. Y lo adelantó en la celebración de despedida de los hombres y mujeres que le acompañaron hasta el final.

Todos. Sabiendo de dónde venía, y a qué venía, y a dónde volvía, cogió un trozo del pan, haría una respiración profunda, y se lo ofreció a todos. Y les dijo:

TOMAD Y COMED TODOS. ESTO ES MI CUERPO, QUE SE ENTREGA POR VOSOTROS.

Hizo lo mismo con su copa de vino, y les dijo:

TOMAD Y BEBED TODOS. ES LA COPA DE MI SANGRE, QUE SERÁ DERRAMADA PARA LIBERACIÓN DE TODO PECADO.

Lector. Este es el misterio profundo y vivo de nuestra fe. Acojámoslo en silencio y lo viviremos como el sentido de nuestra vida. (Silencio)                                                                             Y lo proclamamos gozosos diciendo:

Todos.

ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN. VEN, SEÑOR, JESÚS.

Lector. Todos somos peregrinos por la vida, hacia otro lugar. En esa unión, capaz de asumir y amar las diferencias, será más fácil el camino y más segura la llegada. Por eso, con toda la humanidad rezamos:

Todos.  PADRE NUESTRO, QUE ESTÁS EN LOS CIELOS…

Lector. Con esta vivencia gozosa la paz no es solo el final; es ya el camino mismo. Compartimos un inmenso abrazo de Paz.

La comunión en silencio musical y meditativo nos adentra en esa Paz, que es constructora de nueva Humanidad.

Comunión (música Adagio para cuerda de Samuel Barber)

Acción de Gracias

Gracias Señor, por reunirnos otro domingo en comunidad para orar juntos.

Gracias Señor, porque, a pesar de encontrar obstáculos en nuestro camino, nos das fuerzas para salvarlos y nos envías tu Espíritu que nos guía e ilumina para superar miedos e inseguridades.

Gracias Señor, por derramar tu Espíritu de amor sobre nosotros para que tengamos entrañas de misericordia para ayudar a los que nos necesitan.

Gracias Señor, por los carismas de la comunidad que hacen de ella una comunidad fuerte, adulta  y libre.

Gracias Señor, porque en este nuevo éxodo no queremos quedarnos solos sino crecer estando cercanos y abriéndonos a otros colectivos que también trabajan por un mundo mejor.

Amén.

Canción “Somos un pueblo que camina” pág. 39 – Estrofas  1-4-6