Se recogen las aportaciones de los Grupos de Reflexión sobre el documento Reubicar la Fe
- Claves de cada grupo (un resumen)
* Grupo de Miguel Grupo de Ramón (resumiendo a Javier Vitoria)
La esperanza cristiana en tiempos inciertos. La esperanza cristiana, aun siendo un don teologal, debe encarnarse críticamente en la historia concreta y en sus crisis, Y solo tiene sentido si está anclada en la fe en el Jesús pascual resucitado, aun cuando el presente parezca insostenible.
Explicación: En un contexto de profunda crisis y paradigmas agotados, la esperanza cristiana no puede limitarse a una actitud pasiva o abstracta. Se requiere una esperanza histórica, encarnada y crítica, que responda con sentido ante la amenaza del futuro. Lejos del escapismo, el creyente se sostiene en el Aliento de Dios, confiando en la fuerza transformadora del Espíritu. Esta esperanza se funda, en última instancia, en la fe en la resurrección de Jesús.
* Grupo de JM Martí: (Puntos 3 y 4 del texto base):
Búsqueda creativa con actitud abierta hacia otras experiencias espirituales.
* Grupo JM Navarro-Miguel Merín:
La propuesta de este grupo defiende reubicar la fe en el presente, con un compromiso solidario adaptado a las posibilidades reales de la comunidad. Aunque no es viable una acción común única, se valora la continuidad de colaboraciones parciales y redes solidarias, ya en marcha tanto a nivel colectivo como individual.
* El Grupo Ana Casanovas: (1)
El grupo expresa su acuerdo general con el documento base y destaca una espiritualidad comprometida socialmente, libre de ataduras institucionales. Los miembros de la comunidad participan activamente en diversas acciones solidarias, tanto dentro como fuera de la comunidad, según sus capacidades e intereses. Aunque la edad limita físicamente a algunos, mantienen una fuerte implicación intelectual y espiritual. La comunidad sirve de guía y refuerzo, pero no consideran viable una única actividad común dado el grado de implicación actual. Valoran los vínculos ya existentes con otros colectivos y subrayan la importancia de compartir estas experiencias. Finalmente, proponen fortalecer la dimensión celebrativa comunitaria, conectándola con temas sociales como las desigualdades socioeconómicas e inmigración.
* El Grupo Ana Casasnovas: (2)
Propone “Reubicar nuestra esperanza”, en continuidad con el trabajo anterior sobre la fe y en sintonía con el pensamiento del Papa Francisco.
La propuesta responde a criterios de urgencia, viabilidad, participación comunitaria, capacidad de conexión con otros y dimensión celebrativa. El enfoque busca superar una visión individual o pasiva de la esperanza, apostando por una esperanza compartida, activa y transformadora frente a las crisis actuales. Se plantea trabajar el tema desde experiencias personales, comunitarias y sociales, integrando referencias teológicas y documentos de apoyo.
* Grupo Amelia Tito:
Reubicar la fe implica buscar nuevas formas de esperanza y fuerza interior mediante prácticas espirituales renovadas y el servicio al prójimo. El diálogo interreligioso, al fomentar el encuentro con diversas creencias y no creyentes, enriquece la fe y promueve el respeto mutuo. Estos encuentros facilitan la comprensión de otros valores y ayudan a construir sociedades más justas. Además, el diálogo interreligioso contribuye a la paz mediante relaciones basadas en la tolerancia. También permite iniciativas comunes para el bienestar social. Así, responde a criterios de viabilidad, accesibilidad, conectividad y celebración comunitaria.
* Grupo Pedro Tostado:
El grupo analizó un documento de Fe y Cultura, subrayando que la opción por los pobres, aunque no novedosa, sigue siendo el núcleo del mensaje cristiano. Se enfatizó que la vivencia diaria de la fe es más relevante que su simple proclamación. Asimismo, se cuestionó la dicotomía entre creyentes y no creyentes, valorando el compromiso compartido con la justicia y la fraternidad. Se concluyó que la acción colectiva en favor de los derechos humanos es prioritaria, aunque algunos mantienen la necesidad de seguir profundizando en la fe como recurso vital ante los desafíos existenciales. Finalmente, se identificaron la inmigración y la paz como temas urgentes de atención.
- Coincidencias generales y otras aportaciones
- Reubicar la esperanza y la fe en contextos de crisis
- La fe y la esperanza deben situarse en el presente histórico, especialmente en tiempos de incertidumbre.
- No se trata de una esperanza pasiva, sino activa, crítica y transformadora, anclada en la experiencia concreta y en la resurrección de Jesús.
- Enraizamiento espiritual con sentido comunitario y social
- Se valora una espiritualidad comprometida, vivida en lo cotidiano y no solo proclamada.
- La comunidad es espacio de apoyo, discernimiento y celebración.
. Se destaca la opción por los pobres como núcleo permanente del mensaje cristiano
- Colaboración parcial y redes solidarias frente a la imposibilidad de acción común única
- Se reconoce la viabilidad de iniciativas diversas según capacidades personales.
- Se prioriza la acción colectiva en favor de los derechos humanos, incluso entre creyentes y no creyentes.
- Apertura a otras experiencias espirituales y diálogo interreligioso
. Se promueve una búsqueda abierta, que valore la espiritualidad más allá de fronteras religiosas.
. Se cuestiona la separación rígida entre creyentes y no creyentes, subrayando el compromiso compartido con la justicia y la fraternidad.
- Celebración comunitaria con sentido transformador
- Se propone fortalecer la dimensión celebrativa con contenido social.
- Temas como la inmigración y la paz son señalados como urgencias a integrar en la vida comunitaria.