ANTE EL GRITO DE AFRICA                                                                                                                        9 de Noviembre, 2014

I.- Presentación: África, pecado del Primer Mundo.

Comenzamos esta celebración, recogiendo el Grito de África, ahora que el ébola, con más de 5000 muertos en África occidental y el temor a contagios en España y en otros países, comienza a alarmar a todo el mundo y genera una psicosis de miedo y angustia….

Pero el Grito de África,  es anterior y mucho más amplio. Nos lo explica  un texto de  Victor Codina  (tomado del blog de Cristianisme i Justicia) que extractamos así:

“África ha sido colonizada por Francia, Inglaterra, España, Bélgica, Portugal, Holanda, Italia… Con la excusa de civilizar y modernizar el continente africano, las potencias coloniales se enriquecieron con las materias primas y crearon una situación de dependencia de las metrópolis que en algunos países dura hasta hoy. África para algunos es solo un lugar para safaris… la injusticia que, Europa fundamentalmente, ha cometido con África exige restitución, hay que devolverle lo robado y reparar el daño cometido.

Ahora son naciones independientes, con bandera e himno propio, pero donde una gran mayoría vive en situaciones precarias de alimentación, salud, educación y transportes, donde faltan infraestructuras básicas, hay conflictos bélicos y étnicos (a veces por cuestiones de los límites artificiales establecidos por las metrópolis), hay democracias débiles, hay hambrunas y sequías, y hay decenas de miles de emigrantes que huyen hacia las costas del Mediterráneo español o italiano en busca de un futuro mejor

Pero África no solo es un continente que posee riqueza de materias primas y de biodiversidad, sino un continente con una gran riqueza cultural, humana y religiosa, una gran sabiduría de sus tradiciones -desde Egipto a Cartago. De África salieron Agustín, Orígenes y Atanasio, África fue la cuna del monacato y en África se santificaron Charles de Foucault y los mártires trapenses de Tibhirine…

No sabemos si Europa, ahora que tiene pánico ante el contagio del ébola, será suficientemente humilde y lúcida para reconocer su pecado y reparar el daño cometido.   En todo caso ojalá a través del clamor del pueblo sufriente escuchemos hoy la voz del Espíritu que nos pregunta, como a Caín, «¿dónde está tu hermano Abel?»

II.- CantamosCuando el pobre nada tiene”… Pág. 53

III.-Primera lectura: “La realidad doliente de los pueblos africanos

Selección de textos breves:

José María Castillo: “Es evidente que África aporta a Europa indeciblemente más de que Europa aporta a África.  Y sin embargo, ahí están Lampedusa, Melilla y Ceuta, como tres símbolos, ¿de qué? ¿Del gran continente de los “derechos humanos”?¿Y no se nos cae la cara de vergüenza?  Es más ¿tenemos incluso la desvergüenza de seguir pensando y diciendo que África está como está por causa de las mafias y del atraso responsable de sus habitantes?

G.K. Dessinga: “El pueblo africano es un pueblo que lucha por su supervivencia día a día.  ¿Cómo se puede decir que los africanos no luchan cuando cada mañana tienen que andar kilómetros para ir a buscar agua?  Nosotros, abrimos los grifos y tenemos agua para beber o para asearnos.  Ellos tienen que ir andando todos los días, los niños tienen que ir a buscar agua o leña.  Eso es señal de un pueblo trabajador, de un pueblo que lucha.  La idea de un pueblo que no trabaja, que pide ayuda forma parte de los mitos que por todos los lados queremos adjudicar.”

Pedro Casaldáliga:   “En el nombre de un dios supuestamente blanco y colonizador, que las naciones cristianas han adorado como si fuese el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, millones de Negros vienen siendo comerciados, durante siglos, a la esclavitud, a la desesperación y a la muerte.  En Brasil, en América, en la madre África, en el Mundo”

Cyprien Melibi: “Pensábamos que la Iglesia liberaría a África” pero tras dos sínodos de obispos africanos  con Juan Pablo y Benedicto, la incipiente teología de la liberación en África ha sido mas bien sofocada

Lamento constatar que la Iglesia Católica en África es una iglesia occidental y romana en tierra africana, dirigida supuestamente por obispos africanos, pero mandada efectivamente por los nuncios apostólicos

Como africano estoy disgustado por haber predicado los misterios de la fe de forma especulativa a un pueblo que entiende y explica los misterios  de forma simbólica;

Estoy disgustado conmigo por haber contribuido a “falsificar” el fundamento de mi sociedad (la familia) obligando a gente a casarse tres veces para ser considerada como u matrimonio cristiano.

Estoy disgustado por haber participado en “violar” costumbres y despreciar valores de mi cultura justificándolo con que “el evangelio debe purificar a cada cultura”…

Me arrepiento de haber optado, a veces,  por privilegiar los intereses  de la Institución en contra de los intereses de las personas.

IV.- Silencio reflexivo, acompañado de Música africana

V.- Segunda lectura:  “Dadles vosotros de comer”.  Mt. 14: 14-20

Monición:   En el pasaje de la multiplicación de los panes y los peces, encontramos una actitud de Jesús en la que, como pocas peces, interpela directamente a sus seguidores. Cuando éstos le dicen: despide a las multitudes, que vayan a las aldeas y se compren comida por su cuenta, Jesús responde: “No, dadles vosotros de comer”.

Lo que significa: haceos cargo de ellos’, ‘no les déis ahora la espalda’, ‘no les despidáis vacíos.

Tal vez esa expresión de ‘darles de comer’ nos incomode algo porque evoca una lectura paternalista (cabe pensar: cuando las cosas se dan resueltas se fomenta la desmovilización y la indolencia). Pero no era esa la intención de Jesús. Sus palabras son, por el contrario, un reto para sus seguidores: el de hacernos cargo de las necesidades de los excluidos y necesitados, sin permitir su abandono, ni menos aún, su olvido.

Lectura de Mt. 14: 14-20Mt 14:14-20

Al desembarcar vio Jesús una gran multitud, se conmovió y se puso a curar a los enfermos. Caída la tarde se acercaron los discípulos a decirle:

-Estamos en despoblado y ya ha pasado la hora; despide a las multitudes, que vayan a las aldeas y se compren comida.

Jesús les contesto: -No necesitan ir; dadles vosotros de comer.

Ellos le replicaron: -¡Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces!

Les dijo: -Traédmelos.

Mandó a las multitudes que se recostaran en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos a su vez se los dieron a las multitudes.

Comieron todos hasta quedar saciados y recogieron los trozos sobrantes: doce cestos llenos

VI.- Canto:  “Un nuevo sitio disponed”, Pág. 56

VII.- Diálogo comunitario.

El Grito africano, que nos llega de mil maneras, es la expresión del sufrimiento histórico que sufre la población africana, especialmente de los pueblos del África subsahariana.

Ese grito de pueblos dolientes nos exige asomarnos a la realidad africana con mente y  corazón abiertos a su clamor, y dejarnos interpelar por él, entendiendo que no podemos quedarnos por más tiempo con los brazos cruzados ni sumidos en el pesimismo de lo irrecuperable, porque, como afirman sus profetas,  “aún es tiempo  para cambiar esa angustiosa realidad”.

Pero la interpelación que llega a nuestra conciencia cristiana de compasión samaritana ha de pasar del sentimiento a la acción práctica, incluso en nuestra vida cotidiana. Y, en ese terreno, nos planteamos algunas preguntas:

-¿Consideramos realmente a los africanos como iguales?

-¿Qué hacemos en nuestro entorno por evitar el desarrollo de la xenofobia, en sus múltiples expresiones?

-¿Qué hacemos por abrir las fronteras y derribar normas tan injustas como la ley de Extranjería?

-¿Cómo nos comportamos ante las Multinacionales que saquean África, privando de futuro a sus habitantes? ¿Denunciamos con valentía el comercio español de armas que alimenta tantos conflictos bélicos en África central?

-Otras…….

VIII.- Oración de perdón y Ofrendas.

Oración de perdón

La contemplación del paisaje africano conmueve nuestras entrañas de misericordia, Señor, y nos obliga, en primer lugar a la contrición de corazón por la corresponsabilidad que indirectamente a todos nos atrapa, aunque sólo sea por lo que dejamos de hacer.

Reconocemos ante Ti, Dios de la Vida,

-que el dolor del pueblo africano ha sido consecuencia directa de una colonización empobrecedora, del pasado y del presente; que África vuelve a estar hoy en el punto de mira de Occidente como lo estuvo en la época colonial del s. XIX;

-que grandes parcelas de bienestar que disfrutamos descansan sobre la rapiña de los recursos naturales africanos, desde el coltán al petróleo;

-que la mayoría de los conflictos bélicos africanos, así como los exterminios étnicos derivados, son provocados por intereses externos, sin que hagamos lo suficiente por impedir tanta ambición económica y militar, y tanto comercio de armas en las sociedades occidentales;

-que la defensa de nuestro sistema sanitario llega a impedirnos ver el desastre en vidas humanas causados en África por epidemias fácilmente controlables con algunos de nuestros medicamentos;

En definitiva, que la miseria y la provocadora inanición de tantos africanos son el resultado ineludible de la acumulación de bienes que acaparamos en el primer mundo.

Por todo ello, Señor, pedimos perdón a todos los hermanos africanos, y aceptamos el reto de apostar por una solidaridad más efectiva con sus demandas y sus causas.

Ofrendas. Y, ahora, como símbolo de esa opción colectiva, presentamos estas Ofrendas, como signos de que es posible un futuro más esperanzador

-Por un Cristianismo ‘no colonizador’ que respete la cultura africana. Libro de Cyprien Melibi.

-Ofrenda de la lucha contra las epidemias y la mejora de la  sanidad.

-La denuncia internacional de la violencia sexual, como arma de guerra, a cargo de Caddy Adzuba.

-El trabajo de info. sobre África. Atelier Afrique.

-La colecta para atender proyectos solidarios.

-Pan y Vino.

IX.- Anáfora.

ANTE EL GRITO DE AFRICA.

L1.-Queremos alabarte, Padre y Madre, porque has sembrado en nuestros corazones el conocimiento y la piedad suficientes para sentirnos partícipes del histórico sufrimiento de los pueblos del África negra, víctimas durante siglos de la ambición, el despojo y el olvido de nuestra civilización occidental, codiciosa y engreída, a pesar de sus supuestas raíces cristianas.

L2.-Nos sentimos interpelados por el Grito de dolor y desamparo de esos pueblos dolientes, ante la violencia de las guerras allí provocadas, ante la indignidad humana de sus carestías para sobrevivir, ante las hambrunas provocadas por el expolio extranjero, ante la rapiña de sus recursos naturales, ante la tragedia de su emigración manipulada, ante el destrozo vital de tantas enfermedades por la falta de medicamentos que a nosotros nos salvan.

TODOS.- Te bendecimos hoy, en particular, porque aunque África es una tierra maltratada por siglos de sometimiento y de esclavitud, los pueblos africanos son ante todo un hervidero de vida, movimiento, capacidad de respuesta e iniciativa, es decir, un pueblo movido por la esperanza y confiado a la utopía de un futuro mejor. Te damos gracias, Padre, porque en ello descubrimos una vez más que Tú eres un Dios de Vida, no de olvido ni de muerte.

L3.- En este momento de nuestra celebración, tornamos nuestra mirada a Jesús de Nazaret, el profeta de la esperanza y del cambio de los corazones humanos.  Con su vida, su muerte en la cruz y su victoria sobre la muerte, Jesús promulgó la novedad del Reino de Dios, al que, igual que nosotros, están llamados los pueblos africanos.

L4.- Porque en Jesús nos has mostrado plenamente tu amor de Padre y el tesoro escondido de la Utopía del Reino,  te cantamos

SANTO, SANTO, SANTO……

L5.- Al recordar y actualizar que con Jesús se nos abrió el cielo de la nueva Humanidad que andamos buscando, lo reconocemos vivo y presente entre nosotros y proclamamos su muerte como entrega amorosa y salvadora

L6.- Y lo hacemos con los mismos gestos, símbolos y palabras que Jesús empleó, cuando, sentado a la mesa con sus amigos, tomó el pan, lo partió y repartió entre todos, diciendo:

TODOS: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SE ENTREGA POR VOSOTROS.

L7.- Al acabar la cena, Jesús tomó una copa de vino y, dándote gracias, la pasó entre sus inseguros seguidores diciéndoles:

TODOS: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA NUEVA ALIANZA, QUE SE DERRAMA PARA QUE TODOS TENGAN VIDA EN ABUNDANCIA

L8.- Este es el sacramento de nuestra fe

TODOS: Anunciamos tu muerte,  proclamamos tu resurrección, ven  Señor Jesús.

L9.- Celebrar la Eucaristía, a la vez que memoria, es anticipo de la plenitud a la que aspiramos, utopía de una Tierra Nueva donde habite la justicia y la fraternidad, donde se haga realidad el Reino de las Bienaventuranzas de las que ahora sólo percibimos vestigios.

L10.- Al celebrar esta Eucaristía, renovamos el sacramento de comunión que nos une con el dolor de los pueblos africanos, nos compadecemos-con ellos, y  asumimos el reto de incrementar nuestra solidaridad con sus causas, lo que supone cambiar nuestra mirada -llena de estereotipos- sobre la realidad africana, e responder generosamente a cuantas demandas nos lleguen desde ese continente.

TODOS.- Haz posible, Padre Bueno, que la sangre ya derramada por tantos hermanos africanos, víctimas de la codicia, la violencia y la pobreza, fructifique en compromisos de paz y solidaridad, para que los  pueblos puedan escribir su futuro en condiciones de libertad y cooperación.

L11.- En tiempos de crisis, de incertidumbre y desesperanza queremos reafirmar nuestro compromiso de seguir recorriendo la senda de las pequeñas y grandes utopías, de modo que el cansancio, el olvido o la resignación nunca lleguen a imponerse a la ilusión y la esperanza de nuevos tiempos de fraternidad universal.

TODOS.- Haz, Padre, que tu Espíritu de discernimiento, fortaleza y profecía hagan cada día un poco más reales estos sueños que alimentamos desde tu evangelio.

L12.- Esa es la fe que proclama el misterio de la muerte y resurrección de Jesús, en cuyo nombre brindamos:

TODOS: ¡Por Cristo,  con El y en El….,todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.! AMEN.

L13.- Y ahora,  unidos como hermanos con todos los africanos que sufren la violencia de la guerra, de la miseria o de la enfermedad, pero que creen y se esfuerzan por alumbrar una vida nueva, gritamos ese “venga a nosotros tu Reino” de la oración de todos los cristianos:

PADRENUESTRO

X.- Comunión.

Cuando tomamos el pan y el vino en conmemoración del gesto de Jesús en su última cena estamos simbolizando su presencia con elementos propios de nuestra cultura, pero pretender que otras culturas como la africana empleen los mismos símbolos en zonas donde no hay pan de trigo ni vino de uva, es un contrasentido.
Al comulgar hoy asumimos que los símbolos de la unión con Jesús son sólo eso, mediaciones para renovar la fuerza de seguir, como Jesús,  en la lucha por una nueva Humanidad, sea cual sea la cultura de cada pueblo.

XI.- Acción de gracias final.   Himno: “Dios bendiga África”.

Canto de “NKOSI SIKELEL’ IAFRICA”  O DIOS BENDIGA AFRICA:

“Dios bendiga a África

Que su mente ascienda a los cielos.

Dios escuche nuestras oraciones

Y nos bendiga, a nosotros sus hijos de África.

Y elimine toda guerra y todo sufrimiento,

Proteja, preserve nuestra nación.

Resonando desde nuestros cielos azules,

Y nuestros mares profundos,

Más allá de nuestros montes eternos

Donde rebota el eco.

Suena la llamada a la unidad,

Y estaremos unidos.

Vivamos y luchemos para que la libertad triunfe

En África nuestra nación”

XII. Avisos y Convocatorias

XIII.- Paz y despedida.