Fortaleciendo la conciencia ética 23 de noviembre de 2014
1.- Bienvenida
2 Introducción
Ante la avalancha de casos de corrupción con que nos despertamos cada día, ante la falta de sensibilidad por el sufrimiento que vemos en las noticias, ante las grandes diferencias entre unos y otros en nuestro mundo, nos planteamos reflexionar en esta celebración sobre
¿COMO FORTALECER LA CONCIENCIA ÉTICA?
En toda cultura es muy importante su sistema ético, su escala de valores y nos preguntamos: ¿Cómo ser cristiano en un mundo dominado por una idea de éxito basada en el individualismo y en el dinero? Eso es lo que mueve al sistema que hoy tenemos y que cada vez más está machacando al más débil y ampliando las diferencias sociales
Creemos que en el centro de todo sistema socio-económico debe estar la persona y cuando se sustituye por el dinero se trastocan todos los valores.
La idea de tener y tener rebaja nuestras exigencias éticas y nos permite justificar nuestras faltas tan frecuentes en el día a día
Dicha exigencia de un comportamiento ético debe darse a todos los niveles:
– Personal. Aprendiendo a cultivar un Yo libre, no aferrado a lo material, compartiendo nuestros talentos , con austeridad, trasmitiendo a nuestros hijos, nietos , compañeros, dichos valores.
Social, teniendo en cuenta la interdependencia de nuestros actos, cuidando de la naturaleza que nos pertenece a todos y a las generaciones futuras, etc.
– Y también comunitario, viviendo la dimensión comunitaria frente al individualismo.
Hay que humanizar nuestro mundo. Es prioritario ante la decadencia moral que se nos presenta hoy. No podemos mirar para otro lado
Y aún más como cristianos. En el Evangelio tenemos una guía de acción, un programa revolucionario que pone los valores del mundo del revés. Jesús SI que pone a la persona, a la más pequeña y débil en el centro de su mensaje, y además nos da el Mandamiento nuevo del AMOR como base para nuestra vida
3.- Oración de perdón (ORACIÓN DE CARLOS MUGICA (+ 11-5-1974) del Movimiento de los Sacerdotes para el Tercer Mundo (Argentina) mártir de la liberación, incorruptible profeta de los marginados, asesinado por los que temen enfrentarse a un pueblo libre de la opresión)
«Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años, tengan trece.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro, yo me puedo ir, ellos no.
Señor, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no.
Señor, perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre.
Señor, perdóname por decirles «no sólo de pan vive el hombre», y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor, quiero quererlos por ellos, y no por mí. Ayúdame.
Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir por ellos.
Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame.»
4.- Canto: “Hombres nuevos” Página 7, Nº 9
5.- Lecturas
– 1ª Lectura: Extracto de “La revolución de cada día: cristianismo, capitalismo y posmodernidad” de Joan Carrera i Carrera, sj. Cuaderno 189 C y J
Vivimos el día a día en una cultura que nos ha inoculado un estilo de vida que se aleja radicalmente del proyecto de Jesús. Eso nos crea una continua contradicción. Queremos servir a Dios pero estamos viviendo en un mundo gobernado por el dinero. El texto que hemos seleccionado es una adaptación de la reflexión de Joan Carreras en un cuaderno de Cristianismo y Justicia sobre algunos valores profundamente evangélicos.
Aportaciones desde la ética cristiana
La vuelta a la dimensión comunitaria.
La sociedad europea se ha convertido en la máxima expresión del individualismo egocéntrico.
Un individuo cada vez más aislado, centrado en la realización personal asociada al bienestar emocional, que ha perdido el sentido comunitario, que ha dejado de implicarse y de interesarse por lo público, dejándolo en manos de los profesionales de la política, y que reduce la dimensión comunitaria a la más mínima expresión (familia, pareja, hijos, amigos…). La consecuencia de esto ha sido el agravamiento del atomismo social que es visto cada vez más como una de las raíces de las actuales patologías sociales. El proyecto de Jesús ayuda a recuperar el sentido de comunidad, a conseguir una armonía mayor entre la necesaria valoración del individuo y el sentido comunitario que lo conduce a la solidaridad y al compromiso, más allá del propio grupo familiar y cultural.
La vida como don.
Vivir la vida como posibilidad de ser apreciada como don, como regalo y no sólo como una construcción personal. Así podemos aprender a apreciar la dimensión gratuita de las relaciones humanas y de toda la propia vida. Descubrir que a menudo somos, porque alguien nos ha amado cuando éramos débiles, sin esperar nada a cambio. No todo en la vida es contrato o relación basada en el interés por obtener algo.
El factor esperanza.
La ética cristiana contiene un factor esperanza. La fe cristiana supone que la plenitud será posible y que los pequeños pasos hacia un proyecto solidario no son inútiles, no se pierden, aunque a corto plazo no se vean los resultados. Una esperanza que no es ingenua pero que es suficientemente fuerte para romper el desánimo del «no hay nada que hacer». Los poderes dominantes usan el miedo, el miedo a cualquier cambio que no provenga de ellos mismos. La esperanza o la utopía son un buen antídoto contra determinadas ideologías y contra el miedo, haciendo posible imaginar que las cosas pueden ser de otra forma y posibilitando el cambio social real.
La participación en el bien común.
Es un sentimiento cada vez más compartido que hemos perdido la confianza en nuestras instituciones democráticas. Y que es preciso colaborar en la regeneración del sentido auténtico de la democracia. La base de la democracia real descansa precisamente en valores no ajenos al evangelio: los derechos básicos de la persona, su dignidad, la igualdad humana, la libertad, el derecho a la participación, la libertad de conciencia y de creencia… Sin estos valores interiorizados, la democracia se tambalea.
El factor profético.
La ética cristiana tiene que ser consciente de que propone y vive unos valores que a menudo no son los considerados prioritarios en las sociedades en las que se tiene que desarrollar y poner en práctica, y esto a pesar de que algunas de estas sociedades hayan tenido una matriz cristiana. Vivir en cristiano no resulta fácil en sociedades plurales en las que se necesita un discernimiento constante a la hora de tomar decisiones.
El cristiano puede y debe ejercer un cierto papel de denuncia cuando cree que la ética dominante viola valores que él considera importantes; esta denuncia se expresa mediante la propia manera de vivir y a través del diálogo con quienes piensan diferente.
– 2ª Lectura: Lucas 6:20-23
5.- Invitación al diálogo
6.- Canto: Tiempo de despertar nº 28, página 24
7- Ofrendas:
– Mareas (camiseta verde)
– Derecho a una información libre y fiable
– Iglesia (Evangelii Gaudium)
– Sobres y Bolsas
8.- Anáfora
E1.- Nos reunimos de nuevo en esta pequeña Comunidad con la alegría del encuentro, dando gracias porque tu Palabra ha incendiado nuestro leñoso corazón haciendo crepitar una conciencia adormecida. Necesitamos fuerza para seguir adelante, para no caer en la desesperanza, para llevar luz –aunque sea pequeña- donde sólo hay oscuridad. Por todo eso, aclamamos tu nombre.
E2.- Vivimos en un mundo en constante evolución. El sistema que nos ha tocado vivir ha creado una cultura y un sistema ético basado fundamentalmente en el corto plazo, el enriquecimiento, la explotación del Ser Humano y la Naturaleza. Y frente a eso, Tú nos hablas de otro mundo posible, de otro Reino de iguales. Y nosotros, con toda nuestra humana debilidad, queremos creer que es posible.
Todos.- Gracias por ser un Dios encarnado en el sufrimiento y la alegría de toda la Humanidad. Tu imagen en la cruz, humillado por los poderosos, nos enseña el valor de los principios éticos. No quisiste un sillón en el sanedrín, ni te aliaste con el poder local: sabías que cuando los dominadores ocuparan los cargos responsables y desplazaran a los pobres, la semilla moría sin dar fruto.
E3.- Sabemos que en el cristianismo no se pueden pedir seguridades. ¡Qué terriblemente duras resuenan tus palabras cuando nos miramos al espejo: “vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo-, y luego sígueme”!
Todos.- Seguirte, ¡qué difícil! Es un compromiso por un sistema económico y moral diferente; es seguir una jerarquía de valores que debe poner en juego en todas las decisiones de nuestra vida y que deben impregnar todo nuestro ser y todo lo que nos rodea: desde la Comunidad hasta nuestra familia y nuestras relaciones sociales. Por ello, te pedimos que cada día nos hagas sentir la fuerza del Espíritu.
E4.- Que este camino en común que hacemos desde hace años, nos ayude para que nuestra opción no sea la del éxito económico ni nuestra vida se base en la competencia con nuestros hermanos y hermanas. Que nuestro bienestar no se sustente la explotación, el engaño o el lucro ilícito.
Todos.- Creemos en Dios, Padre y Madre de toda la Humanidad, encarnado no en individuos aislados y centrados en la realización personal sino en la comunitaria, en la solidaridad y el compromiso, más allá del propio grupo familiar y cultural. Por todo esto expresamos nuestro compromiso cantando:
TODOS: (canción, pg. 78 nº 91)
SANTO, SANTO, SANTO, SANTO /
SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS/
SEÑOR DE TODA LA HISTORIA,
SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS.
E5.- Reunidos en torno a esta mesa, proclamamos la universalidad del proyecto de Jesús, un proyecto no excluyente, compatible con la diversidad cultural, que postula la fraternidad entre todos los pueblos y etnias de la Tierra en términos de comunión, de unión común.
E6.- Jesús echó mano de los dos símbolos más profundos y universales en las relaciones humanas: el pan, símbolo de la necesidad, y la copa de vino, símbolo de la alegría. Partir el pan equivale a compartir la necesidad humana. Por eso, nos atrevemos a repetir aquella lejana cena en la que reunido con tus discípulos tomas un trozo de pan, diste gracias y lo repartiéndolo entre todos diciendo:
TODOS: «Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros».
E1.- Pasar la copa equivale a comunicar la alegría. Tenemos una nueva noticia: anunciar libertad a los presos, dar vista a los ciegos, poner en libertad a los oprimidos. Por eso nos atrevemos a levantar la copa y repetir tus palabras:
TODOS: “Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por toda la Humanidad para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía».
Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
E2.-Queremos recordar también en este momento a los hermanos y hermanas, conocidos o anónimos que han ido dejando su huella entre nosotros y cuya memoria es testimonio de Vida y aliento de su presencia.
E3.- Señor, que este memorial de compartir sirva para que seamos capaces de mantener vivo nuestro compromiso, nuestra alegría, nuestra unión. Haz que esta Comunidad sea testimonio de tu Palabra y Vida, de encuentro y de apertura al mundo que nos rodea. Por eso nos atrevemos a entrelazar nuestras manos y repetir la oración que Tú nos enseñaste:
TODOS: PADRE NUESTRO (y nos damos la Paz)
E4.- Compartimos el Pan y el Vino sabiendo que este pan y este vino deben transformar en “eucarística” a esta Comunidad; es decir, convertirnos en un espacio donde las relaciones humanas están transformadas de relaciones de dominación en relaciones de fraternidad, de relaciones de esclavitud en relaciones de libertad, un espacio donde “ya no hay varón ni mujer, judío ni griego, señor ni esclavo”.
9.- Comunión. Música Clásica
10.- Acción de Gracias
Señor te damos gracias porque hoy nos hemos planteado el tema difícil, mas con los acontecimientos de estos días, de cómo FORTALECER LA CONCIENCIA ETICA.
Vemos a través de la celebración como plantearnos el problema, como no podemos delegar nuestras propuestas solo a las instituciones, como cuestionarlas, como aplicar los principios éticos a cada uno de nosotros individual y colectivamente.
Te damos gracias porque a través de la vida de Jesús de Nazaret y a través de su mensaje tenemos una hoja de ruta a seguir, la ética cristiana que debe ser nuestra referencia individual y colectivamente para conseguir un mundo más ético y justo.
11.- Canto de despedida. Somos como esos viejos árboles nº45, página 39