Vivir mejor con menos para ser mejores cristianos         3 de noviembre de 2019

  1. Música para la entrada
  2. Presentación de la celebración– El título de esta celebración creemos que es ya

bastante significativo. En un mundo en el que los recursos son limitados y que al mismo tiempo los mismos están en manos de unos pocos, intentar reducir el consumo para que el planeta no se colapse y al mismo tiempo trabajar para que estos recursos lleguen a todos, nos parece algo totalmente necesario. Es lo que decía Caritas en una de sus jornadas “Vivir sencillamente para que todos sencillamente puedan vivir”. Pero además reduciendo el consumo podemos dedicar más tiempo a los bienes relacionales, servicios a la comunidad, trabajo de cuidados, atención a personas vulnerables, servicios de solidaridad, etc.

 

Por otro lado está lo que decía Ignacio Ellacuría de la civilización de la pobreza o austeridad voluntaria y que él lo ponía como condición para que pueda brotar una verdadera riqueza espiritual y humana.

Pues bien sobre estas cuestiones tan importantes vamos a reflexionar hoy en nuestra celebración.

  1. 3. Primera lecturaComo primera lectura hemos elegido unas palabras que el

papa Francisco pronunció en un encuentro con los Movimientos Populares de Bolivia, que pueden servir para de marco para introducirnos en el tema de nuestra celebración, “vivir mejor con menos para ser mejores cristianos”

Empecemos reconociendo que necesitamos un cambio. Quiero aclarar, para que no haya malos entendidos, que hablo de los problemas comunes de todos los latinoamericanos y, en general, también de toda la humanidad. Problemas que tienen una matriz global y que hoy ningún Estado puede resolver por sí mismo. Hecha esta aclaración, propongo que nos hagamos estas preguntas:

  • ¿Reconocemos, en serio, que las cosas no andan bien en un mundo donde hay tantos campesinos sin tierra, tantas familias sin techo, tantos trabajadores sin derechos, tantas personas heridas en su dignidad?
  • ¿Reconocemos que las cosas no andan bien cuando estallan tantas guerras sin sentido y la violencia fratricida se adueña hasta de nuestros barrios?
  • ¿Reconocemos que las cosas no andan bien cuando el suelo, el agua, el aire y todos los seres de la creación están bajo permanente amenaza?

Entonces, si reconocemos esto, digámoslo sin miedo: necesitamos y queremos un cambio.

Hay, sin embargo, un hilo invisible que une cada una de las exclusiones. No están aisladas, están unidas por un hilo invisible. ¿Podemos reconocerlo?

Porque no se trata de esas cuestiones aisladas. Me pregunto si somos capaces de reconocer que esas realidades destructoras responden a un sistema que se ha hecho global. ¿Reconocemos que ese sistema ha impuesto la lógica de las ganancias a cualquier costo sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza?

Si esto es así, insisto, digámoslo sin miedo: queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos… Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana madre tierra, como decía san Francisco.

Queremos un cambio en nuestras vidas, en nuestros barrios, en el pago chico, en nuestra realidad más cercana; también un cambio que toque al mundo entero porque hoy la interdependencia planetaria requiere respuestas globales a los problemas locales. La globalización de la esperanza, que nace de los Pueblos y crece entre los pobres, debe sustituir a esta globalización de la exclusión y de la indiferencia.

  1. Canción- ¿Dónde están los profetas? Pág. 55- Estrofas 1 y 3
  2. Segunda lectura– Evangelio: Las tentaciones de Jesús Lc. 4,1-12
  3. Introducción a la reflexión– Como hemos venido señalando, los ejes vertebra-

dores de esta Celebración podemos concretarlos en la constatación de que es una necesidad decidirnos, como dice Francisco, “hacer un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras…” y la urgencia (subrayada en el cuadernillo 214 de Cristianismo y Justicia, que nos ha servido de soporte para la preparación de esta Celebración) de reforzar la opción de Vivir de otro modo.

Queríamos centrar el diálogo en estas ideas

Nos repetimos con mucha frecuencia “que estamos envueltos y sufrimos un sistema” que reúne todos los valores contrarios al mensaje de Jesús, que deja de lado la satisfacción de las necesidades de la mayor parte de la población mientras que unos pocos acumulan riquezas, bienes y poder; al tiempo que extenuamos nuestra tierra como si tuviéramos varias Tierra de repuesto.

Nos decimos en cada encuentro comunitario la importancia de tomar conciencia de tanto daño y dolor, y el deseo de todos de decidirnos a hacer cambios. Estamos convencidos que la fuerza de la comunidad, de hacer esos cambios en unos al lado de los otros, lo va hacer posible.

En el capítulo 2º del Cuadernillo se hace referencia a valores del sistema capitalista que han venido siendo criticados por movimientos alternativos: La competitividad frente a la cooperación; poseer frente a compartir; lo privado e individual frente a lo público y colectivo…. Y destaca que “estos valores del sistema capitalista han ido colonizando nuestro imaginario y los hemos ido normalizando, hasta considerarlos como propios de la humanidad”.

Sabemos que esta atribución es errónea, porque conocemos, aspiramos y a veces logramos vivir en coherencia con los valores del evangelio, dónde el amor irradia todo, la fraternidad es uno de los motores esenciales. Estos valores se vienen recogiendo también en la filosofía y vivencias de otros grupos que también son críticos con el sistema capitalista. Entre todos va abriéndose camino la idea de que es posible vivir de otra manera, y es posible cambiar poco a poco el imaginario de más personas.

Podemos desarrollar la capacidad de que nos duela el dolor del otro, de sentirnos responsables de lo que ocurre en nuestra sociedad, y de ser activos generando o apoyando grupos.

Por si ayuda a centrar la reflexión y el diálogo proponemos estas cuestiones:

  • ¿Cuál es la causa fundamental que nos frena a vivir de otro modo? Los hábitos adquiridos, la edad, “lo que nos contamos”?
  • ¿Qué otra función puede desempeñar la Comunidad además de afianzarnos en la conciencia de la necesidad de la distribución de los bienes, ….?
  1. Ofertorio
  • Un papel de los nuevos movimientos sociales (por ejemplo una hoja de REAS)-
  • Una hoja de Plataforma Rural
  • Pan y vino
  • Bolsas
  1. Anáfora

L1- Confortados por la praxis de Jesús, que se mantiene firme ante los avatares de la existencia humana, ofrecemos nuestro esfuerzo saludable para superar esas tentaciones incisivas de nuestra forma de vida, con la humildad y la esperanza de lograrlo con mayor coherencia cada día.

L2- Estamos convencidos de que el Espíritu acompaña nuestras luchas e ilumina nuestra conciencia para abrir paso a una forma nueva de vivir, más libre, más fraterna y más plena

Todos– Por eso expresamos con gozo nuestra voluntad de ser miembros del Reino de Dios y partícipes del proyecto liberador del Evangelio, cantando unidos el himno de alabanza que nos identifica con la causa de Jesús.

Todos- Santo de la Misa Salvadoreña. Pág. 78

L3- Nuestra vida está inmersa en grandes tentaciones, no tanto porque nosotros seamos más o menos acomodaticios, sino porque nos movemos en un sistema inspirado en el egoísmo y en la explotación del hombre por el hombre. Por ello necesitamos oponer a esa corriente poderosa una convicción firme y una capacidad de resistencia personal y comunitaria para vencer ese círculo perverso de injusticia y desigualdad.

Todos – La experiencia de Jesús de Nazaret constituye para nosotros el modelo de superación  más claro y generoso, pero no es un camino de rosas, más bien está lleno de dificultades y sacrificios, que se hacen más agudos por la potencia atractiva del sistema. Pero al igual que Él en la oración del huerto no decaemos en buscar el Reino y su justicia.

L4- Por lo cual, el recuerdo de la última cena con los suyos nos inspira hacia el compromiso más profundo de nuestra existencia: porque en aquel momento tan transcendental de su vida, tomó el pan y se lo repartió diciendo:

Todos. Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros

L5- Del mismo modo, acabada la cena, tomó la copa de vino y dando gracias al Padre, se la pasó diciendo:

Todos – Tomad y bebed todos de él porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por todos y todas para el perdón de los pecados. Haced esto en memoria mía.

L6- Éste es el sacramento de nuestra fe.

Todos – Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.

L7- Sabemos que los valores del Reino de Dios son muy distintos de los que mueven a nuestra sociedad opulenta y discriminatoria, donde algunos tienen casi todo y muchos casi nada. Por consiguiente nuestra opción choca con la realidad dominante, lo que nos obliga a combatir a veces contra nuestra propia inclinación al confort social.

L8- Reconocemos que una vida digna no necesita romper con una austeridad necesaria para poder compartir los bienes y servicios disponibles. Saber vivir con ese criterio de justicia nos prepara para construir un nuevo modelo socialigualitario.

Todos – Nos comprometemos abiertamente a promover que la Iglesia participe en esa ola de conversión a la que el Papa Francisco nos convoca, tarea en la que no podemos dejarle solo. Pero seamos conscientes de la importancia de que su mensaje cale en las estructuras y no quede en la mera retórica.

L9- Necesitamos en todo momento la presencia del Espíritu para mantener el criterio evangélico de velar siempre para que no nos desviemos de ese objetivo liberador. Por eso brindamos con esperanza en su aliento y apoyo diciendo:

Todos -: Por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre misericordioso, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos, Amén.

L10- Plenamente conscientes de su presencia entre nosotros, unimos las manos para orar como Él nos enseñó:

Todos -: Padre Nuestro rezado…

L11-. Dice la Biblia que: “la justicia y la paz se besan”. Tras nuestro compromiso de austeridad efectiva y coherencia vital, podemos con autenticidad verdadera darnos la paz fecunda y cierta: ´Démonos fraternalmente la paz…

  1. Padre Nuestro– Rezado

10.  La Paz– Ricardo

11.  Comunión La casa de mi amigo-Pág. 68

Acción de gracias– T Después de nuestras reflexiones y de la experiencia de celebrar la palabra y compartir el pan y el vino, que es compartir la VIDA con mayúsculas, hoy queremos darte gracias Padre-Madre por tantas personas que, personalmente o desde su participación en ámbitos colectivos, nos ayudan con su ejemplo a ser críticos y a cuestionarnos nuestra forma de vivir y nos sirven de acicate para seguir creciendo en la lógica del compartir, de la austeridad, del no individualismo.

Te damos también gracias por tu palabra y por tu actuar  que nos animan a trabajar por un mundo más justo y nos inspiran en nuestro  modesto intento de ser capaces de optar por una vida más fraterna, más igualitaria, más austera y a ilusionarnos y esforzarnos por practicar cada día el cuidado de los hombres y mujeres tanto próximos como lejanos a nosotros, así como de nuestra madre tierra.

Con el corazón y la mente imbuidos de tu espíritu. Recorramos juntos el camino que Tú nos propones.

12.  Canción final–                         Solidaridad-pág. 96