Seguir caminando desde el reencuentro                              25 de septiembre de 2022

Introducción.                                                           

Nuestra vida está marcada por paréntesis y este de las vacaciones ha sido uno de tantos. Estos paréntesis sirven para no hacer nada, para tomarnos un momento de descanso, o para rearmarse. Si eliges esta última opción, si te rearmas, tomas la decisión de seguir caminando. En vista de lo que nos rodea, está claro que tenemos que seguir caminando. Este paréntesis veraniego nos habrá servido para tomar fuerza, debemos cerrar el paréntesis y seguir. En el camino que continuamos existen muchas tareas que nos esperan: secuelas de una guerra, un planeta que estamos destruyendo, un desequilibrio social que está en una situación que ofende e irrita a un seguidor de la doctrina de Cristo y que es contrario a su mensaje. En la celebración de hoy, será bueno que recordemos y reforcemos nuestro compromiso, que nos atemos las zapatillas y continuemos caminando.      

1ª Lectura.                                                               

 Un curso comienza. De nuevo, caminar juntos. Desde el primer paso, necesitamos darlo juntos. Los pasos siguientes fortalecerán la unión en la dinámica del trabajo. Pero, sobre todo ahora, debemos estar todos a una, para programar nuestra tarea.

Esto nuestro no es un reto a la eficiencia. Ni podemos siquiera aspirar a que los resultados justifiquen nuestro trabajo. Creemos firmemente que algo más está en juego en lo que aquí nos proponemos. Nosotros mismos estamos a punto de embarcarnos en una nave, que no puede ir a la deriva…

Lo nuestro no es un capricho, ni una aventura. Estamos aquí porque algo más fuerte que nosotros mismos nos empuja. Ninguno de nosotros haría una estampida y saldría de aquí corriendo para eludir su compromiso. Hay algo más fuerte que nosotros mismos, que nos mantiene aquí…

Nadie puede aclararnos de qué se trata. Las palabras aclaran muy poco en este menester. Cada uno de nosotros tiene su secreto. Y cuanto más se entregue a él, más eficaz será su presencia. Y más agradecimiento recibirá de los demás y de la vida.

¡Ánimo, pues, y adelante las ideas y la comunicación y los pasos sobre la pista! Que el Dios de Jesús es también nuestro Dios y nos acompañará, como a El, en la vida misma.

2ª Evangelio. Lucas 3. 3-7

Y Juan fue por toda la región alrededor del Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados; como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías:

  • Voz del que clama en el desierto:
  • “Preparen el camino del Señor,
  • Hagan derechas sus sendas.»
  •      ”Todo valle será rellenado,
  • Y todo monte y collado rebajado;
  • Lo torcido se hará recto,
  • Y las sendas ásperas se volverán caminos llanos;
  •       Y toda carne verá la salvación de Dios».

Es palabra de Dios.

Petición de perdón                                      

  • Jesús, te pedimos perdón por tantas veces como hemos caido en la tentación de abandonar el buen camino, olvidando tus palabras:  «Yo soy el camino…»
  • Perdón por mirar para otro lado, intentando no ver el gran número de hermanos que han quedado abandonados al borde del camino.
  • Perdón si a la hora de elegir un camino en la vida, buscamos el más fácil sin tener en cuenta cual puede ser el mejor, para ayudar a implantar tu reino en el mundo.                                                                                             

Introducción al diálogo.

Hemos dado algunas pinceladas de cómo podría ser este reencuentro entre nosotros. Es un reencuentro que debe llevarnos a seguir avanzando para hacer un mundo más a la semejanza de como Jesus lo quería, con todos esos valores que él predicó. Dejamos el micrófono abierto para comenzar el diálogo.

Ofrendas.                                                                            

  • Ofrecemos el Mensaje del Congreso de Teología como una representación del seguir caminando desde el reencuentro. Debemos dar continuidad a los compromisos adquiridos y estar alertas ante las desgracias de nuevas situaciones.
  • Queremos ofrecer las bolsas que de nuevo pasamos no virtualmente, como significado de nuestra aportación a los que no disfrutan de todos los beneficios que nosotros tenemos y que queremos compartir con los que no tienen casi ninguno.
  • Si alguien quiere hacer un ofrecimiento, este es el momento.
  • También te ofrecemos el pan y el vino, para que todos podamos disfrutar de él y celebrar la alegría del rencuentro para seguir caminando, que es una de las cosas más grandes que podemos hacer

Oración eucarística.                                    

Llenos de alegría te damos gracias Padre Madre, por reencontrarnos en esta Eucaristía después de un tiempo de vacaciones. Juntos celebramos el hecho de reencontrarnos y tomar fuerzas para seguir caminando en comunidad.

Jesús, tu recorriste Galilea proclamando la Buena Noticia del Reino y hoy sigues recorriendo los caminos de los hombres y de los pueblos, convocándonos a construir el Reino. Hoy nos invitas a seguir tus pasos, a elevar los valles, a bajar los montes, enderezar lo torcido, igualar lo escabroso…

Tu Camino, Jesús, no es otro que el camino de la Vida, es el camino que conduce a “casa”, el que nos ancla en lo que realmente somos, el que nos conduce al Fondo que constituye nuestra verdadera identidad.

En comunidad nos ayudamos a andar en amor, a escuchar al Espíritu, a los hermanos con los que compartimos la vida y a la humanidad herida, porque somos conscientes de que a Dios se le encuentra caminando juntos.  Estamos preparados a recorrer los caminos nuevos sin miedo, con esperanza, porque la comunidad nos alienta y empuja al compromiso de continuar la obra de Dios, que ya tiene comenzada en nosotros y que aún no ha terminado. Así lo dijo Pablo a los Filipenses (1,6): “El que comenzó en vosotros la obra buena la terminará”. Y tiene por costumbre “No abandonar la obra de sus manos” (Sal 138,8).

Estamos convocados a caminar como una Comunidad, que genera en la historia la comunión entre los hombres; esta comunión se construye caminando juntos, viviendo como rasgo esencial, la dimensión social y comunitaria; Te pedimos que brote en nosotros la respuesta amorosa, compasiva, que se conmueva al ver al hermano enfermo y excluido, como tú experimentaste.

Esta es nuestra tarea y misión: prolongar tu Amor hacia todos, en justicia y en verdad.

Consagración                                                          

Jesús, te reconocemos en la Eucaristía, por eso vamos a repetir el gesto que tuviste aquella noche, rodeado de tus discípulos, en la que después de la cena tomaste el pan; el mismo pan, que genera la vida cuando la entregamos; también provoca la muerte, cuando la arrancamos unos a otros. Diste gracias a tu Padre, y lo repartiste diciendo:

Tomad y comed, esta es mi vida, compartidla con toda la humanidad

Del mismo modo, levantaste la copa de vino, diste gracias al Padre y la repartiste a tus discípulos diciendo:

Tomad y bebed, este es el cáliz de mi sangre, esta es mi alianza, que será derramada por todos los hombres. Llevadla hasta el final de la historia 

Este es el sacramento de nuestra fe.

Anunciamos tu muerte y proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús.

Padrenuestro                                               

Con el recuerdo y la presencia de todos los que nos han precedido, juntemos nuestras manos con la oración que nos enseñaste: Padrenuestro

En una sociedad como la actual en la que estamos inmersos, llena de enfrentamientos, poca empatía por los demás, poco escuchar y mucho imponer, vamos a intentar simbolizar es este darnos la paz que todos esos errores desaparezcan, así que.

Démonos la Paz

Comunión– En esta reunión, al compartir el pan y el vino, nos sentimos unidos y cogemos fuerza para reemprender la tarea sabiendo que ese compartir es la base seguir caminando.

Acción de gracias                                                    

Dios Padre/Madre juntos damos gracias por este reencuentro en el que por fin podemos abrazarnos. Hemos pasado tiempos muy duros alejados físicamente para protegernos. Uno de nosotros (José Mª) no ha podido reencontrarse, pero te damos gracias por su vida y porque estamos seguros/as de que ya goza de tu luz eterna.

Avisos y comunicaciones.                                                                          

Vayamos todos y todas en paz y feliz y provechosa semana