El pasado sábado 5 de abril celebramos la Asamblea General de Karibu 2025 en el
espacio de nuestro proyecto Casa Bibi, ubicado en la Plaza Puerta del Ángel, 3, en Madrid. Este año, por primera vez en mucho tiempo, dejamos atrás nuestro tradicional lugar de encuentro en Los Peñascales para reunirnos en el corazón de la ciudad. Fue un cambio especial que nos acercó aún más a nuestra comunidad.
Las personas iban llegando a la Asamblea y recibimos a quienes hacen de Karibu lo que es hoy. La jornada comenzó con una cálida bienvenida por parte del presidente de Karibu, Miguel Martínez López de Asiain, seguido por Nicole Ndongala, nuestra directora general, quien dirigió también unas palabras de bienvenida a todos los presentes.
A continuación, José Climent, abogado de nuestro equipo jurídico, nos explicó las novedades del nuevo reglamento de extranjería. Nos habló de los nuevos aspectos clave para la regularización como la reducción del tiempo para el arraigo (de tres a dos años), pero también de aquellos puntos que difieren del reglamento anterior. Esto abrió un debate animado: preguntas, reflexiones y comentarios sobre cómo estos cambios afectan a las personas migrantes africanas que acompañamos. Juntos, analizamos su impacto y buscamos soluciones prácticas para que puedan residir legalmente en España.
Tras un descanso con café y algo dulce, Pedro Barrios Sánchez, coordinador de programas, repasó lo que logramos en 2024. Nos guió por las actividades clave en ayuda humanitaria e integración social, subrayando cómo hemos acompañado a más personas este año gracias al apoyo recibido. Luego, Carmen García, responsable de
administración, presentó el estado financiero de 2024, reforzando nuestro compromiso con la transparencia, un valor que queremos compartir con quienes nos respaldan.
Para cerrar, Nicole Ndongala habló del presupuesto de 2025 y de los nuevos proyectos —nacionales e internacionales— que Karibu emprenderá este año. Después, el presidente anunció la aprobación de las cuentas y la renovación de la junta directiva, ambas aceptadas por unanimidad. Con esto, dimos por terminada la Asamblea y nos reunimos a disfrutar de un pequeño almuerzo en una de las salas de Casa Bibi, un momento para compartir y celebrar en comunidad.
Esta Asamblea no fue solo una reunión: fue un reflejo de lo que conseguimos con el esfuerzo colectivo. Si no pudiste estar con nosotros/as, te invitamos a ser parte de esta comunidad. Con tu apoyo, como persona voluntaria o donante, podemos seguir acompañando a quienes más lo necesitan. ¡Gracias por hacer posible Karibu!