«Lo esencial, eso que hace que la vida valga la pena» 29 de septiembre de 2024
Música. “Llegar a viejo” Juan Manuel Serrat
Acogida:
Petición de perdón.
-Perdón Señor por las veces que hemos huido de nuestras responsabilidades de todo tipo, alegando la consabida muletilla de “Es que a mi edad ya…”
-Perdón Señor por no querer desapegarnos de éxitos y fracasos, protagonismos, de lo ganado y de lo perdido. Del propio ego, en definitiva.
-Perdón Señor por no haber dedicado tiempo suficiente, o tiempo a secas, a nuestros familiares y amigos más próximos y por el tiempo que hemos desperdiciado en pesimismo, aburrimiento y desilusión.
Introducción al tema: “Lo esencial, eso que hace que la vida valga la pena”
Hoy el grupo de preparación hemos pensado que estaría bien reflexionar sobre el momento actual que nos toca vivir, ósea sobre la Vejez, a mí personalmente, no me gusta la palabra vejez, aunque no me guste, es una realidad, podemos llamarla madurez, edad dorada u otros eufemismos parecidos para disimular la realidad que nos toca vivir, algunos de lleno, otros rondándola, lo cierto es que nadie quiere ser viejo. Uno de los grandes retos de hoy es el aprendizaje de la vejez. Podemos vivirla de muchas formas, desilusionante, limitante, frustrante o buscando la forma más positiva y humana.
… Es la hora de la gran liberación, la hora de ser libre de todo y de sí mismo, la hora de aprender a perder o, mejor, a ser más con menos, de ganar perdiendo. La enfermedad y la muerte son ataduras severas, radicales, que trae consigo la vejez, pero quien accede a la raíz de su ser, a lo esencial se libera también de ellas, nada le puede atar porque nada tiene.
Hay tiempo de crecer y tiempo de decrecer
En esas estamos, tenemos la capacidad de optar por aquello que en el fondo nos hace más felices, lo más esencial, el compartir con los otros, nuestro tiempo, nuestra energía ponerla en función de los demás, de las causas solidarias, en definitiva de la comunidad, optar por el amor frente al egoísmo, optar por la paz frente al enfrentamiento y la discordia, porque como nos dice San Francisco de Asís:
- Porque es dando que se recibe,
- olvidando se encuentra,
- perdonando se es perdonado,
- y muriendo se resucita a la vida eterna.
Lecturas:
1ª Lectura. Mi alma tiene prisa. Mario Andrade.
Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante que el que ya viví hasta ahora.
Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado pero cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos. Quiero la esencia, mi alma tiene prisa… Sin muchos dulces en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca con sus triunfos. Que no se considere electa antes de la hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma
Sí…, tengo prisa…, tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan… Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido. Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia. Tenemos dos vidas, y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una….
Momento de silencio
Evangelio: Mt 14,13-21. Al oír esto, Jesús se retiró de allí en una barca, solo, a un lugar desierto; y cuando las multitudes lo supieron, le siguieron a pie desde las ciudades. Y al desembarcar, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos. Al atardecer se le acercaron los discípulos, diciendo: El lugar está desierto y la hora es ya avanzada; despide, pues, a las multitudes para que vayan a las aldeas y se compren alimentos. Pero Jesús les dijo No hay necesidad de que se vayan; dadles vosotros de comer. Entonces ellos le dijeron*: No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces. Él les dijo: Traédmelos acá. Y ordenando a la muchedumbre que se recostara sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo los alimentos, y partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la multitud. Y comieron todos y se saciaron. Y recogieron lo que sobró de los pedazos: doce cestas llenas. Y los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Música “Antes de que cuente 10” de Fito y Fitipaldi
Introducción al diálogo. Después de un día con Jesús, aquella gente fue capaz de compartir todo lo que tenían, que en aquella circunstancia no era más que unos pedazos de pan duro, y unos peces resecos. Aunque en su esquema mental no encontraron solución, lo cierto es que, todo lo que tenían, lo pusieron a disposición de todos. Esta actitud desencadena el prodigio: La generosidad se contagia y produce el «milagro». El verdadero mensaje del evangelio de hoy está en que, cada vez que se comparte el pan, se hace presente a Dios que es amor. No hay otra manera de acercarnos a Dios y de acercar a Dios a los demás. Nosotros, nuestra Comunidad, después de años y años junto a Jesús ¿qué somos capaces de compartir? (Sería la primera pregunta de la reflexión).
-Y la segunda pregunta de la reflexión estaría relacionada con nuestro compartir en estos años últimos de nuestras vidas. La vejez es la hora de vivir más a fondo, más plenamente, más desprendida y debiera ser, la edad privilegiada para vivir la espiritualidad y la sabiduría de vivir mejor con menos y compartiendo lo que tenemos es todo un reto cultural, político, económico y ecológico. En el silencio de la vejez todos los seres se vuelven prójimos. La pregunta sería: ¿Estamos de acuerdo en que la vejez es hora de perder y que el saber perder forma parte del saber vivir más a fondo?
Ofrendas:
–Espejo: Este espejo, representa el rostro de cada uno, a veces nos gusta, a veces no nos identificamos con él, nos sentimos más jóvenes por dentro que lo que vemos reflejado, de nosotros depende el buscar lo esencial y profundo de nuestra imagen.
–Familiares y amigos (foto). Te ofrecemos señor esta fotografía de nuestra Comunidad, amigos desde hace muchos años, y que junto con nuestras familias, tanto han influido en nuestra realización personal, esto es “en ser como somos”.
.Invitación a la comunidad a participar en las ofrendas
–Bolsas. Desde siempre hemos tenido claro que somos unos privilegiados y que tenemos que compartir lo mucho que tenemos con aquellos que no tienen. Sigamos siendo generosos y aportemos en las bolsas o en la cuenta del banco para poder hacer realidad las colaboraciones las colaboraciones que apoyamos.
–Pan y vino.
Anáfora:
L- Levantamos el corazón lleno de alegría por sabernos cercanos y tener las mismas inquietudes.
L- Te damos gracias, Dios Madre y Padre, por habernos dado como hermano a Jesús de Nazaret.
L- Él es quien nos ha congregado alrededor de esta mesa para celebrar una comida en la que compartimos la Vida, el Pan y el Vino.
L- Vivir la eucaristía nos compromete y nos hace poner al servicio de los demás todo lo que somos.
L- Hacemos nuestras las palabras del poema y decimos: Nuestra alma tiene prisa y queremos vivir al lado de gente humana, muy humana. Queremos saber reírnos de nuestros errores y no envanecernos de los triunfos. No queremos huir de nuestras responsabilidades y queremos defender la dignidad y la justicia humana.
L- Hacemos presente a Enric que nos ha abandonado recientemente y a los que ya se han ido de nuestras familias y de la comunidad con los que hemos compartido tanto durante estos años.
L- Ahora recordamos los gestos y palabras de Jesús cuando en su cena de despedida, rodeado de sus seguidores más fieles, partió y repartió un pan y bebieron de una copa de vino.
L- Jesús, la noche en que iban a entregarlo, cogió un pan, dio gracias, lo partió y dijo:
T- “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros”;
L- Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:
T- “Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que bebáis, haced lo mismo en memoria mía”.
L- Este es el sacramento de nuestra fe.
T- Anunciamos tu Reino, proclamamos tu resurrección. Ven Señor, Jesús.
L- Te agradecemos Dios Madre y Padre la presencia de Jesús en medio de nosotros que nos da fuerzas y nos renueva cada semana.
L- ¡Dadles vosotros de comer! Es el mandato que nos envía Jesús hoy y que nos acerca a los más débiles y apartados de la sociedad porque en ellos está Dios mismo y son su reflejo.
L-Padrenuestro: Sintiéndonos todos hermanos y parte de la Naturaleza, te pedimos que tu Espíritu nos acompañe, empujándonos a construir un mundo centrado en el amor, donde la justicia y la misericordia permitan que todas y todos podamos ser felices.
L-Paz: El compartir del que hemos hablado, lo expresamos dándonos un abrazo para fuerza y deseamos la paz.
L-Comunión: El pan que verdaderamente alimenta no es el pan que se come, sino el pan que se da. Compartamos ahora el pan y el vino.
Música durante la comunión.
Oración final y acción de gracias:
Poema “Es nuestra hora”. Pedro Casaldáliga
Es tarde pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer futuro.
Es tarde pero somos nosotros esta hora tardía.
Es tarde pero es madrugada si insistimos un poco.
Es tiempo de dar gracias e invitamos a la comunidad a hacerlo.
Canción: “La Vejez” de Alberto Cortez
Avisos