LA MISERICORDIA 14 de febrero de 2016
Nos inspira el documento Misericordiae vultus: El rostro de la misericordia
PRESENTACIÓN Y BIENVENIDA
Bienvenidos a una nueva celebración de la eucaristía, pero antes de continuar dejadme que os recuerde que apaguéis los móviles o al menos ponerlos en modo silencioso.
La celebración de hoy la vamos a incardinar, por un lado, dentro de la tarea que nos pusimos en la última asamblea de tratar de reflexionar sobre “El reino de Dios. Retos para una espiritualidad laica y comunitaria” y, por otro lado e íntimamente unido con este tema, con el año de la Misericordia propuesto por el Papa.
Misericordia, esa gran idea que Jesús nos propone como una de las identidades del cristiano y no por el hecho de ser cristiano sino simplemente porque el hombre debe ser misericordioso si de verdad ama al hombre.
Que la misericordia va unida a la justicia es una cosa clara. Es justo que con el puzle de inmisericordias que nos rodean como… los inmigrantes… las cárceles… los rechazos sociales de cualquier tipo… el sufrimiento del débil… etc., seamos, es más, tengamos que ser misericordes. La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la iglesia
Es un mandato, es una obligación, debe ser nuestra identidad. Celebremos y reflexionemos en este domingo sobre la misericordia.
CANCION “Cristo Jesús” pág. 48
Oración de FRANCISCO, Obispo de Roma, para el Año Santo de la Misericordia. (Extracto)
Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
PRIMERA LECTURA con música de fondo: Nocturno nº 3 de Chopin
Extracto documento “Misericordiae Vultus”
Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une a Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de nuestro pecado.
“Paciente y misericordioso” es el binomio que a menudo aparece en el Antiguo Testamento para descubrir la naturaleza de Dios.
“Eterna es su misericordia”: es el estribillo que acompaña cada verso del Salmo 136 mientras se narra la historia de la revelación de Dios
En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia.
Este es un programa de vida tan comprometedor como rico, de alegría y de paz. El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz. Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la palabra de Dios y asumirla como propio estilo de vida…
También la misericordia es una meta por alcanzar que requiere compromiso y sacrificio. Jesús indica las etapas para alcanzar esa meta: “No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; Dad y se os dará”.
No es inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. La misericordia no es contraria a la justicia sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse y convertirse.
En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea.
No caigamos en la indiferencia que humilla, en la rutina que anestesia el ánimo, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de dignidad. Nuestras manos estrechen sus manos. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele esconder hipocresía y egoísmo.
Se mantiene unos segundos la música de fondo
2ª Lectura Parábola del buen samaritano, contada por Lucas en su capítulo 10.
Lector 1 Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. 32 Así también llegó a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo. 33 Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. 34 Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Jesús cierra la parábola diciendo. El que se compadeció del hombre demostró ser el prójimo.
Lector 2. Lucas en su capítulo 15 también nos relata otro ejemplo de misericordia: Supongamos que uno de vosotros tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, lleno de alegría la carga en los hombros 6 y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido.
Lector 1. Por último Lucas en este mismo capítulo nos habla de la acción de misericordia cuando el menor de los hijos de un hombre le dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponden. No muchos días después se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Cuando todo lo hubo malgastado y después de pasar por penurias se acordó de su padre y con esta intención volvió a él para pedirle perdón. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido por la misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó e hizo una gran fiesta porque creyéndolo muerto había revivido y hallado de nuevo.
Reflexión. Se exponen lecturas y situaciones que interpelan
- Una macrorredada de la guardia civil en el poblado de «El gallinero» a primera hora de la mañana, impide que medio centenar de niños y niñas pudieran asistir a sus centros escolares.
- Después de dialogar con vecinos y voluntarios de «El gallinero», el Ayuntamiento se ha comprometido a instalar, en breve, varios puntos de agua, proveer de cubos de basura y recogida ordinaria de la misma, así como al arreglo de viales.
- Ángela Merkel abrió el verano pasado las fronteras de Alemania a los refugiados. Miles de ciudadanos alemanes con espíritu solidario acudieron a recibirles con ropa, bebida y alimentos. Hubo gente que ofreció su casa.
- Otros ciudadanos alemanes, alimentados por el miedo y la inseguridad, se han sumado a los ataque de los grupos ultraderechistas contra las instalaciones para los refugiados y se oponen a la política de puertas abiertas propugnada por la canciller.
- Un duro informe, trufado de imágenes desgarradoras, de Médicos sin Fronteras cuenta del trato de las autoridades alauitas a los inmigrantes: palizas, destrucción de los precarios campamentos o aceptar las devoluciones en caliente de la Guardia Civil Española en la valla con Melilla son algunos ejemplos.
- Pero también denunciaba la indiferencia del mundo ante esta inhumana situación.
- Los nadies pueblan el mundo y tratan de moverse por él buscando algo, cualquier cosa, por muchas vallas que tengan que saltar y siempre hay alguien ─normalmente otro nadie─ que trata de echarles un capote. El padre Esteban para quien lo conoce, es uno de esos nadies.
- Existe una economía ética. Hay empresas que asumen su responsabilidad social y respetan y promueven los derechos humanos.
- A otras empresas sólo les mueve el afán de máximo beneficio, atropellando los derechos de los trabajadores, con cierres y despidos injustificables.
- Sigue aumentando el maltrato a las mujeres, tanto en agresiones físicas como en discriminaciones económicas a nivel laboral, la adjudicación social de los cuidados, etc.
- Las mujeres con problemas siempre tienen a otras mujeres cerca que las ayudan y defienden. Afortunadamente, cada vez hay más hombres que se unen a estas tareas
Para el debate, os proponemos reflexionar sobre cómo nos interpelan las lecturas que hemos leído y las situaciones sociales que acabamos de presentar
OFERTORIO
- Documento “Misericordiae vultus”
- Ensayo “Cambiar las gafas para mirar el mundo” de Yayo Herrero
- Quita-cerumen para escuchar bien
- Corriendo por Siria
- Viaje a Colombia de nuestros representantes en la Comisión Ética
- 50 aniversario del asesinato de Camilo Torres
- Bolsas: mientras se pasan sigue sonando el Nocturno nº 3 de Chopin
- Pan y Vino
Anáfora
Coord. Hoy te damos gracias, Padre, porque, contra la crueldad de este mundo nuestro, sigue brillando, como lámpara incombustible, la misericordia de Jesús, la manifestación más genuina de tu Reino.
Cdad. Porque la misericordia es la forma de actuar de Dios hacia nosotros, queremos ser misericordiosos, como el Padre es misericordioso.
L1. Lo mejor que se dice de Jesús en los Hechos es que “pasó haciendo el bien”.
Entonces ¿por qué le mataron?, ¿por qué lo crucificaron?, porque las sociedades suelen premiar a quienes hacen el bien.
¿Por qué los poderes vieron mal el bien que Jesús hacía?
Cdad. Jesús es la forma de ser de Dios cuando sale de sí mismo.
Humano como Jesús solo Dios podía serlo.
L2. En la dicotomía entre la acción asistencial, que busca el alivio inmediato del sufrimiento, y la acción estructural, que se pregunta por sus causas, la misericordia de Jesús fue siempre subversiva y parabólica.
Cdad. Cuando doy de comer a los pobres, me dicen santo; pero cuando pregunto por las causas del hambre, me llaman comunista… (decía el obispo Helder Cámara).
L3. Viendo el dolor de la gente, a Jesús se le conmovían las entrañas: se acercaba y tocaba con sus manos al leproso y al cadáver del hijo de la viuda, desafió a los hombres que iban a apedrear a la mujer adúltera…
Estos gestos de Jesús quebrantan las leyes de pureza, son ilegales.
Cdad. La compasión es acercamiento, contacto, ternura; la misericordia es subversiva, supera siempre a la ley.
L4. Cuando acoge en su grupo a Mateo, recaudador y colaborador de Roma, cuando entra en casa de Zaqueo, hombre pequeño, pero corrupto y ladrón, cuando ve en el Samaritano extranjero el paradigma de la misericordia de Dios… el modo de proceder de Jesús es “políticamente incorrecto”, no es legal.
Cdad. Misericordia es poner el corazón en los demás aun contra la ley, abrir las puertas de tu casa, derribar los muros que impiden el paso a la gente… La misericordia es siempre una desmesura, supera lo políticamente correcto.
L5. Cuando multiplica los panes para alimentar a los hambrientos, cuando sienta a su mesa a publicanos y pecadores, cuando coloca a los pobres en los primeros puestos… la práctica de Jesús va contra las “buenas” costumbres; su compasión es rebelde y profética.
Coord. En la mesa de hoy ponemos los recuerdos de las prácticas subversivas de Jesús: nunca fueron neutrales, siempre proféticas y alternativas.
En la mesa de hoy actualizamos su modo de ser y de hacer humanidad: la justicia y gratuidad que proclama la parábola del compartir:
Jesús tomó pan, dio gracias al padre, lo partió y lo repartió diciendo:
Cdad. Tomad y comed, esto es mi vida
Coord. Tomó la copa en sus manos y la repartió diciendo:
Cdad. Esta es la nueva alianza con dios en mi sangre; este es nuevo proyecto de reino de dios presente y futuro; haced esto en memoria mía… anunciamos tu reino, proclamamos tu resurrección…
Coord. Le dije un día al almendro: “hermano háblame de Dios”.
Y el almendro se cubrió de flores, dice el poeta Nikos Kazantzakis.
En medio del huracán que está azotando nuestro mundo de hoy, quizás la mejor suerte sea —como la de aquellos que iban en la barca cuando la gran tempestad del lago— volvernos hacia Jesús, despertarle de su sueño y decirle: Jesús, identifícate con nosotros.
L.6 Señor Jesús, identifícate no con quienes levantan muros y crean los CIEs, no con quienes ven y permiten fríamente incontables muertes en la mar, no con quienes empobrecen a los pueblos amordazando sus libertades… sino con las mareas, con la humanidad de los bomberos y de la Cruz Roja, con quienes saben que el gran mal y el gran desprecio solo se vencen con el gran bien y el gran amor.
Cdad. Porque solo el bien y el amor que actúa en pura gratuidad pueden conseguir un mundo más justo y más fraterno.
L.7 Cristo Jesús, solidarízate no con los malos políticos que, duros e inflexibles, arrasan la casa del pobre para aumentar la fortuna del rico… sino con los que, teniendo en su manos el poder y la fuerza, miran con respeto, con cariño y compasión a la gente y abren el corazón a las necesidades de su propia humanidad.
Cdad. Porque, por muy fuerte que parezca, el árbol que no es flexible siempre acaba derribado por el huracán.
L.8 Cristo Jesús, identifícate, solidarízate no con la curia romana que apaga el Espíritu y pervierte el amor en poder y dominación… sino con el obispo Francisco que rescata, del Evangelio, la misericordia y transparenta en su vida la revolución de la ternura.
Cdad. Porque la rigidez y la dureza son atributos de la muerte, mientras que la ternura y la compasión son expresión de vida.
Coord. Unidas las manos, nos dirigimos en comunidad a Jesús, con la confianza con que Kazantzakis ponía en el almendro, para decirle: Señor Jesús, enséñanos a orar al Padre como tú mismo orabas:
PADRENUESTRO…
PAZ
COMUNION. Con música de fondo: Adagio del Concierto de Navidad de Federico Manfredini
Acción de gracias:
Hoy te damos gracias, Padre, porque, contra la crueldad de este mundo nuestro, sigue brillando, como lámpara incombustible, la misericordia de Jesús, la manifestación más genuina de tu Reino.
Porque la misericordia es la forma de actuar de Dios hacia nosotros, queremos ser misericordiosos, como el Padre es misericordioso
Avisos y despedida