Jesús nos hace una propuesta radical y revolucionaria 13 de octubre de 2024
1 Música para el principio Cantata BVW 215 Celebra tu ventura
2 Introducción.
A la respuesta del Joven rico diciéndole que había cumplido todos los preceptos de la Ley, Jesús le invita a seguirlo, con la condición de que antes debe despojarse de sus riquezas y libre de ataduras unirse al grupo de escogidos para construir el Reino. No se puede ir con ese bagaje del joven rico. Y no es por el poder y la riqueza en sí, sino porque para seguir a Jesús es necesario que te detengas, lo mires de frente y seas capaz de observar con sus propios ojos la vida de los que te rodean, ver las desigualdades de los que consideran que hacen lo que deben y pueden, pero que la sociedad los margina y se indignan al ver que unos pocos se apropian de este mundo como si fuera suyo.
Después de tener la valentía de despojarte de lo que uno ha sido o pretendía ser, Jesús nos invita a seguirlo para construir un nuevo mundo con nuevos valores, donde la justicia y el servicio serán las armas para construir el Reino.
Para centrar la celebración haremos una lectura de los versículos 32 a 36 del Capítulo 4 de los Hechos de los Apóstoles y de los versículos 17 a 23 del capítulo 10 de Marcos
1ª Lectura. Hechos 4, 32-36 32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
4 Canción entre lecturas Cuando el pobre…pg. 52 Estrofas 1 y 4
5 2ª Lectura El joven rico Mc 10,17-23 Al salir Jesús para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
Entonces Jesús, mirándole, le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
6 Introducción al dialogo. Cuando Jesús miró con cariño al joven porque había cumplido los preceptos generales, ya con otro tono le dice: pues ahora, vende cuanto tienes y dáselo a los pobres. Es una primera invitación
Hoy día en que la riqueza está tan mal distribuida, el amor al prójimo se manifiesta en obras, no con palabras como dijo Jesús: “No hagáis lo que yo digo, sino haced lo que yo hago”
La segunda invitación es la parte fuerte de este evangelio: “Ven y sígueme, aunque te cueste la vida». ¿Pero por qué le puede costar la vida siguiéndolo? Claro, el joven no sabía quién era Jesús, quien se lo pedía, ni tampoco a lo que se comprometía siguiéndolo y el joven optó por irse triste.
Para seguir a alguien de forma incondicional, hay que conocerlo y saber lo que hace. Y lo que está haciendo Jesús es una auténtica revolución. Anuncia el Reino como su opción radical y para construirlo propone un nuevo orden de valores que subvierte el orden establecido.
¿Cómo respondemos a estas dos invitaciones?:
- ¿Nos hemos puesto alguna vez en la situación de los marginados?
- ¿Al mirar a un indigente o inmigrante durmiendo en un portal, vemos, con nuestros propios ojos a un pobre hombre o con la mirada humanista de Jesús a un hermano o hermana que sufre?
- ¿Nos privamos a veces, no de lo que nos sobra, sino de algo que necesitamos y que nos cuesta dejarlo, para sentir la necesidad que otros y otras tienen?
7 Oración de Perdón.
- Reconocemos que al contemplar la realidad social de nuestra humanidad nos falta mirarla desde la perspectiva espiritual que nos da la fe que nos falta.
Todos.- Te pedimos Señor esta mirada mística que nos da la fe.
8 Canción Somos un pueblo que camina pg. 8. Estrofas 1, y 3.
9 Ofrendas
- Ofrecemos el compromiso de la reciente Asamblea en reflexionar sobre los temas propuestos en el encuentro de Redes Cristianas: Las desigualdades, desafíos y propuestas, del Congreso de Teología: Guerra y Paz y siempre el pendiente tema de Dar razón de nuestra Fe
- También hemos renovado nuestras Colaboraciones Solidarias
- Facilitar la integración en la sociedad a los presos respondiendo, con APROMAR, a la pregunta ¿Después de la cárcel, que?
- Facilitar una Asesoría Jurídica Gratuita, para los inmigrantes llegados a Aranjuez colaborando con la FUNDACIÓN JUANJO TORREJÓN.
- Acogiendo a las mujeres subsaharianas y sus familias en el albergue de KARIBU
- Mejorar la calidad de vida de las personas con albinismo en Maputo, Mozambique, con la organización TRASS y Madrid África Directo
- Proteger a la población civil en las zonas armadas en conflicto en el Valle del Cauca en Colombia, trabajando con la COMISIÓN INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ
- Colaborando con nuestra Comunidad Hermana de la FUNDACIÓN PUEBLO INDIO, en el proyecto Sembrando amor como el Maíz, para la formación integral de las mujeres de las comunidades Kiwcha en Ecuador.
Ponemos en la mesa estos compromisos que son de toda la Comunidad
- Nuestra aportación a la Bolsa completa la parte material del compromiso y se extiende a la necesidad de aumentar nuestra aportación mensual.
- Pan y Vino
10 Anáfora
Lector– Alcemos hoy en coro nuestras voces para cantar con alegría los gestos solidarios que testimonian entre nosotros, el corazón magnánimo y dadivoso de nuestro Dios.
Lector – Invocarte como Padre y Madre nos hace sentirnos hermanos, no solo entre los que nos reunimos en tu nombre, sino de todos los hombres y mujeres que pueblan la tierra y aun de toda la creación, obra de tus manos.
Todos.- Nuestra plegaria quiere ser hoy una escucha de los clamores de la humanidad, del clamor de hambre de millones de personas, del clamor de la muerte prematura y violenta de tantos inocentes, del clamor de los excluidos del sistema, de los desechados, de los olvidados.
Lector – Perdona Señor nuestra ceguera, nuestra sordera, nuestro conformismo y nuestra lentitud a la hora de reaccionar adecuadamente.
Lector – Traemos a nuestra oración comunitaria el hambre de pan y vida de pueblos enteros, el hambre de justicia, el hambre de amor, la insatisfacción de los llenos de cosas y vacíos de sentido, y la esperanza de aquellos a los que solo les queda la esperanza.
Lector – Creemos que tu Reino Señor es un banquete en el que los excluidos de este mundo son los primeros invitados y los pobres los privilegiados.
Lector. Lo celebramos recordando sus gestos y palabras, cuando reunido con sus discípulos, tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo repartió diciendo:
Todos.- Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros.
Lector Del mismo modo al acabar la cena, tomo la copa llena de vino, dio gracias al Padre y la entregó a los discípulos diciendo:
Todos.- Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por todos los hombres y mujeres para su total liberación. Haced esto en conmemoración mía.
Lector – Este es el sacramento de nuestra fe.
Todos.- Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven señor Jesús.
Lector – Recordamos, Padre y Madre en esta celebración a los niños que ni siquiera pueden hacer una comida decente al día, a los pobres energéticos, a los que viven en zonas marginales a los inmigrantes que viven de la manta y son perseguidos por los poderosos a todos los que viven en países del tercer mundo entre la marginación y la exclusión.
Todos.- Nos comprometemos Señor a hacer partícipes de lo que tenemos y podemos dar a todos ellos, para aliviar de alguna manera su situación, y porque somos conscientes de lo tu nos dijiste: “No se puede servir a dos señores, a Dios y al dinero, porque si amas al uno aborreces al otro”.
Lector. Terminada la Asamblea celebramos la fuerza de nuestra Comunidad en la construcción del Reino que significamos con el ejemplo en el servicio a la Comunidad del Consejo y con la pequeñez de nuestras Colaboraciones Solidarias. Ponemos en tus manos, Señor, a todos aquellos que nos han precedido y que ya no están con nosotros; fueron luz en nuestro caminar y hoy les recordamos de manera especial (un momento de silencio).
Lector – En comunión con todas las personas de este mundo, hombres y mujeres, creyentes y no creyentes que buscan la justicia unimos nuestras manos y nos atrevemos a proclamar el Padre Nuestro.
Lector – Démonos los unos a los otros fraternalmente la paz
11 Música para la comunión: Concierto para Oboe nº 2 en Re m de Albinoni
12 Acción de Gracias
- Te damos gracias, Señor, por el ejemplo de tu vida, porque elegiste a la gente sencilla para depositar tu mensaje liberador.
- También te damos gracias por el regalo de nuestra comunidad, que nos reúne en tu memoria y que nos cuestiona continuamente nuestra incoherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos; entre la vida cómoda que nos sugiere la sociedad de consumo y nuestra necesaria actitud de cambio, que implique la cercanía a las víctimas del sistema y la denuncia de las injusticias.
13 Avisos
14 Despedida