Domingo 5º de Pascua 28 de abril de 2024
Invitación a la coherencia, en clave de amor
- Música de fondo.
- Introducción a la celebración.
Celebramos hoy el quinto domingo de Pascua y el grupo de preparación, después de leer las lecturas del tiempo litúrgico, consideró que valía la pena centrarnos en el tema de la coherencia entre pensamiento y acción, entre los valores del evangelio en los que creemos y las prácticas que desarrollamos en nuestra vida cotidiana. Tras una amplia lluvia de ideas, llegamos a la conclusión de que la coherencia a la que nos invitan las lecturas de los Hechos y del apóstol San Juan presenta tres notas características: en primer lugar, debe tener como motivación y como horizonte el amor fraterno que reclama justicia, reparación y empoderamiento de los sectores excluidos, ya se trate de países, sectores sociales o personas próximas en situación de necesidad, enfermedad, soledad, etc. En segundo lugar, la coherencia evangélica debe vivirse en grupalidad, compartiendo con otras personas nuestras preocupaciones, valores y propuestas. En tercer lugar, la coherencia no puede ser rígida ni monolítica sino abierta y respetuosa de la diversidad, superando la desconfianza hacia quienes vienen de fuera o tienen otras experiencias.
- Oración.
En este mundo en el que nos ha tocado vivir aún no ha arraigado la justicia ni la fraternidad. Tanto en el plano internacional como dentro de nuestro país asistimos a conflictos en los que el poder se suele imponer al derecho y la razón de la fuerza a la fuerza de la razón.
En esta celebración nos dirigimos confiadamente a Dios Padre y Madre para decirle: Que el Espíritu que reposó sobre la vida de Jesús de Nazaret venga también sobre nosotras y nosotros para que, en medio de los altercados y las guerras, sobre nuestros mezquinos y miopes intereses personales, nacionales y geopolíticos podamos ser testigos de Jesús, que pasó por el mundo haciendo el bien y liberando a los oprimidos”. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo y hermano nuestro.
- Lecturas:
- Hechos de los apóstoles 9, 26-31
- Canto: ¿Dónde están los profetas?.
- 1ª Carta de San Juan 3, 18-24 y Evangelio de San Juan 15, 1-8
– Introducción: La segunda y la tercera lectura son del apóstol San Juan. En su 1ª Carta nos recuerda el mandamiento central del amor, que tiene que ser «de verdad y con obras», con preferencia por las víctimas de todo tipo que nos rodean. Una tarea que no podemos desarrollar solos sino en compañía, con las personas y colectivos que comparten ese planteamiento básico de fraternidad y justicia social. En el evangelio Juan se vale de la metáfora de la vid, con ramas y hojas diversas que comparten un tronco común. Sólo así será posible una iglesia que se construye y progresa en la fidelidad al Señor, una sociedad de paz desde el compromiso por la justicia.
- Diálogo:
La coherencia a la que nos invita el evangelio implica muchas cosas, sobre las que podemos reflexionar y compartir: ¿qué hacemos o dejamos de hacer para que el amor fraterno, la justicia social, la democracia participativa y deliberativa… se hagan más presentes?; ¿sabemos conjugar la radicalidad de los valores en los que creemos con el respeto a quienes piensan diferente o parten de otras experiencias?; ¿hasta qué punto nos implicamos con los demás y apostamos por las causas colectivas?
- Ofrendas:
- En la trayectoria de nuestra Comunidad ha habido algunos momentos en los que hemos tomado decisiones que muestran un avance en la coherencia entre nuestras ideas y nuestras obras. Ofrecemos ahora estos hitos que nos han hecho crecer: 1) Cuando, todavía en la Iglesia de la Ciudad Universitaria, se decidió elegir un Consejo seglar en lugar de la figura del Párroco. 2) Cuando establecimos el sistema de aportaciones económicas que nos permitió tener una autonomía de funcionamiento y una cierta, aunque tímida, aproximación a la comunidad de bienes. 3) Cuando optamos por el Sacerdocio Comunitario como una forma de celebración de nuestra fe más adulta y acorde con el mensaje de Jesús, “Donde dos o más están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”
- Movilizaciones de apoyo a Palestina, en especial la del domingo pasado, 21 de abril.
- Cuaderno de quejas: Ingreso Mínimo Vital.
- Bolsas de la comunidad y presentación del pan y el vino.
- Canto: Yo te ofrezco Señor (pág. 60).
- Anáfora
L1– Celebramos hoy el 5º domingo de Pascua en el que se nos invita a estar unidos al Señor y seguir sus enseñanzas especialmente el mandato del amor como hemos escuchado en la lectura del apóstol San Juan en su primera carta: “Hijos míos no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras”
L2– Gracias Señor por hacer siempre presente tu memoria y tus enseñanzas que nos guían en este mundo tan complicado y tan difícil y que nos sirven de faro para poder alcanzar esa vida plena que todos y todas deseamos.
Todos– Nos comprometemos a ser fieles a tus enseñanzas y vivir de acuerdo a sus exigencias, siendo coherentes siempre y sabiendo que ellas nos harán mejores y más felices.
L3– Ante las dificultades que siempre vamos a encontrar sabemos que estando unidos a Ti, como los sarmientos a la vid, podemos superarlas todas y podremos vivir siempre sabiendo que estamos logrando que nuestra vida sea más plena y que nuestra sociedad sea más justa y fraternal.
L4- Te rogamos Señor que nos ayudes siempre en esta terea y con esta confianza seguiremos el camino que tu nos has mostrado del amor, la solidaridad, la libertad, la justicia, la fraternidad y la paz.
L5– Y ahora recordamos la noche en la que cenando con tus discípulos tomaste el pan diste gracias al Padre y lo repartiste diciendo:
Todos – Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo que se entrega por todos y todas.
L6– De igual manera al finalizar la cena tomaste la copa llena de vino y la repartiste diciendo:
Todos – Tomad y bebed todos porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por todos los hombres y mujeres para su total liberación.
L7– Este es el sacramento de nuestra fe
Todos – Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.
L8– Sabiendo que Tu nos escuchas unimos nuestras manos y rezamos ahora el Padre Nuestro.
Todos – Padre Nuestro…
L9- Démonos fraternalmente la paz.
- Comunión
10 Acción de gracias. Son muchos los motivos que cada día tenemos para dar gracias, pero hoy queremos destacar sobre todo el de contar con la fuerza que nos da la Comunidad para ir avanzando en la coherencia entre el mensaje del Evangelio y nuestras obras. Es frecuente que la edad pueda llevar a una relajación de los compromisos que anteriormente se han venido asumiendo. En el caso de los miembros de la Comunidad no solo no se ha producido ese desfondamiento sino que seguimos comprobando, día a día, la implicación de los comuneros y comuneras en actuaciones que contribuyen a la construcción del Reino. Damos sinceras gracias por ello.
10 Avisos y despedida.