El amor libera, el amor ata. Celebración de los 50 años de diaconía de Evaristo 24 junio 2018

Presentación de la celebración

. Esta celebración quiere ser el “hasta luego” de la comunidad. Comenzamos la general dispersión de verano y queremos hacerlo “en nombre de Dios” y con su bendición.

. También quiere ser un recordatorio de aquel 29 de junio de 1968. (adelantamos unos días). Fue en El Teologado Hispanoamericano de Salamanca. 27 mozalbetes claretianos, en plenitud de vida (entre los 26 y 28 años), fuimos ordenados siguiendo escrupulosamente los ritos de la Iglesia católica. Fue un momento importante, sí, al que habíamos llegado después de mucha reflexión y estudio. También después de mucha oración… Allí estaban nuestras familias, sobre todo las madres, viviendo aquellos momentos con mayor intensidad que nosotros mismos.

 

. Eran aquellos unos años apasionantes: Con el Vaticano II reciente (clausurado en 1965): La lumen Gentium, La Gaudium et Spes. Década prodigiosa política y culturalmente (Mayo 68; Los Beatles, Juan XXIII, Luther King, Helder Cámara, los Kennedy, la guerra fría, etc.

. Pero en esta celebración, no podemos olvidar lo que está pasando en nuestro entorno: los migrantes y refugiados, la debilidad de la justicia ante temas tan inhumanos como todo lo que rodea a “La manada” y otras corrupciones…

Canto. Como le cantaré al Señor. Nº 23, pag. 20

1ª Lectura Carta a los Corintios 13,  1- 8

Petición del perdón:

  • Perdón porque No siempre hemos tenido los ojos abiertos

Identificándonos con el ciego de Jericó y ante nuestras angustias e incertidumbres, decimos: MAESTRO QUE VEA. Sin embargo, desde nuestras incoherencias, queremos pedir PERDON PORQUE NO SIEMPRE HEMOS TENIDO LOS OJOS SUFICINETEMENTE ABIERTOS a la realidad que nos circunda,  que nos habla de lo que ocurre en lo más cercano y en lo más alejado de nosotros y que en absoluto permite posturas de neutralidad, sino de implicación y compromiso ya que en ningún caso puede concebirse nuestra fe sin traspasar dicha realidad y ser traspasada por ella, Perdón Señor Perdón.

  • Perdón porque NO siempre hemos tenido una moral que libere.

Para la libertad nos libró el Señor dice S. Pablo.  Decir que hemos alcanzado el reto de Pablo de Tarso sería temeridad. Quizá nos hemos liberado como Jesús nos enseñó de la esclavitud de la pureza ritual y del sábado, pero tenemos que pedir perdón de no habernos liberado plenamente de nuestro espíritu burgués en nuestra opción por los pobres, perdón por no haber llegado a aquella comensalidad de Jesús con los pobres y marginados, perdón si es que no hemos llegado a la liberación total del amor a los enemigos

  • Perdón porque NO siempre hemos tenido una ética que acrecentara la compasión

Ante la pregunta de: Maestro ¿Qué he de hacer?, se nos impone una ética de responsabilidad y compasión.

Durante mucho tiempo parece que era suficiente la fe, que nos abría los ojos para mirar al mundo de otra manera. Así nos sentíamos cómodos ya que como cristianos teníamos un diseño moral con pautas suficientes que nos proyectaba a superar todos los retos sociales. Pero con las migraciones y la implantación de la interculturalidad como base de la nueva sociedad, lo anterior se queda corto y se impone la necesidad de recuperar la universalización del campo moral, se impone una ética de responsabilidad y compasión

2ª Lectura evangelio. Juan 13, 34-35

Reflexión e Introducción al diálogo

A los 50 Años de Diaconía de Evaristo (2018-06-24 STA)

Llegado a esta etapa, que entiendo es ya la última de  mi vida, hay dos cosas que quiero hacer hoy  y una tercera que descarto. Quiero,  en primer lugar, dar gracias a Dios Padre/Madre que me ha conducido amorosamente hasta aquí por caminos nunca soñados por mí.  Y quiero también y en segundo lugar, agradecer el inesperado y feliz encuentro que he tenido con vosotras y vosotros en Santo Tomás de Aquino: la vida que hemos hecho en común y la paciencia que habéis tenido conmigo para soportarme durante tantos años. Pero, sobre todo y lo que es más importante,  porque me habéis ayudado a  despojarme de tantos periféricos que la tradición había venido  asociando a mi estatus que lo convertían en algo  tan añejo,  discriminatorio e injusto…La tercera cosa  que descarto y de la que no voy a hablar hoy es sobre mis sueños,  realizados o no; ni sobre los conflictos que han rodeado casi siempre mi vida;  tampoco voy a hacer ningún  balance de mis hechos. Ahí están a merced de la interpretación de cada cual, siempre legítima.

Abusando de vuestra paciencia  y rompiendo por un momento la dinámica de este espacio que hemos dedicado al intercambio de ideas y experiencias quiero hablaros,  con modestia y honestidad,  de mí mismo. Será en torno a esta pregunta: al final de este largo viaje, cuando regreso a  mí mismo,  ¿qué es lo que encuentro dentro? De esto, tan difícil, quisiera, si me lo permitís, hablaros ahora.

1. A mis 77 años de edad,  cuando regreso a casa o vuelvo a mí mismo,  me encuentro, en realidad, como un ser inacabado. Es verdad que llego a esta edad madura con una mochila casi llena de experiencias y de ideas, de sensaciones y de sueños. Pero, aunque todo esto lo llevo pegado como la sombra al cuerpo, reconozco que este bagaje no es suficiente para cubrir la distancia que me separa del límite. Me encuentro como en un génesis inacabado que tiene que enfrentarse aún a las grandes preguntas que  no he sabido resolver antes.  Me  refiero a preguntas como  ”de dónde vengo” para la que no tengo respuesta segura. A veces hasta sueño haber comenzado a ser antes de entrar en el calendario,  haber comenzado a vivir antes de entrar en la vida.  Pero esto es solo un sueño, una sospecha, o ¿es algo más? Y me pregunto luego  “¿a dónde voy yo con esta mochila y con estos andares”? Y lo cierto es que no alcanzo a ver más allá de la miopía de mis propios ojos. O ¿he de dar crédito a la idea de que mi vida, como el horizonte,  puede avanzar  más allá de sus propios  límites? Finalmente,  me pregunto también  “¿quién soy yo?”.  Y, la verdad es que no lo sé. Mi duda está en saber si la respuesta he de buscarla en el pasado que se fue, en la mochila desordenada  que llevo a la espalda o en el viaje siempre pendiente  a mi propio corazón. Sin pretenderlo, reconozco que León Felipe, casi paisano mío, escribió para mí aquel hermoso poema del Romero,  ¿lo recordáis?:  “Ser en la vida romero, siempre romero, sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo… que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo… pasar por todo una vez una vez solo y ligero, siempre ligero…”

2.Un ser inacabado, sin respuesta para las grandes preguntas, siempre en camino. Sin embargo sí que puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que en mi vida he pretendido en serio una cosa, ser cristiano.  Y esta afirmación no sería suficiente si no le añadiera a continuación que en esto he empeñado toda la vida. Confieso que no me ha resultado fácil porque he tenido que venir rectificando muchos caminos y abandonando otros que se cerraban en sobre sí mismos y no me permitían caminar a ninguna parte. En esta situación,  llegué a sospechar que el valor de la oferta cristiana, del Evangelio, era inmensamente superior a las condiciones que las instituciones humanas me imponían para aceptarla. Desde esta sospecha, preferí correr el riesgo de equivocarme a seguir  protocolos que me parecían insuficientes o  equivocados; decidí seguir las llamadas de la conciencia y la libertad antes que el sometimiento a ideologías y doctrinas insípidas y limitantes; aposté por acercarme a la espontaneidad y frescura del Evangelio antes que a seguridades doctrinales resecas y ajenas al proceso de la historia.

A esta altura de mi vida, descubro  que, aun sin ser siempre consciente, he perseguido mayormente dos misterios que no siempre he conseguido articular bien. En ocasiones hasta me han parecido contrarios y enfrentados. Pero ahora pienso que no es así. Me refiero a Dios y al mundo. Ahora empiezo a intuir que no son dos misterios antagónicos, sino dos aspectos del mismo Gran Misterio. Dios, sí, pero no como aquel ser trascendente, santo y tremendo, separado del mundo,  sino  como este fondo inmanente que está a la raíz y dentro de todo lo que existe. Como esa fuerza o energía que  todo lo sostiene y anima, que todo lo mantiene amorosamente en la existencia. Me siento, en esta fase de mi vida, muy  identificado con la confesión de Pablo de Tarso en el Areópago diciéndole a los atenienses: “en él vivimos, nos movemos y existimos”. Y me entusiasma cada día más la intuición del poeta Machado cuando habla abiertamente de “el  Dios que todos llevamos, el Dios que todos hacemos, el Dios que todo buscamos y que nunca encontraremos”.  Y añado yo,  el Dios que, al final,  no nos cabe en las manos…

Por otra parte, miro  el mundo como reflejo o espejo de Dios  y,  aún más, como la forma o el cuerpo desde donde el misterio se transparenta. Lo decía atrevidamente Teilhard de Chardin al hablar de la trasparencia más allá de la trascendencia o inmanencia de Dios: “No vuestra “epifanía”, Señor,  sino vuestra ”diafanía”. Antes se había extasiado  místicamente Juan de la Cruz ante ese  “no sé qué” que las cosas  quedan balbuciendo”.

3. Un ser inacabado con tantas preguntas no resueltas y que ha pretendido ser cristiano con ese fondo de misterio insondable. Para completar la radiografía de mí mismo, aún esta tercera nota.  Quizás, como exigencia de todo lo anterior o con la intención de penetrar con la mirada en  ese fondo misterioso, he pretendido modestamente ser teólogo. Y con este fin, me he sentado en diversas facultades de teología y en escuelas de exégesis y de hermenéutica. Al final, he caído en la cuenta de que, la “última realidad” que yo he venido persiguiendo en mi vida no se encerraba en  sus textos. Todas las escuelas estaban llenas de palabras.  Pero las palabras no eran más que presagios, mensajeros que  no alcanzaban a tocar el gran misterio. Quizás porque lo que pretendían expresar con sabias palabras es  inexpresable, quizás porque siempre está, como el horizonte,  más allá de nuestro alcance.

Siguiendo el consejo de los  maestros, decidí aplicar mis ojos para recrear en mí, con el poder de apropiación que tiene siempre la mirada,  una  réplica a mi medida de la  inabarcable realidad última: uno para mirar hacia atrás e ir reconociendo las huellas y epifanías  que el Gran Misterio  ha ido dejando en el mundo; y otro para mirar hacia delante oteando el horizonte  donde nos cita siempre la promesa.

En la construcción de esta empresa, que ha sido la sustancia de mi vida, no he encontrado mejor paradigma que Jesús de Nazaret. Rodeado siempre de “malas compañías”,  es justamente testigo de esa  doble mirada: una hacia el Abba que manifiesta su presencia en las cambiantes signos de los tiempos y otra sobre el cosmos para  extasiarse ante la belleza y humildad de  la flor, el candor de los niños, la compasión de los enfermos, y el dolor de los pobres. Modestamente, estas son algunas de las cosas que encuentro en mi casa, cuando regreso a mí mismo.

Canto: Gracias a la vida Estrofas 5ª y 6ª.  Pag. 54

Ofrendas:

  • Libro de la Comunidad
  • Solicitar si alguien quiere ofrecer algo.
  • Colecta especial fin de curso Música de Karl Jenkins. ADIEMUS pista 3
  • Pan y vino

Anáfora

  1. Señor te hemos pedido perdón por no tener suficientemente los ojos abiertos, por no tener una moral que nos libere, por no practicar suficientemente la compasión. ¿No será que nos falta amor?
  2. De toda la vida se ha tenido el amor (la Caridad) como algo fundamental para el ser humano,  si miramos con atención, el amor está en todo lo que nos rodea: está en la naturaleza, en nuestras capacidades, en la vida.

TODOS. El amor es el lubricante que Dios ha puesto para que en la Creación todo fluya con suavidad, para que la creación siga existiendo.

  1. Gracias Creador porque en Jesus de Nazaret hemos contemplado el reflejo de tu amor. El ha llevado el amor hasta el extremo, hasta más allá de la vida y la muerte.
  2. Tu mismo desde su corazón de hombre, estabas amando a la humanidad. Porque tanto has amado al mundo, Dios nuestro, que nos has entregado a tu hijo, por lo que hoy unimos nuestras voces para cantarte

TODOS. Santo, Santo, Santo…

  1. En cuestión de amor no existe término medio, no podemos andar buscando equilibrios, porque si posees bienes en este mundo y ves a un hermano con necesidad ¿Cómo va a estar en ti el amor del Padre?

TODOS. ¿Cómo podemos amar a Dios mientras odiamos al hermano? ¿Cómo podemos amar a Dios mientras rechazamos al hermano por ser diferente a nosotros?. Cuanto camino nos queda hasta llegar a la puerta de la mayor de las utopías: Amad a vuestros enemigos para que seáis hijos de vuestro Padre en el cielo.

  1. Envía ahora sobre nosotros tu espíritu, Señor. Ese espíritu que guió los pasos de Jesus por nuestra historia. Que ese mismo espíritu transforme la pobreza de nuestros dones en pan de vida y en vino de salvación para nosotros y nos disponga a celebrar la Pascua de Jesus, quien en la noche que iba a ser entregado tomo el pan lo partió y repartió diciendo:

TODOS. TOMAD Y COMED TODOS DE EL, PORQUE ESTE ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

  1. Del mismo modo al acabar la cena, tomó la copa, la bendijo y la repartió diciendo:

TODOS. TOMAS Y BEBED TODOS DE ELLA, PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR TODOS LOS HOMBRES HASTA SU TOTAL LIBERACIÓN, HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MIA.

  1. Este es el sacramento de nuestra fe.

TODOS. ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURECCIÓN. VEN SEÑOR JESUS.

TODOS. Por Cristo, con El y por El, Dios padre todopoderoso, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos amen.

  1. Vela Señor porque la sabiduría y el talento no se conviertan en un lugar donde la misericordia y la ternura estén ausentes.

TODOS. Porque el amor es afable y servicial, no se jacte ni se engríe, no es grosero ni busca lo suyo.

  1. Cuida Señor de que en los cristianos de base y sus profetas que con ardor y con fe pueden mover montañas, no estén nunca ausentes la tolerancia y la compresión.

TODOS. Porque el amor no se irrita, no toma cuentas del mal, no se alegra con la injusticia y simpatiza con la verdad.

  1. No dejes que tus mejores testigos, los que comparten los bienes y ofrecen su vida a los demás, caigan en la autosuficiencia, y la fastuosidad.

TODOS. Porque el amor no es jactancioso ni envidioso, el amor disculpa siempre, se fía siempre, espera siempre, aguanta siempre.

  1. Y ahora como seguidores de Jesus, que nos enseño el amor máximo, unimos nuestras manos para repetir la oración que el mismo dirigía al Padre:

TODOS:  PADRENUESTRO (recitado).

  1. Para sentirnos todos amados y perdonados, simbolicemos la expresión de ese amor y perdón de Dios reconciliándonos con un abrazo sincero de amor y paz. DEMONOS LA PAZ
  • Santo misa nicaragüense
  • Padre Nuestro (recitado)
  • La Paz
  • Comunión       Música de Karl Jenkins. ARMED MAN. Pista 5

Acción de Gracias

Gracias Padre/Madre, gracias por estos 50 años de Amor y Servicio de Evaristo, por esta Comunidad que le ha acompañado, por ese trabajo realizado entre todos y con todos, por estar siempre en camino despojados de seguridades y por pensar que siempre es posible un futuro más justo y más solidario, un futuro de más Amor.

Avisos