Muy queridos hermanos y hermanas:
Retorné a mi Ecuador del alma con el corazón lleno de gratitud hacia cada uno de ustedes por haberme dado la posibilidad de verles, abrazarles y sobre todo de celebrar juntos la cena del Señor en homenaje a nuestro DECIMO ANIVERSARIO DE HERMANAMIENTO.
Que grande es el amor fraterno que da tan maravillosos frutos y que maravilla saber que desde el Evangelio Liberador y su seguimiento seguimos aquí y allá en la lucha por la transformación de este mundo que clama por los cuatro costados.
Aún seguimos con los problemas post 30S en el que abortó el golpe de estado y el intento de magnicidio. Nuestro Ecuador está herido, sentimos que son golpes bajos dados al ALBA y a la UNASUR… los de siempre, los que pierden cuotas de poder son mezquinos y están al acecho.
Recuérdennos en sus oraciones y en su lucha por CIELOS NUEVOS Y TIERRAS NUEVAS, lucha que es también la nuestra.
Con todo mi amor fraterno,
Nidia