Asamblea Otoño 4 y 5 de octubre.                            Alpedrete

Renovar la ilusión para seguir caminando

Presentación: Mención al encuentro de la Asamblea, etc.

Primera lectura: Epístola a los Romanos 12, 3 al final

Segunda lectura: Texto del evangelio de  Lucas: Aquel día iban dos de los apóstoles a un pueblo llamado Emaús y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado y sucedió que, mientras conversaban, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos. Al acercarse al pueblo le dijeron: quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado. Y entró y se quedó con ellos.

Texto del evangelio de Juan: Jesús dijo a los apóstoles: Yo soy la luz del mundo. El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.

Música: Cantares/Machado/Serrat

Ofertorio: Reunión Asamblea y nuevo Consejo, Palestina, ofrendas de la asamblea, bolsas, pan y vino.

Anáfora: Equipo: Esta comunidad lleva muchos años caminando, en un diálogo fraterno y sincero, comprometiéndose con el resto de movimientos que pelean porque “llegue a nosotros Tu Reino”, por hacer realidad una Sociedad más justa y equitativa. Por eso es necesario que, de vez en cuando, miremos hacia dentro, que distribuyamos las tareas internas, que organicemos los grupos de trabajo y que propongamos temas para seguir repensando nuestra Fe. Este es el sentido de esta Asamblea de Otoño. Con la alegría de reafirmar nuestra Esperanza en el Dios de Jesús, en el Dios de la Vida, cantamos el nuestro himno de alabanza:

Todos: Santo… (Misa salvadoreña).

Equipo. Sí, somos más maduros, avanzamos más despacio y no sin cierta dificultad, perdemos el equilibrio y, a veces, la memoria nos flaquea. Sí, todo eso es verdad, es la ley de la vida. Pero aún nos quedan fuerzas para esgrimir una sonrisa, tender una mano, ofrecer un abrazo y gritar contra las injusticias que nos rodean. Por eso tiene sentido seguir aquí: “Morir de pie como los árboles” que diría nuestro Obispo Pedro.

Todos: Creemos en el mensaje evangélico de Jesús que se encarna en esta Comunidad, creemos en el poder transformador de una Palabra hecha carne. Creemos en la necesidad de seguir unidos, de seguir construyendo Comunidad. Sabemos que ya no tenemos tanta fuerza, “pero habrá que forzarlo para que pueda ser”

Equipo: Presentamos en este altar a los centenares de vidas segadas en Palestina, descuartizadas en aquellos mismos senderos por los que transitaste hace 2000 años, ¡qué poco parece que hemos avanzado! El mismo pueblo crucificado y crucificante repetido a lo largo de la Historia.

Equipo: Presentamos también la vida de esta Comunidad, con sus fallos y aciertos, pero con la ilusión intacta. Y recordamos a todas y todos los que han hecho posible que hoy sigamos aquí. Que nosotros seamos capaces, también, de ser semillas de Esperanza. (Si alguien quiere poner alguna ofrenda, ahora es el momento)

Equipo: Conscientes del momento crítico que vivimos, nos reunimos en esta Asamblea para compartir el pan y el vino como parte de un compromiso que exige entregar todo nuestro bagaje personal y comunitario acumulado a lo largo de toda nuestra historia.

Todos: Por eso, repetimos el gesto de aquella noche en que tomaste un trozo de pan y lo repartiste entre todos diciendo “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros.

Equipo: Tomamos el cáliz y lo levantamos con la alegría de saber que Jesús sigue caminando con nosotros.

Todos: Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía. Este es el sacramento de nuestra fe Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús.

Equipo: Con las ideas surgidas de esta Asamblea, con nuestras dudas y temores, a pesar de las dificultades que se nos van presentando, nos comprometemos a seguir unidos, con la alegría de sabernos en hermandad y cuidados por las manos invisibles de la Comunidad. Por todo ello, nos atrevemos a unir nuestras manos y voces para repetir la oración que Tú nos enseñaste: (PADRE NUESTRO)

Equipo: Antes de compartir este pan y este vino, queremos dar y recibir Paz. Un abrazo renovador de ilusiones y esperanzas, que trae a la mesa a los que estuvieron algún día entre nosotros y que siguen empujando y dando fuerzas. Nos damos la Paz.

Equipo: Compartimos el Pan y el Vino sabiendo que este pan y este vino renuevan la ilusión para seguir caminando juntos.

Acción de gracias: Te damos las gracias una vez más porque, a pesar de nuestros errores, la comunidad sigue viva como hemos comprobado en nuestra última asamblea y todos juntos seguimos asumiendo el COMPROMISO COLECTIVO de llevar el mensaje del Evangelio a nuestra vida y a los demás. Gracias, porque dentro de ella son muchas las personas que nos indican con su ejemplo el camino a seguir. A veces, cuando nos sentimos cansadas o desanimadas, el empuje de la comunidad hace que no tiremos la toalla, el grupo nos arropa, nos mima y con su cariño nos vuelve a colocar en el camino de la construcción de otro mundo posible. Gracias por el nuevo consejo, por ese ejemplo de voluntariado y de servicio que siempre es necesario, pero cuesta… Por los nuevos grupos de preparación de la Eucaristía que estamos iniciando nuestro camino… Por todos los demás grupos de reflexión o de trabajo que siguen adelante…No olvidemos nunca la obligación que tenemos de ser generosos con nuestra persona y también con todos los bienes, que de forma privilegiada y gratuita hemos recibido. Por todo ello, Gracias Padre.

Música y despedida: Color Esperanza, de Diego Torres