TALLER II-LA ESPERANZA CRISTIANA

REFLEXIONES SOBRE LOS DOCUMENTOS.

Nos preguntamos que si los judíos no eran capaces de traicionar a sus principios, ¿porqué un grupo de seguidores de Jesús sí? ¿Qué sucedió para que ellos fueran capaces de tal salto en su pensamiento esclavista y de seguimiento “al pie de la letra” de la Torá” y se revistieran de entusiasmo y esperanza en la construcción del reino? El Espíritu de Dios los llenó por completo su mente y corazón.

Empezaron a comprender la lucha de Jesús por el Reino; de un Jesús nada beato, religiosista, encerrado en el convencionalmente religioso, sino que lo empezaron a ver cómo actuaba en las preocupaciones domésticas y familiares, de un Jesús que salió de su casa familiar, de los planteamientos religiosos legalistas de su tiempo, de las limitadas perspectivas judías.

Vieron como la idea del Reino lo condujo a la vida, a la profecía, a la plaza, a la gente más humilde, al dolor humano, a la historia, al conflicto público, a la confrontación con el Imperio y el Templo…

En tiempos de crisis de utopías y de esperanzas como los actuales, es normal que el cristianismo sienta la tentación de refugiarse en alguno de los sucedáneos del Reino de Dios, que le permitan auto eximirse de la utopía y de la esperanza. No podemos perder la esperanza en este preciso momento en que la falta de ella es capaz de hundir cada día más a los que ya nada les queda

Su Reino: “no otro mundo, sino este mismo, pero totalmente otro”. El Reino que habrá de ser este mismo mundo, lo será pero de una forma enteramente renovada.

Hacia tal Reino no se puede avanzar si no nos sentimos llenos del espíritu que hizo posible a los primeros cristianos, la ruptura con el viejo testamento

-Siempre hemos tratado el tema de la resurrección desde el punto de vista del Jesús histórico pero si lo vemos desde el cambio vital que supuso a un grupo de personas cercanas a Jesús parece un punto de partida nuevo e interesante.

Llama la atención que un grupo de personas de un pueblo como el judío, de costumbres tan tradicionales, tan legalista fueran capaces de seguir a Jesús y a su proyecto del Reino.

¿Qué pasó para que dieran ese cambio? ¿Qué fuerza hubo para que esto ocurriera? Este grupo recobró la libertad, se olvidaron de tanto legalismo y tradición y perdieron el miedo.

El fenómeno que se dio fue la gran personalidad de Jesús que atraía y conquistaba. Su forma de comportarse, de tratar a la gente, las cosas que hacía.  Pero tras la muerte, todos le abandonan y se esconden, tiene que llegar el espíritu para que reaccionen. El grupo de Jesús era bastante reducido y local. Tras la resurrección ese movimiento se va extendiendo, como una mancha de aceite, movido por el Espíritu  y ha durado 2 siglos.

-Se indica que si no hay un cambio interior en cada uno no es posible realizar y trabajar por el Reino.

-Hay una diferencia entre religión y cristianismo. El hombre se crea el Dios terrible, omnipotente de A.T. que se da en varias religiones y que es debido a los temores, miserias e ignorancia de los hombres.

Jesús, en cambio, nos presenta a un Dios cercano, que se hace hombre. Jesús representa una secularización  de Dios. Ésta es la esencia del cristianismo.

Se habla de la esperanza y se dice que es la divinización del optimismo. Que es una actitud que tienen algunas personas. ¿Cómo esperar que se realice el Reino de Dios si no tenemos esperanza?

El Reino está ya entre nosotros, es un proyecto de lucha por la justicia que nos compromete a todos para hacerlo realidad. Sigue totalmente vigente porque no se ha logrado la justicia para todos, ni se he erradicado el mal en el mundo.

En la resurrección de Jesús, el Padre está dando la razón al Hijo. Aunque los hechos no los podamos interpretar de manera literal, ni histórica. Algo debió ocurrir que les hizo pensar que Jesús había resucitado. Si no hubiera habido resurrección no habría llegado su mensaje hasta hoy, necesitamos vivir hoy el triunfo de jesus sobre el mal. Estamos llamados a vivirlo con esperanza para continuar con su misión. El seguimiento de Jesús nos obliga a tomar la cruz propia y la de los demás, entendida la propia como aceptación de contradicciones y de la vida como nos viene. La de los demás como acompañamiento de los procesos de los que nos rodean. Las personas excepcionales que conocemos hacen las cosas con naturalidad pero seguro que están movidos por el Espíritu.

La teología hoy debe establecer una relación estrecha entre victimas – resurrección y entre resurrección –esperanza.

Religión falsa y religión verdadera. Se comenta que la jerarquía ha dado más prioridad a lo cultual y que ha habido una manipulación de la religión. Se pueden dar las dos actitudes: cultualista y la comprometida. Se cree que todo lo ritual ata mientras que el otro tipo de religiosidad libera. La jerarquía alimenta la relación individualista hombre-Dios, adormence a la gente, santifica la propiedad privada. Casi siempre se ha puesto al  lado del poder aunque ayuda a los pobres. Los que no lo han hecho han acabado siendo mártires u olvidados. Por ejemplo la teología de la liberación la han desacreditado y condenado.

En relación con el texto: Recuperación de la esperanza. El texto funda la esperanza en la resurrección de Jesús pero da la idea de que Jesús quedó resucitado en sus discípulos, les abrió la mente y el corazón para hacer posible el proyecto del Reino.

La esperanza de que algún día se puede conseguir un mundo como el que anunciaba Jesús es algo que deseamos y nos hace tener esperanza porque es algo que tenemos que empezar a trabajar y construir aquí, pero la otra esperanza en una resurrección, en otra vida, es más difícil de entender o de imaginar.

Sólo podemos actuar haciendo posible un mundo mejor y tener la esperanza de que se puede conseguir junto a otros que luchan por lo mismo. No tenemos que atormentarnos por creer o no en la resurrección.

Otra forma de ver la esperanza es pensar que es lo que los demás esperan de uno, en la respuesta que podemos dar a los demás, esta forma de verlo produce un compromiso mayor. La esperanza que se tiene en uno mismo nos tiene que transformar y comprometer.

Nos dan esperanza las personas que trabajan por la paz, por la justicia, por los demás. Las personas que reflejan a Jesús y a Dios nos trascienden de generación en generación. Esa trascendencia es lo que llamaríamos resurrección.

Los jóvenes que se comprometen  y las personas mayores que siguen siendo consecuentes y no se vuelven comodonas, que siguen luchando por sus ideales. Ej: las madres de mayo.

RESPUESTAS AL CUESTIONARIO DEL TALLER

PREGUNTA 1:

Realmente Jesús quería cambiar las estructuras, aunque no lo consiguiera. Realmente, lo que pretendía era cambiar nuestros comportamientos para con los demás y esta actitud nuestra, junto con los otros movimientos o grupos que trabajan por otro mundo posible, conllevaría el cambio de estructuras.

Los que no lo reconocían era porque esperaban otro tipo de cambios.

PREGUNTA 2:

Ante todo, es una cuestión muy personal y cada uno reaccionamos de forma distinta.

Nos conforta porque tenemos la vivencia de sus cosas bien hechas, de su cercanía, su entrega, etc, que vemos como un reflejo de esperanza y resurrección

Estamos convencidos de que Dios nos acoge a todos, sin distinción de “buenos” o “malos”. Probablemente El borre del recuerdo todo lo malo y salvará lo bueno en nosotros.

PREGUNTA 3:

Por una parte, ya hemos contestado en la 1ª pregunta. Dar respuestas en los ámbitos en que nos encontremos. Estar con los oídos atentos a lo que nos demanden; no descuidando a los más cercanos (a veces es más fácil dedicarnos a los menos próximos, olvidando a los más cercanos, familia, etc.). Debemos huir, no obstante, de la autocomplacencia.

PREGUNTA 4:

Pensamos que, en nuestra comunidad no nos preocupa demasiado lo que la jerarquía diga o haga. Hay que escuchar más a lo que nos dice Dios a través de las realidades que nos rodean; otras personas, otros grupos, que si transmiten el mensaje de Jesús. La Iglesia somos todos los que nos creemos ese mensaje.

PREGUNTA 5:

Quizás en nuestra comunidad sí tengamos superado ese nivel, aunque en nuestros entornos tengamos que condescender con otra religiosidad más cultualista.

PREGUNTA 6:

Proponemos formular un nuevo credo comunitario y damos un esbozo de lo que para nosotros serían las principales propuestas:

  • Creo en Dios fuente de amor inagotable.
  • Creo en Jesús que nos descubrió un Dios Padre de toda la humanidad y nos dejó como tarea convertir este mundo en otro más justo y solidario.
  • Creo que su muerte fue consecuencia inevitable de su vida entregandose por entero a los demás.
  • Creo en el Espiritu que se derrama sobre el mundo para iluminarlo y darle fuerza para realizar el Reino de Dios en esta tierra.
  • Creo en la humanidad como generadora de bien.
  • Creo que la utopía del Reino que es realizable aquí y ahora.
  • Creo que los hombres somos hermanos y que ningún ser humano debe ser excluído de esta fraternidad por ningún motivo.
  • Creo en la comunidad que trabaja por el Reino y mantiene firme su fe y alimenta la esperanza de un futuro mejor para todos.
  • Espero que algún día resucitaré en la medida en que haya sido fiel al proyecto del Reino y haya contribuido a eliminar el mal y la injusticia en el mundo.

PREGUNTA 7:

La esperanza aislada no tiene sentido. Unida a la esperanza histórica, sí.

Da mucha esperanza ver gente joven luchando por los cambios estructurales desde los movimientos sociales, pero da mucha más esperanza ver gente mayor que continúa luchando sin desanimarse. Y también gente oprimida y sometida a los grandes poderes políticos y económicos, que siguen trabajando por un mundo más justo, a pesar de todo.

No hay intervenciones de Dios en la sociedad, pero sí en los corazones. Desde ahí debemos actuar nosotros. Desde la esperanza de que otro mundo es posible. Esperanza que alimentamos uniéndonos a otras personas o grupos que trabajan por ello, como la comunidad y otros grupos, creyentes o no.