Celebración de Santo Tomás                                                                    26 de enero de 2025

Unidos en Comunidad y Servicio

Canción de entrada: Celebra la vida

Introducción:

¿Cuántos años han pasado ya desde que un grupo de personas —en principio desconocidas— que acudíamos a misa en la iglesia de la universitaria decidió constituirse en Comunidad? ¿50?… ¿60?… sean los que sean, son toda una vida.

Todos nosotros/as crecidos y educados en los postulados de la Santa Iglesia Católica y Apostólica, —faro y guía de este país nuestro que era considerado “una unidad de destino en lo universal”—, parece que encontramos algo en aquellas misas (aún no hablábamos de “celebraciones”), algo que se introdujo a modo de semilla en nuestro interior y que nos hizo pensar que a lo mejor “otra iglesia era posible”. Aquel recinto universitario no sólo era un lugar de culto, sino —y esto fue muy importante— un espacio de apertura política y social.

Ir a misa no era estar pasivamente escuchando un sermón cargado de dogmas y sentimientos de culpa. Ahí las discrepancias con la jerarquía eclesiástica tenían cabida y fue el germen de lo que pasamos a llamar Parroquia-Comunidad, habiéndonos quedado con el segundo de los términos como soporte del proyecto de un grupo de cristianos críticos con la jerarquía eclesiástica oficial.

Todos aquellos jóvenes de entonces ya somos abuelos…. y ahí seguimos, habiendo consolidado vínculos afectivos no sólo de “militancia” religiosa, sino de firme amistad.

Aquel idealista revolucionario nacido en Belén, vino a descolocar el orden establecido, a cuestionar los poderes fácticos, a expulsar a los mercaderes (hoy diríamos mercados) del templo y mostró que efectivamente, otro mundo es posible y es ese mundo el que aspiramos a construir desde nuestro compromiso comunitario con nosotros mismos y con aquellos a los que hacemos partícipes desde el servicio que podamos ofrecer.

Lecturas

-1ªLectura: Hechos de los apóstoles 2,44-47 sobre la primera comunidad cristiana “Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.

Evangelio: Leemos varias citas del mensaje de Jesús en los Evangelios, que nos llevan a comprender el significado de la comunidad y el servicio

Mat 18,20 “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”

Mat 20,26-28 Cuando los discípulos discutían sobre quien se sentaría al lado de Jesús en su Reino “No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo vuestro, de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por muchos”

Juan 13, 4-5 y 12-15 En la última Cena: “Jesús se levanta de la mesa, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido” “Después que les lavó los pies y tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis el Maestro, y el Señor, y decís bien porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros”

Diálogo

La fiesta de nuestra Comunidad es un momento fuerte para expresar nuestro compromiso de pertenencia al grupo y para valorar el sentido más concreto que encierra para cada uno de nosotros esa identificación con el proyecto de comunidad que vivimos casi todos desde hace muchos años.

Es como una forma de renovar los votos que nos vinculan entre nosotros mismos y al grupo en su conjunto. Pero la identidad se compone, de un lado, de la individualidad de cada miembro, pero de otro de la capacidad de inclusión en el conjunto para formar un todo común, como partes del cuerpo místico de Cristo, que son una misma unidad en el espíritu de Jesús.

Ahora proponemos que quienes queráis podáis dar vuestro testimonio de cómo vivís en vosotros mismos ese vínculo y cómo sentís la presencia de los demás en el proyecto.

Se trata de calibrar cómo sentimos y practicamos las características de la comunidad en nuestro tiempo. Siguiendo el estilo que nos transmite Los Hechos de los apóstoles cuando se refiere a las comunidades cristianas primitivas.

Hagámoslo con sinceridad y valentía, aunque nos sintamos lejos de aquel modelo…

Cantamos la canción de Labordeta “Somos…” (del Cantoral)

Ofrendas

Libro de la comunidad, mantel con tortilla y empanada, bolsas, uno de los libros de la Summa Teologica, pan y vino

Anáfora

E1.- Hoy venimos a sentarnos alrededor de esta mesa con la alegría de celebrar que, este año, se cumplen 50 años de aquel lejano proceso de “corresponsabilidad de los seglares en la gestión pastoral de la Parroquia”. Ahí se sentaron las bases de nuestras asambleas como “órgano supremo de orientación de las actividades y labores de la Comunidad cristiana”.

E2.-. Desde aquellos tiempos lejanos de los bajos del Museo de América, hemos seguido caminando juntos movidos por tu Palabra. La energía de aquella juventud se ha transformado en la fuerza de nuestra madurez. Seguimos adelante unidos en Comunidad y servicio.

Todos.- Por este medio siglo vivido y por todos los que nos quedan por compartir, te damos gracias, Dios Padre y Madre de toda la Humanidad. Gracias porque tú palabra nos hace seguir unidos en esta Comunidad que quiere seguir construyendo otro mundo para toda la Humanidad.

E3.- Gracias Padre/Madre por llamarnos a cada uno por nuestro nombre, por interesarte por cada una de nosotras, por no ser indiferente ante el sufrimiento, el olvido o la desesperación.

Todos.- No es un camino fácil el tratar de vivir la fe de acuerdo con tus enseñanzas pero, aun así, aquí seguimos, el paso más tembloroso pero igual de firme. Recordamos a todos los comuneros que se han ido quedando por el camino con la alegría de saber que su luz sigue brillando en nuestras celebraciones.

E4.- Decía nuestro patrón, Santo Tomás de Aquino, que todos los que componen alguna comunidad se relacionan a la misma como las partes al todo: somos uno, somos diversos, diferentes, pero nuestra alegría, nuestro dolor y nuestra Esperanza es compartida. Pedimos perdón por nuestras ofensas y excesos y proclamamos la vida comunitaria en la dirección marcada por Jesús. Por eso nos atrevemos a cantar:

Todos: (canción)

Santo, Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo es nuestro Dios.
Señor de toda la historia,
Santo, Santo es nuestro Dios.

Que acompaña a nuestro pueblo,
que vive en nuestras luchas,
del universo entero el único Señor.
Benditos los que en su nombre el Evangelio anuncian,
la buena y gran noticia de la liberación.
Santo, Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo es nuestro Dios…

 E5.- La Comunidad como eje vertebrador de nuestras creencias, de nuestro crecimiento en la fe, en la solidaridad con toda la Humanidad y con el Planeta que habitamos. La Comunidad como brújula que nos ha ayuda a saber hacia saber la dirección que debemos tomar.

E6.- Una Comunidad que reconoce sus limitaciones pero que rehúye plantar la tienda y sentarse a descansar. Una Comunidad que quiere compartir lo que recibido. Una Comunidad que quiere acoger a los más débiles, a los más pobres, a los más pequeños. Al compartir este pan y este vino fortalecemos nuestros vínculos y reafirmamos nuestro compromiso personal y comunitario.

Todos:

«Por eso, queremos repetir el gesto de aquella noche en que, a pesar de conocer lo que iba a pasar, quisiste reunir a tus apóstoles para entregarles tu propia vida. Así, tomaste un trozo de pan y lo repartiste entre todos diciendo “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros».

E6.- La comunidad vive el reto permanente de hacer que no decaiga la Esperanza, de saber que otro mundo es posible, aunque “ni yo ni tu ni el otro lo lleguemos a ver”. Este reto se simboliza en el vino, símbolo de Tu entrega por toda la Humanidad.

Todos:

«Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por toda la Humanidad para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía». Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

E7.- En esta celebración reivindicamos la fuerza de la Comunidad. En una época de tiempos oscuros que vamos a empezar a atravesar, con la mentira como valor, la desinformación como norma y el dinero como único dios verdadero, Dios nos invita a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro.

E1.– Nuestra Comunidad celebra la alegría de la Vida. Cuando parece que todo ha muerto vuelven a aparecer los brotes de la vida. Traemos a esta mesa a nuestras y nuestros hermanos que nos acompañaron y tiraron de nosotros en momentos difíciles y que lo siguen haciendo con su eterna sonrisa (SILENCIO)

Todos: Queremos seguir viviendo la Comunidad como una llamada a iluminar y a comunicar vida, a no dejarnos cautivar por cosas que sólo generan oscuridad y cansancio interior, no queremos vivir una fe plana, no queremos vivir de ritos, ¡queremos seguir caminando juntos!

E2.- Queremos una Comunidad que nos renueve, nos libere, y nos llene de vida y de paz, que nos invite siempre a dar un paso más. Por eso, nos atrevemos a juntar nuestras manos y a repetir, en palabras de nuestro tiempo, la oración que Tú nos enseñaste:

Padre Nuestro

E3.- La paz que ahora vamos a darnos y que queremos extender a toda la Humanidad, se construye día a día y representa el auténtico sentido de comunidad: el abrazo fraternal que Dios comparte con todos los seres humanos. Por eso, porque creemos que Tú Palabra nos transforma, sentimos la necesidad de darnos la PAZ.

Durante la comunión cantamos: “Caminando y cantando

Acción de gracias

Te damos gracias Señor, por estos ya muchos años compartiendo en Comunidad, en los que continuamos Obstinadamente, en la búsqueda de la Justicia, equidad y Paz. Particularmente damos gracias por ayudarnos a seguir tu camino y perseverar en la Fe a tus enseñanzas.

En esta ocasión especialmente, damos gracias por las experiencias compartidas, de tristezas, alegrías y reflexiones vividas en Comunidad, que nos ha permitido reforzar la amistad y visión esperanzadora de Jesús de Nazaret.

Por último, Gracias a la vida que nos ha dado tanto Amen.

Finalizamos cantando las dos primeras estrofas del “Gaudeamus igitur” (del Cantoral)