Reencuentro y esperanza                             22 de septiembre de 2024

Inicio: Canción “Color Esperanza” de Diego Torres                  

  • Saludo y presentación de la celebración

Reencuentro. La palabra evoca todo lo mejor entre seres humanos. Pensamos en el reencuentro gozoso de los discípulos de Emaús con un Jesús que abre a la esperanza sus mentes amedrentadas.

Nuestro primer reencuentro en el Congreso de Teología, como otros años, esta vez ha sido a distancia, y no con mucha esperanza en sus diversas y rigurosas ponencias acerca de las posibilidades de paz en el momento presente. Nos ha impresionado en la ponencia de Leonardo Boff   su confesión personal de vivir la melancolía de que tampoco la teología de la liberación, que tantas y tan fuertes energías despertó de futuro humano, haya llegado a cambiar el mundo como se esperaba ; y citó a Pablo de Tarso en aquello de que la creación sufre dolores de parto. De esta intrigante expresión de Pablo extraía Boff hace unos años una cierta teología ecológica de la esperanza   en su libro ”Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres”. S. Pablo pensaba, de acuerdo al pensamiento judío de su época, que la desobediencia de Adán ha hecho maldita la creación entera, y no solo al hombre. Leonardo Boff no echa la culpa a Adán del riesgo de colapso de la naturaleza y de la injusticia entre los hombres, sino en principio, a la desreligación del hombre respecto a la naturaleza: Ya las religiones abrahámicas apartan a Dios de la naturaleza entendiendo a Dios como un ente extrínseco a ésta; después, en la modernidad,  la ciencia y la técnica segregan también al hombre de la Madre tierra convirtiéndolo en puro dominador y explotador de la naturaleza.

Hoy nuestro mundo sufre no menos dolores de parto, pero ahora con un riesgo posible de fracaso. La teología de Leonardo Boff, sin embargo, confía en el hombre que tiene el privilegio, afirma, de copilotar   junto con la naturaleza todo el proceso, siempre abierto, de la creación. El cerebro humano, lo más complejo de la creación, que acumula inmensa información cultural, libera y acelera el proceso evolutivo; así como, también, el retraso del hombre en su lenta maduración como humano, pone en riesgo la totalidad. Ni la naturaleza ni la historia humana han llegado a su madurez, gimen en dolores de parto. En el proceso cosmogénico hay destrucción y muerte, y así es también en la historia humana. Pero el proyecto divino de la creación es un proceso siempre abierto hacia formas cada vez más organizadas y perfectas de vida y de consciencia; la imperfección y el mal son momentos del proceso que no traducen el designio último de Dios sobre su creación, no significan, afirma Boff, su palabra final sobre sus criaturas. Siempre, por tanto, es momento obligado para la esperanza…

La esperanza ante la realidad actual de guerras y aniquilamiento de la Tierra puede parecernos pura ilusión o mero placebo, pero sí sabemos a ciencia cierta que la desesperanza y el miedo hacen imposible todo progreso humano y del espíritu. (“¡Despertemos!” grita hoy a sus noventaytantos años Edgar Morin)

  • 1ª Lectura. En una carta de 30 de julio de 1932 preguntaba Einstein a Freud: “¿Existe un modo de liberar a los seres humanos de la fatalidad de la guerra? ¿Existe la posibilidad de influir en la evolución psíquica para que los seres humanos sean más capaces de resistirse a la psicosis del odio y la destrucción?

Freud le contestó con enorme realismo: “No existe la esperanza de poder suprimir de modo directo la agresividad de los seres humanos. Pero se pueden recorrer vías indirectas, por ejemplo, reforzando el Eros, principio de vida, en detrimento del Tatos, principio de muerte. Todo cuanto hace que surjan lazos emotivos entre los seres humanos va en contra de la guerra. Todo cuanto civiliza al ser humano, trabaja contra la guerra”.

  • 2ª Lectura.

Jn, 20; 19-22: Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas atrancadas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y les dijo:

-Paz con vosotros

Dicho esto, les enseñó las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho de ver al Señor.

Jesús repitió:

-Paz con vosotros. Como el Padre me ha enviado, os envío yo también.

Jn, 14; 27: “Paz” es mi despedida, paz os deseo, la mía;  y no os la deseo como la desea el mundo

Mt, 5; 9 “Dichosos los que trabajan por la paz, porque a esos los va a llamar Dios hijos suyos”

Es Palabra de Dios

  • Canción: Con tu puedo, pág. 85, núm. 98: Estrofas 1, 3 y 5
  • Introducción al diálogo. La esperanza es el motivo que justifica que una vez más nos pongamos en marcha este nuevo curso. La creación no está acabada y nuestro papel en su avance es fundamental. Tenemos la responsabilidad de contribuir en nuestro día a día a construir el reino y a mostrar con nuestra actitud que tenemos esperanza.

Boff nos recuerda que la paz no es solo un estado, sino un espíritu, es decir, una actitud. Por difícil que resulte, se puede estar en paz y transmitir paz aun en situaciones de guerra. Para ello, Boff nos propone ser conscientes y aceptar la dimensión negativa, de dominación, que todos llevamos dentro, y concentrar nuestra energía en controlarla y sobre todo en desarrollar y alimentar la dimensión de amor y cuidado.

Querríamos orientar el diálogo precisamente en esta responsabilidad que conlleva la esperanza. ¿Puede que a veces adoptemos una actitud de pesimismo desde la que hacemos cosas, pero estamos en cambio convencidos de que esto no tiene solución?

¿Nuestro estado personal es de PAZ o dejamos traslucir sentimientos de desánimo o de irritación? ¿Qué podríamos hacer para evitarlo?

  • Canción:

Todos:

Hoy comienza una nueva era

las lanzas se convierten en podaderas  (bis)

de las armas se hacen arados

y los oprimidos son liberados

Terminar repitiendo “y los oprimidos son liberados” 3 veces

  • Ofrendas:
    • Congreso Teología
    • Collage de niños recién llegados a la comunidad
    • Los ángeles que llevamos dentro
    • Bolsas
    • Pan y vino

Si alguien quiere ofrecer algo, puede hacerlo                                 

Anáfora

Lector: Felices, Padre-Madre, por el reencuentro tras las vacaciones, nos unimos en esta eucaristía para recordar que Jesús sigue con nosotros en la búsqueda y consecución del Reino Dios, con paz, justicia y ausencia de guerras.

Todos: Te damos gracias por formar parte de esta iglesia viva que sale de sus cómodos espacios para encontrarse con los que más nos necesitan, poniendo en el centro a los pobres, las víctimas, los enfermos, los perseguidos, los masacrados en las guerras, los inmigrantes y el largo etcétera que hoy sufre tanto dolor, sin olvidarnos de la violencia machista que sufren las mujeres,  niñas y niños

Lector: Como Boff nos dice: Los hombres y mujeres somos co-agentes en el proceso de la creación, que está inacabado, que somos nosotros los que tenemos que irlo completando.

Todos: Y un modo de hacerlo es poniendo el Amor en el centro, contraponiendo a la agresividad brutal de ciertos dirigentes políticos el espíritu de hermandad universal de Ghandi, Luther King, Casaldáliga, Francisco de Asís…

Lector: La paz es fruto de la justicia, que implica la igualdad para todos, sin perder de vista que la paz exige reparaciones históricas.

Todos: Jesús dijo a sus amigos y amigas: “Yo os dejo la paz, Yo os doy mi paz”, la paz de Dios, la paz de Cristo. A pesar de todos los aspectos negativos de la realidad, no dejemos de buscar la paz. A pesar de nuestras contradicciones.

Lector: Traemos también el recuerdo que Leonardo hizo, durante el congreso de Teología, de la oración por la paz de Francisco de Asís: “Señor haz de mí un instrumento de paz…”

Lector: Y como expresión máxima de entrega a la causa de la paz, recordamos el gesto de Jesús que, durante la última reunión con sus amigos y amigas, tomó el pan, lo partió y repartió entre ellos diciendo:

Todos: Tomad y comed todos de él porque esto representa mi entrega en cuerpo y alma a la paz y la justicia entre todos los seres humanos

Lector: Y a continuación tomó la copa de vino, la bendijo y la pasó a sus amigos diciendo:

Todos: Tomad y bebed todos de ella porque este vino representa la sangre que derraman todos los que, como Yo, se inmolan por la causa de los más desfavorecidos

Lector: Este es el sacramento de nuestra fe

Todos: ¡Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús!

Lector: Durante el verano, las guerras, las muertes en el Mediterráneo, la masacre de Gaza y tantos otros escenarios de violencia, no se han tomado vacaciones. Que tu presencia entre nosotros nos ayude a tomar conciencia de nuestra labor en la co-creación del Reino de Dios, denunciando en los ámbitos en los que nos movemos todo aquello que contribuye a esas violencias, no solo contra los seres humanos, sino con todo lo que conforma la creación: todos los seres vivos, plantas, la Tierra entera.

Todos: Te lo pedimos Señor, Dios Padre-Madre, con tu Hijo Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, AMEN

Lector: Y uniendo nuestras manos elevamos a Ti la oración que Jesús nos dejó:

Todos: Padre nuestro…

Aviso a los comuneros que la paz nos la daremos al terminar

Lector: Compartir el pan y el vino es un compromiso, es compartir nuestra vida y ponerla al servicio de los demás, siendo instrumentos de paz y cuidado de todos nuestros hermanos. Dichosos los que tenemos el privilegio de recibirlos.

Todos: Señor, no soy digno…

  • Comunión: Música                                  
  • Acción de Gracias. Damos gracias a Dios por poder abrazarnos de nuevo, por los hermanos y hermanas que componemos esta Comunidad y que nos convoca cada domingo para compartir el mensaje de Jesús de Nazaret, el pan y el vino.

Gracias por ayudarnos a no olvidar nuestro compromiso con las causas justas, con las personas que nos necesitan y con el cuidado de la madre tierra.

Gracias por las experiencias vividas durante el periodo vacacional, por haber disfrutado más de la familia, de amigas y amigos, por nuestro reencuentro con la naturaleza….

Si alguien quiere dar las gracias puede hacerlo

  • Despedida con canción : solo le pido a dios: pág. 83, núm. 96 acompañados por grabación.