Motivos de Esperanza                                      28 de septiembre de 2025

Saludo y Presentación: El claroscuro de nuestra esperanza

¿Cómo vivir el dolor y la incertidumbre presentes con esperanza cristiana?. ¿Cómo hacernos gazatíes con el dolor palestino, sin odio y con esperanza?. ¿ Cabe la opción de rogar a Dios por la paz?. Es cierto que nos es posible trabajar por la paz actuando dentro de nuestras posibilidades, pero sentimos que no es suficiente. Siempre podremos encontrar “motivos para la esperanza” pero con el miedo de que lo hagamos en parte como un placebo anímico de sosiego espiritual.

Tal vez hoy la esperanza es la más necesaria de las virtudes teologales porque la verdadera esperanza, no el simple optimismo, incluye ya una fe y el cuidado con que hoy nombramos a la caridad.

Sabemos a ciencia cierta que el pesimismo y la desesperanza hacen imposible todo progreso humano y espiritual. Pesimismo y desesperanza son en definitiva un pensamiento corto de vista derivado de mi estrecha vida particular, de cómo a mí me está afectando el presente que veo, pero de mi particular perspectiva no cabe definir un  presente que es inabarcable y un futuro por construir.

Volvamos la vista al Jesús histórico que se nos trasluce en los Evangelios; Jesús vivió bajo la opresión y el esquilmamiento del imperio romano, y más cerca, en lo anímico, bajo la opresión de la casta sacerdotal  y el dolor de enfermos y desheredados. Pero Jesús no se nos presenta como un personaje sombrío y pesimista como otros personajes apocalípticos de su tiempo. A veces está triste y sufre con el dolor de los hermanos, pero él si veía un futuro abierto, lo que él llamaba el “Reino de   Dios”. Y lo vislumbraba ya presente en todo lo bueno humano sobreabundante y en la maravilla de la Creación. Casaldáliga nos dice: “El Reino de que habla Jesús es la internacional de la esperanza que se construye entre todas y todos los que escuchan la voz de la Creación”

1ª Lectura      (De la ponencia de Ivone Gebara en el reciente congreso de Teología)

“Sois la Luz del Mundo”

Mi reflexión se ubica desde un cierto cristianismo contemporáneo marcado por pluralismos y  también luces y oscuridades. Estamos en un mundo de espesas tinieblas, mezcladas con caminos o comportamientos que introducen luces. La mezcla es la estructura que da soporte a todo lo que existe. La luz y la oscuridad son parte de una misma realidad. Las luces no vienen solo de grupos de científicos que observan los problemas de los ecosistemas, viene de las luchas y resultados concretos en la vida del planeta y de sus múltiples habitantes, que gritan BASTA. De este grito nace algo de luz y nace algo de libertad, la posibilidad de cambio y nutren esperanzas, aunque no tengan espacios de divulgación en los medios de comunicación. Somos colectividad entre nosotros. Las individualidades solas no se mantienen.

Frente a esas fuerzas que dan victoria a la muerte por todas las partes de nuestro mundo, grupos pequeños se organizan frente al gigante Goliat, destructor de nuestras vidas. Se oyen voces múltiples cantando:

  • Que el dolor del otro y de la otra, de la tierra, no me sea indiferente
  • Que la guerra no me sea indiferente
  • Que la vida de los niños de Gaza no me sea indiferente
  • Que el futuro de nuestro planeta no nos sea indiferente
  • Quisiera proponer una nueva incursión por la poesía de la vida, algo que pudiera hacernos mejores.
  • Quisiera que no busquemos la justificación de una autoridad poderosa.
  • Quisiera poder proponer un silencio al academicismo religioso, económico, político, al mercado, a las muchas teorías teológicas del pasado y del presente y rescatar solo gestos de misericordia
  • Quisiera también dar un grito colectivo por Gaza,
  • Quisiera un grito colectivo por nuestras florestas, mares y ríos.

Y con eso, quizás, revalorar la vida y la tierra sobre la que cada día se organizan mas guerras y se destruyen pueblos enteros. Para eso también hay que guardar el academicismo de la Biblia y de la teología por un tiempo en nuestros archivos y bibliotecas.  De nuevo estoy en la poesía como un nombre de la esperanza que nos alienta, como sencilla luz en las tinieblas de nuestro tiempo. Luz y tinieblas que nos habitan hoy y siempre. Luz y tinieblas constitutivas de nuestra vida, siempre. Siempre.

Lectura

Los primeros cristianos pendientes de un próximo final de los tiempos no necesitaron de una esperanza como la que nosotros necesitamos para un tiempo largo y oscuro.

La esperanza en los evangelios es El Reino de Dios del que habla Jesús, y que en algún momento dice que ha empezado ya, pero el término esperanza como tal solo aparece en

Lucas 23,51 refiriéndose a la resurrección de los muertos, y en las epístolas de Pablo 8 veces, especialmente en relación con la parusía. Pero a nosotros cristianos del s. XXI ante un futuro tenebroso nos pueden servir de esperanza estos textos:

Romanos, 15,13. Pablo, dirigiéndose a los hermanos de Roma dice: Que el Dios de la esperanza os colme de toda alegría y paz en el creer, hasta rebosar en la esperanza por la fuerza del Espíritu Santo. Y sobre todo la afirmación de Jesús según Mateo.

Mt,  28,20. Dice  Jesús:”He recibido plena autoridad en el cielo y en la tierra.  Ahora, pues, id y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del padre del hijo y del espíritu santo enseñándoles a observar todo lo que os he mandado. Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo¨”.(  es el final del Ev de Mateo)

Canción: Sólo le pido a Dios. Número 96, pag. 83

Introducción al Diálogo 

En la introducción y en las lecturas hemos escuchado algunas ideas que podrían ayudarnos a analizar y sobre todo vivir la realidad de una manera más esperanzadora. Ivone Gebara plantea que la naturaleza de la realidad es el claroscuro. Podemos por tanto adoptar una actitud que nos ayude a identificar no solo los aspectos que llevan a la desesperanza sino aquellos que le pueden dar sentido a la vida.

En este espacio en el que compartimos la palabra os proponemos identificar motivos de esperanza que hayáis experimentado. Motivos a escala social, como las respuestas ciudadanas, y motivos personales. Todos tenemos en nuestra vida dificultades y recursos que nos anclan al sentido y a la esperanza.

Os pedimos compartir motivos de esperanza en este doble plano.

Ofrendas

  • Empadronamiento en Lavapiés
  • Paralización vuelta ciclista
  • Flotilla de la libertad
  • Bolsas
  • Pan y Vino

Anáfora

Lector : Señor, Padre-Madre, Tú que pusiste en el mundo a Jesús, un humilde carpintero, que osó enfrentarse a los poderosos, en defensa de los más humildes y desprotegidos de la Tierra, te pedimos que nos ayudes para que hoy sepamos ver los motivos de esperanza existentes por los que se puede restablecer la paz.

Lector ¿Se puede tener esperanza ante el dolor reinante hoy en el mundo, especialmente en Palestina, donde la brutalidad de los poderosos pretende aniquilar a un pueblo indefenso?

Todos : Ayúdanos a mantener la esperanza de que, a pesar de todo este dolor, aún existen „luciérnagas“ que con su luz permiten alumbrar la posibilidad de obtener la paz y la justicia para los más débiles.

Lector : En este sentido, como nos dijo Ivone Gebara en su intervención en el congreso de Teología, muévenos a  “… dar un grito colectivo por Gaza, Un grito con consecuencias reales“

Lector : Que vivamos, en la medida de nuestras posibilidades, ese fervor que nos da la unión de todos nosotros y nosotras, manifestándonos y exigiendo a gobernantes, representantes religiosos, políticos, etc., que de una vez por todas se posicionen en los conflictos existentes a favor de los más débiles reclamantes de una paz con justicia.

Lector : Y volviendo a Ivone Gebara: “En este grito nace algo de luz, en ese BASTA nace algo de libertad, nace la posibilidad de cambio, la salida del cautiverio de las injusticias. Ese BASTA es algo de luz en medio de las tinieblas de nuestros tiempos”.

Lector: Tal y como exhorta Pablo a los romanos, te pedimos, Dios de la esperanza, que colmes nuestra fe de alegría y de paz, y con la fuerza del Espíritu que está en todas las personas que amamos la paz, desbordemos de esa esperanza

Todos :: Te lo pedimos por tu Hijo, Jesucristo, que contigo vive y reina, en la comunidad del Espíritu de paz y esperanza

Lector : Y proclamamos nuestra fe en ello, cantando:

Todos :: SANTO, SANTO, SANTO…

Lector : Como símbolo de la entrega de todos aquellos que defienden a los más vulnerables, recordamos tu gesto durante aquella última cena con tus compañeros, partiendo y compartiendo el pan con ellos diciendo:

Todos: Tomad y comed todos de él, porque es mi cuerpo que se entrega en la defensa de los masacrados por los poderosos

Lector: Del mismo modo, acabada la cena, tomaste la copa, llena de vino, fruto de la tierra trabajada por hombres y mujeres, bendiciéndola y pasándosela a todos diciendo:

Todos. Tomad y bebed todos de este vino, que representa  la sangre que derramaré en todos aquellos que sufren dolor e injusticias en el mundo

Lector : Este es el sacramento de nuestra fe

Todos: Anunciamos tu reino, proclamamos tu resurrección, ven señor Jesús

Lector: Cogidos de las manos, elevemos ahora al Padre la oración que Tú nos enseñaste

Todos: Padre Nuestro…

Lector : Y como expresión de nuestra unión con todo lo creado,  nos abrazamos entre nosotros para fortalecer nuestra esperanza y deseándonos la paz

Comunión

Lector: Que este pan y este vino sean alimento de nuestra esperanza y nos den fuerzas para trabajar en pro de la igualdad y la paz con justicia.

Todos: Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarla

Acción de Gracias.   En soledad es más fácil caer en la desesperanza. Vivir nuestra fe en Comunidad es uno de los principales recursos para ver motivos de esperanza en nuestro día a día. Compartir la vida y ayudarnos incondicionalmente es una experiencia que nos da sentido para continuar.

Damos gracias por ello y te pedimos fuerza para seguir en esta vivencia.

Avisos

Canción: Habrá un día en que todos, Num. 83; pag. 70