Tema: La Esperanza vence al miedo y a la ira.

0 Música: El largo y sinuoso camino. Video con subtítulos mientras se sienta la gente.

Apagar teléfonos, Felicitación Pilares, 12 de octubre, otros

1 Introducción:

El domingo anterior a la asamblea nos preguntábamos ¿Cómo vivir el dolor y la incertidumbre presentes con esperanza cristiana?. ¿Cómo hacernos gazatíes con el dolor palestino, sin odio y con esperanza? ¿Cabe la opción de rogar a Dios por la paz?. Siempre podremos encontrar “motivos para la esperanza” pero no con el miedo de que lo hagamos en parte como un placebo anímico de sosiego espiritual.

En la asamblea de otoño hemos recargado nuestro ánimo y por eso hoy queremos celebrar una esperanza que esté más allá del miedo y de la ira. Un miedo colectivo, una ira que lleva a la agresividad violenta y un panorama sociopolítico convertido en pesadilla han ido gestando un clima de desesperanza y de pérdida de sentido al que sólo puede dar respuesta una esperanza profunda, que está mucho más allá de un voluntarioso optimismo, porque parte de una fe reubicada en y desde Jesús de Nazaret

2 Petición de Perdón:

Hoy, en esta celebración, pedimos perdón  a nuestras hermanas y hermanos

  • Por la injusticia y cobardía que nos lleva a la hipocresía.

Señor, perdón, Señor

  • Por tanta bronca acumulada y traición disimulada, que da paso al desencanto que nos paraliza.

Señor, perdón, Señor.

  • Por ignorar el dolor y la resistencia de los pueblos masacrados (Gaza, Ucrania Sudan…)

Señor, perdón, Señor

  • Por nuestros miedos que nos hacen ignorar a los testigos que nos dicen que este es el tiempo de la esperanza, y que la nueva Humanidad es posible.

Señor, perdón, Señor.

3 Primera lectura: Extracto de un artículo de Jesús Bonet: “Esperanza: Más allá del Miedo y de la Ira”

Además de la tragedia del genocidio en Gaza vivimos una crisis de los valores democráticos y del reconocimiento de la igualdad entre las personas; debilitamiento de las culturas; miedo al diferente y al inmigrante, percibidos como inferiores y como amenaza; ataques a los derechos de las minorías.

Pero, además, un clima político tóxico, áspero, basado en la confrontación. La consecución del poder por cualquier medio es lo que importa: valen la desinformación, el bulo, la mentira, la violencia verbal, el mensaje simplista que la gente quiere oír, la formación de bloques para que no haya escucha ni diálogo… Todo vale, sin ningún respeto a la lógica, a la ética y, sobre todo, a la verdad y a lo que realmente necesitamos los ciudadanos.

Somos genéticamente miedosos; el miedo es una emoción primaria que no necesitamos aprender porque nacemos con ella.

No hace falta demostrarlo: vivimos ahora en una situación de miedo, de miedo colectivo, que anestesia la razón. Y cuando la razón está anestesiada o dormida, ocurre lo que se lee al pie de uno de los grabados de Goya: “El sueño de la razón produce monstruos”.

Los monstruos ahora son los miedos al descontrol de la amenaza que percibimos, a la incertidumbre del futuro, a lo desconocido que nos espera, a la enfermedad, a la muerte, a la quiebra del sentido de la vida.

Consecuencias del miedo incontrolado -individual o colectivo- son la ira y su hija la violencia: hacia dentro de la propia persona y hacia los otros.

El parto que se produce después de la unión entre el miedo y la ira es la desesperanza. Y ahí parece que estamos, aunque no podemos quedarnos ahí, porque, como decía Ernst Bloch, “somos un gran depósito lleno de futuro”

Esperanza no es igual que optimismo; éste confía pasivamente en que tal vez las cosas salgan bien; aquélla trabaja para que salgan bien. La esperanza no es un tranquilizador de la conciencia, sino que empuja hacia adelante, hacia la utopía, que no es una quimera imposible, sino el camino hacia el horizonte de un bien que todavía no es pero podemos hacer que sea, y que no está exenta de inseguridades y dudas ni tiene garantizado el éxito, y menos el éxito inmediato.

En momentos de desesperanza, fruto del miedo, de la ira, del materialismo, de la inmediatez…, queremos recordar unas palabras pronunciadas hace años por José María Mardones: “La esperanza cristiana pasa por la esperanza de los sin esperanza y por la esperanza de los que intentan crear esperanza en ellos”

Es esa esperanza en la que creemos y que hoy queremos celebrar.

4 Canción Caminando y cantando nº 72 pg 59, primera estrofa y estribillo

5 2ª lectura: Lc 24, 1-10

El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea crucificado, y resucite al tercer día. ¡¡¡Recuerden la promesa y tengan esperanza!!! (3 veces) Entonces ellas se acordaron de sus palabras,  y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.

7 Poema. Cada día la esperanza

No ha lugar a la tristeza,

no ha lugar a la desidia,

no ha lugar a la mentira.

Cada día la esperanza, cada día.

No ha lugar a la ceguera,

No hay lugar para la envidia,

No ha lugar a la miseria.

            Cada día la esperanza, cada día.

No ha lugar al hambre injusta,

ni a la guerra caliente ni a la fría,

ni al tercero ni al cuarto de los mundos.

            Cada día la esperanza, cada día.

No ha lugar a la intemperie,

ni al decreto que da muerte a la utopía,

ni a un niño sin escuela y sin zapatos.

            Cada día la esperanza, cada día.

No ha lugar al fanatismo,

ni a los dogmas que amordazan la alegría,

ni a la pena de muerte, ni al embargo.

            Cada día la esperanza, cada día.

Mezclado con la rabia y con el llanto,

sereno, yo me agarro a esta porfía;

alzando con más gente un gran canto

Cada día a la esperanza, cada día.

No tengo ningún miedo al desencanto,

que no habrá ya más lágrimas baldías

si canto con vosotros, siempre, un canto

            Cada día a la esperanza, cada día.

6 Introducción al dialogo: ¡Recuerden la promesa y tengan esperanza!

En el evangelio que acabamos de leer, las mujeres conocen la promesa, pero piensan más en la piedra que les amargaba el camino. ¿Quién nos moverá la piedra? Si nosotras y nosotros nos detenemos en las dudas, no podremos seguir adelante porque nos embargará el desaliento y la desesperanza. Las situaciones terribles que afectan al mundo de hoy pueden provocar una ira que nos produzca odio y nos paralice, pero también una indignación que no nos desaliente, sino que nos impulse a trabajar y a dar la cara. Nuestro compromiso para este próximo curso es “Reubicar la fe en y desde Jesús de Nazaret hoy”, pero una fe enraizada en nuestro mundo no es comprensible si no va revestida por una esperanza liberadora. La esperanza es sembrar alegría y aliento de lucha. Debemos contagiar nuestra esperanza a los que se consideran invisibles a existir y a ser tenidos en cuenta. Somos una comunidad llamada a sembrar esperanza dónde y en quien no la tenga, sean en los inmigrantes sin papeles, en las palestinas que viven entre nosotros el genocidio de sus seres queridos, en los que sienten en carne propia el desastre de nuestra Madre tierra arrasada por los incendios o por el extractivismo que destruye los entornos de los pueblos originarios y no digamos en los que viven las desigualdades tremendas, económicas y sociales en nuestras ciudades opulentas.

PREGUNTAS

  • ¿Cuándo hablamos de estas situaciones desesperadas, les ponemos cara, rostro, a estas personas que tienen los mismos derechos que nosotros y en cambio son tratadas como basura?
  • ¿A nivel doméstico, procuramos hablar con ellas, animándolas y buscando alternativas para solucionar lo urgente e inmediato si es posible?
  • Esta Esperanza activa que hoy celebramos ¿cómo puede ayudarnos en el compromiso con la transformación social?

8 Ofrendas:

Asamblea: 

  • El trabajo de todos los comuneros en la marcha de la Comunidad.
  • El compromiso de los comuneros con las Colaboraciones Solidarias
  • El compromiso del nuevo Consejo con la fuerza que supone la presencia únicamente de la mujer
  • La apertura de la Comunidad a otras comunidades

Si se invita a ofrecer a los demás, avisar que es para ofrecer, y que luego habrá un momento para dar gracias y otro para los avisos

  • Bolsas
  • Pan y Vino

9 Anáfora:

LECTOR.-Padre bueno, hoy nos hemos reunido porque nos sentimos abrumados ante el mundo que nos rodea. Sentimos en carne propia lo que tú ves: Un madre tierra que gime por su supervivencia, una sociedad desigualitaria que no sabe vivir en paz y con desigualdades aberrantes sin principios de igualdad.

LECTOR.- Acabamos de celebrar la Asamblea de nuestra Comunidad que hemos ido construyendo, tras la atenta mirada puesta en tu mensaje y en las primeras Comunidades cristianas para que el amor y la igualdad fueran las premisas de nuestro obrar.

TODOS.- Dijiste que no nos dejarías solos y que siempre estarías entre nosotros al reunirnos para celebrar el ágape de comunión y fraternidad. Ayúdanos en esta etapa de nuestra vida en la que los malos tiempos nos desalientan

TODOS.- Fortalece nuestra esperanza de cambio al ver hoy un rayo de luz y de paz que se enciende y que nos muestra el posible final de un camino en tinieblas.

LECTOR.- Por todo ello y porque hemos regresado de Alpedrete contagiados del optimismo de los hermanos y hermanas que trabajan en favor de la paz en Colombia, de los inmigrantes en Aranjuez,  Karibu,  La Latina, con los presos en las cárceles, en asociaciones, con las mujeres de Ecuador………. cantamos

TODOS.-  Santo, Santo, Santo…

LECTOR.-  Tu vida tampoco fue tan fácil, como tampoco lo fue la de los primeros cristianos que a pesar de que no podían siquiera reunirse con la tranquilidad nuestra, sembraron la fe y la esperanza en un mundo en guerras, persecuciones e injusticia en las regiones del Asia Menor.

LECTOR.- Revestidos de esperanza y optimismo, nos reunimos recordando tu gesto en aquella última cena con tus discípulas y compañeros, partiendo y compartiendo el pan con ellos diciendo:

TODOS.- Tomad y comed todos de él, porque es mi cuerpo que se entrega por todos vosotros

LECTOR.- Del mismo modo, acabada la cena, tomaste la copa de vino y dando gracias al Padre la pasó a todos y a todas diciendo:

TODOS.- Tomad y bebed todos de él porque este es el cáliz de mi sangre derramada por toda la humanidad. Haced esto en mi memoria.

LECTOR: Este es el sacramento de nuestra fe

TODOS.- Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. Ven Señor Jesús.

LECTOR.- No podríamos dejar de pasar esta plegaria sin antes recordar a todas y todos los que vivieron y sembraron optimismo y esperanza en nuestra comunidad. Su recuerdo es un chute de esperanza para nosotros.

LECTOR.- Y a nuestra Comunidad que sigue atenta y abierta a los cambios de una Iglesia, que por ser fiel a los Concilios, liturgias y costumbres de otros tiempos, deja de ser fiel al principal mandamiento de Paz, amor y justicia para toda la humanidad. Oremos por el cambio, juntando nuestras manos:

TODOS.- PADRE NUESTRO…

LECTOR.- Y como expresión de nuestro compromiso, nos damos un abrazo de ánimos y de esperanza en poder lograr la justicia y la paz.

10 Música de Comunión: Cantares Video con subtítulos

11 Acción de Gracias

  • Gracias, Dios de Jesús y nuestro, por entender y darnos cuenta, que cargar cada día con nuestra parte de desaliento nos impide cargar con el mismo peso de esperanza.
  • Gracias, porque de muchas maneras nos clarificas y dices que este mundo tiene solución y nos iluminas mediante el Espíritu Santo a no temer nuestras implicaciones personales y comunitarias en vivir la esperanza en el Reino de amor y justicia que a todas y todos nosotros nos propones.
  • Gracias, Señor, porque creemos y esperamos en que otro mundo es posible y queremos construirlo.
  • Gracias, Señor, porque desde la 1ª Asamblea que celebramos como Comunidad, nos regalaste la esperanza de creer que otro mundo es posible y nos has acompañado a lo largo de este caminar y durante todo este tiempo, con la esperanza de llegar a la Asamblea nº 55 que estamos celebrando hoy contigo y acompañados de todas y todos nuestros hermanos que viven ya en el Reino del eterno amor y siguen animándonos a vivir con decisión la esperanza de que un día próximo todos seremos realmente compañeros unidos contigo en el Reino. Amén.
  • Invitación a dar gracias

12 Despedida y avisos.

13 Canción de despedida. Llegará la libertad nº 39 pg 35