Celebración de despedida de Pilar Ruiz.                           17 de octubre del 2025

Bienvenidos a esta breve celebración, que no queremos llamar funeral. La hemos preparado la Comunidad Cristiana de Santo Tomás de Aquino, a la que Pilar perteneció y en la que colaboró muy activamente durante muchos años. Con nosotros Pilar y Jaime celebraron sus bodas de oro en el 2015.

Con vuestra ayuda queremos que sea un sentido y sencillo homenaje al recuerdo de nuestra y vuestra amiga y, especialmente, vuestra madre, abuela y pariente.

Vamos a armarnos de fe, de la fe de Pilar, para brindar juntos un pequeño canto a la Vida, Vida con mayúscula, la que ya goza en plenitud. Creemos que la muerte no es el final del camino; es sólo cruzar la puerta hacia la Vida, nuestro destino es vivir plenamente, como vive Pilar y como vive en sus hijos, en su familia y en nuestro recuerdo.

Oración.

Señor, nuestra hermana Pilar hoy se presenta ante ti, Padre bueno, como ha sido en su vida con Jaime y con nosotros, alegre, conversadora y hospitalaria con los que llegábamos a su casa. Su compromiso con mejorar las situaciones adversas de la sociedad en la que vivimos era su leitmotiv. Trabajaba con un optimismo esperanzador que contagiaba a los aprendices que éramos nosotros. Hoy la despedimos con tristeza por la separación, pero con la alegría que la dejamos en tus manos. Esta era su fe y su esperanza. Acógela y cuídala. Es lo que te pedimos su familia, sus amigos y la comunidad de Sto. Tomás, que la tendremos siempre presente. Que así sea.

Lectura: 1 Corintios 15, 35-44

Alguno preguntará: ¿Y cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo traerán?

Necio, lo que tú siembras no cobra vida, si antes no muere. No siembras lo mismo que va a brotar después, siembras un simple grano, ya sea de trigo o de otra semilla; Es Dios quien le da la forma que a él le pareció, y a cada semilla la suya propia.

Hay diferencia entre el resplandor del sol, el de la luna, y el de las estrellas; y tampoco las estrellas brillan todas lo mismo.

Igual pasa con la resurrección de los muertos. Se siembra lo corruptible, resucitará incorruptible. Se siembra lo miserable, resucitará glorioso; se siembra lo débil, resucitará fuerte. Se siembra un cuerpo animal, resucitará un cuerpo espiritual.

Vamos a leer un pasaje del evangelio, que a Pilar le gustaba particularmente, y que tantas veces compartió con nosotros.

Lectura: Bienaventuranzas Mateo 5, 3-11

Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

Bienaventurados los humildes, porque ellos recibirán la tierra por heredad

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios

Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.

Diálogo: Os animamos a compartir con todos un breve recuerdo de la vida de Pilar, aquello que más recordáis de ella, un detalle, lo que queráis.

Final:

Antes de finalizar con la oración que Jesús nos enseñó, que tantas veces compartimos con ella, vamos a leer un texto, atribuido a San Agustín

Enjuga tu llanto y no llores si me amas…

Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.

La muerte no es nada,

no he hecho nada más que pasar al otro lado.

Yo sigo siendo yo, tú sigues siendo tú.

Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.

Dame el nombre que siempre me diste.

Háblame como siempre me hablaste.

No emplees un tono distinto.

No adoptes una expresión solemne, ni triste,

sigue riendo de lo que nos hacía reír juntos.

Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo.

Que mi nombre se pronuncie en casa como siempre lo fue,

sin énfasis alguno, sin huella alguna de sombra.

La vida es lo que siempre fue: el hilo no se ha cortado,

¿Por qué habría de estar yo fuera de tus pensamientos?

¿Sólo porque estoy fuera de tu vista?

No estoy lejos… tan solo a la vuelta del camino.

Lo ves, todo está bien…

Volverás a encontrar mi corazón, volverás a encontrar su ternura acendrada.

Enjuga tus lágrimas y no llores si me amas.

Nos despedimos con la oración que Jesús nos enseñó. Padrenuestro…