Una espiritualidad de ojos abiertos                        Eucaristía 1 de febrero de 2015

Santo Tomás de Aquino

Música: Carmina Burana

Presentación:

Buenos días. Es la fiesta de la comunidad. Y toda fiesta multiplica las emociones acrecienta la alegría. Desde el Consejo os agradecemos la asistencia y os invitamos a participar con alegría en esta celebración.

Recordamos particularmente en esta eucaristía a Tomás de Aquino, hombre que, con su inteligencia y trabajo, iluminó durante varios siglos el caminar incierto de la iglesia. Su vida se explica en su tiempo, y, como todo lo humano, también él está sujeta a la contingencia.

Queremos centrar nuestra eucaristía en el tema dominante que nos hemos dado en la comunidad como tarea para el presente año; es decir, nuestra espiritualidad en un mundo que cambia, en una Era que está penetrando e impregnando nuestro mundo casi sin dejarse notar.

Y al hablar de espiritualidad no podemos olvidar que estamos tocando un tema de gran calado. Hablar de espiritualidad es ya una actitud profética en un mundo donde, según el papa Francisco, se está globalizado la indiferencia, en un mundo que solo parece reaccionar cuando la crecida amenaza su puerta. Nuestra propuesta será, como propone el mismo Francisco, una revolución de la ternura.

Nosotros apostamos por una espiritualidad, y hasta por una mística, de «ojos abiertos«, es decir, de una espiritualidad que se toma en serio el tiempo en que vive, que trata de escuchar sus retos y que busca alguna solución a los mismos, siendo  consciente de que la realidad es siempre más de lo están viendo nuestros ojos. Una espiritualidad que ve,  en la epifanía de los acontecimientos, la revelación del misterio oculto. El Dios que es amor,  y que está en la raíz del cosmos y de la historia, es también el Dios de la justicia que, según las tradiciones bíblicas, es su especial forma de manifestarse. El compromiso con la justicia, empezando por los pobres, es nuestra más acertada forma de espiritualidad actual. Es la que llamamos, con Juan bautista Metz, espiritualidad de ojos abiertos.

En las lecturas de esta celebración nos proponemos señalar algunos testigos que actualmente han apostado en su vida por esta forma de espiritualidad. Ellos nos van proponiendo formas de caminar siguiendo a Jesús de Nazaret.

Lecturas de Ellacuría, Casaldáliga y Francisco

Ellacuría

Espiritualidad no significa escapismo, sino confrontación con  la realidad, sobre todo con  la realidad de los excluidos y marginados. Esta confrontación conduce a adoptar una responsabilidad concreta frente a la realidad, algo que se realiza solo en el marco de un compromiso social y político y por eso requiere la proximidad a movimientos sociales de base cuya acción comporte resultados influyentes y esté en  correspondencia con los criterios del evangelio.

Se propone recuperar la dimensión revolucionaria, profética y centrada en el componente de transformación que se desprende del mensaje cristiano, ya que en un mundo donde la dignidad de tantos hombres resulta ultrajada, el cristianismo no puede realizarse sino como contradicción y protesta.

Pedro Casaldáliga

Tanto en la Iglesia como en la Sociedad  hoy más que nunca debemos radicalizarnos en la búsqueda de la justicia y de la paz, de la dignidad humana y de la igualdad en la alteridad, del verdadero progreso dentro de la ecología profunda.

La Iglesia se comprometerá, sin miedo, sin evasiones, en las grandes causas de la justicia y de la paz, de los derechos humanos y de la igualdad reconocida de todos los pueblos. Será profecía de anuncio, de denuncia, de consolación. La política vivida por todos los cristianos y cristianas será aquella «expresión más alta del amor fraterno»

Papa Francisco

No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. No se entiende que el amor a los pobres está en el centro del Evangelio. Tierra, techo y trabajo, eso por lo que ustedes luchan, son derechos sagrados.

Hablamos de la tierra, de trabajo, de techo… hablamos de trabajar por la paz y cuidar la naturaleza… No nos podemos acostumbrar a ver cómo se destruye el trabajo digno, se desahucia a tantas familias, se expulsa a los campesinos, se hace la guerra y se abusa de la naturaleza… Se rinde un culto idolátrico al dinero. Se ha globalizado la indiferencia: a mí ¿qué me importa lo que les pasa a otros mientras yo defienda lo mío?

Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro y sobre ese pilar construir las estructuras sociales alternativas que necesitamos.

Practicar la cultura del encuentro, tan distinta a la xenofobia, la discriminación y la intolerancia que tantas veces vemos.

  • Canto -Tiempo de despertar pag. 24

2ª Lectura: Mt, 7-21-26

Ofertorio:

  • Gafas: Nos ayudan a ver la realidad y nos abren los ojos.
  • Cartel convocatorias MMSS. Participación en acciones concretas para transformar la realidad
  • Libro Teresa Avila:
  • libro teólogo actual
  • Bolsas: mientras suena música sefardí. Nuestros proyectos son una de las formas que tenemos de vivir una espiritualidad de ojos abiertos. Las aportaciones que hacemos cada domingo siguen siendo necesarias para poder llevarlos a cabo.
  • Pan y vino

Anáfora

P. Levantemos nuestro corazón hacia el Señor

¿Cómo podremos. Señor, darte gracias y bendecirte a ti que eres un Dios sorprendente y siempre nuevo, nosotros y nosotras, tan inseguros en nuestras convicciones, tan inmovilistas y reacios a lo que desconocemos?

Asamblea. Tú, Señor, eres la luz que rasga las tinieblas;

Tú vas siempre delante, abriendo camino, dando la cara, indicando el futuro.

Ll. Vivimos presos de la costumbre:

nos agarramos tozudamente a lo heredado, conservamos como un tesoro las cosas viejas, acumuladas; avanzamos siempre en la historia con la cabeza vuelta hacia el pasado. ¿No estamos corriendo el riesgo de convertimos en estatuas de sal? ¿No estamos olvidando aquella máxima de Jesús:

«Quien pone la mano en el arado y vuelve la vista atrás, no es digno de mi?»

Asamblea. Tú, Señor, eres lámpara para nuestros ojos, luz y fortaleza para nuestros pasos inciertos.

L2. No somos la sal que se disuelve en la tierra, ni la luz que alumbra desde el candelero. ¿Por qué nos identificamos más con la roca que afirma su solidez en la tierra que con la grácil silueta del ciervo que se encarama en la montaña? De dónde nos nace tanta firmeza por mantener las viejas costumbres y la inmovilidad de confusas tradiciones?

Asamblea. Hoy te damos gracias, Dios Padre y Madre nuestro, por los hombres y mujeres inquietos y buscadores que, con el Espíritu de Jesús de Nazaret, están rompiendo las falsas seguridades del presente, y se abren con decisión a los nuevos signos de nuestro tiempo.

L3. Así lo hizo Jesús en sus días al precio de la propia vida: rompió con las falsas tradiciones del judaísmo de su tiempo y abrió el espíritu humano hacia lo desconocido del Reino. Así lo hizo Tomás de Aquino, profundizando en la fe cristiana de su tiempo.. Así lo están haciendo hoy quienes, desde el centro o desde la periferia de esta nuestra Iglesia, están respondiendo a los desafíos históricos de nuestros días y reaccionando contra el neoliberalismo y las guerras del imperio.

P. Envíanos tu Espíritu, siempre nuevo y renovador, para que, siguiendo el rastro de estos bellos testimonios de nuestra historia, podamos ir rescribiendo en nuestros días la sorprendente aventura de tu gesto creador, y cantar un canto de reconocimiento y gratitud: SANTO, SANTO, SANTO…(pág.71).

L4. Recordemos ahora a Jesús, luz perenne sobre el candelero de la historia:

Escuchemos su evangelio de las buenas noticias, recordemos sus gestos inconformistas y revolucionarios; recordemos su vida entera, anti sistema y nunca exenta de conflictos, en la que nos ofrece una huella para seguir caminando hacia el Reino.

Asamblea. Jesús no se acomodó a las seguridades de su tiempo, ni al orgullo de su raza, ni al supuesto destino de su pueblo; rompió las barreras de una religión ritual y privatizada; apostó por la justicia más allá de la ley; transgredió las tradiciones inhumanas; declaró la guerra a todo lo caduco, y se abrió como la luz al nuevo mundo de las Bienaventuranzas.

L5. Jesús aceptó a cuerpo limpio el conflicto con los poderes de su tiempo, perdió la apuesta y lo mataron en la cruz; pero Dios Padre y Madre lo rehabilito y lo proclamó Señor de la historia.

P. Sobre el sacrificio de tantas vidas dedicadas al el Reino, apoyamos hoy nuestra esperanza y nos atrevemos a repetir en su memoria los gestos que Jesús realizó en su Cena de Despedida: Reunido con sus discípulos, tomo pan, dio gracias al Padre, lo bendijo, lo partió, y se lo repartió, diciendo:

Asamblea. TOMAD Y COMED TODOS DE EL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SE ENTREGA POR VOSOTROS.

P. Del mismo modo, acabada la cena, tomando la copa en sus manos, y dando gracias  al Padre, la ofrece diciendo:

Asamblea. TOMAD Y BEBED TODOS DE EL, PORQUE ESTE ES EL CALIZ DEMI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR TODOS PARA SU TOTAL LIBERACIÓN…

L6. Este es el sacramento de nuestra fe

Asamblea. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús.

Sigue la comunión, sentados. Después, terminamos la anáfora.

Comunión después de la consagración. Canto:                      El espíritu de Dios pag. 74

L7. Padre nuestro, confesamos que en este pan y en este vino está entre  nosotros el Espíritu de Jesús;

él nos amó hasta el extremo de dar su vida por nuestra vida, y nos prometió estar siempre a nuestro lado hasta hacer de este mundo, que nos has dado, un reflejo de tu Reino.

L8. Te presentamos ahora nuestras preocupaciones y necesidades: mira con simpatía e infunde tu Espíritu en esta comunidad nuestra, siempre sensible a la compasión y a los anhelos de justicia, pero frágil en la corresponsabilidad y en las tareas comunes: que la comunidad no se nos convierta en una sociedad de amigos bien acomodada; que nos abra, desde la fe, a las tareas de dentro y a los muchos retos del mundo de hoy; que nos asocie a la lucha por una sociedad más justa y alternativa, más empeñada en la construcción de la paz en justicia y libertad.

L9. Que los organismos están luchando hoy por otro mundo posible, en el que superar las guerras, las injusticias y esclavitudes, los dogmatismos y los fundamentalismos excluyentes, nos tengan siempre como aliados y como compañeros de viaje.

L10. Que nuestra familia más cercana, quienes ya han muerto, los enfermos y ancianos de esta nuestra comunidad, y aquellos y aquellas a quienes les está faltando la esperanza, encuentren en ti el refugio y el consuelo que nos has prometido.

Recordamos en esta Eucaristía a Tomás de Aquino, hombre que con su inteligencia trabajo, iluminó durante varios siglos el caminar incierto de la Iglesia

Asamblea. Que lleguemos a superar, con tu ayuda, nuestras falsas seguridades; que consigamos vencer la resistencia a los nuevos signos de nuestros días, y hacernos compañeros y compañeras de quienes se ponen del lado de los pobres, de los emigrantes y de los más débiles.

P. Que la comunión en el Espíritu y en la Vida de Jesús nos haga dignos de ti. Señor, para que, intentando vivir como él vivió, seamos para ti esa comunidad en la que tú pones tus complacencias, por los siglos de los siglos

Canto: Padre nuestro, página 92

La Paz. Nos damos la paz, pasándola, propagándola,  desde la mesa, por los dos lados. Todos en su sitio, sin moverse.

Acción de gracias

Señor te damos gracias porque un año mas nos das la oportunidad de celebrar el legado espiritual de nuestro Patrón Sto. Tomas de Aquino y festejarlo con nuestros amigos. También te damos gracias por poder hacer discernimiento de estos nuevos tiempos y vivir con los ojos abierto a los nuevos paradigmas sociales para darles respuesta desde una sociedad globalizada y compleja.

Avisos

Canto final: Gaudeamus