1. ¿Crees que Jesús, con su mensaje y actividad, sólo pretendía la conversión de la persona o ha influido también en la desaparición de importantes estructuras, opuestas a su mensaje y su actividad?  Si es así, ¿qué podemos hacer hoy para erradicar estructuras injustas?

 2. La resurrección de Jesús es el fundamento de nuestra Fe y Esperanza. Si tú, tus familiares y amigos habéis sido “probados” duramente por enfermedades graves o inesperadas, por muertes violentas repentinas, por fenómenos naturales incontrolados, ¿tu Esperanza cristiana te ha confortado, con la certeza de que El Dios de la Vida tiene la palabra definitiva?

 3. La fe en la resurrección de Jesús implica una gran Esperanza en el Dios de la Vida. Y si además,  “la Esperanza no defrauda, porque el amor de Dios inunda nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado” (Romanos 5,5), ¿cómo podemos transformar ese torrente de amor profundo en servicio y solidaridad con los más necesitados?

 4. La teología tradicional ha  fomentado y desarrollado  una conciencia de sumisión, esclavitud y temor a la jerarquía, a sus leyes  y a sus normas. ¿Cómo podríamos despertar en nosotros la convicción de que somos realmente hijos de Dios, y, por tanto, personas adultas y libres para  trabajar sin desaliento por el reinado de Dios con una Esperanza viva?  

 5. Probablemente rasgos de la religiosidad falsa, – a la que Díez-Alegría llama ontológico-cultualista -,  siguen influyendo en nuestra manera de vivir como cristianos. ¿Cuáles identificamos a nivel personal, y a nivel comunitario?

 6. Si caminamos hacia una religión verdadera, – ético-profética, según señala Díez Alegría-,  nos tenemos que basar en la esperanza mesiánica inserta en la historia. Para ello es necesario profundizar en la fe en Jesús. ¿Podríamos intentar explicitar nuestro credo como hace Díez-Alegría?

 7. Según Díez-Alegría la esperanza cristiana (escatológica) no puede renunciar a la esperanza histórica, sino que tiene que estar abierta a ella. ¿De qué modo hacemos converger la esperanza histórica y nuestra esperanza como cristianos/as en la vida cotidiana? ¿Cómo alimentamos la esperanza cristiana?