Sembrando para liberar 31 de mayo de 2015
1 Música para la entrada Fusión África + Bach
2. Saludo, Acogida y Presentación (Pili): Teléfonos, saludo a los nuevos, a los que vienen poco; alguna mención a algo que haya pasado
Estamos aquí reunidos para celebrar nuestra fe, una fe llamada a concretarse en obras, a procurar que el Reino se dé aquí y ahora, una fe que debe tener presente que creer es comprometerse y que el trabajo es esencial para una vida digna.
Nuestra sociedad está preocupada por los resultados, por la eficacia, por la cosecha. En el evangelio del sembrador se enfatiza la importancia de sembrar, de repartir la simiente, que puede fructificar o no. Y sembrar con fe y con esperanza. Nuestras ayudas (hemos acordado en la última Asamblea de la comunidad dejar de llamarles proyectos) deben estar alejadas de la búsqueda de resultados a corto plazo y pretender sobre todo liberar de la pobreza, de la marginación, de la exclusión a aquellos en los que más lo necesitan.
Desde la Fundación Juanjo Torrejón hemos apostado por esta liberación y una de las formas ha sido la creación de una empresa para proporcionar trabajo a personas en riesgo de exclusión social, proyecto en el que ha sido importante la colaboración de esta comunidad y que gracias al cual muchas personas van mejorando su vida.
Hoy estamos poniendo sobre la mesa y celebrando la actuación de la Lavandería Solidaria que poco a poco con esfuerzos, logros y sinsabores va dando sus frutos
Hoy queremos celebrar juntos esos logros en esta Eucaristía.
- 1. Canción Solidaridad nº 109, pg. 96 estrofas 1 y 3
- 2. Oración de perdón
Hemos de pedir perdón.
- Porque aunque sabemos que nuestra tarea primordial es sembrar, de alguna manera vivimos pendientes de los frutos a obtener. Todos: Perdónanos Señor
- Porque a veces nos desanimamos si no vemos prontamente los resultados
Todos: Perdónanos Señor
- Porque muchas veces nos preocupa la eficacia y el éxito inmediato.
Todos: Perdónanos Señor
Por todo ello te pedimos nos ayudes a centrar nuestra atención en sembrar el Evangelio, ya que los seguidores de Jesús hemos de ser sobre todo sembradores.
- 3. 1ª Lectura (sobre un texto de José Antonio Pagola)
El factor esperanza.
La ética cristiana contiene un factor esperanza. La fe cristiana supone que la plenitud será posible y que los pequeños pasos hacia un proyecto solidario no son inútiles, no se pierden, aunque a corto plazo no se vean los resultados. Una esperanza que no es ingenua pero que es suficientemente fuerte para romper el desánimo del «no hay nada que hacer».
A Jesús le preocupaba mucho que sus seguidores terminaran un día desalentados al ver que sus esfuerzos por un mundo más humano y dichoso no obtenían el éxito esperado. ¿Olvidarían el reino de Dios? ¿Mantendrían su confianza en el Padre? Lo más importante es que no olviden nunca cómo han de trabajar.
Con ejemplos tomados de la experiencia de los campesinos de Galilea, les anima a trabajar, siempre con realismo, con paciencia, y con una confianza grande.
Lo primero que han de saber es que su tarea es sembrar, no cosechar. No vivirán pendientes de los resultados. No les han de preocupar la eficacia ni el éxito inmediato. Su atención se centrará en sembrar bien el Evangelio. Los colaboradores de Jesús han de ser sembradores. Nada más.
Los cristianos hemos de recuperar el gesto humilde del sembrador. Olvidar la lógica del cosechador que sale siempre a recoger frutos y entrar en la lógica paciente del que siembra un futuro mejor.
Los comienzos de toda siembra siempre son humildes. Más todavía si se trata de sembrar el Proyecto de Dios en el ser humano.
El Proyecto de Dios de hacer un mundo más humano lleva dentro una fuerza salvadora y transformadora que ya no depende del sembrador.
Tarde o temprano, los cristianos sentiremos la necesidad de volver a lo esencial. Entonces aprenderemos a sembrar con humildad.
Música Elgar
Luego se deja la música en un segundo plano mientras se lee, despacio, la
2ª Lectura Deuteronomio 14, 28-29 Cada tres años apartarás la décima parte de todas tus cosechas de ese año y los depositarás a tus puertas.
Vendrá así el levita – que no tiene parte ni heredad contigo – el extranjero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades, y comerán hasta hartarse. Y Yahveh tu Dios te bendecirá en todas las obras que emprendas.
Acabada la lectura se sube un poco la música
3ª Lectura Mt 13, 1-9
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar.
Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en la borda de una barca, mientras la gente quedaba en la ribera.
Y les decía: Una vez salió un sembrador a sembrar.
Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron.
Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron.
Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron.
Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta.
El que tenga oídos, que oiga. Es palabra de Dios
Introducción a la reflexión:
Demasiadas personas no han podido hacer frente a la crisis y de entre ellas un buen porcentaje no está siendo atendido por los servicios sociales de las administraciones. Por primera vez en 40 ó 50 años no se ha sido capaz de reducir los índices de pobreza y de exclusión social. Ello en buena parte es debido a que la RESPONSABILIDAD SOCIAL se considera un concepto normativo no obligatorio o “ley blanda”, es decir sin la fuerza de la ley.
A pesar de que esta realidad está en nuestro entorno más inmediato, los medios de comunicación no se prestan a enseñárnosla. Pero es una realidad que existe y no podemos pasar por alto. A esta situación hemos llegado partiendo de un largo periodo de crecimiento económico. Y a pesar de esto, no hemos sido capaces de forjar un verdadero Estado del Bienestar, una sociedad integradora, donde todo el mundo pueda situarse en un plano de igualdad.
El bienestar construido sobre los parámetros de la precariedad (laboral, económica y social) se ha demostrado demasiado débil. Hace falta reforzar los hilos de este tejido, y hace falta hacerlo empezando por CAMBIAR NUESTRA MIRADA.
Resumimos esta situación a partir de una reflexión de Iñaki Gabilondo:
LA SOLIDARIDAD, EN LA SOCIEDAD ACTUAL SE ESTÁ DESARTICULANDO EN FAVOR DE GOLPES DE BENEFICIENCIA Y DE CARIDAD
Por ello os proponemos reflexionar sobre si en nuestra actuación debe primar la dedicación antes que el resultado
- ¿Creemos que hay que sembrar?,
- ¿Qué significa hoy sembrar?,
- ¿Cómo lo estamos haciendo?,
- ¿Nos paralizamos si no vemos frutos concretos?
Ofrendas
Algunas ofrendas relativas a la lavandería
Lavandería Miguel
Flores
Si alguien quiere añadir alguna ofrenda puede hacerlo ahora.
Bolsa: Y lo mismo podemos decir respecto de nuestras aportaciones económicas destinadas al apoyo de las ayudas en las que estamos colaborando. (Música mientras se pasan las bolsas)
Pan y vino: Con este pan y este vino que hemos puesto en nuestra mesa queremos simbolizar el esfuerzo que, individual y colectivamente, realizamos los miembros de esta Comunidad para conseguir que desaparezcan las situaciones de sufrimiento o marginación que sufren muchas personas conocidas y desconocidas, actuaciones que tanto pueden incluirse en el marco del ejercicio de la “caridad o la misericordia” como en el de lucha por la “justicia”.
Anáfora
Lector Sabemos, Señor, que debemos agradecerte cada día el maravilloso milagro de tu creación.
Todos. Gracias, Padre, porque nos has creado y nos sostienes, gracias por ser nuestro manantial inagotable de vida.
Lector. Señor, en la época de recoger la cosecha, te damos gracias por la etapa que termina. Es la época del año en la que, acabada la recolección, celebramos la llegada del descanso.
Lector. Nuestra vida transcurre en un continuo sembrar, cuidar y recoger los frutos de nuestro esfuerzo en la construcción de un mundo mejor. Desde el inicio de la creación quisiste integrar al hombre en el desarrollo de tu obra creadora pues lo pusiste en el jardín de Edén para que lo cultivase y guardase.
Lector. A Jesús le preocupaba que sus seguidores, nosotros, termináramos un día desalentados al ver que los esfuerzos por un mundo más humano y más justo no obtuviéramos el éxito esperado.
Todos. Siempre nos has animado a trabajar con realismo, con paciencia y con una confianza grande. No es posible abrir caminos al Reino de Dios de cualquier manera. Siempre debemos volver nuestra mirada al ejemplo de tu vida y a tu sacrificio desinteresado por nosotros.
Lector. Después de siglos, los cristianos hemos de recuperar en la Iglesia el gesto humilde del sembrador. Olvidar la lógica del cosechero que sale siempre a recoger frutos y entrar en la lógica paciente del que siembra un futuro mejor.
Lector. Nos sale de dentro proclamar tu bondad y junto con todos los hombres y mujeres de buena fe, cantar en tu honor este himno de alabanza
Todos. Santo, santo… Pág. 78
Lector. De modo especial, sentimos que debemos darte gracias, Padre, por cuanto ha hecho por nosotros tu hijo Jesús, que nos enseñó que la más importante recolección fue la que compartió con sus amigos cuando, en la noche que iba a sacrificarse por nosotros, tomó pan y tras bendecirlo y repartirlo entre sus amigos les dijo:
Todos. Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.
Lector. Después tomó el cáliz con el vino primero de la cosecha; te dio gracias, y lo compartió diciendo:
Todos. Tomad y bebed todos de él, porque este es el Cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por todos para el perdón de los pecados.
Haced esto en recuerdo mío.
Lector: Acepta, nuestros deseos de justicia y nuestro compromiso con los excluidos. Danos la capacidad de escuchar el clamor de las víctimas.
Lector. Celebramos también la realidad vivificante de nuestra comunidad, que con sus luces y sombras reconocemos ha hecho renacer nuestra capacidad y disposición a la tarea de sembrar y trabajar por un futuro mejor.
Lector. Traemos a la mesa la vida y el ejemplo de nuestro papa Francisco y nuestro obispo Pedro. También el ejemplo de los comuneros que han seguido otros caminos y de aquellos de los que nos queda la transcendencia de su recuerdo. (Silencio y recuerdo personal)
Lector. Con todos ellos, y con la alegría renovada de nuestro compromiso, levantamos nuestra copa y brindamos:
Todos. Por Cristo, por él, con él, y en él, a ti Dios padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Lector. Y con las manos unidas oramos con la oración del sembrador que tú nos enseñaste:
Padre Nuestro
Lector. Y ahora compartiendo nuestro compromiso, nos damos la Paz
Comunión. Compartiendo el pan y el vino de la cena celebramos nuestro compromiso por la liberación de los excluidos Música de Bach
Acción de gracias
Te damos gracias
por ser viajeros del tren de la vida ,
por adentrarnos en senderos y charcos
por nuestro yo abierto que compartimos ,
por nuestro yo íntimo que tanto amamos ,
y por nuestro yo desconocido que va aflorando
por todo lo que somos y compartimos ,
te damos gracias.
Porque nos hemos puesto en camino
Porque hemos entrado en casa del pobre
Porque tú estás con nosotros,
Te damos gracias
Invitar a otras personas por si quieren dar gracias
Noticias: Invitación a la Comida Solidaria.
Otros avisos
Despedida Y nos vamos con el compromiso de sembrar para la liberación de los oprimidos