Resurrección y vida                              24 de abril de 2022

  1. Introducción a la celebración: Bienvenidas y bienvenidos ahora a esta Celebración comunitaria que da continuidad al trabajo de reflexión realizado esta mañana. Símbolo de resurrección, constatación de apertura y avance siempre con nuestra mirada puesta en el servicio a la humanidad, en nuestro compromiso con el cuidado de la casa común y en nuestra tarea nunca acabada de participación en la construcción de otro mundo posible. La Comunidad nos da fuerza y nos lanza hacia los márgenes, como dice el Papa Francisco. No nos detengamos. Tenemos mucho trabajo y la misión de contribuir con todas nuestras fuerzas a muchas resurrecciones.
  2. 2. 1ª Lectura: Resumen de la separata del cuaderno número 226 de Cristianismo y Justicia: La experiencia pascual, se fundamenta en la fe y en la confianza de que Dios cumplió su promesa y dio su última palabra en el Cristo Crucificado-Resucitado.

Dándonos una esperanza en que “otro mundo es posible”, porque Dios en Jesús de Nazaret Crucificado, y en el Espíritu del Resucitado, ha sembrado la historia de posibilidades divinas de justicia, verdad y paz humanas.

Esta última palabra de Dios, que a veces parece ir contra toda evidencia, debemos cuidarla, cultivarla y celebrarla, y es el lugar donde arraigar nuestra vida presente.

Debemos reivindicarla como auténtico motor de transformación social. Nos invita a convertir en realidad histórica, lo viable de la promesa de Dios en favor de la humanidad sobrante.

  1. Música Aleluya 1 parte

4  2ª Lectura: Evangelio  Juan 19   20-31.

  1. Música. Al estilo de Vivaldi
  2. Introducción al diálogo: Cómo hemos escuchado en la lectura del evangelio los discípulos de Jesús estaban encerrados por miedo a los judíos. Cuando se les aparece Jesús uno de los discípulos Tomás no estaba entre ellos y no se cree lo que le cuentan, hasta que Jesús en otra ocasión se presenta y le dice a Tomás “mira mis manos y mi costado” y Jesús dice una frase muy importante: “Dichosos los que sin haber visto han creído”.

Independientemente del sentido alegórico de la lectura evangélica, esta es una llamada clara a todos los creyentes para que aunque no hemos participado materialmente en las escenas de la resurrección, si creemos que esta es real, no sólo a nivel personal, sino colectivo, de toda la sociedad.

Por eso debemos actualizar la resurrección de Jesús a nuestros días en el sentido no solo personal, el de crear un hombre y una mujer nuevos como dice el Apocalipsis, sino también la gran posibilidad de crear una sociedad y un mundo totalmente distintos porque el actual está ya agonizando y ante las diversas posibilidades hemos de escoger aquellas que más se acercan al mensaje de Jesús, donde reine la verdad, la justicia, la fraternidad, el cuidado de todos y todas pero especialmente de los más inocentes y los más vulnerables, el respeto al medio ambiente y a toda la naturaleza, etc. etc.

En resumen, es crear una sociedad nueva y radicalmente distinta de la actual, donde sin expresamente saberlo por parte de muchos y muchas, estén claramente presentes los valores evangélicos.

Esto ya se está comenzando a hacer en la actualidad y hay signos claros de ello en muchas propuestas y realidades que estamos viviendo y conociendo ahora mismo.

Invitamos a toda la comunidad a una reflexión sobre esta propuesta, y si lo veis conveniente decir que signos de resurrección en el sentido propuesto vemos actualmente.

  1. Petición de perdón. Le pedimos perdón a Dios porque más de una vez nos abandonamos a los miedos, comodidades y seguridades y obviamos profundizar en nuestros compromisos.
  2. Ofrendas
  • La primera ofrenda que queremos presentar en esta celebración son todas las personas y organizaciones como Ecologistas en Acción, Greenpeace, etc. que trabajan para que sea posible un mundo en el que se respete el medio ambiente y la naturaleza tan castigados hoy por un sistema al que solo le interesa el lucro y el máximo beneficio.
  • Te presentamos señor el trabajo realizado en esta asamblea y las señas de identidad de nuestra comunidad, porque ellas nos llevaran a compromisos concretos con la Iglesia y con la sociedad en la que vivimos para que se hagan presentes los signos visibles de Tu Resurrección.
  • Con nuestra aportación a la bolsa común ofrecemos nuestra solidaridad para llevar a cabo los compromisos adquiridos
  • Te presentamos Señor el pan y el vino que son signos claros de tu entrega a todos los hombres y mujeres para que vivamos una vida nueva y plena de sentido.
  1. Oración Eucarística:
  • Llenos de alegría te damos gracias Padre Madre, porque la resurrección de Jesús, que hoy celebramos, es la irrupción de lo nuevo, que todavía nos está alcanzando.
  • Necesitamos ser alcanzados allí donde la mente y el corazón son uno, para recibirle y reconocerle, no sólo resucitado sino resucitando. La resurrección es el fruto definitivo del amor.
  • Estamos amenazados de Resurrección y como dice Juliana de Norwich: “somos engendrados en el nuevo Cristo”, que es la nueva creación. El sepulcro, es cuna de vida nueva, de humanidad inaugurada por una Presencia naciente.
  • Sea hoy tu Presencia en nuestra mesa, Señor, nuestra Pascua. La comunidad llena de gozo, te presta su voz para que puedas repetir las palabras eficaces que hacen posible el milagro de la transformación.
  • Pero la alegría de la Pascua no debe ocultarnos las huellas de Jesús resucitado. Las cicatrices abiertas en el mundo, sonseñales para reconocerlo. Nuestra misión como seguidores de Jesús es seguir sus huellas. Cada una de estas situaciones de muerte despiertan en nosotros la necesidad de recomponer los destrozos que causan las estructuras de pecado y que en nada se parecen a tu proyecto de Vida.
  • Resucitar, es hacerse cargo de las búsquedas de la humanidad, es mirar con respeto y ternura a la tierra, hogar y fuente de todas las vidas.
  • Jesús, te reconocemos en la Eucaristía, por eso vamos a repetir el gesto que tuviste aquella noche rodeado de tus discípulos, en la que después de la cena tomaste el pan; el mismo pan, que provoca la vida cuando la entregamos, también provoca la muerte, cuando la arrancamos unos a otros. Diste gracias a tu Padre, y lo repartiste diciendo:
  • Tomad y comed, esta es mi vida, compartidla con toda la humanidad
  • Del mismo modo, levantaste la copa de vino, diste gracias al Padre y la repartiste a tus discípulos diciendo:
  • Tomad y bebed, este es el cáliz de mi sangre, esta es mi alianza, que será derramada por todos los hombres. llevadla hasta el final de la historia
  • Este es el sacramento de nuestra fe.
  • Anunciamos tu muerte y proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús.
  • Padre Nuestro. El Padrenuestro nos trasmite la novedad de la experiencia de Jesús. La experiencia única de Dios como «Abba», y la experiencia de ser Hijo.
  • Paz. Paz a vosotros, como el padre me ha enviado os envío yo…Jesús Resucitado nos propone hacer con Él una experiencia de vida nueva y de paz para que podamos compartirla con los demás.
  • Comunión
  • Compartir el pan y el vino es un compromiso, es ser pan, es ser vida al servicio de los hermanos. Con este sentido, nos atrevemos a comer el pan y beber el vino como hizo Jesús en su última noche con sus amigos.
  • 13 Música para la comunión
  • 14 Acción de gracias Te damos gracias Señor porque tanto a nivel personal como comunitario y de la sociedad se está viendo patente signos claros de resurrección.
  • Gracias también Señor por las personas y las organizaciones, que siendo conscientes o no, están haciendo visibles estas realidades que fundamentan nuestra esperanza y nos dan alientos para seguir trabajando en este camino de un hombre y una mujer nuevos y una sociedad en la que estén presentes los valores del Reino.
  • 15 Música Aleluya nº 2
  • 16 Avisos y despedida