Domingo de Ramos Entre la alegría y el compromiso 14 abril de 2016

Saludo y acogida fuera del local (se cogen las ramas de olivo). Entramos cantando “Una ciudad para todos”   Pág. 26

Breve introducción a la celebración

Estamos en el Domingo de Ramos y hoy recibimos a Jesús, como nos cuenta Mateo que lo recibió la gente de su época, que gritaba “Hosanna al Hijo de David” “Bendito el que viene en nombre del Señor” “Hosanna”,

Unos días después el relato nos dice que otros grupos lo insultan y piden que sea Crucificado

¿Es posible que algunos de los que le glorificaban el domingo, cambien de postura y se pasen al bando contrario?

La alegría que sentimos por la fiesta y por lo que parece que va a ser “La Victoria del Hijo del Hombre”, se nos atraganta cuando vemos que no se trata de algo fácil, sino de un camino difícil, lleno de renuncia y comprometido con el amor, con la entrega incondicional que Jesús viene a pedirnos a los que queremos seguirlo desde el compromiso de  su vida con los hombres.

 

 

Ante la oración en el Huerto de los Olivos, qué hacemos; ¿vigilamos con Jesús y tomamos conciencia del camino y del compromiso que tenemos que asumir o nos quedamos dormidos? Por cuando nos dormimos…

TODOS: Perdónanos Señor.

Te pedimos que nos ayudes a cumplir con el mandato del amor con generosidad para hacerlo con entrega y sin que se note. Por cuando no lo hacemos…

TODOS: Perdónanos Señor

Por no compartir lo que tenemos…

TODOS: Perdónanos Señor.

Canción” Desde lo hondo a ti grito Señor” Pag.12

1ª Lectura:                 Isaías 50, 4-7

“Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados.

El Señor me abrió el oído: yo no me resistí ni me eche atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos…El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.”

2ª Lectura:                 Filipenses 2, 11-16

…Y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre. Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones para que seáis irreprochables e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa y perversa, en medio de la cual brilláis como antorchas en el mundo, presentándole la Palabra de vida para orgullo mío en el Día de Cristo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano.»

Evangelio: Mateo 21, 1-17

«Cuando se aproximaron a Jerusalén, al llegar a Betfagé, junto al monte de los Olivos, entonces envió Jesús a dos discípulos, diciéndoles: «Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y enseguida encontraréis un asna atada y un pollino con ella; desatadlos y traédmelos. Y si alguien os dice algo, diréis: “El Señor los necesita, pero enseguida los devolverá”.

Esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del profeta: Decid a la hija de Sión: He aquí que tu Rey viene a ti, manso y montado en un asna y un pollino, hijo de animal de yugo.

Fueron, pues, los discípulos e hicieron como Jesús les había encargado: trajeron el asno y el pollino. Luego pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima. La gente, muy numerosa, extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. Y al entrar él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. “¿Quién es éste?” decían. Y la gente decía: “Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”.

Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas. Y les dijo: “Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración. ¡Pero vosotros estáis haciendo de ella una cueva de bandidos!”. También en el Templo se acercaron a él algunos ciegos y cojos, y los curó.

Mas los sumos sacerdotes y los escribas, al ver los milagros que había hecho y a los niños que gritaban en el Templo: “¡Hosanna al Hijo de David!”, se indignaron y le dijeron: “¿Oyes lo que dicen éstos?”. “Sí -les dice Jesús-. ¿No habéis leído nunca que de la boca de los niños y de los que aún maman te preparaste alabanza?”. Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, donde pasó la noche”.

Espacio de reflexión (con un fondo musical)

Introducción al diálogo

Al preparar la celebración el grupo se encontró con dos aspectos importantes:

1- El 14 de Abril era Domingo de Ramos 2- EL 14 de Abril era el día de la proclamación de la segunda república. El grupo, de forma unánime eligió el primer aspecto o sea la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, Hay muchos marcos para celebrar el hecho político, nosotros hemos querido destacar el hecho de que Jesús asumió su compromiso con el pueblo a sabiendas de que le podía costar la vida. Cada uno puede orientar su intervención como quiera (faltaría mas) pero lo que proponemos es centrarnos en ese asumir los riesgos del compromiso.

OFRENDAS

  1. Ofrecemos este ramo de olivo, como símbolo de júbilo y esperanza en un mundo diferente, mejor para todos.
  1. Ofrecemos también, los evangelios, como expresión de los buenos momentos (hoy, Domingo de Ramos), de los momentos duros (Viernes Santo) y de los momentos de renacimiento, basados en el mensaje de Jesús de Nazaret.
  2. Ofrecemos estos cirios encendidos, como alegoría de la búsqueda constante de la luz, para que la oscuridad vaya desapareciendo.
  3. Presentamos estas bolsas, para recoger nuestras aportaciones, para apoyar los proyectos de esta Comunidad, signos de entrega y comunicación fraterna.
  4. 5. ¿Otras ofrendas de la Comunidad?
  5. Por último, ofrecemos este pan y este vino, fruto del trabajo de personas de buena voluntad, para nunca nos falte la energía para compartir y la alegría para cooperar con toda la humanidad, en armonía con la naturaleza.
  • Anáfora (Tomás)

Incluye el Padrenuestro con los ramos y la paz sin moverse del sitio.

Comencemos nuestra oración pidiendo que el Señor esté con todos nosotros. Y ¡levantemos el corazón!

Todos.- ¡Lo tenemos levantado hacia el Señor!

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

Todos – Es justo y necesario.

Realmente es bueno y justo bendecirte, Señor, padre santo, fuente de vida y esperanza. Te bendecimos hoy particularmente cuando recordamos a Jesús, que supo mostrarte al mundo y por el que hoy nos encontramos reunidos.

Lo recordamos en un día de triunfo, cuando subió a Jerusalén para celebrar la Pascua y también para hacerte presente en la capital religiosa de su tiempo y de su país y para predicar tu voluntad, que tan diferente era de la que predicaban quienes se dedicaban a servir a Dios desde el Templo.

Todos.- Ese día fue alabado y ensalzado, entró entre vítores de sus seguidores y de quienes esperaban de él un Mesías, un liberador y otros quizá sólo un sanador, alguien que hacía prodigios en nombre de Dios.

Fue sin vanagloriarse, sin querer darse importancia, pero él aceptó esta bienvenida, aun siendo consciente de lo que podría ocurrirle; quiso disfrutar de este momento de alegría y compartirlo con los suyos y con quienes le dieron la bienvenida.

Jesús captó tu sentir de misericordia y compasión hacia los más necesitados y siempre se entregó sin reservas; realizó la misión de servicio y solidaridad que le habías encomendado como algo esencial y prioritario.

Todos.- Pero también sintió la alegría de avanzar hacia la utopía, de sentir que transmitía su mensaje a otros, que acercaba a la humanidad el Reino de Dios. Por ello sintió la alegría de la entrada en Jerusalén.

La llegada a Jerusalén también suponía un salto en su compromiso y un peligro por mantenerlo. Jesús sabía que “el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y hasta dar la vida por todos”. El servicio y la solidaridad exigían una entrega que podía llegar hasta dar la vida por trabajar por liberar a los pobres y excluidos.

Ya sabiendo lo que le esperaba, reunió a los suyos en torno a una mesa para despedirse, repetirles su mensaje y encargarles que lo mantuvieran.

Todos.- Reunidos ahora nosotros en torno a esta mesa, proclamamos la universalidad del proyecto de Jesús y recordamos que la alegría del domingo de Ramos por tenerlo entre nosotros también exige el compromiso con su proyecto de humanidad, un proyecto no excluyente, compatible con la diversidad cultural, que postula la fraternidad entre todos los pueblos pero que exige un compromiso con los excluidos frente a los poderosos.

Cuando, después de darte gracias, Jesús partió el pan y lo repartió diciendo “Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo” y cuando les ofreció la copa diciendo “Tomad y bebed todos de ella porque es el cáliz de mi sangre que será entregada por vosotros y por todos” les estaba encargando que mantuvieran su mensaje y lo transmitieran a las generaciones futuras. Así, también les dijo “Haced esto en conmemoración mía”.

Todos.- Por ello, al compartir este pan y este vino, estamos compartiendo el compromiso de Jesús y comprometiéndonos, si no hasta el final como supo hacer Él, al menos a renunciar a nuestra comodidad siempre que alguien nos necesite.

Que sepamos hacer nuestro el compromiso renovado en esta Eucaristía pues, realmente, éste es el sacramento de nuestra fe.

Todos.- Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven Señor Jesús!

Y vendrá y estará con nosotros cuando nos impliquemos de veras en la realidad del desposeído, del inmigrante, del que sufre, del que está tirado en la cuneta de la vida porque ya no puede más; esa es la opción y el compromiso que como cristianos nos pide Jesús, aquí y ahora.

Todos.- Y vendrá y estará con nosotros cuando seamos samaritanos y no pasemos de largo o no demos un rodeo si la presencia de quien nos necesita nos resulta incómoda.

Te pedimos, Señor, que seamos capaces de cambiar nuestras actitudes ante el mundo y la vida; haz que sepamos construir redes de solidaridad  y tejer relaciones de hermandad.

Nos alegramos, pues, por el domingo de Ramos. Y que la alegría nos ayude a ver la otra cara de este día: el compromiso. Y con la alegría de estar celebrando la cena de Jesús cogemos nuestro ramo. Con él en la mano y con el compromiso de asumir este profundo significado de la Eucaristía proclamamos la oración que el mismo Jesús nos enseñó:

Todos.- Padre nuestro…

Lector: Con Jesús presente entre nosotros, ¡brindemos con alegría!

Todos.- Por Cristo con él y en él, a ti Dios padre misericordioso todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

Estrechamos las manos o los brazos de quienes están a nuestro lado para darnos la paz de Cristo. Que su paz esté con nosotros, igual que nosotros ahora nos la transmitimos mutuamente. Como Él dijo a sus apóstoles:

Todos.- La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Y dichosos seamos los invitados a la mesa del Señor. Porque Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Todos – Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará

Comunión (con un fondo musical)

Acción de gracias.

Padre, te damos gracias en este día, en el que aclamamos y recordamos con gozo a Jesús, por su fidelidad y su entrega hasta el extremo.

Padre, te damos gracias porque vivimos la seguridad del triunfo de Jesús, que pudo decir: “todo está cumplido”. La muerte no es el final

Te damos gracias porque el amor es la fuente de vida y no puede truncarse en la cruz, pero necesitamos superar el escándalo de la cruz para encontrarnos con la luz de tu amor.

Te damos gracias Jesús, porque con tu pasión nos has mostrado que el verdadero discípulo tuyo, debe recorrer el mismo camino que el maestro y nos compromete en todas las facetas de la vida.

Te damos gracias por hacernos mensajeros responsables de llevar a los hermanos la alegre noticia de la pascua, y a vivir de este amor en la mesa de la unidad.

Abrazo de Paz  ¿?

Canto final Cristo libertador (pág. 28)

Avisos