Cdelebración 5 de mayo de 2024
La importancia de las Organizaciones Sociales en la construcción de un nuevo mundo. ¿Quiénes son hoy los Samaritanos?
- Introducción
Buenos días a todas y todos los que hoy nos reunimos aquí, en nuestros locales de Puerta del Angel y a través del Ciberespacio. Comenzamos con una felicitación especial a todas las madres de la Comunidad. Un día que, curiosamente, se comenzó a festejar en España un 4 de octubre de 1926 y no un 5 de mayo…Aunque sabemos que estos días son más bien de tipo comercial, no está de más, como diremos en la anáfora, repartir abrazos, besos y sonrisas con un agradecimiento especial a todas las madres, por tantas y tantas cosas.
Tenemos también presente a Miguel Merín que lleva unos días hospitalizado, pero con las buenas noticias de que ya está a punto de salir.
Hoy domingo, como se anticipaba en el mensaje que envió el Consejo, y aprovechando que esta semana se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, queremos reflexionar sobre el papel que las Organizaciones No Gubernamentales juegan en el mundo actual y nuestra implicación en ellas. El lema que CR ha elegido nos ha parecido muy sugerente: “Hacemos desde el corazón”. Si uno repasa los objetivos de las distintas ONGs que tenemos a nuestro alrededor, vemos que el denominador común es el mismo que nos mueve a reunirnos todos los domingos alrededor de esta mesa: hagamos posible la venida del Reino, lo que se traduce en un mundo nuevo, lleno de Vida y Vida en abundancia.
No cabe duda que nuestra comunidad tanto a nivel global como individual, está muy implicada en proyectos de ayuda humanitaria en casos de desastres naturales, conflictos armados y otras emergencias. Participamos activamente, partir de nuestras aportaciones solidarias, con iniciativas de desarrollo comunitario para mejorar las condiciones de vida de las personas en áreas empobrecidas (construcción de escuelas, sistemas de agua potable, programas de salud y capacitación vocacional…). Nos declaramos fervientes defensores de los derechos humanos, abogando por la justicia y la equidad entre todos los pueblos de la Tierra. Por último, nos sumamos al Papa Francisco en su grito desesperado por la conservación de la biodiversidad, la protección de los recursos naturales y la lucha contra el cambio climático.
Todo lo anterior está muy bien y, sin embargo, sabemos que no es suficiente. Tenemos que seguir caminando a pesar de las dificultades sociales y personales que nos rodean. La parábola del Evangelio de Lucas nos invita a dejar de considerarnos el ombligo del mundo (egoísmo), y ceder el centro al otro (amor): “Vete y haz tú lo mismo”
- 1ª Lectura: “No se ama impunemente” de José Antonio Pagola
Pocas frases tan provocativas como las que escuchamos hoy en el evangelio: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere da mucho fruto». El pensamiento de Jesús es claro. No se puede engendrar vida sin dar la propia. No se puede hacer vivir a los demás si uno no está dispuesto a «desvivirse» por los otros. La vida es fruto del amor, y brota en la medida en que sabemos entregarnos.
En el cristianismo no se ha distinguido siempre con claridad el sufrimiento que está en nuestras manos suprimir y el sufrimiento que no podemos eliminar. Hay un sufrimiento inevitable, reflejo de nuestra condición creatural, y que nos descubre la distancia que todavía existe entre lo que somos y lo que estamos llamados a ser. Pero hay también un sufrimiento que es fruto de nuestros egoísmos e injusticias. Un sufrimiento con el que las personas nos herimos mutuamente.
Es natural que nos apartemos del dolor, que busquemos evitarlo siempre que sea posible, que luchemos por suprimirlo de nosotros. Pero precisamente por eso hay un sufrimiento que es necesario asumir en la vida: el sufrimiento aceptado como precio de nuestro esfuerzo por hacerlo desaparecer de entre los hombres. «El dolor solo es bueno si lleva adelante el proceso de su supresión (Dorothee Sölle).
Es claro que en la vida podríamos evitarnos muchos sufrimientos, amarguras y sinsabores. Bastaría con cerrar los ojos ante los sufrimientos ajenos y encerrarnos en la búsqueda egoísta de nuestra dicha. Pero siempre sería a un precio demasiado elevado: dejando sencillamente de amar.
Cuando uno ama y vive intensamente la vida, no puede vivir indiferente al sufrimiento grande o pequeño de las gentes. El que ama se hace vulnerable. Amar a los otros incluye sufrimiento, «compasión», solidaridad en el dolor. «No existe ningún sufrimiento que nos pueda ser ajeno» (K. Simonow). Esta solidaridad dolorosa hace surgir salvación y liberación para el ser humano. Es lo que descubrimos en el Crucificado: salva quien comparte el dolor y se solidariza con el que sufre.
- 2ª Lectura: “Del Evangelio según San Lucas 10, 25-37”
25 En esto se levantó un jurista y le preguntó para ponerlo a prueba:
– Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar vida definitiva?
26 Él le dijo:
– ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo es eso que recitas?
27 Éste contestó:
– “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo”.
28 Él le dijo:
– Bien contestado. Haz eso y tendrás vida.
29 Pero el otro, queriendo justificarse, preguntó a Jesús:
– Y ¿quién es mi prójimo?
30 Tomando pie de la pregunta, dijo Jesús:
– Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y lo asaltaron unos bandidos; lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto. 31 Coincidió que bajaba un sacerdote por aquel camino; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 32 Lo mismo hizo un clérigo que llegó a aquel sitio; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 33 Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba el hombre y, al verlo, se conmovió, 34 se acercó a él y le vendó las heridas echándoles aceite y vino; luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó.
35 Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta”.
- ¿Qué te parece? ¿Cuál de estos tres se hizo prójimo del que cayó en manos de los bandidos?
- El jurista contestó:
– El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo:
– Pues vete y haz tú lo mismo.
- Introducción al diálogo (Extraído del libro de Dolores Aleixandre “Las Puertas de la tarde”)
Una tentación frecuente que tenemos los mayores es el estancamiento, la apatía por emprender nuevos proyectos, pensando que ya es demasiado tarde para todo lo que supone novedad y cambio. Debemos ser conscientes de que aún no hemos terminado nuestra tarea y de que nuestra vida sigue siendo una gran aventura, buscando con creatividad una nueva manera de renovación.
Por un lado, nuestra larga vida nos ha dotado de una madurez y una experiencia que debe animarnos a seguir explorando nuestra interioridad para nuestro enriquecimiento personal. Por otra parte, ahora tenemos una mayor sensibilidad para percibir lo que otros necesitan:
El Cuidado a las demás personas, animales y naturaleza, sin olvidar nuestro propio cuidado.
La Escucha, ya que disponemos de más tiempo, abriéndonos para acoger a quienes necesitan apoyo.
La Ternura. Es una ventaja de esta etapa de nuestra vida. Somos mucho más comprensivos con los errores, debilidades y faltas propias y ajenas.
Nos invitamos a comentar qué ventajas vemos en nuestra etapa actual, con relación a nuestra participación en la sociedad.
En esta Celebración tenemos presentes a todas organizaciones y ONGS que trabajan como el buen samaritano, que no son indiferentes al dolor ajeno, a las injusticias, poniendo su trabajo y solidaridad a favor de los que sufren, trabajando por el REINO.
- Recordamos, sólo como ejemplo, a Caritas, Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja, Karibu, Manos Unidas, Amnistía Internacional, Apromar, Amnistía Internacional, Vicente Ferrer, Oxfam-Intermón, Acción contra el Hambre, El Olivar… A todas las organizaciones que con su trabajo ayudan a mejorar la vida de los demás. En su recuerdo encendemos estas velas, que representan su trabajo. Es un trabajo con muchos voluntarios, colaborando por un mundo mejor, exigiendo que los gobiernos y políticos trabajen por la justicia.
- Ofrecemos distintos folletos e información de estos trabajos. Reflejados en sus webs, a disposición de todo el mundo, con información y trabajos que realizan.
- Ofrecemos el Pan y el vino símbolo de los trabajos de los hombres, alimento de la humanidad y en recuerdo de la cena de Jesús y sus discípulos.
- Ofrecemos también las bolsas para nuestra contribución a los proyectos comunitarios, que contribuyen al mantenimiento de los mismos, como buenos samaritanos.
Se pasan las Bolsas.
- ANÁFORA (basada en el poema “Mientras tanto” de Deme Orte)
Bienvenidas a esta celebración de la vida comunitaria. Reunidos en tu nombre y guiados por tu ejemplo, queremos defender los Derechos Humanos, de todas y todos. Ejercer el deber humano de solidaridad, denunciar la injusticia de un sistema capitalista estructuralmente injusto.
Todos. – Pero antes, a la vez y mientras tanto dar de comer a quien sufre hambre.
Pedimos perdón por nuestros errores, miedos y silencios. Silencio ante la bomba que destroza la vida en Gaza, silencio ante la violencia machista, silencio ante una Ley de Extranjería que deja en los márgenes a otros seres humanos como nosotros.
Todos. – Pero antes, a la vez y mientras tanto corregir comportamientos machistas y denunciarlos, escribir a nuestros parlamentarios exigiendo una ley justa para los migrantes, pedir el cierre de los CIE, solicitar asilo y acogida a las personas que huyen de la pobreza, la violencia y la muerte.
Ayúdanos Seños a mantener la ilusión, las ganas de vivir, a dar sentido a cada una de nuestras acciones, a apoyar a las ONGs que no preguntan quién eres ni qué tienes. Ayúdanos a mantener un compromiso político y social para cambiar leyes y estructuras injustas.
Por esto, nos atrevemos a cantar:
Todos: Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es Nuestro Dios….
Defendamos una ley de vivienda justa y necesaria, salgamos a la calle a asistir, ayudar, acompañar, a repartir, al menos, un abrazo, una sonrisa, una palabra.
Todos. – Pero antes, a la vez y mientras tanto vivamos con sobriedad, respeto y solidaridad, apuntemos al horizonte de la Utopía, a la llegada de tu Reino, a ser capaces de dar un paso y otro, día a día.
Compartimos el pan y el vino como parte de un compromiso que exige compartir todo nuestro bagaje personal y comunitario acumulado durante décadas.
Todos: «Por eso, repetimos el gesto de aquella noche en que tomaste un trozo de pan y lo repartiste entre todos diciendo “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros».
Tomamos el cáliz y lo levantamos con la alegría de saber que Jesús sigue caminando con nosotros.
Todos: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía».
Todos: «Este es el sacramento de nuestra fe Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús”
Gracias Dios Padre y Madre de toda la Humanidad por llamarnos a transformar la realidad que nos rodea, por ponernos en el camino con tanta y tanta gente anónima que –como el Samaritano- no pregunta, sino que actúa. Gracias por esos cientos de ONGs que se dejan la piel a diario para paliar el sufrimiento de tantas y tantos hermanos, para recordarnos que siguen ahí necesitando nuestra ayuda.
Te pedimos también por esta Comunidad, para que siga unida, para que cuide y se deje cuidar. Por ello, nos atrevemos a unir nuestras manos y voces para repetir la oración que Tú nos enseñaste.
- Padre Nuestro. Antes de compartir este pan y este vino, queremos dar y recibir Paz. Un abrazo que nos mantiene vivos y que trae a la mesa a los que descansan en las aguas del Mediterráneo, a los que nunca pudieron superar el desierto, a los que no llegaron a entender por qué aquel misil acabó con sus sueños. Y por las y los comuneros que estuvieron algún día entre nosotros y que –a pesar de su ausencia- siguen empujando y dando fuerzas. Por todos ellos, la Paz esté con nosotros.
- Comunión
- Acción de Gracias. LA SOLIDARIDAD
Hoy Padre nos dirigimos a ti, para agradecerte tu acompañamiento en esta tu Comunidad, en nuestro camino, en nuestra visión e imágenes tuyas renovadas, alejándonos del Dios justiciero al Dios del Amor. No quieres el mal en el mundo ni el sufrimiento, sino que nos mueves al camino de la solidaridad universal, a trabajar por la Justicia y Amor en el mundo.
Nos animas comunitariamente a implicarnos en el trabajo para conseguir el objetivo del REINO, y a colaborar activamente en ONGS que tienen este fin, o bien siendo siempre solidarios con los que sufren, no tienen paz, apuntándonos a las acciones que contribuyan a resolver estas injusticias.
Gracias Padre/a por ello
Nos vamos en Paz