Celebración de la festividad de Santo Tomás de Aquino                               28 de Enero 2024

“Propuestas para la Paz”

  1. Presentación: Breve reseña de historia de la Comunidad. S.T.A

Recuerdo de nuestro origen y camino desde hace más de 50 años.

Hoy es el día de nuestro patrón Santo Tomás de Aquino, al que hemos celebrado y recordado especialmente en este día. Como esta comunidad tiene más de 50 años vamos a recordar muy brevemente su origen e historia. Nuestros antecedentes parten de la capilla de la Ciudad Universitaria, fundada en el año 1950 y convertida en parroquia en 1970, constituyendo un foco de compromiso con una línea contestataria y renovadora en ámbitos sociales, políticos y religiosos. En 1977 se puso en marcha una experiencia nueva e inédita, la Parroquia Comunidad, un proceso de corresponsabilidad de los seglares en la gestión pastoral de la parroquia inspirada en el Concilio Vaticano II. Se elaboran Estatutos, se aprueban en Asamblea y se toleran por la jerarquía eclesiástica representada por el cardenal Tarancón. Fueron años con crisis y dificultades, pero la Parroquia Comunidad se fue consolidando con un “estilo propio” en un clima de serenidad y profundización en la fe, y con criterios de igualdad, libertad y comunión desde el compromiso con la justicia. En 1980 era una realidad en pleno funcionamiento. La llegada del Cardenal Suquía en 1984 supuso una implacable involución, se inicia un grave conflicto con la institución eclesiástica que termina con la clausura de la parroquia y la expulsión de la comunidad. ¡Empezó el éxodo y la diáspora de la comunidad sin parroquia! ¡Más de30 años en “la Universitaria”! … pero la comunidad no desfalleció. Libre de toda carga parroquial y arrastrada por su utopía, encuentra unos espacios cedidos por el MAS con una cálida y fraternal acogida. Y aquí seguimos, más de 40 años juntos, intentando que la gran utopía de nuestro querido obispo, Pedro Casaldáliga, se haga realidad: Humanizar la Humanidad.

  1. Introducción: Propuestas para la Paz

En el pensamiento de Santo Tomás de Aquino la vida humana tiene que tender a la plenitud, hacia aquello que colma el anhelo de bien de la voluntad humana. Sus ideas se fundamentan, básicamente, en apuntar hacia la necesidad de que el Ser Humano persiga el bien y evite el mal, por acción u omisión. Esta máxima, Tomás de Aquino la desarrolló en una serie de principios entre los que podemos destacar la Universalidad (tenemos que estar abiertos a todo lo bueno e integrarlo en nuestra vida, independientemente de la fuente de la que venga), el Amor a la verdad, la armonía entre Fe y la Razón, la búsqueda del bien común (lo que ahora traducimos como vida plena y vida en abundancia) y el valor de la dignidad humana.

Como vemos, nuestro Santo Patrón puso, hace ahora 800 años, el dedo sobre la llaga de una Sociedad que supuraba dolor y falta de esperanza. Algunas personas pensarán que quizá hayamos avanzado poco por la tragedia que estamos viviendo estos días. Por eso, precisamente, el mensaje de Tomás de Aquino sigue siendo necesario. Tenemos que reivindicar la vida humana como valor supremo, sin poner la lupa sobre sus creencias o su cultura. Debemos asegurar un mundo donde todas las personas seamos libres y solidarias con el dolor ajeno. Hay que luchar por una Tierra que restañe sus heridas, donde nadie se vea obligado a emigrar para salir huyendo de la miseria o la guerra. Hay que trabajar por la Paz. Debemos seguir haciendo, hasta la extenuación, Propuestas para la Paz.

  1. Canción: Sólo le pido a Dios
  2. Primera Lectura (del libro “Al acecho del Reino”, de Pedro Casaldáliga)

Dios sabe cuánto he pedido y buscado la paz:

“La Paz pedida siempre.

La Paz nunca lograda.

La extraña Paz divina que me lleva como un barco crujiente y jubiloso.

La Paz que doy, sangrándome de ella, como una densa leche…”

Y, sin embargo, he escrito también, en esos días de conflictos (de injusticia, de persecución y de represión), que el propio nombre de la Paz me sabía a inercia, a complicidad interesada, a angelismo. De hecho, con demasiada frecuencia la Paz es sinónimo del Orden establecido, cuando solamente la Justicia es el nombre antiguo y nuevo de la Paz. «Paz, paz, paz y no hay paz», dice el Señor, porque no hay Justicia. ¿Puede alguien ser bienaventurado por buscar la Paz, si no la busca con una abrasada sed de Justicia? Ya sé que Cristo habla de aquella Justicia que es la Gloria del Dios vivo, ¡pero que es también la gloria del hombre vivo!; como que habla del Primer Mandamiento, ¡que es también el Segundo! Sé que “nadie puede hablar de Justicia si no es él mismo un justo”: ¿podrá hablar de Paz aquel que no se desvive efectivamente por construirla en la Justicia? Creo, en todo caso, que «El es nuestra Paz». Y a El me atengo en última instancia, mientras en primera instancia me ensucio las manos y me enturbio y agito el corazón en el barro y en el llanto de la cotidiana lucha por la Justicia de tantos hermanos.

Los varios nombres que el amor hacia los demás ha tenido a lo largo de los siglos hoy se cifran en esta palabra de cinco sílabas militantes: ¡so-li-da-ri-dad!

Reconocimiento, respeto, ayuda, colaboración, alianza, amistad: todo eso, pero más todavía, es la solidaridad eficaz, esa manera de ternura colectiva.

Siempre que sea solidaridad legítima y no algún sucedáneo; respetadas siempre las exigencias básicas que constituyen esa manera de ayudarse los pueblos entre sí, creciendo mutuamente, mutuamente aupándose.

Porque la solidaridad supone el reconocimiento de la identidad del otro, de su intransferible alteridad. Supone el reconocimiento de la independencia de las comunidades que se vinculan espontáneamente. Sólo se puede ser solidario con quien uno reconoce libre e igual.

La autonomía de los pueblos, la igualdad de pueblos y personas, la socialización de la vida -sus bienes, sus desafíos, sus esperanzas- son condición indispensable para vivir y convivir la solidaridad, sin paternalismos, sin dependencias, sin arrogancia, sin humillación. (Un imperio, una transnacional, la burguesía, dan limosnas -las echan desde arriba o prestan con calculados intereses-. El FMI -por citar un monstruo social contemporáneo que nos acosa día a día- es todo lo contrario de la solidaridad internacional).

  1. Salmo 71 (Música)

Dios mío, confía tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan paz,

y los collados justicia;

que él defienda a los humildes del pueblo,

socorra a los hijos del pobre

y quebrante al explotador.

Que en sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna;

que domine de mar a mar,

del Gran Río al confín de la tierra.

Él librará al pobre que clamaba,

al afligido que no tenía protector;

él se apiadará del pobre y del indigente,

y salvará la vida de los pobres;

él rescatará sus vidas de la violencia,

su sangre será preciosa a sus ojos.

  1. Evangelio: Frases de los evangelios.Trabajar por la paz es trabajar por la justicia.
  • Mt 5, 9: Bienaventurados los que trabajan por la Paz, porque serán llamados hijos de Dios
  • Is 32, 17: “el fruto de la justicia será la paz, la obra de la justicia será la tranquilidad y seguridad para siempre “
  • Lc 2, 14 : “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra gracia y Paz a los hombres en quienes él se complace”
  • Mt 26, 52: Jesús le dice al que sacó la espada que la guarde “porque todos los que empuñen la espada, perecerán a espada”
  • Jn 14, 27: La paz les dejo, mi paz les doy. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en uds. ni angustia ni miedo
  • Mc 9, 50: “Tengan sal en uds. y vivan en Paz unos con otros “
  • Juan 20:19: Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando reunidos los discípulos a puerta cerrada por temor a los judíos, entró Jesús y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. ¡La paz sea con ustedes!
  • “Que la Paz del Señor esté siempre con todos nosotros”
  1. Introducción al diálogo: Propuestas para la Paz

Esta semana tuvimos la oportunidad de escuchar a la representante de Médicos Sin Fronteras hablarnos de la necesidad de humanizar el mundo, de reconocer el valor supremo de la vida humana, de que ni fronteras ni estados deben prevalecer sobre la dignidad de las personas. El último cuaderno de CyJ tenía un título sugestivo: “Ante el dolor de los demás, ¡parémoslo todo!. Que la indiferencia ante el sufrimiento humano no anide en nuestros corazones. Que el consumo o las fake news no impidan que tengamos una mirada crítica de lo que pasa en el mundo que nos rodea. ¿Cómo reaccionamos ante el dolor de los demás?, ¿qué nos ancla a la inacción?, ¿a que prestamos atención? Sobre esto querríamos reflexionar.

  1. Ofrendas:
  • Libro de la comunidad
  • Libro de Casaldaliga
  • Documento denuncia de Sudáfrica por Genocidio
  • Bolsas Música de Vangelis
  • Pan y vino
  1. Anáfora
  2. Hoy estamos de fiesta y no debemos ocultar nuestro júbilo por la historia que nos une y nos enseña, aunque no olvidemos en ningún momento la deriva mundial hacia las guerras y, sobre todo ahora el drama incesante del pueblo palestino y el genocidio en Gaza que llena nuestras entrañas de misericordia y horror.
  3. Pero nuestra palabra quiere renovar la esperanza y aportar cuanto podamos en revertir esta situación fatídica, con la denuncia, la solidaridad activa, la exigencia a los responsables políticos y la apuesta internacional por una paz justa y duradera.
  4. Desde ese ánimo común de concordia y de solución real de los conflictos, elevamos nuestras voces para entonar el himno de alabanza al Dios de la vida y de la misericordia, al señor de la paz.

Todos: SANTO, SANTO… (Misa Salvadoreña).

  1. Reunidos en el encuentro más genuino de nuestra peripecia de la fe vivida en comunidad, ponemos a Jesús de Nazaret en medio de nosotros y le reconocemos como maestro y guía de nuestro recorrido humano y social y nos comprometemos a ser sus testigos y a proclamar su buena noticia frente a la violencia reinante y a extender la paz como causa de la justicia y como medio de liberación para la nueva humanidad que nos aguarda.
  2. Fieles a su recuerdo, rememoramos su última cena, en la que tomó el pan y se lo repartió a sus discípulos, diciendo:

Todos: Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y se lo pasó diciendo:

Todos: Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por toda la humanidad para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.

Éste es el sacramento de nuestra fe:

Todos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.

  1. Te pedimos señor por tu Iglesia peregrina en la tierra, dale tu luz y tu fuerza para que todo el pueblo de Dios construya nuevos caminos para cumplir la misión que nos has encomendado en el mundo. Conforta especialmente en estos momentos difíciles al Papa Francisco, digno seguidor tuyo, e ilumina sus esfuerzos por transformar la Iglesia para que anuncie tu Reino de Paz y Justicia. Concédele que el Sínodo en el que ha puesto tanta esperanza sea un signo de renovación y de profundo cambio y de fraternidad universal.
  2. Acuérdate Señor de todos nuestros comuneros que nos precedieron hacia tu presencia, ellos son también nuestros guías y la avanzadilla de nuestra esperanza. Tenlos a todas y todos en tu seno y admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
  3. Haznos humildes servidores de tu causa y permítenos ser útiles en la construcción de un mundo en paz para que cesen las guerras presentes y los genocidios abominables. Que podamos ser instrumentos de paz e impulsores de la justicia.
  4. Con esta voluntad activa de ser tus discípulos en esta coyuntura histórica, unimos nuestras manos y como seguidores de tu palabra, oramos como tú nos enseñaste:

Todos: PADRE NUESTRO…

  1. Compartimos ahora el pan y el vino como signo material de nuestra fraternidad, punto esencial de esta Fiesta, que luego continuaremos en todas sus dimensiones.

Durante la comunión MÚSICA DE VANGELIS

  1. Acción de Gracias

Un año más —y ya son unos cuantos— te damos gracias porque seguimos juntos, e incluso diríamos que incansables, en este empeño que tenemos de contribuir a que esta sociedad egoísta e insolidaria tenga alguna fisura por la que pueda colarse y penetrar el inmenso regalo que nos diste al decir aquello de “mi paz os dejo, mi paz os doy”.

Esta reunión celebrativa de nuestro santo patrón viene siendo como el elemento fijador de ese proyecto de utopía y te damos gracias porque no pensamos que la utopía sea un imposible, sino únicamente lo que aún no ha tenido lugar, pero puede llegar a tenerlo. Como somos incorregibles, y de ello también te damos gracias, seguimos apostando por la PAZ.

  1. Entrega de semilla (grano de mostaza), todo el Consejo. Se canta Muchas flores tienen que nacer
  1. Invitación para pasar a compartir una experiencia de comida comunitaria, como parte inseparable de la propia celebración que hemos vivido y expresión de la PAZ
  2. Cantamos Gaudeamus Igitur