Belén, 2 de septiembre de 2013 – Una vez más, los tambores de guerra están sonando en nuestra región. Una vez más, Estados Unidos está promoviendo esta guerra, esta vez contra Siria. Y una vez más, Estados Unidos y algunos países europeos y árabes la están justificando en nombre de la democracia, los derechos humanos, así como de la propia humanidad.

Hemos escuchado todo esto antes… Muchas guerras lideradas por América y Europa han sido libradas en estas tierras, y todavía se está librando, bajo los mismos pretextos. Ninguna de estas guerras ha logrado la paz, la seguridad y la democracia. Por el contrario: han sembrado la inestabilidad política y social y han estimulado el surgimiento y expansión de  movimientos extremistas.

 

La esperada pero temida guerra en Siria, fundamentada en que el régimen sirio ha utilizado armas químicas, solo intensificará el sufrimiento del pueblo sirio. Kairos Palestina, que está en contra de la injusticia, está horrorizado y preocupado por el uso de armas químicas en Siria, a la espera de las conclusiones de la comisión investigadora de la ONU sobre los autores de este crimen. Sin embargo, estamos seguros de que cualquier respuesta militar simplemente agravará la situación y  aumentará el desastre civil.

Debemos recordar la tragedia de Irak y la guerra emprendida en su contra en 2003. Los Estados Unidos iniciaron esta guerra bajo el pretexto de que el régimen iraquí poseía armas de destrucción masiva – algo que, como el ex secretario de Estado de EE.UU. Colin Powell ha admitido ya, era completamente falso, y fue utilizado para justificar el derrocamiento de Saddam Hussein y la ocupación de Irak. La consiguiente guerra asesinó, hirió y desplazó a millones de iraquíes. Más de un millón de cristianos iraquíes abandonaron el país. Desde todas las perspectivas, la tragedia está lejos de terminar.

Si los EE.UU., junto con alguno o varios países Europeos, procede a librar esta guerra, no será mejor que la intervención de la OTAN en Libia: una intervención que destruyó la infraestructura estatal y ayudó a desencadenar una guerra civil, con consecuencias que aún no han terminado en Libia y la región en su conjunto. No podemos comprender cómo un asalto militar contra Siria – una nación profundamente fragmentada y asediada por la violencia- traerá algo diferente. De hecho, la guerra sólo empeorará su difícil situación. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha descrito cínicamente el deliberado asalto como «bombardeos de precisión», pero la historia reciente demuestra que este concepto es imposible. Los desastres se desencadenan fuera de control tan pronto como los misiles son disparados y tememos las repercusiones que afectarán a toda la región e incluso más allá.

El pueblo de Siria merece una vida mejor, más segura y justa basada en el respeto de sus derechos humanos – pero estos deben ser logrados por los propios sirios, en su propio contexto. La intervención externa provocará más destrucción y empujará al pueblo sirio aún más a una guerra civil implacable.

Kairos Palestina condena los llamamientos a la guerra, y apelamos a todos los países del mundo – ya sean estados occidentales o de nuestra área – a ayudar a Siria a mantenerse, a negociar la paz entre todas las partes sirias implicadas, y a dejar de apoyar a los grupos armados que entran desde fuera del país.

Hacemos un llamamiento a las iglesias de todo el mundo, así como a otras redes y organizaciones de la sociedad civil, a tomar postura en contra de esta guerra que no anuncia ninguna paz justa.

Felicitamos a la Cámara de los Comunes del Reino Unido ante la decisión de rechazar su participación en la posible guerra contra Siria, e instamos al Congreso de los Estados Unidos a hacer lo mismo.

Todos nos enfrentamos, hoy en día, a un callejón sin salida y a un futuro que solo promete sufrimiento…, (Un momento de verdad 05:01), así que vamos a seguir actuando en concordancia con Dios y con la voluntad de Dios contruyendo, resistiendo al mal y acercando el día de la justicia y la paz.

Kairos Palestina