PROCLAMACION DE LA VIDA 2 Abril 2017
Saludo y acogida
Presentación del tema
La liturgia oficial de la Iglesia toma como lectura del evangelio en este tercer domingo de cuaresma la narración de la resurrección de Lázaro del evangelio de Juan (11, 1-45) como anuncio antes de la pasión de la propia resurrección de Jesús. El texto es una elaboración teológica en la comunidad del apóstol Juan acerca de la resurrección personal, la muerte no es el final de la vida, Cristo ha vencido a la muerte, el texto pone en boca de Jesus : “Yo soy la resurrección y la vida, quien cree en mí aunque muera, no morirá para siempre “En la narración, Jesús actuando por el poder divino -”gracias , Padre porque me has escuchado”- no resucita a Lázaro sino que lo devuelve a la vida mortal, Lázaro revive, no resucita.
¿Qué entendemos pues por resucitar?
La filosofía aportó desde Platón unas pruebas de la inmortalidad del alma, el alma no es corruptible como la materia , luego es inmortal. Todas o casi todas las culturas pensaron en un más allá de la vida o en “otra vida”. Hay un radical anhelo en el hombre de sobrevivir que va más allá del instinto animal de supervivencia. Unamuno escribió insistentemente sobre un “hambre de inmortalidad”en el hombre.
En el amor más puro de que somos capaces, en la entrega a la acción justa, en situaciones límites nos colocamos vivencialmente, ciertamente, más allá del tiempo y espacio, con un atisbo de inmortalidad o eternidad . Es solo una intuición o un atisbo, en que nos confirma, (o no) la fe en la resurrección o vida eterna que nos anuncia Jesús.
Si pensamos en la resurrección no como un más allá de la vida, u otra segunda vida, es preciso pensar que la vida es más que lo que sabemos por la ciencia; la biología se atiene a lo observable y cifrable, sabemos casi todo sobre cómo surge la vida a partir de la materia, pero no por qué surge y qué es la vida, la biología no tiene que decirnos nada sobre el sentido de la vida.
Si la resurrección no es simple sobrevivir, la vida que estamos viviendo es ya vida eterna. Pero la fe en la resurrección no es una creencia más en la que estamos, es más una tensión que un bienestar, es la gran tensión vital, la gran tarea tal vez de que habló Rilke cuando escribió “Hay una vieja enemistad entre la vida y la gran tarea”.
Sin duda será preciso superar el impulso egoísta del simple sobrevivir, y vencer el miedo a la muerte para entregarse a la vida que Jesús nos ofrece.
Canto: Gracias a la vida. Pag 54 l
Lectura evangelio Juan 11 del 1-45 Yo soy la resurrección y la vida
NARRADOR: En aquel tiempo, [un cierto Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana, había caído enfermo. María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro.]
Las hermanas, Marta y aría, mandaron recado a Jesús, diciendo:
MARTA Y MARÍA:«Señor, tu amigo está enfermo.»
NARRADOR: Jesús, al oírlo, dijo:
JESUS:«Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
NARRADOR: Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos:
JESUS: «Vamos otra vez a Judea.»
NARRADOR: Los discípulos le replican:
DISCIPULOS: «Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver allí?»
NARRADOR: Jesús contestó:
JESUS: «¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de este
mundo; pero si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz.
NARRADOR: Dicho esto, añadió:
JESÚS: «Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo.»
NARRADOR: Entonces le dijeron sus discípulos:
DISCÍPULOS: «Señor, si duerme, se salvará.»
NARRADOR: Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Entonces Jesús les replicó claramente:
JESÚS: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de que no hayamos estado allí, para que creáis. Y ahora vamos a su casa.»
NARRADOR: Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos:
TOMÁS: «Vamos también nosotros y muramos con él.»]
NARRADOR: Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado.[Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano.] Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús:
MARTA: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
NARRADOR: Jesús le dijo:
JESÚS: «Tu hermano resucitará.»
NARRADOR: Marta respondió:
MARTA: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
NARRADOR: Jesús le dice:
JESÚS: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
NARRADOR: Ella le contestó:
MARTA: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
NARRADOR: [Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja:
MARTA: «El Maestro está ahí y te llama.»
NARRADOR: Apenas lo oyó, se levantó y salió adonde estaba él; porque Jesús no había entrado todavía en la aldea, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía deprisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole:
MARÍA: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano.»]
NARRADOR: Jesús, [viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban,] sollozó y, muy conmovido, preguntó:
JESÚS:«¿Dónde lo habéis enterrado?»
NARRADOR: Le contestaron:
JUDIOS: «Señor, ven a verlo.»
NARRADOR: Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban:
JUDIOS:«¡Cómo lo quería!»
NARRADOR: Pero algunos dijeron:
JUDIOS: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?»
NARRADOR: Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús:
JESÚS: «Quitad la losa.»
NARRADOR: Marta, la hermana del muerto, le dice:
MARTA: «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.»
NARRADOR: Jesús le dice:
JESÚS:«¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»
NARRADOR: Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo:
JESÚS: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.»
NARRADOR: Y dicho esto, gritó con voz potente:
JESÚS: «Lázaro, ven afuera.»
NARRADOR: El muerto salió, los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo:
JESÚS: «Desatadlo y dejadlo andar.»
NARRADOR: Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Algunos de ellos, sin embargo, fueron a ver a los fariseos y les refirieron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos reunieron entonces una sesión del Consejo y, …… aquel día acordaron matarlo.
Presentación del diálogo:
El pasaje de la «reviviscencia» de Lázaro, que acabamos de escuchar, no es la crónica de un hecho real, sino una elaboración teológica en forma de narración, con la que Juan y su comunidad expresan una creencia fundamental: que la muerte no es la última frontera. Según Juan, antes de enfrentarse a la muerte Jesús se manifiesta como Señor de la vida declarando que Él es la resurrección y la vida, que quienes crean en Él no morirán para siempre…. Así, pocos días antes de ser asesinado, Jesús habría revelado en Betania la mayor de sus utopías: que Dios liberará a los seres humanos de la muerte.
El texto nos plantea el gran reto de la resurrección. Precisamente porque, la de Lázaro no fue una resurrección. A Lázaro simplemente se le dio una prórroga, un suplemento… de esta misma vida, pues Lázaro tenía que volver a morir. Así que, resucitar-resucitar…debe ser otra cosa.
Cómo entender eso de la resurrección? Es muy probable que en la cabeza de muchos de nosotros perviva una idea de «resurrección» arcaica. Que imaginemos la vida resucitada un poco como «prolongación, suplemento.» de ésta de ahora; que hay un «segundo piso» al que subimos tras la muerte y que allí continuaremos viviendo»… aunque sea con cuerpos espirituales… Esa visión supone mantener la dualidad entre dos mundos, el actual y el del más allá, el de arriba y el de abajo; creer que Dios nos creó aquí primero para luego llevarnos a un lugar definitivo….Pero ese no parece que fuera el pensamiento y, sobre todo, la praxis de Jesús.
Hoy, si queremos escuchar a la ciencia y no seguir anclados en «creencias» de las religiones de la edad agraria…, es necesario aceptar que «no sabemos o no podemos expresar bien» el misterio que es la Vida en que creemos. Pero SÍ sabemos que esa superación de la muerte es una idea-fuerza central en el evangelio, que son muchos los creyentes actuales que experimentan que se puede ser cristiano sin creer en dos mundos, sintiéndose en un solo mundo, éste, y que el Cristianismo nos urge, como hizo Jesús, a cargar con la realidad que nos rodea, para crear vida en medio de todas las muertes, y que la vida sea un don inalienable para todos, especialmente para quienes cada día lidian con la muerte, física o civil,
Por ello, al igual que la comunidad de Juan, ofreció una respuesta al misterio de la Vida, afirmando que Dios libera a los seres humanos de la muerte, nos planteamos hoy como comunidad del siglo XXI
A) Cómo entendemos la resurrección que Jesús ofreció a cuantos creen en él?
B) El anuncio de ‘Vida sin fronteras’ del evangelio ¿nos moviliza a “cargar con la realidad de nuestro mundo” para crear nueva vida, o nos sirve más de tranquilizante por la promesa de ‘otro mundo’ en plenitud?
Canto: Acuérdate de Jesucristo Pag 37
Ofrendas:
- Libro CEB San Pablo (rama de higuera)
- Mención de todos los compromisos de vida que cada uno tenemos (rama higuera)
- Bolsas Música: ADIEMUS Cantus Inaequalis
- Pan y vino
Anáfora
L1. Aunque nos sentimos débiles y confusos para entender el misterio de la Vida, queremos alabarte y darte gracias hoy, Dios Padre y Madre de toda la Humanidad, porque has sembrado en nosotros la confianza de que la muerte no es la última frontera, sino el acceso a otra forma de vida.
TODOS: Así nos lo han testificado las primeras comunidades cristianas que ponen en boca de Jesús la más osada de las declaraciones: YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA: EL QUE CREE EN MÍ, AUNQUE HAYA MUERTO, VIVIRÁ; Y EL QUE ESTÁ VIVO Y CREE EN MÍ, NO MORIRÁ PARA SIEMPRE”
L2. Nos llena de regocijo ese testimonio de Jesús que resume una aspiración compartida por tantos pueblos y civilizaciones, y que nos revela la mayor de las utopías anunciadas por Jesús: que Dios liberará a los seres humanos de la muerte.
L3. Y, aunque sabemos que la resurrección no debe comprenderse bajo la categoría de milagro, pues no es un hecho empírico, pone de relieve que el nuestro es un “Dios de vivos”, que siembra vida por doquier y nos invita a un estilo de vida centrado en el seguimiento de Jesús, porque esa es ya “vida eterna”.
TODOS: Sabemos, sin embargo, que Resucitar es doblegar lo imposible, y es sinónimo de todo lo bello y lo bueno de nuestro mundo. Como la luz del alba, resucitar es salir de la oscuridad y de la nada y poner un arcoíris sobre la tierra.
L4. Resucitar es abrir manantiales y hacer correr ríos sobre la superficie de la tierra; resucitar es dar agua de vida a todas las vidas. Porque el Dios de la vida se complace en que todas las vidas vivan.
L5. Resucitar es poner palabras de concordia y de amistad, de amor ardiente en la vida. Porque Dios se hizo palabra y la palabra es el primer testigo de la resurrección.
L6. Porque nos llena de satisfacción y esperanza esa promesa de una vida sin fin compartida con todos los hermanos, te damos gracias y cantamos
Santo, Santo, Santo…… (Misa salvadoreña, pág. 78)
L7. Resucitar es reconocer que no estamos solos en el mundo, que existimos desde el cuidado, la compañía y el apoyo de muchos compañeros de viaje.
L8. Resucitar es sentir la confianza de que, en medio de una tierra arrasada por el dolor, la insolidaridad y la guerra, siempre aparecen destellos de luz y de vida digna.
L9. Resucitar es sentir la esperanza en el corazón; sentir que podemos vivir una vida nueva; que nos hemos comprometido a ser libres y liberarnos de nuestros miedos.
TODOS. Resucitar es afirmar, convencidos, que la Causa de Jesús, el Reinado de Dios, es el valor fundamental de nuestra vida, el que da sentido a nuestra existencia, por el que nos mantenemos en pié
L10. Reafirmamos su presencia entre nosotros, actualizando la memoria de su última Cena, cuando, tras anunciar su pasión y muerte, adelantó su confianza en la resurrección, compartiendo el pan y el vino con los que le habían seguido:
TODOS: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
L11. Lo mismo hizo al pasar la copa de vino, mientras decía:
TODOS: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, QUE SELLA LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA Y QUE SERÁ DERRAMADA POR TODA LA HUMANIDAD, PARA QUE TODOS TENGAN VIDA EN ABUNDANCIA. HACED ESTO EN MEMORIA MIA.
PROCLAMAMOS TU MUERTE Y ANUNCIAMOS TU RESURRECCIÓN. VEN SEÑOR, JESÚS
L12. La resurrección es la experiencia fundamental del que cree en Jesús. Por El sabemos que resucitar es repartir pan en todos los hogares necesitados, es acoger al forastero, dar cobijo a los “sin techo”; abrir ventanas al futuro a tantos jóvenes que viven sin horizontes..; vivir la ternura con las víctimas todo el mundo.
TODOS. Resucitar, en una palabra, es tener la fe de Jesús: su actitud ante la historia, su Causa, su opción por los pobres, su propuesta, su lucha decidida…
L13. Porque Jesús ha proclamado que Dios nos resucita ya, sin esperar a un fin del mundo, y nos resucita plenamente, es decir, sin separar cuerpo y espíritu, alzamos la copa y brindamos….
¡POR EL, CON ÉL Y EL, A TI, DIOS DE LA VIDA, TODO HONOR Y TODA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS……. ¡
Santo. Misa salvadoreña pag. 78
Padre Nuestro de la justicia. Pag 92
La Paz
Comunión Música REQUIEM Lacrimosa
Acción de Gracias
Hoy nos vamos cargados de esperanza, enamorados de las causas que nos hacen sentirnos vivos, confiados en que podremos salir de la obscuridad porque muchas luces nos iluminan, a pesar de los obstáculos que sin duda encontraremos y que se muestran tenaces en su intento de acallarnos, porque no estamos solos y nos cuidan y eso nos enseña a cuidar, porque las guerras no son lo último, sino una ocasión para elevar nuestra protesta y combatirlas con palabras y con gestos de amor, porque tenemos ideas y acciones para combatir las injusticias y por tantas cosas que nos llevan a creer en la resurrección aquí en la tierra.
COMPAÑERAS y COMPAÑEROS en el camino: Sintámonos parte de los que anhelan VIVIR, construyamos VIDA, vayamos a las PERIFERIAS para estar al lado de los que más lo necesitan y trabajemos juntos para construir un mundo más justo y solidario, una utopía hacia la que juntos caminamos.
Avisos
Canto: Hombres nuevos Pag 7l