Por qué nos bautizamos? 8 de diciembre de 2019
Bautizo de Ana, Diego y Olivia
(familia de Miguel y Emi)
¿Por qué se bautizó Jesús y por qué nos bautizamos nosotros?
- 1. Saludo y presentación tema Buenos días. Bienvenidos todos y todas. Bienvenida especialmente esta familia que, con el bautismo de tres de sus miembros Ana, Diego y Olivia, su opción por el seguimiento de Jesús y su evangelio.
Los cristianos consideramos este gesto como un “nuevo nacimiento”. A la alegría del nacimiento de vuestros ojos en la familia, se une ahora la alegría de vuestra decisión de optar por otra familia más grande, la familia de Jesús.
El bautismo es esencial para la comunidad cristiana. En la carta a los Efesios Pablo sitúa el bautismo entre los fundamentos de la comunión que une a los discípulos de Cristo. «Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados, la de vuestra vocación. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos…» (Ef 4, 4-6).
Con él nos constituimos como pueblo de Dios y miembros vivos de la Comunidad de creyentes. Por la acción del Espíritu Santo participamos de todos los dones y gracia que los regala el Resucitado.
Es este mismo Espíritu el que nos da la posibilidad de llamar a Jesús “hermano” y nos lleva a construir el reino de Dios que él vino a instaurar y que nosotros debemos continuar para el bien de todas y de todos. He aquí nuestra grandeza y nuestra responsabilidad: ser portadores del mensaje salvador de Jesús para el mundo entero.
Pero antes nos debemos comprometer a iniciar un cambio de vida. Así lo entendió la primitiva Comunidad Cristiana que vio en el bautismo la purificación y el perdón, pero mucho más la nueva vida que engendraba.
Los adultos bajaban a la pileta de agua representando así la purificación y luego subían por el otro lado, asociando este gesto a la resurrección, como un renacer a la nueva vida, saliendo del vientre materno
Pero antes de salir, desde adentro de la pileta y en contacto con el agua, se realizaba la purificación y la promesa del cambio de vida. Es más grande la vida que viene de Dios, que el pecado que pueda haber en nosotros.
Esta comunidad será la mediadora…
- Presentación de los que van a ser bautizados. Un día, Diego les dice a sus padres que desea ir a catequesis con un amigo suyo, porque los dos desean hacer su primera comunión. El párroco que es un hombre mayor y que por sus ideas avanzadas lo tienen en la pobre parroquia de Camas, los acoge y durante los dos años de catequesis su madre también se siente llamada a recibir formación de adultos y solicita también el bautismo junto a su pequeña Olivia. La pequeñita no sabe lo que quiere, pero todos se comprometen a ir formándose en los valores humanos y cristianos, junto a su padre Miguel Ángel que ha crecido en esta Comunidad y por esto su interés en que se bauticen aquí, dónde él y su hermano Joan, hicieron su Primera Comunión en esta Comunidad.
Por lo tanto Evaristo, si ellos desean, te pedimos que los bautices.
- 2. Canto: Vienen con alegría, P.6 (2 primeras estrofas).
3 Lecturas
- 1ª Lectura el Evangelio del Bautismo de Jesús, Mat 3, 13-17
- Música ambiental “Istambul Gulumkam” (Marcial)
- 2ª Lectura Resumen del texto de José Arregui
¿Por qué se bautizó Jesús y por qué nos seguimos bautizando?
- (Extracto de un escrito de José Arregui)
Es un hecho históricamente seguro que Jesús se bautizó, y que el bautismo marcó en su vida un antes y un después.
Tenía unos treinta años, y tomó una decisión determinante: dejó su aldea de Nazaret, dejó su trabajo, dejó su familia, lo dejó todo y se fue adonde Juan Bautista, a orillas del Jordán. ¿Qué es lo que le empuja? ¿por qué se va? ¿qué piensa en su mente? ¿qué lleva en el corazón?
La respuesta está en Juan Bautista. Juan era un gran profeta que, como todos los profetas, intuía las claves profundas de su tiempo. Juan percibía la miseria de los campesinos y la crueldad del imperio romano sobre sobre todos los pueblos dominados. Pero veía también que no debían resignarse, que la liberación era posible, que el aliento vital de Dios era más fuerte que todas las fuerzas opresivas. E invitaba a todo el mundo a sumergirse en el agua del Jordán y emerger del agua como signo de cambio del corazón y de un mundo nuevo.
Y eso fue lo que atrajo a Jesús. El mensaje de Juan le llegó al corazón, y tanto le llegó, que lo dejó todo y se fue adonde Juan, como tantos otros, pidiéndole ser bautizado.
¿Por qué nos bautizamos, hoy? No nos bautizamos porque seamos culpables de un pecado de origen, como enseñó en el siglo V San Agustín, sino porque somos amados desde el origen y porque creemos en la gracia original. No somos hijas e hijos de Dios porque nos bautizamos, sino que nos bautizamos porque somos hijas e hijos de Dios.
Nos bautizamos porque creemos que el bien es más originario que el mal, y porque queremos renovar el mundo en la bondad originaria de Dios. Nos bautizamos porque creemos en la bondad del ser humano, y esperamos un mundo mejor. Nos bautizamos porque esta crisis económica que padecemos la queremos resolver no desde el interés de los más ricos sino desde el interés de los más pobres, y porque queremos dar una salida diferente al angustioso problema de los inmigrantes, porque no queremos que haya ningún imperio en el mundo. Nos bautizamos porque queremos participar solidariamente con Jesús en la implantación del plan de Dios en este mundo. Por eso nos bautizamos.
- Palabras para presentar la ceremonia del Bautismo.
*Antes del rito: Esta pregunta: ¿Cómo queréis que os llamemos?
*Y esta otra: ¿Por qué queréis bautizaros?
Nosotros vamos a ser solo MEDIADORES de cariño y de la ternura de Dios con vosotros… TESTIGOS Y CÓMPLICES de vuestra alegría a realizar este gesto.
Nos os vamos a dar ninguna BENDICIÓN ESPECIAL pues ya estáis bendecidos desde vuestro mismo nacimiento,
No os vamos a aplicar NINGÚN RITO DE PURIFICACIÓN, pues vosotros ya estáis limpios por ser parte importante de la creación de Dios. No habéis heredado ninguna culpa ante Dios, aunque siempre os acompañarán las heridas de este mundo nuestro, insolidario y consumidor, en el que habéis nacido…
Tampoco habéis perdido, hasta ahora, NINGÚN PARAÍSO, pues el paraíso para los cristianos está al final del recorrido de nuestra vida, no al principio.
Os acompañamos en vuestro bautismo porque también nosotros y nosotras creemos en la BENDICIÓN UNIVERSAL DE DIOS PARA TODAS SUS CRIATURAS. Una bendición que a los humanos nos hace hijos e hijas de su amor y su ternura… herederos de sus gracia y solidarios con nuestros hermanos y el planeta donde vivimos.
- Celebración del Bautismo
- AGUA: El agua siempre ha estado asociada al Espíritu de Dios. En el libro del Génesis se dice que “El espíritu de Dios se cernía sobre las aguas turbulentas y el caos”. JESUS DE NAZARET se bautizó en le Jordán y asoció los momentos más importantes de su vida y de su práctica al agua y al Espíritu… Llegó a decir que quien creyera en él “ríos de agua viva iban a correr por su seno”. El agua es, pues, símbolo de la presencia del Espíritu que pone orden en el caos, luz en la noche, vida en la muerte.
ORACIÓN. Te pedimos Señor, que el poder de tu Espíritu, que remansó hace tres mil años, durante el bautismo de Jesús, sobre las aguas de Jordán, descienda sobre estas aguas del bautismo de ANA, Diego y Olivia para que inmersos en el caudal de tu amor y gracia, se llenen del Espíritu de Jesús, tu Hijo que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
BAUTIZO: Todos dicen la fórmula sobre cada uno: ANA, yo te bautizo….
ACEITE: En tiempo de Jesús y en las primeras comunidades cristianas se ungía con aceite a los reyes, sacerdotes y profetas, a quienes ponían sus personas al servicio de la comunidad desde sus diferentes carismas. El aceite es símbolo de energía y de fuerza, sobre todo asociado a la luz: El aceite, la arder, rompe las tinieblas y todo lo llena con su claridad… Ungimos con aceite la frente de … …. …. Pidiendo que Dios los llene de luz y que lleguen a iluminar con su luz a las personas y a cuanto las rodee en la vida
ORACIÓN: El Dios de todas las luces que os ha incorporado a los seguidores de Jesús por le agua y el Espíritu, os consagre con este aceite para que entréis a formar parte del pueblo de Jesús y seáis para siempre hermanos y hermanas que llevan la luz y la alegría al mundo donde viváis. Amén
DOS SÍMBOLOS:
* El Paño blanco: es símbolo de la dádiva de bautismal: El blanco pascual es la suma de todos los colores del arcoíris y para vosotros hoy es un verdadero día de Pascua. Vosotros también estáis, por su amor, vestidos de todas las gracias que acompañan a los seguidores de Jesús resucitado y presente, también hoy, entre nosotros.
* Vela encendida: Es vuestra tarea de iluminar con los valores del evangelio el mundo donde os mováis: “Vosotros sois la luz del mundo… Si la luz se apaga, el mundo se quedará en tinieblas…
ORACIÓN: A vosotros, padres y padrinos os confiamos esta luz. Que Ana … … … sean hijos de la luz va a depender, en gran medida, de vosotros. Ayudadlos a proseguir el camino de Jesús con alegría y gozo, ese camino que es Luz, Verdad y Vida…¡Felicidades!
San Pablo nos recuerda cuáles son las virtudes que debéis cultivar los que hemos sido bautizados: «Elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente el uno al otro…Y por encima de todo esto revestíos de amor, que es la vida de los hermanos”. (Col 3: 12-14).
TODOS.- Y nosotros/as os recibimos como hermanos en Jesús y os pedimos que nos unamos para denunciar las…etc
Que así sea.
- Después un gran Aplauso y
- Canto “Juntas para soñar” Pág. 6 ( 2 estrofas) mientras se canta, el equipo, va poniendo la mesa para la Eucaristía, adornamos con hiedra y flores se ponen la velas del bautismo, el pan y el vino QUE VA A SER EL OFERTORIO, las bolsas
- 1. Anáfora
Que el Señor esté con todos nosotros. Y ¡levantemos el corazón!
Todos.- ¡Lo tenemos levantado hacia el Señor!
Gracias especialmente hoy, que acogemos en esta comunidad a estos nuevos bautizados. Bautizarse es percibir el espíritu bienhechor de Dios, sentir su amor compasivo; es querer ayudar al espíritu de Dios a renovar el mundo, a luchar contra las injusticias y a aliviar los sufrimientos. Y es comprometerse a que los pequeños crezcan con este mismo espíritu.
Todos.- Nos alegramos porque habéis comprendido que no sois hijos de Dios por bautizaros, sino que os bautizáis porque os reconocéis como hijos de Dios.
Os acogemos porque creemos que toda la humanidad somos hermanos en Jesús, y porque queremos que su Iglesia sea hogar y signo de la fraternidad universal.
Os bautizamos porque creemos en la bondad de Jesús y nos alegramos de que queráis ser partícipes de ella.
Todos.- Reunidos en torno a esta mesa, proclamamos la universalidad del proyecto de Jesús y recordamos que su seguimiento exige el compromiso con ese proyecto de humanidad que postula la fraternidad entre todos, sea cual sea su origen o condición.
Como símbolo y muestra de su entrega, en la cena de despedida de Jesús con sus amigos, cuando partió el pan y les dijo “Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo” y cuando les ofreció la copa diciendo “Tomad y bebed todos de ella porque es el cáliz de mi sangre que será entregada por vosotros y por todos” les estaba encargando que también ellos se entregaran, que mantuvieran su mensaje y lo transmitieran a las generaciones futuras. Por eso, también les dijo “Haced esto en conmemoración mía”.
Todos.- Por ello, al compartir este pan y este vino, estamos compartiendo el compromiso de Jesús y con él hoy celebramos vuestro acogimiento.
Que sepamos, pues, hacer nuestro el compromiso renovado en esta eucaristía porque, realmente, éste es el sacramento de nuestra fe.
Todos.- Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven Señor Jesús!
Queremos recordar ahora a aquellos que hoy no pueden estar acompañándonos y quisieran hacerlo y a las personas cercanas a nosotros que nos han antecedido en este camino y ya fueron llamadas, para que su espíritu os acompañe y os dé fuerzas para el camino (espacio de silencio o de recuerdo de algunas personas en concreto).
Y con la alegría que sentimos hoy por acogeros entre nosotros, nos dirigimos al Padre con la oración que Cristo nos enseñó:
Todos.- Padre nuestro…
(desde nuestro sitio) Abrazamos ahora a quienes tenemos a nuestro lado para darnos la paz de Cristo. Que su paz esté con nosotros, como nosotros nos la transmitimos mutuamente.
Y dichosos somos por ser invitados a la mesa del Señor. Compartiendo este pan y este vino como Jesús nos pidió, nos comprometemos a trabajar por su Reino.
Todos – Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero mi compromiso y tu palabra bastarán para hacerme digno.
- COMUNIÓN con música ambiental “Istambul Gulumkam”
- Acción de gracias. Quiero dar gracias a Dios por estos nietos que son una maravilla y por supuesto a sus padres, padrinos y también a la Comunidad que hoy los acoge en el inicio de su vida cristiana. Por todo ello te damos gracias Señor
Gracias señor, porque tu encarnación fue tan humana y tan cercana a nuestra realidad, que instituiste signos de gracia paralelos a nuestra vida cotidiana: nacemos, crecemos y vivimos hasta que nos llamas. De esta manera recibimos hoy a Ana, a Diego y a la pequeña Olivia que han renacido y han dado sus primeros pasos a una vida nueva cargada de utopía, de compromisos y de tareas pendientes que deben ir realizando cada día en su entorno y en este mundo tan hermoso pero tan maltratado que casi se nos muere.
Solo desearles que los guíes, Señor, para que sean consecuentes con el paso que hoy han dado. Que así sea.
*El Consejo felicita y acoge a los nuevos bautizados (José Manuel)
- Canto: Llega el día, p. 42