CELEBRACION DE LA PENITENCIA 14-DIC-2012
Introducción
Lectura teatralizada
GRUPO 1.- Por favor, ¿me puedes …
LECTOR.- Perdón, tengo que arreglar cosas del trabajo…
GRUPO 1.- ¿Tú tienes trabajo? Yo no lo consigo
GRUPO 2.- Buenos días, ¿me puede comprar…
LECTOR.- No, lo siento, ahora no, estoy cansado…
GRUPO 2.- ¿Tú estás cansado? Yo llevo todo el día en la calle
GRUPO 3.- ¡Hola, amigo! Mira…
LECTOR.- Perdón, tengo prisa por llagar a casa…
GRUPO 3.- Tienes suerte. Yo no tengo casa.
GRUPO 4.- Por favor, hermano, necesito…
LECTOR.- ¡Si es que a mí me han bajado el sueldo, lo siento!
GRUPO 4.- Tú tienes sueldo. Yo sólo lo que saco día a día…
GRUPO 1.- ¡Hola, buenos días!
LECTOR.- Perdón, no soy de aquí, voy de paso…
GRUPO 1.- Yo tampoco. Mi tierra está muy lejos…
GRUPO 2.- Buenos días, ayúdame para comprar…
LECTOR.- Ahora no puedo. Me espera la familia.
GRUPO 2.- Yo estoy solo(a). Mi familia quedó en mi tierra.
LECTOR.- Cerca de nosotros hay personas como éstas: están cansadas todo el día en la calle. Muchos no son de aquí, ellos están fuera de casa. Otros muchos no tienen aquí la familia que los acoja.
Alguna vez hemos pasado junto a ellos sin mirarlos. Teníamos prisa, quizá por llegar a casa. O a lo mejor nos hemos escudado en que nuestras posibilidades económicas han bajado. O, si no, estábamos pensando en nuestro trabajo, en nuestras ocupaciones.
Es verdad, la magnitud del problema es tan grande que ninguno podemos resolverlo. Pero quizá alguna vez nos hemos refugiado en ello, o nos ha podido servir para justificarnos. Seguro que ver alguna situación semejante, o ver cómo hemos respondido ante ellas, al menos nos ha hecho alguna vez pensar. Podemos hacerlo ahora en común, plantear en voz alta nuestra reflexión ante situaciones parecidas y cuántas veces dejamos de hacer lo que pudiera ayudar a los demás. Meditémoslo en silencio y quienes lo deseen pueden compartirlo en voz alta.
Se deja un tiempo para los que quieran expresarse
Lo que verdaderamente importa ahora es preguntarnos:
¿Hemos hecho lo suficiente?
¿Hemos sido suficientemente solidarios?
Lectura de Mateo5, 23-24
Canción Pag30,num35
Oración de Perdón
Grupo . Queremos aplaudirte, Padre nuestro, hasta rompernos las palmas de las manos, porque siempre te vemos al lado de los débiles. Porque apuestas por los huérfanos, los esclavos, las viudas, los marginados de la sociedad.
Todos. Por nuestra parte, reconocemos que, a pesar de confesarnos creyentes, seguimos cómodamente instalados en la injusticia, dejándola que siga su curso, sin hacer casi nada por remediarla.
Grupo . Pero queremos despertar del sueño y reencontrar la actividad. Pues nos sentimos responsables de nosotros mismos, de la sociedad y, en alguna medida, también de la Iglesia.
Todos. Queremos romper las cadenas y unirnos a aquellos que, libres de toda atadura, intentan alcanzar para todos una vida más humana.
Grupo . Unidos a ellos y a Jesús, te dedicamos la firme decisión de ser fieles al evangelio, de trabajar activamente por una sociedad nueva, y un estilo de vida más solidario y fraterno.
Todos. Gracias, Padre, por estos deseos de conversión. Nos alegramos por la fuerza interna que sentimos, y por la misericordia compasiva de tu amor gratuito.
Grupo . Percibimos que nos regeneras al sembrar en nuestro corazón la esperanza, la alegría y la paz.
Todos. Por ello, desde nuestros renovados corazones unidos, en abrazo de reconciliación nos dirigimos a ti con la oración que Jesús nos enseñó:
Padre Nuestro Num106,pag92
Daos la paz y el perdón