Celebración de la Pascua                                         La Esperanza cristiana

EL  FUEGO  NUEVO

Dice la noche que todo era noche, cuando no había tiempo ni espacio extendido ni quien lo habitara…                        Dice la ciencia que solo fue un fuego que irrumpió formidable poblando el abismo de energía y materia…

Dicen los libros que todo fue palabra de un Dios creador invisible y cercano comprometido y bueno…    

 (Aquí se enciende la bengala; con ella u otro medio se enciende la hoguera).

Y desde entonces se agranda el espacio y vuela imparable el tiempo y se puebla de seres el seno del universo…             Y el fuego empuja alumbrando la vida madre: vegetal y tierna, caminante y sensible, pensadora y cierta…                      El fuego ilumina las noches del hombre; espanta las fieras, que amenazan al pobre en recursos  y fuerza…                     El fuego calienta los fríos inviernos; anima los juegos infantiles; sazona los alimentos…                                             Hasta abre los ojos al hombre buscador y le asemeja a los dioses, que retador le temen …                                             Y le arrebatan el fuego y castigan su audacia…

                       (Alguien coge la antorcha de mano del hombre, se retira y va lejos con ella… hacia el Olimpo)

Ahora, el fuego quema los bosques, como destruye las casas y devora cosechas y reduce a cenizas promesas y esperanzas…          

Pero Ya, el fuego es dominio del hombre: le sirve para seguir construyendo, creando arte, derrochando ingenio, apuntando y urgiendo al Espíritu a completar su Obra…                                    (Aquí el que preside enciende el  Cirio)

Que en esta noche santa enciende este Cirio, símbolo de la Presencia de un Dios, que no es celoso,  que quiere la gloria del Hombre, como su misma Gloria de Dios…  (Aquí se bendice el Cirio: Jesucristo, Alfa y Omega, principio y fin. Hacia Él viajan los siglos y toda la Humanidad, para ir alcanzando la Vida en plenitud, que Él nos ha prometido).                    

Y enciende nuestras pobres velas en su misma fuente de Vida, que salta hasta la Vida Nueva de hombres y mujeres resucitados…

(Se van encendiendo las velas. Y se inicia la marcha, hasta la sala de reunión, mientras se canta): “Oh Luz gozosa de la Santa Gloria del Padre celeste, Inmortal, Santo y Feliz Jesucristo”.

 PREGON PASCUAL 2011

Esta noche se nos anuncia la victoria de Jesús sobre la muerte, su victoria sobre las tinieblas. Noche en la que el odio no tiene lugar. Noche bendita y serena en la que triunfan la fe y el amor, en la que Cristo vence sin derramar mas sangre que la suya propia…dando el que más, sirviendo el que mas.

¡Alégrese la tierra con el resplandor de la nueva luz, porque no hay noche que no se acabe en día, ni invierno que no reviente en primavera. No hay muerte que no de paso a la vida ni se pudre la semilla sin resucitar en cosecha!

Esta es la noche en que esperamos contra toda esperanza. La noche que  hace posible pensar que la reinserción de los presos sea de verdad un hecho, que la gente de La Cañada sobreviva y pase a formar parte de la vida ordinaria de la sociedad,  la noche en que los inmigrantes se integran en nuestra sociedad.

¡Bendita noche en la que se sacuden nuestras conciencias, se anuncia el final de la opresión, y se vislumbra el momento en que se deponen las armas y las espadas se convierten en arados!  Hoy es la noche en la que descubrimos anunciado el futuro de la justicia, de la vida y la libertad en medio de un mundo desgarrado, convulso y desesperanzado!

Esta es la noche en que creemos que será posible un mundo respetuoso con la naturaleza. Un mundo en el que el dominio de los hombres sobre la tierra, que nos ha sido dada, no lleva necesariamente al infierno de la depredación sin sentido.

Porque esta es la noche que trae la buena noticia a los más pobres, que libera a los oprimidos y que trae, a los que sufren todo tipo de violencias, el bálsamo de la paz.

Esta es la noche en que asumimos que los caminos por los que los hombres y las mujeres construimos el reino pueden ser diferentes, no mejores ni peores. Asumimos el respeto a los demás. Asumimos el papel de samaritanos, porque “el otro” no es el infierno, “el otro” es  yo mismo

Esta es la noche en que, renovadas las promesas del Bautismo, y perdonados nuestros pecados de indiferencia o de omisión, nos comprometemos a terminar con las guerras y a luchar contra la supremacía de los mas poderosos sobre los más pobres, generadora de enormes sufrimientos para miles de inocentes a causa de la ambición de poder y de dinero

Esta noche, Señor, unidos en tu presencia, queremos proclamar el triunfo de la luz y el renacer de la vida. El triunfo de tu Resurrección que es la de todos. Con su resplandor, todos los que intentamos vivir comprometidamente la fe con  el pueblo que lucha y sufre, descubriremos que el futuro y la esperanza han comenzado a existir hoy mismo.

¡Bienvenida sea tu luz!

 EL AGUA: RENOVACIÓN Y VIDA

(Sonidos de agua)

1.- Desde el principio todo era agua, el Espíritu estaba sobre ella y en ella se engendró la vida.

2.- El agua es fuerza vital en el riego, en la savia y en el líquido amniótico que nos envuelve antes de nacer.

3.- En los pozos y en los manantiales del desierto los nómadas encuentran vida y alegría, y junto a ellos se celebran los encuentros y matrimonios.

4.- Las lluvias, los ríos y el rocío limpian nuestras inmundicias y nuestra civilización contaminada, pero sobre todo hacen germinar los campos, como un don de la madre tierra y como benevolencia del Dios creador.

5.- En Oseas, Yahve se compara  con la lluvia de primavera y al rocío que hace crecer las flores y en el libro de los Números, el justo es semejante al árbol plantado al borde de las aguas que corren y que son signo de bendición.

6.- Jesús es la fuente de agua viva, se lo dice a la Samaritana en el brocal del pozo de Jacob, “…si alguno tiene sed, que venga a mí y beba”

7.- El bautismo está todo repleto de símbolos, pero el agua es el elemento central. No es el bautismo de Juan, que era para el perdón, el bautismo cristiano es bautismo con agua y Espíritu, es Bautismo de vida. Es más grande la vida que viene de Dios, que el pecado que pueda haber en nosotros.

8.- Así lo entendió la primitiva Comunidad Cristiana que vio en el bautismo la purificación y el perdón, pero mucho más la vida que engendraba.

9.- Los adultos bajaban a la pileta de agua representando así la purificación y luego subían por el otro lado, asociando este gesto a la resurrección, como un renacer a la nueva vida, saliendo del vientre materno

10.- Pero antes de salir, desde adentro de la pileta y en contacto con el agua, se realizaba la purificación y la promesa del cambio de vida.

11.- Pongamos un ejemplo: Imaginemos por un momento un mundo sin agua. Es imposible. El agua es necesaria y hoy por hoy, es un derecho para todos los seres humanos que habitamos este planeta. Y lamentablemente debido al incesante aumento de la población y fundamentalmente a las pésimas políticas de distribución y conservación, la disponibilidad de agua potable por persona, está disminuyendo a un ritmo cada vez más acelerado.

12.- Como siempre, la respuesta es simple, y la solución no es mágica. Hay que desperdiciarla menos y distribuirla mejor. Pero para poner en funcionamiento estos propósitos se necesitan ciudadanos conscientes, responsables y compasivos. Necesitamos pedir perdón al Dios creador, proponiéndonos un cambio de valores y de vida, que es lo que vamos a hacer ahora.

  RENUNCIAS

¿Estamos dispuestos a renunciar a los criterios y comportamientos materialistas?

Todos:            Si, renunciamos.

                 Renunciamos a considerar el dinero como un valor absoluto y el placer como la aspiración suprema de la vida.

                Y nos comprometemos a vivir responsablemente, apreciando la amistad, la familia, el amor y todos los verdaderos valores de la humanidad.

¿Estamos dispuestos a renunciar al individualismo y al egoísmo?

Todos: Si, renunciamos.

                 Renunciamos a poner nuestros intereses personales por encima del bien común.

                 Y nos comprometemos a trabajar a favor de los más necesitados.

¿Estamos dispuestos a renunciar a la soberbia y a cualquier tipo de abuso o discriminación de los demás?

Todos: Si, renunciamos

                 Renunciamos a creernos superiores y a querer aparentar más de lo que somos.

                 Y nos comprometemos a ser sencillos y sinceros, a reconocer los valores de los demás, a comprenderlos y respetarlos.

¿Estamos dispuestos a renunciar a la pasividad y cobardía ante las injusticias que sufren los demás?

Todos:            Si, renunciamos.

                 Renunciamos a todo lo que nos impida denunciar situaciones injustas y actuar contra ellas.

  Y nos comprometemos a dedicar nuestras energías y capacidades a desenmascarar un sistema injusto y a defender las causas de sus víctimas.

¿Estamos dispuestos a renunciar a todo aquello que suponga daño para el equilibrio ecológico?

Todos:            Si, renunciamos.

                 Renunciamos a nuestros hábitos de consumo excesivo. Y nos comprometemos a vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad respetuoso con la tierra y la vida en toda su diversidad.

Todos:

                         ¡ Esta es nuestra fe!

                         ¡ Este es el compromiso de nuestra Pascua!

                         ¡ Este es el motivo fundamental de nuestra esperanza!

 A)       LECTURAS:

 Primera lectura (Isaías 11, 1-10)

La esperanza de una nueva Humanidad, la del Reino de Dios, aparece de continuo en la tradición de los profétas. Isaías describe ese mundo mesiánico, 700 años antes de Jesús, con imágenes sumamente expresivas e inteligibles:

Brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor, espíritu de prudencia y sabiduría espíritu de consejo y valentía, espíritu de piedad y respeto del Señor. No juzgará por apariencias, ni sentenciará sólo de oídas; defenderá a los pobre con justicia, con rectitud a los desamparados.

Herirá al violento con el látigo de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será cinturón de sus lomos; la lealtad el ceñidor de su cintura.

Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito; El novillo y el león pacerán juntos. Un muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey, el niño jugará con la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente.

No habrá daño ni estrago por todo el Monte Santo porque está lleno el país de conocimiento del Señor como las aguas colman el mar.

Aquél día el Señor tenderá otra vez su mano para rescatar al resto de su pueblo

 Breve silencio mientras se escucha fragmento de Bach: “Pasión s.  San Mateo, ‘O haupt voll Blut und Wunden”   (Sección n. 4 del disco  Bach’s Adagios)

 Segunda lectura:   De “La revolución de la esperanza”, de Eric Fromm (Cap. II)

Erich Fromm nos ofrece unas pinceladas sumamente elocuentes sobre cómo entender la esperanza desde una perspectiva antropológica. Sorprende cómo esa descripción, hecha desde una perspectiva estrictamente laica, aporta coherencia y racionalidad a la esperanza cristiana.

¿Qué significa esperar?  ¿Significa acaso tener anhelos y deseos? De ser así, todos cuantos desean tener más y más, serían individuos esperanzados. Pero no lo son. Solo son gente ansiosa de consumir más. ¿Se tiene esperanza cuando se aspira a una vida más plena, una liberación del eterno hastío, o cuando se persigue la salvación o la revolución? Tal vez…, pero a condición de no quedarse en la mera espera pasiva. De ser así, la esperanza sería una envoltura para la resignación, una mera ideología. La espera pasiva es una forma disfrazada de desesperanza y de impotencia.

Qué es entonces la esperanza?  La esperanza es un estado, una disposición, un intenso estar listo para actuar.  Es, digámoslo así, como el tigre agazapado que sólo saltará cuando haya llegado el momento preciso. Tener esperanza significa estar presto en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida. Aquellos cuya esperanza es fuerte ven y fomentan todos los signos de la nueva vida y están preparados siempre  para ayudar al advenimiento de lo que se halla en condiciones de nacer.

*En segundo lugar, la esperanza vive junto a la fe. Ambas son elementos intrínsecos de la estructura de la vida, de la dinámica del espíritu humano. Si la esperanza y la fe fenecen, la vida termina, de hecho o virtualmente.

La fe es la convicción acerca de lo aún no probado, el conocimiento de la posibilidad real, la consciencia de la gestación. La fe, al igual que la esperanza, no predicen el futuro; ven el presente en un estado de gestación. 

La esperanza actúa como el temple de ánimo necesario para la fe, la cual no podría mantenerse sin la esperanza. A la vez que ésta no puede avanzar sin la luz de la fe.

*Otro elemento vinculado con la esperanza y la fe en la estructura vital es  el coraje o, como Spinoza dice, la fortaleza. Fortaleza es la capacidad para resistir la tentación de convertir a la esperanza y la fe en optimismo vacío o fe irracional. Fortaleza es la capacidad de decir «no» cuando el mundo querría oír un «sí».

*En cuarto lugar,  hay que destacar su capacidad de impulso. La Esperanza, con el apoyo de la fe y la fortaleza, se orienta a trascender el momento actual, tanto individual como social. Porque la vida se halla en constante cambio. La vida jamás es estática: si no crece, decae; si no trasciende el statu quo hacia lo mejor, se desvía hacia lo peor. Tanto individual como socialmente, en el momento en que nos detenemos, comienza la decadencia. Así que o alimentamos nuestra esperanza, o nos dejamos morir

*Finalmente, la esperanza habla el lenguaje de la resurrección.  Resucitar no es sólo crear otra realidad después de la realidad de esta vida, sino la transformación de esta realidad encaminada a aumentar la vida. El hombre y la sociedad resucitan a cada momento en el acto de esperanza y de fe del aquí y el ahora. Cada acto de amor, de consciencia y de compasión es resurrección; cada acto de pereza, de codicia y de egoísmo es muerte.

La existencia nos enfrenta en cada momento con la alternativa entre resurrección y muerte, y en todo momento respondemos. En la medida en que generamos resurrección, con la ayuda de la razón y el amor apasionado por la vida, hacemos posible la nueva humanidad.

 Tercera lectura:      Evangelio de la Resurrección. Mc 16:1-14

Transcurrido el día de precepto, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarlo. El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro ya salido el sol.

Se decían unas a otras:

 -¿Quién nos correrá la losa de la entrada del sepulcro?

Al levantar la vista observaron que la losa estaba corrida (y era muy grande).

Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, envuelto en una vestidura blanca, y se quedaron completamente desconcertadas.

Él les dijo:

-No os desconcertéis. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? Ha resucitado, no está aquí. Mirad el lugar donde lo pusieron. Y ahora, marchaos, decid a sus discípulos y, en particular, a Pedro: «Va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis, como os había dicho».

Salieron huyendo del sepulcro, del temblor y el espanto que les entró, y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían.

Jesús resucitó en la mañana del primer día de la semana y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios.

Ella fue a decírselo a los que habían estado con él, que estaban de duelo y llorando; pero ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, se negaron a creer.

Después se apareció por el camino, con aspecto diferente, a dos de ellos que iban a una finca. También éstos fueron a anunciárselo a los demás, pero tampoco a ellos les creyeron.

Por último se apareció Jesús a los Once, estando ellos a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y su terquedad en no creer a los que lo habían visto resucitado. Y añadió:

-Id por el mundo entero proclamando la buena noticia a toda la humanidad.

 Silencio mientras se escucha el Aleluya de  “El Mesías” (Haendel), según indicación de Blas. Entretanto, se pone la Mesa: mantel, flores, velas….

B)        OFRENDAS

OTRO SER HUMANO ES POSIBLE

Lector:

Amanece un tiempo nuevo, resuenan como dichas para nosotros las palabras de Isaías “Algo nuevo esta naciendo, ¿no lo veis?”. ¡Es tiempo de esperanza!

Amanece un nuevo humanismo en donde no habrá sumisión, control y exclusiones sino innovación al servicio de todos.

Amanece una humanidad renovada, despertando desde la compasión y la solidaridad; y con mucho coraje en la búsqueda de la justicia.

Para ese tiempo y humanidad nuevos necesitamos hombres y mujeres menos manipulables, sabiendo vivir íntegramente el amor a sí mismos, al otro, a lo otro y, en todo ello, a Dios. Necesitamos seres humanos con un cuerpo nuevo, resucitado, que haga creíble al Dios de Jesús.

 Participando todos nosotros en ese anhelo de resurrección, aquí ahora y en el futuro más remoto, OFRECEMOS en esta mesa de la fraternidad cada una de las partes de ese nuevo cuerpo humano:

  • Unos nuevos OJOS, que miren el dolor del pueblo. levanten, amen sin descanso……UNOS NUEVOS OJOS: Que miren con una mirada misericordiosa,  que nos haga salir de nosotros mismos y ponernos al lado de los débiles y desfavorecidos, una mirada que reconoce al otro con todo su valores y potencias, con todo sus dolores y sus gozos, una mirada que sepa hacerse con y para los otros hermanos, que sepan estar ahí para dar ánimos, que suavicen fatigas y sudores y que en fin una mirada que sea incondicional  para con nuestros hermanos..
  • Unos nuevos OIDOS, que sabrán distinguir, a pesar de los ruidos, los gritos de dolor y los cantos de alegría del pueblo………
  • Una nueva BOCA, que denunciará con valentía, cantará la buena noticia, compartirá con gozo lo que da sentido a la vida, besará para convertir en sacramento el amor, aprenderá a gustar los sabores del Reino……..
  • Unos nuevos PIES, que se convertirán en samaritanos y peregrinos, que desandan los caminos de la violencia y abrirán senderos de paz. Serán pies danzadores que sabrán disfrutar del placer compartido,……….
  • Unas nuevas MANOS, que compartan, acaricien, levanten, curen, ayuden a demoler los muros de la exclusión,………..
  • Un nuevo CORAZON, que será un corazón de carne no de piedra; cada día más amoroso, sin resentimientos, casa abierta, misericordioso, compasivo……..
  • Unas nuevas ENTRAÑAS, Unas nuevas ENTRAÑAS, que sabrán estremecerse de dolor y de gozo. No permanecerán indiferentes, serán siempre fecundas, generativas de vida nueva para las generaciones futuras
  • Una nueva PIEL Ofrecemos la PIEL de este HOMBRE NUEVO, como parte muy importante de su cuerpo y de su alma, de su ser.
  • La piel es el protector de todo el cuerpo, es esencial, sin ella todo lo demás sería totalmente vulnerable. Es la puerta al exterior, a través de ella se llega a todo el cuerpo.  Es fuente de sensaciones, de afectos y de rechazos, es esa parte nuestra que acaricia y se deja acariciar, es esa ventana abierta, a través de la  que manifestamos nuestra manera de ser y de estar.
  • Todas las partes del cuerpo del hombre nuevo que se han ofrecido hasta ahora, llevan su piel que las protege.
  • Hagamos pues, que la piel de este HOMBRE NUEVO que pretendemos, sea el puente que una sus sentimientos de amor y solidaridad con los demás seres de la tierra.
  •  Ofrecemos la PIEL de este HOMBRE NUEVO, como parte muy importante de su cuerpo y de su alma, de su ser.

La piel es el protector de todo el cuerpo, es esencial, sin ella todo lo demás sería totalmente vulnerable. Es la puerta al exterior, a través de ella se llega a todo el cuerpo.  Es fuente de sensaciones, de afectos y de rechazos, es esa parte nuestra que acaricia y se deja acariciar, es esa ventana abierta, a través de la  que manifestamos nuestra manera de ser y de estar.

Todas las partes del cuerpo del hombre nuevo que se han ofrecido hasta ahora, llevan su piel que las protege.

Hagamos pues, que la piel de este HOMBRE NUEVO que pretendemos, sea el puente que una sus sentimientos de amor y solidaridad con los demás seres de la tierra

  • PAN y VINO. Unos nuevos alimentos, sanos y respetuosos con la Naturaleza; repartidos entre todos hasta erradicar el hambre del mundo; portadores de energía y fortaleza para hacer cada día más real la nueva humanidad del Reino. Que este pan y este vino sean símbolo eficaz de la soberanía alimentaria de la nueva humanidad.

Lector:

Cuando todo esto sea verdad en nuestro CUERPO, nos pasará lo que le pasó a Jesús, que los que viven a nuestro lado dirán: “Lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que han escuchado nuestros oídos y tocado nuestras manos es que el Dios de los cristianos es amor y merece la pena cree en él”

Anáfora de la esperanza

 P. Todos los relojes  marcaban la hora cero cuando  la piedra del sepulcro se hizo añicos y, vestido de luz, apareció el ángel del Señor anunciando:

¡Ahora comienza el Día de júbilo, el Año de Gracia!

Cdad. ¡Aleluya! ¡Este es el día soñado y esperado! El día en que actúa el Señor ¡Aleluya!

L1. No han sido en vano nuestras esperanzas; las promesas se han cumplido y ha llegado la Pascua. ¡Porque vive… Jesús ha  resucitado! Hemos  superado con éxito la última prueba de la muerte.

¡Jesús vive! ¡La vida no tiene límite!

Cdad. Aleluya.  Dios ha resucitado a Jesús de Nazaret. Somos tierra de un mundo nuevo,  carne de nueva humanidad.

L2. Quienes ansiamos apasionadamente vivir siempre hemos recibido esta noticia sorprendente: Alguien nos está amando tan intensamente que no permite que nuestra vida se quiebre. Como el sol con calor y luz va madurando los frutos, el amor  resucita el mundo y va eternizando la vida.

Cdad. Aleluya. Esta es la Pascua del amor y de la vida. Necesitamos amar intensamente para dar vida al mundo, necesitamos amar apasionadamente para salvar de la muerte a nuestros muertos.

L3. Para los pobres y excluidos de la tierra, para los que lloráis ante la dureza de la vida. Para los que lucháis por una paz con justicia, esta es la gran noticia: Dios está de nuestra parte. Como el viento retuerce los pinos y abre cañada en el bosque, ¡el Espíritu doblega todo proyecto imperial e inhumano y libera la vida de los justos.

P.  Alegres por estas noticias tan halagüeñas, unamos nuestras voces para cantar juntos el  cantus firmus  profundamente cristiano, el aleluya pascual

ALELUYA (7 veces).

L3. Jesús pasó por la vida haciendo el bien, asoció su nombre y su suerte a la suerte de las víctimas; entró en conflicto con los poderosos y dueños de este mundo, y, contra el dolor del Dios Abba, lo mataron cruel e injustamente. Nada tienen que ver con los dos palos de su cruz ni las brillantes cruces de las mitras ni las solemnes cruces de los campanarios.

Cdad. Con la pequeña luz que nos proporciona la fe, creemos que Dios Padre lo despertó del sueño profundo de la muerte. Sus amigos y testigos afirman que lo reconocieron vivo al partir el pan.

P. Desde entonces, compartir la comida sigue siendo símbolo universal y señal inequívoca de su presencia y mensaje:

TOMO EL PAN….

P. Esta es la sorprendente Noticia de esta noche: ¡Porque vive, Jesús ha resucitado! ¡Está a la mesa con nosotros! ¡Nuestra experiencia será garantía de la Pascua! ¡Y la Pascua es señal de que la vida continúa!

Cdad. ¡Quédate  con nosotros, Señor, y encontraremos motivos para anunciar tu muerte y proclamar tu resurrección, mientras caminamos resucitando la historia!

L4. Comer es hoy  la esperanza de millones de personas: La pobreza estructural quiebra nuestra igual dignidad humana; y el consumo irresponsable destruye la casa común:

Cdad. Préstanos tus ojos para ver la interrelación de todas las cosas.¡Que nuestros corazones ardan, como en el camino de Emaús, cayendo en la cuenta de que tú vas a nuestro lado sosteniendo  el caudal de vida que marcha orientado hacia ti!

L5. El buen vivir traduce el deseo de paz entre las personas y  de armonía con la madre tierra. ¡No tiene futuro la desesperanza banal y sin-sentido! La esperanza, sustancia de las cosas que esperamos, es, sobre todo, principio donde toda acción se inicia para romper nuestros límites y recrear este mundo grávido de eternidad.

Cdad. Préstanos  tus manos subversivas para romper lo inexpugnable de nuestra comodidad y aislamiento, para responsabilizarnos de rehacer este mundo desde las víctimas y resucitar cuanto has dejado a nuestro cuidado.

L6. Más que en la cabeza, la esperanza está en el corazón, mejor aún, en el movimiento de los pies: en la acción  política justa y compasiva ajustada a la necesidad del ahora y en la promesa del futuro.

Cdad. Préstanos tus pies para salir de esta edad vieja y caminar  hacia otros lugares alternativos donde construir una humanidad solidaria y compasiva en una  tierra nueva, recreada  y ¡resucitada!