Señor, en este día nos hemos reunido en tu nombre sintiendo que estas presente entre nosotros, pues Tú así nos lo dijiste.
Lo que hoy celebramos, es la preparación de tu venida a este mundo nuestro y tuyo aunque esté muy lejos de la realidad que Tú deseas para todos nosotros.
Viniste una sola vez y te quedaste para siempre aunque no podamos verte con los ojos de la carne, sin embargo, los ojos con los que Tú quieres que veamos nuestra realidad de vida son los ojos de nuestra Esencia Verdadera: la que todo lo transforma.
Nuestra ceguera es grande, el sueño en el que vivimos profundo y la Verdadera Vida se nos escapa a otra realidad no real. ¿Cómo comprender que en esa Realidad Verdadera estás Tú esperando a que despertemos?. Solo tenemos que tomar consciencia de este sueño que no nos deja ver lo que realmente ya somos: Plenitud. Paz. Amor. Sin esta posibilidad de Ver, nada somos.
Todo lo que necesitamos de Ti ya está en nosotros: Tú Reino. Descubrirlo es nuestra tarea más urgente y valiosa. Nada es real si no te descubrimos desde el fondo de nuestro ser, desde donde Tú anhelas ser Vida para nuestras vidas.
Esto es Señor, lo que hoy traemos a tu Presencia. Gracias por estar con nosotros.
30.11.14 Mª José Gil