Nuestra respuesta cristiana de acogimiento cuando son multitud                    13 de junio de 2021

1.- Presentación del tema.-                                     

Nuestra respuesta cristiana de acogimiento cuando son multitud

Introducción a la celebración.

Una seña de identidad de esta comunidad es su voluntad del seguimiento evangélico en la solidaridad con los más desfavorecidos desarrollada en el compartir y el acogimiento. Aunque este tema lo hemos trabajado y desarrollado en numerosas ocasiones, creemos que, después de haber celebrado Pentecostés hace sólo tres semanas, es un buen momento para reflexionar cuál debe ser nuestra respuesta personal, nuestra implicación, ante el acogimiento de quienes vienen de lejos a llamar a nuestra puerta, especialmente cuando son muchos quienes lo hacen.

El evangelio de los panes y los peces, entendido no de manera milagrera, nos hace reflexionar sobre el valor de poner en común lo que tenemos, sea mucho o poco, para conseguir que todos participen, en este caso de la comida de un día fuera de casa. En esta celebración nos proponemos una reflexión parecida, pero esta vez tratando de aplicar nuestra respuesta de acogimiento cuando son muchos los que no pueden poner lo suyo, porque no es nada.

2.- Perdón.-              

3.- Primera lectura: H. Küng.- Tesis 17                

4.- Evangelio: Lucas 9. 12-17                                                          música

5.Introducción al diálogo.

Como hemos comentado en la introducción, cuando renunciamos a nuestro egoísmo personal y ponemos en el mantel común lo que tenemos, aparece el milagro de que todos puedan comer y, en el caso del relato evangélico, las sobras sean numerosas.

Ya hace un poco más de quince días hemos podido tener un reflejo de lo que puede ser la llegada de una gran cantidad de hermanos que nos pidan quedarse a vivir con nosotros. No queremos hoy en esta celebración análisis políticos ni estratégicos referidos al caso concreto de la entrada reciente de miles de personas en Ceuta. Todos sabemos los intereses que ha habido detrás, en este caso por parte de Marruecos y el uso de la sociedad civil para servirlos. No es eso lo que creemos que debemos reflexionar, eso ya lo sabemos.

Pero sí hemos tenido la ocasión de comprobar (seguro que ya lo sabíamos) que, si ya es un gran número de personas el que se acerca a nosotros venciendo su miedo y jugándose literalmente la vida, el número de quienes lo pueden hacer si simplemente se les abre la puerta es enorme y nos plantea un problema de acogida y recepción. Por ello -y, repetimos, sin analizar el caso concreto vivido hace veinte días- nos gustaría reflexionar sobre nuestra respuesta cristiana cuando ellos son multitud y analizar nuestra respuesta si los tuviéramos a la puerta de casa, si en cada banco de nuestra calle, en cada esquina, tuviésemos un par de hermanos necesitados acusándonos con su mirada.

No recurramos a números para diluir el problema, para relativizar si constituyen un mayor o menor tanto por ciento en nuestra sociedad. Lo sucedido en Ceuta, sólo como imagen, nos puede servir de espejo para reflexionar. Quizá la imagen que nos devuelva no es la que quisiéramos ver, como le pasaba a la malvada reina a la que su espejo le decía que no era la más bella. Es relativamente fácil escandalizarnos desde lejos por cómo se trata a quienes acuden acuciados por el hambre, la inseguridad o la guerra a las islas griegas o a la frontera de Méjico y Estados Unidos. Pero quizá nunca hemos reflexionado sobre nuestra actitud personal si esa situación se produjera ante nosotros en tan gran número. El espejo de la reina, nuestra conciencia, ¿qué imagen nos devuelve? ¿Cuál debe ser nuestra actitud si son muchos y están cerca, a nuestro lado, en nuestra calle, como les pasa o les ha pasado a otros? ¿Cuál debe ser la respuesta de nuestra sociedad? ¿Cuál nuestra actitud si siguen viniendo? ¿Qué debemos ofrecer y exigir a quienes tienen la responsabilidad de tratar estos movimientos de población?

6.- Ofrendas:

  • Fotografía
  • Pan y vino. Presentamos este pan y este vino, que con tu ayuda, queremos multiplicar para que llegue a todos los que lo necesitan.
  • Bolsas. Después de un año de comunicación a distancia, quizás podamos ver estas bolsas como algo nuevo, inmaterial, virtual. Inmaterial y virtual, sí, pero nuevas, no; son las de siempre y es necesario que las sigamos llenando para cumplir nuestros compromisos solidarios, incluso aumentarlos.

– Anáfora,,, recordamos la noche en que…

Cuando nos enfrentamos a situaciones de las que somos testigos, como las producidas en Ceuta recientemente, con miles de hombres, mujeres y niños saltando la frontera y solicitando amparo, nuestra mirada se dirige a ti, Jesús, para comprobar el verdadero alcance que tiene en nosotros tu ejemplo.

Porque Tú nos ofreciste una imagen de Dios de una forma nueva: la de padre de los perdidos, que suprime mediante el Amor la frontera (ésta sí) entre amigos y enemigos, lejanos y próximos, buenos y malos. Un Padre que se pone de parte de los débiles, los enfermos, los oprimidos, incluso los irreligiosos.

Tú, que no fundaste una iglesia, sino una comunidad especial para esperanza de toda la humanidad, eres ahora ese ejemplo que debe llevarnos a “darles de comer”.

Ahora, nosotros, queremos celebrar el acto más especialmente comunitario que Tú mismo iniciaste. Recordamos la noche en que …

8.- Consagración      

9.- Padrenuestro (y la PAZ) enlaza con:               

10.- Comunión                      Amazing Grace

11.- Acción de gracias.

Señor, hoy te damos gracias porque nos has ayudado a repasar nuestros compromisos, nuestra coherencia y nuestra entrega a los  más desfavorecidos, tanto comunitaria como personalmente.

Te damos gracias por nuestra búsqueda del seguimiento evangélico, por nuestros pequeños gestos  de acogida a la vista de las necesidades ajenas.

Gracias por nuestro empeño en poner en común parte de nuestras vidas,  por nuestra búsqueda de una respuesta cristiana, en nuestra actitud personal.

12.- Avisos. Despedida.