¿SOMOS FUNDAMENTALISTAS EN SANTO TOMÁS? 23 octubre 2011
MÚSICA Y SALUDO
INTRODUCCIÓN
En el último Congreso de Teología, el tema tratado fue “Los Fundamentalismos”, habiéndose oído durante esos días las aportaciones que diversas personas, teólogos o no, han vertido sobre esta tendencia que tenemos las personas creyentes de las diversas religiones (sobre todo las monoteístas) a rechazar cualquier otra interpretación distinta de lo que cada cual piensa que es el mensaje de Dios, considerando que el propio es el único verdadero.
Casi todo lo hablado y escrito sobre este tema, lo ha sido en base a las dificultades para un diálogo inter-religioso, sin que a ese diálogo se anteponga un muro infranqueable: la verdad absoluta de mi fe, que no admite ninguna duda, ni elemento que pueda poner en peligro los “fundamentos” de ella.
No es nuestra intención reflexionar hoy sobre los fundamentalismos de unas religiones hacia las demás, sino sobre la actitud de nuestra comunidad hacia las otras formas de entender el cristianismo en nuestra propia iglesia católica.
PRIMERA LECTURA
Del saludo de Pedro Casaldáliga al congreso de teología de 2011:
“Los varios fundamentalismos justifican todo tipo de violencia y de segregación y son diametralmente opuestos a la «fundación» de una Humanidad libre y fraterna. Nos pueden alcanzar a todos: en el fundamentalismo prepotente de los grandes o en el fundamentalismo desesperado de los pequeños. Hay que ir a las causas proféticamente.
A la luz de nuestra fe evangélica, sabemos muy bien Quien es «la piedra fundamental». En Él «fundamentamos» nuestra libertad y nuestra esperanza. Con Él caminamos Reino adentro”.
Es palabra de nuestro obispo
EVANGELIO
Mt. 5, 9. “Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios”
Mt. 5. 23-24. “…si al llevar tu ofrenda al altar, te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda delante del altar y vete antes a reconciliarte con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda”
Mt. 5, 44-46 “…. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial…. Porque si amáis a los que os aman ¿qué mérito tenéis?
Mt. 7, 1-2 “No juzguéis para que no seáis juzgados y con la medida que midáis, seréis medidos”
Mt. 7, 12 “Todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres, hacedlo vosotros con ellos”
Mt. 18, 21-22 “Entonces Pedro, acercándose le dijo <¡Señor! ¡Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga ¿hasta siete?> Jesús le dijo: “<No digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete>”
Mc. 9, 38-40. “Juan dijo a Jesús: <Maestro, hemos visto a uno que arroja los demonios en tu nombre y no anda con nosotros y se lo hemos prohibido.> Jesús dijo: <No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre, puede, después hablar mal de mí, y quien no está en contra de nosotros, está a nuestro favor>”.
Jn. 13, 34-35. “Os doy un mandamiento nuevo. Que os améis unos a otros. Como yo os amé, que así también os améis mutuamente. En esto reconocerán todos que soy mis discípulos, si os amáis unos a otros”.
Efesios 4, 3-6. “os ruego que andéis, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; Un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
1ª Pedro 3, 8-17 En fin, vivid todos unidos, compartid las preocupaciones de los demás, amaos como hermanos, sed misericordiosos y humildes. No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición.
REFLEXIÓN
Sobre este tema, el grupo que hemos preparado esta celebración hemos leído varios documentos que nos han dado luz sobre el mismo y, sobre todo, a ponernos en guardia sobre nuestra actitud ante los demás que no piensan como nosotros. Por ejemplo, de Steve Falkenberg:
“Un problema principal del fundamentalismo es que los fundamentalistas creen que saben cuál es la voluntad de Dios para la humanidad. Creen que saben la verdad, que su entendimiento es exacto y que no puede haber cuestionamiento o acomodo. Su postura es «absolutamente innegociable». Creen que saben lo que es bueno, malo e inmoral.
Tener creencias firmes es una cosa. Todos tenemos preceptos que no queremos cambiar o evaluar. Todos creemos en algo y no nos podemos plantear todo constantemente. Pero el fundamentalismo se pasa de la raya y se vuelve peligroso cuando los fundamentalistas se niegan a que los demás tengan creencias diferentes a las suyas.
El problema con el fundamentalismo no es que los fundamentalistas pongan a Dios primero. El problema es que no ponen a Dios primero. Ponen un entendimiento particular, simplista, limitado y humano de Dios por encima de todo. En la mayoría de los casos, la descripción fundamentalista de la voluntad de Dios para la humanidad es que Dios quiere que las cosas sean como eran antes. Las leyes divinas son las que nos enseñaron desde niños. Los fundamentalistas entonces no son ni cristianos ni islámicos, sino defensores de la cultura, dedicados a mantener «todo lo que consideramos bueno”.
Y parafraseando a Machado: “¿Tu verdad? No, la verdad, y ven conmigo a buscarla, la tuya guárdatela”.
Resumiendo: ¿Somos los comuneros de Santo Tomás fundamentalistas?
Como puntos de reflexión para el diálogo:
- ¿Estamos dispuestos, como integrantes de nuestra comunidad, a compartir nuestra verdad y participar de la de los demás?.
- ¿Realmente nos consideramos miembros de la misma Iglesia que el resto de católicos: clero, jerarquía, otros movimientos…?.
- A pesar de los antecedentes, no muy alentadores, de nuestros intentos de acercamiento a la jerarquía de la Iglesia de la Diócesis de Madrid, ¿deberíamos estar dispuestos a reiniciar los trabajos de acercamiento para alcanzar un dialogo en el que, necesariamente, se respetasen los planteamientos de cada parte?.
Música PERDÓN
Con frecuencia somos muy críticos por la ausencia de un liderazgo espiritual constructivo en la jerarquía de la Iglesia católica, pero también pedimos perdón por no preguntarnos qué más podemos hacer cada uno de nosotros y nuestra Comunidad como colectivo, para que la Iglesia recupere la credibilidad perdida.
Para hacer pie en la marejada de desorientación en la que estamos inmersos muchos cristianos, tendríamos que reflexionar una y otra vez si somos fieles al espíritu de Jesucristo, expresado en el Evangelio. O si la tendencia de ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga de nuestro propio ojo, nos sitúa en una dulce complacencia, en ocasiones prepotente, que nos impide avanzar.
En un momento en el que nos preguntamos acerca de nuestra actitud hacia otras formas de entender el cristianismo en nuestra propia Iglesia, podemos recordar a Hans Küng en su defensa del espíritu revolucionario de Jesús, que no era un conformista, ni un apologeta de lo existente, ni un defensor de la tranquilidad y el orden: Espoleaba a tomar una decisión.
Nuestra decisión hoy podría centrarse en recuperar ese espíritu revolucionario de Jesús que el gran pensador Küng lo concreta así:
En vez de satisfacción por la ofensa, perdón incondicional. En vez de uso de la violencia, disposición al sufrimiento. En vez de cantos de odio y de venganza, glorificación de los pacíficos. En vez de aniquilación de los enemigos, amor a los enemigos.
CANTO UNA CIUDAD PARA TODOS
OFRENDAS
- – Como símbolo de nuestros pasos ofreciendo diálogo a la Jerarquía, presentamos la carta que STA remitió al Cardenal Rouco durante el conflicto con San Carlos Borromeo.
- – Un pack conteniendo nuestras publicaciones dirigidas a acciones de la Iglesia (Folletos Así no queremos que vengas, financiación Iglesia, carta de IBdM de esta semana…) correctas, ajustadas a derecho, respetuosas, quizá poco misericordiosas.
- – Otro pack con nuestra intención de autocrítica y revisión de actitudes.
- – Libro del reciente Congreso sobre los Fundamentalismos.
- – Los Evangelios, nuestro mejor punto de referencia ante los inevitables desvíos del camino
- – El Pan y el Vino que siguen convocando a la mesa a la humanidad entera, sin distinción por causa ninguna.
PLEGARIA EUCARÍSTICA No al fundamentalismo excluyente
Padre nuestro que estás en el universo de todas las razas y pueblos, mucho antes que sus mujeres y hombres creasen las diversas religiones para dirigirse a ti. Te damos gracias por haber sembrado en cada cultura la fe y el “afán” de salvación, que actúa en el corazón de todos, incluso antes de que ellos mismos lo perciban. Qué hermoso es Señor, podernos reunir con todos en tu presencia, porque tú eres el Padre/madre nuestro y de todos los pueblos
TODOS.- Tú eres el Dios de todos y todas y nos alegramos de tu generosidad para con los demás pueblos y razas, con sus diversas tendencias, manifestaciones y singularidades religiosas, sin mirar con desconfianza o con malos ojos tu generosidad para con ellos.
Tú conoces nuestra forma de pensar de los comuneros. Sabes que hace tiempo buscamos vivir y luchar por la causa de Jesús, que en definitiva es la lucha por el Reino; un reino de paz, justicia, fraternidad, libertad, amor, y vida. No permitas que esta lucha se convierta en integrismo contra el hermano cristiano, judío, musulmán o del hermano increyente.
TODOS.- Nuestra lucha ha de ser contra las causas de la guerra, el hambre, el odio y la muerte.
No seremos más “pueblo de Dios” por pertenecer a Santo Tomás, o por ignorar de alguna manera el inmovilismo de la iglesia, sino por identificarnos con el samaritano, caído en la cuneta del camino o con los humildes más pobres que nada tienen y aún reparten.
TODOS.- Te damos gracias Padre, por abrirnos los ojos a los “diversos”, a los increyentes o a los que no consideramos de los nuestros. Danos actitud de escucha y aprendizaje, porque su lucha por los valores humanos fundamentales, debe ser nuestra lucha. Abre nuestros ojos Padre, porque con esta mirada, podemos vislumbrar lo que podría ser el ecumenismo del Reino.
Danos Señor un corazón grande, sin sectarismos ni fundamentalismos, para estar siempre predispuestos a acoger y valorar el trabajo y el esfuerzo de todos los hermanos, sin distinción de razas y credos y así poder cantar juntos el himno de tu gloria.
TODOS.- SANTO, SANTO, SANTO…
Nos reunimos alrededor de esta mesa universal donde queremos celebrar la cena de unión y entrega, como lo hiciste Tú con tus discípulos aquella noche, en la que tomaste pan, lo partiste y repartiste diciendo:
TODOS.- TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, después de cenar, tomaste la copa y la diste a sus discípulos diciendo:
TODOS.- TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODA LA HUMANIDAD PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN MEMORIA MÍA
Éste es el sacramento que profesamos.
TODOS.- Anunciamos tu muerte, proclamemos tu resurrección, ven señor Jesús
Ven Señor Jesús, y envíanos tu espíritu que llena el corazón de generosidad y optimismo, para que siempre estemos predispuestos a abrir puertas y ventanas de nuestros pobres “ghettos” que nos han llevado, en ocasiones, a las mayores barbaries,
TODOS.- No queremos sacralizar nuestras realidades, Señor; porque sabemos que más allá de nuestra pequeña Comunidad, hay vida y otros testimonios que nos llevan al Reino.
Nos acordamos de muchos, hombres y mujeres, maestros y guías de su pueblo, profetas y mártires anónimos, creyentes o no creyentes, que como Jesús, fueron consecuentes con sus vidas y creencias.
Si queremos recordar a algunos o presentar nuestras súplicas, podemos hacerlo en silencio o en voz alta. (SILENCIO)
Nos estorban las palabras, porque sabemos de sobra lo que nos pides:
OPCIONAL (Cada uno puede leer una frase y otras que quieran añadir los comuneros)
– a no sacralizar nuestras creencias y formas de vivir nuestra fe.
– a compartir nuestra verdad y participar de la de los demás.
– a no considerarnos mejores que el resto de católicos: clero, jerarquía, u otros movimientos
– a dialogar con la jerarquía a con quien esté predispuesto a un acercamiento
Y juntos con el corazón siempre abierto, nos unimos a todos los hermanos y hermanas que esperan poder celebrar la utopía de un ecumenismo plural y no excluyente.
TODOS.- POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, A TI DIOS PADRE, EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO, TODO HONOR Y GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMEN
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en nosotros, en lo más profundo de nuestro interior.
Te llamamos santo porque eres el principio del bien.
Te bendecimos porque nos mueves e impulsas a obrar siempre el bien.
Por eso te queremos y queremos a toda la humanidad que es donde resides.
Empújanos a traer tu reino a este mundo, tu reino de justicia, verdad, amor fraterno, solidaridad, paz y alegría.
Aliéntanos a cumplir tu voluntad, practicarle y difundirla aquí en la tierra.
Que luchemos por conseguir el agua y los alimentos para todos los hambrientos y sedientos.
Y nos sólo la comida, sino también la sanidad, la educación, el trabajo, la felicidad y la dignidad.
Sabes que no podemos ser perfectos, no tengas en cuenta nuestros errores y negligencias.
Nos proponemos amar incluso a los que nos hacen daño, siguiendo tu ejemplo, y ser misericordiosos.
No albergar odios ni rencores, y prescindir de nuestros egoísmos que nos separan de los demás.
Danos fuerza para no caer en: la superficialidad, el olvido de Ti y los hermanos, el desamor, la indiferencia, el creernos el centro de cualquier situación, el despilfarrar nuestras vidas cargados de razón.
No permitas que practiquemos el mal en ninguna de sus formas: avísanos, frenamos.
Y recibe como ofrenda el dolor físico o moral que nos toque sobrellevar en esta vida.
Confiamos en tu gracia para llevar adelante el proyecto que nos propones. Amén.
Introducción a la PAZ Canto nº 85 SHALOM HABERIM
COMUNIÓN MÚSICA
ACCIÓN DE GRACIAS
Damos gracias a Dios porque nos acompañas en el caminar con los hermanos, hacia la construcción de un mundo más justo. Desde los ámbitos de trabajo humanitario, social y político, creemos firmemente en una sociedad de iguales. Creemos en la participación de la mesa común del Reino, donde el creador es, Padre de todos, y nos llama sin distinción cultural ideológica o religiosa a la participación plena en esa mesa fraternal donde ningún ser humano puede sernos indiferente. Damos gracias por el dialogo, el encuentro, entre culturas y rechazando todo fundamentalismo nos comprometemos a compartir nuestra verdad con todos los seres humanos y especialmente con los más pobres y olvidados. En un mundo global, la verdad es patrimonio de todos
CANTO ID Y ENSEÑAD