Eucaristía 10 de marzo de 2019                                                                                              La mujer

  1. 1. Música de entrada
  2. Saludo y presentación del tema.Acabamos de conmemorar el 8 de marzo en los que miles de mujeres nos manifestamos para reclamar pacíficamente, en un ambiente festivo, nuestros derechos. Gritando contra la desigualdad, la precariedad laboral, la violencia machista y la no corresponsabilidad del hombre en la tarea de los cuidados.

Hemos elegido como primera lectura una en la que se hace referencia a actuación de varias mujeres en defensa de la libertad y de los DDHH.

La segunda lectura se compone de dos pasajes evangélicos que tienen a dos mujeres como protagonistas, en ambos Jesús es fuente de liberación de costumbres, de prejuicios y de vida.

3 1ª Lectura: Mujeres defensoras de los Derechos Humanos

La participación de las mujeres en la defensa de los derechos humanos es clave por muchas razones. En primer lugar, para liderar un discurso que acabe con la desigualdad de género, los estereotipos y la estigmatización. En segundo lugar, para posibilitar que también las mujeres tengan un espacio en la toma de decisiones y en la vida pública o política. Y además, para poner nombre y rostro a las luchas que millones de mujeres protagonizan y que quedarían en la sombra de no ser por las defensoras que las representan.

Indira Ghale, de Nepal, o María Matauta, de Kenia, quienes trabajan para impulsar que las mujeres jóvenes de sus países se conviertan en agentes de cambio y así reducir la violencia doméstica y sexual.

Cristina Auerbach, de México, que lideró a un grupo de mujeres para luchar y reducir las muertes de los mineros del carbón.

Valentina Rosendo Cantú, de México, que consiguió una sentencia favorable contra sus agresores.

Rosa Santamaría, de Honduras, que defiende a las mujeres rurales y el derecho a la tierra y el territorio que cultivan.

Ninfa Cruz y Cristy Lozano, de Colombia, quienes han apoyado a las comunidades, en especial a las mujeres, en el contexto del conflicto armado.

4-Canto: Tú palabra me da vida. 1ª estrofa. Pág. 18

5 Segunda lectura Marcos 1, 29-31 Curación de la suegra de Pedro

Al salir de la sinagoga, Jesús fue a casa de Simón y Andrés, acompañado también por Santiago y Juan. Le dijeron que la suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Él entonces se acercó, la tomó de la mano e hizo que se levantara. Al instante le desapareció la fiebre y se puso a atenderlos.

Comentario: Magdalena Bennasar

“La suegra de” muestra el anonimato de la mujer y su “fiebre” indica un cierto fuego interior, una fuerza no canalizada, una energía desaprovechada, una vida anonimizada por los de antes y los de ahora, tanta injusticia, tanto dolor y frustración hace que su cuerpo arda. En el texto, queda reflejada la osadía de Jesús, ya que no se podía tocar a una mujer que no fuera la propia. Jesús rompe de nuevo la distancia. Jesús la levanta de una situación mortífera y la ayuda a ponerse de pie, de nuevo firme en la vida y sin fiebre porque la causa de la fiebre había desaparecido; ¿cómo? ahora es tratada con respeto, con igualdad, mirada a los ojos, no de arriba abajo, como a alguien a quien hay que ayudar, sino tratada de tú a tú. Ella era la dueña de la casa y servía a los varones que significa que posiblemente bendecía la mesa. Este servicio era el servicio de la Palabra del Maestro a todos los hambrientos y hambrientas de dignidad.

Marcos 14, 3-9 Unción con perfume

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y puesto a la mesa, llegó una mujer llevando un frasco de alabastro con perfume de nardo auténtico, de mucho valor; rompió el alabastro y lo derramó sobre su cabeza. Algunos se indignaron y dijeron:

¿A qué viene este derroche de perfume? Se pudo vender a gran precio y dárselo a los pobres. Y la criticaban.

Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Ha hecho una obra buena conmigo; porque siempre tenéis pobres entre vosotros, y cuando queráis podéis hacerles bien; pero a mí no me tendréis siempre. Ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Os aseguro que donde se predique el evangelio, en todo el mundo, se hablará también de lo que ésta ha hecho para recuerdo suyo.

Comentario: Magdalena Benansar

Nuestra hermana, como siempre anónima, no le evita la muerte a Jesús, pero sí la desesperanza, la angustia, la soledad. La escena es insuperable, recoge los sentidos y experimentar el tacto en la sien relajando la tensión, el olor intenso penetrando por los poros, el rostro del Maestro relajado y agradecido entre las manos de una mujer que le adora a su manera.

Ella ha tenido que tomar decisiones comprometidas. Ha roto su frasco de perfume, ha tenido que romper moldes, costumbres y prácticas patriarcales para ungir con el perfume de la Palabra y el cariño.

6. Invitación a la reflexión

En España el paro femenino es mayor, la brecha salarial de un 13%, el empleo es más precario con un mayor porcentaje de contratos temporales o a tiempo parcial debido al cuidado de familiares al que dedican el doble de horas que los hombres. Por otra parte, la violencia machista sigue aumentando.

Hoy es día de celebrar el éxito de la jornada del 8 de marzo en el que las mujeres tomamos la calle y hacemos huelga laboral, de cuidados y de consumo para hacernos oír y visibilizar nuestra contribución en el mundo porque “Si nosotras paramos, se para el mundo”.

Hemos oído las lecturas y nos gustaría que la reflexión girara sobre lo que a cada uno nos dicen. Al preparar esta invitación, me he preguntado: ¿Soy fuente de liberación? ¿Ayudo a eliminar prejuicios y barreras? ¿Soy sanadora de cuerpos y mentes con mis caricias, mis manos o mis palabras?

7. Ofertorio

  • -Manifiesto del 8 de marzo
  • -Fotos de mujeres defensoras DDHH
  • -Bolsas
  • -Pan y vino

8. Anáfora

L1. Señor nuevamente hoy nos presentamos ante ti para entablar un diálogo de alabanza, de agradecimiento, de comprensión hacia la vida, fruto de tu obra.

L2. Hoy vamos a hablar de la igualdad dentro de la diversidad de los seres humanos, hombres y mujeres, como tú los creaste.

L3. Señor, tu sabes que, a pesar de haber manifestado en tu vida la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y de tu preferencia por los más débiles, las mujeres precisamente, la humanidad ha trastocado tu mensaje, incluso a través de las religiones, y ha creado una cultura universal en la que las mujeres han sido sometidas al poder de los hombres incluso con violencia.

L4. Miles de años de historia han sido marcados por el PATRIARCADO, que discrimina y somete a la mitad de la humanidad y le impide ser autónoma y dueña de su propia vida.

TODOS. Nuestra fe en ti Señor, nos permite creer que superar el PATRIARCADO es conseguir el rescate de la verdadera humanidad y supone la regeneración del hombre.

L5. Pero también a lo largo de esta historia milenaria, hay que destacar la fortaleza y generosidad de multitud de mujeres que con su amor, y en ocasiones sacrificio han sido capaces de enarbolar la bandera de la emancipación y la libertad, haciendo realidad esa utopía de la igualdad que adelanta la realidad de tu Reino.

L6. Junto con el esfuerzo de estas mujeres, y porque esta es la buena noticia de liberación que anuncia el evangelio, como una utopía en la que creemos, te damos gracias y te alabamos cantando

Todos: SANTO, SANTO, SANTO,     Página 50

L7. Gracias a la entrañable actitud de Jesús para con las mujeres de su pueblo, y la memoria que ellas conservaron de sus prácticas revolucionarias, podemos seguir realizando hoy estos gestos que denuncian nuestras desigualdades y son propuesta de una nueva humanidad.

L8. Te damos gracias Señor, porque pusiste a los humildes por delante en tu Reino, de forma que, siendo los últimos de la sociedad, se convierten en paradigma de la salvación.

L9.  Y así te dirigiste a las mujeres, que ocupaban el último lugar en la sociedad, para ensalzar sus valores y su papel, para defender su dignidad, para defender incluso su vida en  una sociedad que las consideraba seres inferiores.

TODOS. Ayúdanos Señor para que seamos audaces y valientes en aceptar esta realidad, que la salvación nos viene de los débiles, también de la mujer, aunque rompa esquemas estereotipados de la sociedad en que vivimos.

L 10. Queremos hacer presente ahora, Señor, aquella noche en la que tu hijo se despedía de sus amigos, pues presentía su final, y estando cenando con ellos, tomó el pan, te dio gracias, lo partió y lo repartió entre todos diciendo:

TODOS: Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo entregado por vosotros.

L 11. Del mismo modo, acabada la cena, tomó la copa, te dio gracias y se la dio a todos diciendo:

TODOS: Tomad y bebed todos de él porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos. Haced esto en mi memoria.

L 12. Manifestamos que este es el sacramento de nuestra fe.

TODOS: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.

L 13. En los momentos más difíciles de sufrimiento, y en la misma cruz, cuando todos te abandonaron, solo unas cuantas mujeres, entre ellas tu madre, nos dio ejemplo hasta el final siendo un testigo fuerte, de tu fidelidad al Padre, y al mensaje del Reino que tú publicaste.

TODOS: Señor que todo lo que hoy celebramos impulse a esta Comunidad a reconocer el papel y la dignidad de la mujer.

L 14. Que el ejemplo de tu madre, que fue modelo de fortaleza y fidelidad, nos ayude a cambiar las estructuras sociales, económicas y políticas de nuestra sociedad, para que cese la marginación de la mujer, que tanto dolor y sufrimiento causa.

L 15. Con este propósito unimos nuestras manos para decir la oración que nos enseñaste. Padre Nuestro

Nos damos la Paz.

9 Comunión No somos dignos de esta comunión, pero tu Palabra bastará para sanarnos. Música

10 Acción de gracias.

En esta  eucaristía hemos celebrado el día de la mujer. Te damos gracias Señor porque tomamos conciencia de uno de los problemas más grandes que tiene la humanidad; la marginación de la mujer, la violencia que sufren en muchas ocasiones y en suma su situación de explotación laboral, sexual y social, sin compartir esa labor tan importante que hasta ahora han realizado fundamentalmente las mujeres de reproducción social, de cuidados y de la propia vida

11 Canción: Vivir amando                                                        Salomé Arricibita

  • Vivir amando                         amar esperando
  • Esperar acogiendo,                acoger cantando
  • Cantar sembrando,                 sembrar soñando
  • Soñar construyendo,            construir compartiendo
  • Compartir bendiciendo,         bendecir acompañando
  • Acompañar caminando,         caminar viviendo
  • y vivir amando

12. Avisos