VIII Encuentro RR.CC. Día de Pentecostés 19 Mayo 2024
Preparación de la mesa: Se monta en el momento de empezar. Mantel, pan y vino, cestas y copas, flores. Bolsas. Velas.
- Presentación de la celebración. Vamos a celebrar la eucaristía tras este encuentro en el que hemos reflexionado sobre diferentes facetas de las desigualdades en el mundo actual, y hemos vuelto a tomar conciencia del sufrimiento y la injusticia que estas desigualdades suponen.
¡Ah!, pero hoy también para los cristianos es la fiesta de Pentecostés. Y qué mejor día que hoy para retomar fuerzas con la ayuda del espíritu. Pentecostés no es un día, es toda la vida. El Espíritu nos empuja a buscar y descubrir el sentido de la vida y de la historia de la humanidad, da sentido a tantos gestos y tantos signos de solidaridad que animan y transmiten fortaleza para afrontar la cara oscura de los momentos difíciles.
Celebremos nuestra regeneración; celebremos que entre todos vamos a sentir de nuevo el soplo, el espíritu, para continuar en nuestro empeño de ayudar a transformar este mundo.
Vamos a empezar con una oración.
- 2. Oración. De Fondo, Música: Vángelis, Cosmos)
Señor y Padre de la humanidad, que creaste a todos los seres humanos con la misma dignidad, infunde en nuestros corazones el Espíritu universal y planetario de Pentecostés.
Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz.
Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno, sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras.
Que nuestro corazón se abra a todos los pueblos y naciones de la tierra para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno, para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes, de esperanzas compartidas.
Ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta sociedad. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que la contaminación no nos impida ver las miríadas de estrellas que brillan en el firmamento, para que sembremos hermosura y no destrucción en nuestra tierra. Amén.
- Denuncias y Propuestas.
Yo denuncio el sistema vigente que está implementando un tipo de economía permisiva con el acaparamiento de beneficios por parte de las élites, que perpetúa e intensifica las desigualdades.
Yo propongo respetar el derecho que asegure un nivel de vida digno en salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica, educación y servicios sociales.
Yo denuncio el Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, cuyo objetivo prioritario es impedir que las personas lleguen y, si llegan, expulsarlas lo más rápido posible.
Yo propongo el derecho de toda persona a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado; el derecho de salir y regresar a cualquier país; el derecho a disfrutar de asilo en caso de persecución.
Música. Vángelis: Ignacio: 0-48sg.
Yo denuncio que el sistema capitalista y neoliberal, en alianza con la mentalidad patriarcal predominante, ha generado una cultura de subordinación de las mujeres y otros grupos sociales, así como la sobreexplotación y degradación del medio natural.
Yo propongo un modelo ecofeminista como sustento de la vida, que sirva para repartir y desfeminizar los cuidados y como proceso emancipador de todos los grupos marginados.
Yo denuncio que el sistema vigente acelera la destrucción del medio ambiente, siendo los países con menos ingresos los que sufren las peores consecuencias del cambio climático.
Yo propongo que se adopten (y adoptemos nosotros en nuestro entorno) patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.
Música. Vángelis: Ignacio: 49-1,43sg.
Yo denuncio la discriminación que sufren las mujeres dentro de la Iglesia en todos los continentes.
Yo propongo que luchemos por hacer realidad las palabras de Pablo: “Pues todos hemos sido bautizados en Cristo y de Cristo estamos revestidos, ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos somos uno en Cristo Jesús”. Y que recordemos que fue una mujer, María Magdalena, la encargada por Jesús resucitado de transmitir su mensaje a los discípulos.
Música, Vángelis: Ignacio: 1,44-2,36sg (final).
- Memoria del Evangelio de Pentecostés: Hch. 2, 1-6.
Al llegar el día de Pentecostés estaban todos y todas reunidos con un mismo propósito. De repente un ruido del cielo, como una violenta ráfaga de viento, resonó en toda la casa donde se encontraban, y vieron aparecer unas lenguas como de fuego que se repartían posándose encima de cada una de las personas. Se llenaron del Espíritu Santo y empezaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
Residían entonces en Jerusalén hombres y mujeres devotos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido, acudieron en masa con desconcierto, porque cada cual los oía hablar en su propio idioma.
- Momento de oración. Se invita a los asistentes a participar con una palabra o frase.
- Ofrendas (símbolos que aluden a los 5 temas, presentados por los asistentes)
- Presentamos el informe Intermon OXFAM: Estudio sobre las desigualdades socioeconómicas en España, una denuncia seria de la situación actual.
- Presentamos esta imagen de la iniciativa legislativa popular para la regularización de cerca de medio millón de inmigrantes en España.
- Presentamos también esta imagen de algunas defensoras de la Tierra en donde luchan para… (lucha concreta)
- Presentamos una imagen de portada de la encíclica Laudato Si, una seria reflexión desde la cabeza de la Iglesia sobre el cuidado de nuestra casa común.
- Presentamos este pañuelo, símbolo de la Revuelta de Mujeres en la Iglesia.
- Presentamos estas pulseritas como símbolo de paz, que luego nos intercambiaremos
- Pan y vino.
- Canto “Solo le pido a Dios” (CUATRO estrofas, sin repetición) con texto proyectado y en pantalla Zoom.
Solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente.
Solo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacía y sola sin haber hecho lo suficiente.
Solo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente.
Si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Solo le pido a Dios que el futuro no me sea indiferente.
Desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente.
- Anáfora
Lector. Impactados por la realidad social analizada en nuestro Encuentro, pero estimulados intensamente por el Espíritu de Jesús en este domingo de Pentecostés, compartimos los valores del Reino de Dios y nos comprometemos a plasmar con nuestro pensamiento y nuestra acción la justicia, la solidaridad y la esperanza que nos muestra la vida de Jesús de Nazaret para construir la nueva humanidad liberada que Él proclamó.
Lector. Afrontamos la lucha contra todas las desigualdades como un proyecto vital que no decaerá, porque la defensa de los Derechos Humanos y una ética social y política incisiva va a suscitar el apoyo de todas las personas de buena voluntad, creyentes o no, a favor de la sociedad igualitaria y fraterna a la que aspiramos como ciudadanía democrática del mundo, cargada de utopía y de respuestas alternativas al poder dominante del capitalismo y de la explotación.
Lector. Unidos en esta celebración por un nuevo horizonte para nuestra sociedad y llenos de la abundancia del Espíritu para implantar su Reino desde la historia, alzamos nuestro corazón y nuestras voces para entonar el himno de alabanza al señor de la vida y de la fraternidad:
Todos: Santo, Santo, Santo (misa salvadoreña)
Santo, Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo es nuestro Dios; Señor de toda la tierra, Santo, Santo es nuestro Dios.
Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es nuestro Dios; Señor de toda la historia, Santo, Santo es nuestro Dios.
Que acompaña a nuestro pueblo, que vive en nuestras luchas, del universo entero, el único Señor.
Benditos los que, en su nombre, el Evangelio anuncian, la Buena y Gran Noticia de la Liberación.
Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es nuestro Dios; Señor de toda la tierra, Santo, Santo es nuestro Dios.
Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es nuestro Dios; Señor de toda la historia, Santo, Santo es nuestro Dios.
Lector. Tenemos presentes en esta eucaristía a cuantos sufren las terribles consecuencias de las enormes desigualdades socioeconómicas, migratorias, de género, de descuido de la casa común, de la crisis climática y de las estructuras de nuestra propia iglesia, incapaces de reconocer la igualdad y la dignidad de todas las personas creyentes que la integran.
Lector. Ponemos sus esperanzas más sentidas en esta mesa común y recordamos los gestos del Maestro en su cena de despedida con sus amigas y amigos, en la que repartió el pan y el vino entre todas ellas, diciendo: esto es mi cuerpo, esta es mi sangre que serán entregados por toda la humanidad para el perdón de los pecados.
Lector. Te pedimos por la Iglesia de la que nos sentimos partícipes críticos y descontentos, pero con la esperanza de que el Papa Francisco pueda avanzar en su intento de renovarla y orientarla hacia la defensa de la justicia y de la igualdad y dar así testimonio del mensaje cristiano en medio de este mundo contrario al proyecto liberador del Dios de Jesús.
Lector. Apostamos por las causas más nobles de la humanidad y mostramos también nuestra confianza, con la fe utópica de los no creyentes y de las personas de otras religiones, para cambiar esta realidad negativa que tanto nos abruma y nos entristece.
Lector. Rechazamos de forma contundente las guerras que se están produciendo en nuestros días y exigimos una paz justa en todos los conflictos actuales, pero urgimos a la Comunidad Internacional para que se corten de raíz los abusos de poder y los genocidios contra pueblos maltratados por la ineficacia de un derecho internacional impropio de la civilización del siglo XXI.
Lector. Nos unimos todas y todos de la mano para brindar por un futuro de esperanza con la oración de Jesús, que nos vincula con la causa de su Reino…
- 9. Padrenuestro de la justicia.
Padre Nuestro que estás en la tierra, desvelado por nuestros desvelos, hoy tu nombre nos sabe a justicia, nos sabe a esperanza y a gloria tu reino.
Padre Nuestro que estás en la calle, entre el tráfico, el ruido y los nervios, que se cumpla, Señor, tu palabra, lo mismo en la tierra que arriba en el cielo.
Padre Nuestro, Padre Nuestro, no eres Dios que se queda en su cielo.
Tú alientas a los que luchan para que llegue tu reino.
Padre nuestro que sudas a diario en la piel del que arranca el sustento, que a ninguno nos falte el trabajo, que el pan es más pan cuando ha habido el esfuerzo.
Padre nuestro que no guardas nunca contra nadie venganza o desprecio, que te olvidas de ofensas y agravios y pides que todos también perdonemos.
Padre Nuestro, Padre Nuestro, no eres Dios que se queda en su cielo. Tú alientas a los que luchan para que llegue tu reino. (bis)
- Paz (se intercambian pulseras)
- Comunión con música (Albéniz: Granada) .
- Lectura del Manifiesto.
- Despedida: Canto “Habrá un día… “(Labordeta), con texto proyectado y en pantalla Zoom.
Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad.
Sonarán las campanas desde los campanarios y los campos desiertos volverán a granar unas espigas altas dispuestas para el pan.
Para un pan que en los siglos nunca fue repartido entre todos aquellos que hicieron lo posible por empujar la historia hacia la libertad.
Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad.
También será posible que esa hermosa mañana ni tú, ni yo ni el otro la lleguemos a ver, pero habrá que empujarla para que pueda ser.
Que sea como un viento que arranque los matojos, surgiendo la verdad y limpie los caminos de siglos de destrozos contra la libertad.
Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad.
Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad.