Cuaresma del pueblo palestino                                               17 de marzo de 2024

En nombre de la Humanidad, cese el Genocidio

Entrada    Música: Jorge Dressler, “Milonga del moro-judío”

Hacer referencia a la proximidad del aniversario del fallecimiento de Javier Romero y recordar a todas las personas comuneras que nos han dejado. Recordamos  igualmente a todas aquellas que se encuentra enfermas o convalecientes, deseando su pronta recuperación para que estén de nuevo entre nosotros.

Presentación de la Celebración

Estamos asistiendo hace ya 6 meses a un genocidio cruel e injusto de un estado dotado de un poderoso ejercito sobre el pueblo palestino, un pueblo indefenso y víctima durante muchos años del despojo de sus tierras, de la destrucción de sus hogares, de desplazamientos forzosos y encarcelamientos arbitrarios.

También una vez más las instituciones internacionales como la ONU han sido bloqueadas por los gobiernos occidentales más poderosos. Las iglesias y religiones, salvo el papa Francisco, no manifiestan una postura firme y decidida de reprobación a tanta barbarie. Ante esta situación muchos ciudadanos en diversos países han roto el silencio cómplice y de forma pacífica han arropado al pueblo palestino, denunciando con claridad y de forma rotunda el exterminio al que está siendo sometido.

Nuestra comunidad ha optado por unirse a ese grito y hoy queremos hacer un homenaje a este pueblo, uniéndonos a su movimiento ejemplar de resistencia, acercándonos y acompañándolos de forma incondicional.

Nuestra reunión en torno a Jesús de Nazaret hoy, puede darnos luz y energía para adherirnos a su clara opción por desposeídos y víctimas de la injusticia y de la violencia.

Petición de perdón.   “Nuestra mirada al mundo es con frecuencia superficial y anecdótica. Nos cuesta mucho ponernos en el lugar del otro, que sufre dolor, injusticia y violencia. Por ello, pedimos juntos: ¡perdón señor, perdón!

  •             Los conflictos incomodan nuestra conciencia y nuestro bienestar, muchas veces preferimos pasar página y buscar otros contenidos más agradables y divertidos,mientras la gente más pobre de la humanidad pierde todos sus derechos y toda su esperanza de futuro. Por ello, te pedimos juntos: ¡perdón, señor, perdón!
  •             La masacre, la destrucción y el genocidio, que padecen Gaza y Palestina no tienen parangón hoy en la actual coyuntura con ninguna otra injusticia o violación de derechos humanos, por eso exige de nuestra parte una respuesta diferente. No podemos pues escudarnos en una neutralidad ficticia y falsa para no actuar con valor y firmeza frente a esto. Por ello, pedimos juntos: ¡perdón, señor, perdón!
  •             El fracaso de la comunidad internacional para desbaratar esta ignominia nos obliga como ciudadanía mundial a presionar sin reservas a los responsables de las instituciones, si bien algunos de ellos han mostrado su sensibilidad y convicción, pero las estructuras carecen de instrumentos reales para la intervención, por lo que debemos afrontar su transformación urgente, adquiriendo un compromiso político irrenunciable, que hasta ahora no ha cuajado. Por ello, te pedimos juntos: ¡perdón, señor, perdón!
  •             Los poderes fácticos imponen su ley, el país mejor armado del mundo practica un terrorismo de estado implacable, gracias a la ayuda de la nación más poderosa. Incluso se aplican medidas humanitarias por quienes podrían parar la agresión. Aunque nos sonroje esta burla macabra, no debemos dejar de denunciar su hipocresía, aunque occidente siga obcecado en su siniestra protección del agresor. Por ello, te pedimos juntos: ¡perdón, señor, perdón!

1ª Lectura:  Vídeo del Papa en Navidad 2023

2ª Lectura: Evangelio de Juan, extracto de capítulos 12 y 20:

Previo a su sacrificio:

“Ha llegado la hora de que se manifieste la gloria de este Hombre. Sí, os lo aseguro, si el grano de trigo cae en tierra y no muere, queda infecundo; en cambio, si muere, da fruto abundante. Quien tiene apego a la propia existencia, la pierde; quien desprecia la la propia existencia en el mundo, éste la conserva para una vida sin término. El que quiera servirme, que me siga, y allí donde yo esté, esté también mi servidor; a quien me sirva lo honrará el Padre.”

Y después de su resurrección:

“Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas atrancadas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró, se puso en medio y les dijo: -Paz con vosotros- Dicho esto les enseñó las manos y el costado. Jesús repitió: -Paz con vosotros. Como el Padre me ha enviado, os envío yo también- A continuación sopló sobre ellos y les dijo:

-Recibid Espíritu Santo” –

Es palabra de Dios

Canción: Pág. 53 del cantoral, Nº 3 “Hoy comienza una nueva era”

Introducción al diálogo. Para motivaros al diálogo, permitidme que os lea un extracto de una reflexión de José Antonio Pagola, sobre el evangelio de Juan:

“Pocas frases tan provocativas como las que escuchamos hoy en el evangelio: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere da mucho fruto». El pensamiento de Jesús es claro. No se puede engendrar vida sin dar la propia. No se puede hacer vivir a los demás si uno no está dispuesto a «desvivirse» por los otros. La vida es fruto del amor, y brota en la medida en que sabemos entregarnos.

Es natural que nos apartemos del dolor, que busquemos evitarlo siempre que sea posible, que luchemos por suprimirlo de nosotros.

Es claro que en la vida podríamos evitarnos muchos sufrimientos, amarguras y sinsabores. Bastaría con cerrar los ojos ante los sufrimientos ajenos y encerrarnos en la búsqueda egoísta de nuestra dicha. Pero siempre sería a un precio demasiado elevado: dejando sencillamente de amar. Cuando uno ama y vive intensamente la vida, no puede vivir indiferente al sufrimiento grande o pequeño de las gentes. El que ama se hace vulnerable. Amar a los otros incluye sufrimiento, «compasión», solidaridad en el dolor.” Fin de la cita.

Nos preguntamos hoy: ¿Cómo vivimos nosotros el dolor del pueblo palestino?, ¿nos hacemos vulnerables ante ese dolor, nos solidarizamos en ese dolor?

Diálogo

Ofrendas:

  • Pañuelo palestino
  • Manifiesto de Amnistía Internacional
  • Pancarta del grupo PAX
  • Sufrimiento de mujeres palestinas
  • Bolsas
  • Pan y Vino

Canción:

“Nací en Palestina”, EMEL

Anáfora

Equipo: Oh Señor, Dios de misericordia y amor, hoy nos acercamos a tu mesa con nuestros corazones llenos de angustia y dolor por la situación en Gaza. Vemos con tristeza cómo tantos de tus hijos sufren las consecuencias de la violencia y el conflicto, cómo tantas vidas inocentes se pierden en medio de la destrucción y el sufrimiento.

Equipo: Los israelíes, haciendo uso de la Ley del Talión, toman venganza desmedida de los actos realizados contra ellos, que si bien son rechazables como cualquier otra forma de violencia contra seres humanos, son consecuencia de la terrible opresión sufrida por el pueblo palestino durante tantos años

Todos: En esta hora de desesperanza, te pedimos que derrames tu luz sobre aquellos que están en posiciones de poder y autoridad, para que encuentren en sus corazones la compasión y la sabiduría necesarias para buscar la paz y la justicia para todos los habitantes de Gaza.

Equipo: Te pedimos, Señor, que consueles a las familias de los masacrados por el ejército israelí, a los que están heridos; que fortalezcas a los que están desesperados y que guíes a todos los que trabajan por la reconciliación y la paz en esta tierra tan golpeada por la violencia.

Equipo Te ofrecemos en esta Eucaristía nuestras oraciones y sacrificios, en un acto de solidaridad con nuestros hermanos y hermanas en Gaza. Que nuestro amor y nuestra fe en Ti nos impulsen a ser agentes de cambio y reconciliación en nuestro mundo, sembrando la esperanza donde hay desesperanza y la paz donde hay violencia.

Todos: Nos comprometemos a apoyar las iniciativas que se realizan para denunciar el genocidio del pueblo palestino y, sabiendo que Jesús estará siempre a nuestro lado, defendiendo a los más desvalidos y oprimidos, alzamos la mirada hacia Ti, cantando:

SANTO, SANTO….

Equipo: Y en esta confianza, compartimos tu pan recordando tu gesto, de aquella noche, previa a tu sacrificio, cuando rodeado de tus amigos y amigas, lo partiste y lo repartiste diciendo:

Todos: Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo que sufre en los masacrados por la violencia de los opresores, y se entrega en su sacrificio

Equipo: Y acabada la cena, tomo la copa de vino, la bendijo y la pasó a todos diciendo:

Todos: Bebed todos este vino, símbolo de mi sangre, derramada en los cuerpos de las mujeres, hombres y niños palestinos

Equipo: Este el sacramento de nuestra fe

Todos: Anunciamos tu reino, proclamamos tu resurrección, ven señor Jesús

Equipo: Unamos nuestras manos para elevar al Padre la oración que Jesús nos enseñó:

PADRE NUESTRO

Equipo: Y con la fuerza que nos da el Espíritu que Jesús nos transmite, pedimos la paz en Palestina y que se extienda a toda la Tierra, expresándolo con el abrazo entre nosotros y nosotras.

Abrazo de paz

Comunión,    canción: “imagine”, john lenon

Acción de gracias:     lectura de poesía, autor palestino

Canción final: “Oye Padre” pág. 65 del cantoral

Avisos y Despedida