La Comunidad en servicio 27 de septiembre de 2020
Saludo y presentación:
Frente al cambio de paradigma en el que nos encontramos, en la asamblea de abril, decidimos tomar conciencia de la necesidad de un cambio de “estar y actuar” en el mundo.
Para empezar el nuevo curso y atentos a escuchar el pistoletazo de salida que nos daremos en la próxima asamblea de octubre, entre otras cosas, hemos renovado los grupos de preparación de la Eucaristía y sobre la preparación vamos a reflexionar.
Dejando de lado la celebración eucarística misma, que sabemos la importancia que tiene para nuestra comunidad, queremos detenernos a reflexionar sobre si la preparación va en esta línea, si nuestro interés ha sido proponer algún tema importante para todas y todos, cuáles son nuestras motivaciones para que nuestras ideas y propuestas vayan dirigidas a una toma de conciencia de la comunidad con miras al evangelio y si pensamos que nuestras propuestas pueden dar luz al tema propuesto sobre el hilo conductor del año, a las celebraciones festivas o a los acontecimientos que nos rodean.
Lecturas:
Primera: Del artículo de Rufino Velasco en la revista Éxodo nº 154, “Iglesia comunidad”.
Hace ya 20 años que Karl Rahner predijo lo siguiente: “La Iglesia del futuro será una iglesia que se construirá desde abajo, por medio de comunidades de base de libre iniciativa y asociación. Hemos de hacer todo lo posible para no impedir este desarrollo, sino más bien promoverlo y encauzarlo correctamente”…
El lema sería este: Buscad primero la comunidad y los ministerios se os darán por añadidura.
… las comunidades de base se constituyen como tales desde una inmersión profunda en los conflictos sociales de base, y en coordinación con todo grupo o movimiento comprometido en las luchas populares de liberación.
Que todo lo que es la comunidad hacia dentro se entienda y se organice como plataforma de evangelización. La comunidad cristiana está, ante todo, al servicio de los más necesitados de su entorno social, no para vivir determinadas experiencias, consideradas como cristianas o religiosas en sí mismas, de puertas adentro. Que todo lo que se convive dentro como lo que se realiza fuera esté determinado por una previa opción de fondo: la opción por los pobres.
Segunda: Juan 13, 2-5 y 12-15
Introducción al dialogo:
La Eucaristía no es un gesto ritual, desligado de la vida, sino que nos dice lo que tenemos que practicar los cristianos siguiendo al Maestro: un amor capaz de llegar hasta el extremo en el servicio solidario
Tan importante es para nuestra comunidad la celebración semanal, que bien merece la pena detenernos para ver cómo la estamos preparando.
Hemos comenzado el nuevo curso con nuevos Grupos y una nueva apuesta. “A tiempos nuevos, dijimos en la asamblea, actitudes y paradigmas distintos”.
Necesitamos ideas nuevas para estos nuevos tiempos. Y por ahí debemos ir. Por esto nos preguntamos, cómo la preparamos y qué aportamos cada uno de nosotros para dar luz y energía a la comunidad. Y para simplificar el diálogo nos preguntamos:
-¿El tema que proponemos, conecta con nuestra fe y nuestra forma de vida?
-¿Cuál ha sido nuestra mejor experiencia en la preparación?
-¿Qué propuestas haríamos a los grupos?
Ofrendas:
- Libro de la comunidad: Este libro que presentamos como ofrenda, que como tal se elaboró hace casi una década, contiene los datos referidos a la creación de la comunidad, como un ser vivo, que, como se dijo al principio, está en permanente servicio, con vocación de no tener fin voluntario.
- Los nuevos grupos de preparación.
- Voluntarios, Servicios públicos y otros servicios con motivo de la COVID19.
- Pan y vino.
Oración:
Padre nuestro que nos guías en este camino de la vida y nos das fuerzas para llevar adelante tus planes del Reino.
Tú que iluminas en nuestros pasos dentro de la comunidad para que seamos responsables de los servicios a los que nos comprometemos, para que alimentemos y hagamos crecer la fe de esta comunidad con ilusión, creatividad y disponibilidad, para que nos apoyemos y demos fuerzas en nuestros compromisos también hacia fuera.
Todo esto, lo queremos celebrar poniendo en común nuestra realidad de cada día con alegría y con la esperanza de conseguir un mundo mejor, más justo y solidario.
Por ello, congregados en nombre de Jesús, repetimos también hoy los gestos que hizo cuando reunido con sus discípulos y seguidoras más fieles, tomó el pan, lo partió y dijo:
“Tomad y comed todos de él porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”
Y a continuación tomó la copa, la bendijo y la repartió diciendo:
“Tomad y bebed todos de ella porque esta es mi sangre que será derramada por todo el género humano”. Haced esto en memoria mía.
Éste es el sacramento de nuestra fe.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven Señor Jesús!
Padre nuestro: Jesús nos enseñó la manera de dirigirnos al Padre. Os invitamos a unir nuestras manos y hacer juntos la oración del Padre nuestro.
Paz: Y reconociéndonos como hermanos, nos deseamos la paz unos a otros.
Comunión: Compartir el pan y el vino no es algo banal, es un compromiso, es compartir nuestra vida y ponerla al servicio de los demás. Con este sentido, nos atrevemos a comer el pan y beber el vino como hizo Jesús en su última noche con sus amigos.
Acción de gracias.
Hoy la acción de gracias queremos que sea, Padre, por tu ayuda, desde aquellos orígenes en los años 70, cuando poco a poco se fue fraguando el germen de esta comunidad. Necesitábamos caer en la cuenta de que, el seguimiento del Evangelio, implicaba una actitud de compromiso de cambio de la realidad del mundo en que vivimos. Para ello, debíamos trabajar por la implantación de tu Reino, con una opción tajante por los más débiles, utilizando la palabra del Papa Francisco por los “desechados”. Gracias, Señor, por el Espíritu que nos envías y la fortaleza que recibimos para continuar escribiendo en “nuestro Libro”.
Muy importante para todo esto, es la realidad de los ministerios o servicios (los distintos grupos que existen en la comunidad) necesarios para la vida, permanentemente, activa de la misma.
Avisos