“VOLVER A EMPEZAR: LA ALEGRIA DEL ENCUENTRO” 25 de septiembre de 2005
INTRODUCCIÓN-SALUDO
Nuestra Comunidad es un poco atípica en todo, también en su calendario que se sigue rigiendo por los años académicos, haciendo así gala de una condición de “universitaria” aunque ya un tanto lejana. Por eso, cada septiembre es una especie de año nuevo. Y, ¿qué hacemos en año nuevo?, pues cargarnos de nuevos deseos y hacer revisión de lo andado. Eso mismo es lo que os proponemos hoy. Hace un par de meses nos despedimos con una reflexión que nos preguntaba sobre “Como vivir cristianamente nuestro tiempo de vacaciones”. Y nos nos volvemos a encontrar con la alegría de vernos más jóvenes y morenos, dando gracias por lo vivido y preguntándonos por los retos que tenemos frente a nosotros.
LECTURAS: Hc 4, 33-35: El ideal del grupo, de la Comunidad.
Lc 9, 28-36: Del “plantemos tres tiendas” a la realidad que nos envuelve.
CANCION: Hoy Señor te damos gracias ……. pág. 44 nº 84
PERDON:
REFLEXION
¿Por qué damos gracias?
¿Qué nos proponemos PERSONALMENTE para este nuevo curso?
OFRENDAS:
Gorro. Horario asamblea. Convocatoria Salamanca. Claroscuros del verano.
ANAFORA.
P.- Aclamemos al Señor que nos ha convocado, un curso más, en torno a su mesa. Es hora de estar alegres por volvernos a encontrar, por poder compartir las experiencias del sol, la lluvia, el mar, la montaña…por volver a estrechar nuestras manos, por volver a oír nuestras voces, por recuperar esta milagrosa cotidianeidad que nos hace sentir que estamos vivos. Por todo esto Señor, aclamamos tu nombre.
Todos.- Es hora de hacer planes, de elaborar proyectos, de reverdecer nuestros viejos sueños, de enfrentarnos a nuevos retos. Señor, nos gustaría plantar tres tiendas, querríamos detener las hojas del calendario, vivir un perpetuo agosto, pero tu nos llamas diciendo: ¡átate de nuevos las zapatillas y disponte a andar un nuevo camino!.
L2.- Gracias Señor por devolvernos a la realidad, a la vida, que seguramente es más triste y amarga de lo que deseamos, pero que está llena de pequeños milagros que hacen que sea maravillosa: un jardín lleno de abrojos, como escribió el teólogo, pero un jardín a fin de cuentas.
L3.- Recordamos, Señor, a todas aquellas personas que, este verano, se han cruzado en nuestro camino: las que se han ido a acompañar indígenas las que han dado parte de su tiempo a los enfermos las que han compartido sus bienes las que se han recluido a orar… Los recordamos a todos y en todos reconocemos tu rostro.
Todos.- Porque, a pesar de este paréntesis seguimos pensando que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida, y estamos dispuestos a acudir a tu llamada. Sabes que nos cuesta desperezarnos, que se nos hace duro bajar de nuevo del monte…Pero este camino no lo andamos solos. Guiados por tu luz y con el apoyo de todos los que hoy nos hemos reunido aquí, renovamos nuestro compromiso de ser báculo y asiento, aceite y petróleo, alegría y esperanza.
Por todo esto expresamos nuestra alegría cantando:
TODOS: (canción)
SANTO, SANTO, SANTO, SANTO, SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS.
SEÑOR DE TODA LA HISTORIA, SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS.
Que acompaña a nuestro pueblo,que vive en nuestras luchas,del universo entero el único Señor.
Benditos los que en su nombre el Evangelio anuncian,la buena y gran noticia de la liberación.
SANTO, SANTO, SANTO, SANTO, SANTO, SANTO ES NUESTRO DIOS…
P.- Reunidos Señor, en torno a esta mesa, nos disponemos a celebrar la fiesta del encuentro. Y qué paradoja, Señor: el banquete al que nos llamas es para recordar la noche en que te íbamos a traicionar. Aún así, tomaste el pan, diste gracias, lo bendijiste
y repartiéndolo entre tus discípulos, dijiste:
TODOS: «Tomad y comed tdos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros».
P.- Del mismo modo, acabada la cena, tomaste la copa y dando gracias la pasaste diciendo:
TODOS: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía».
Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
L4.- Señor, mantén viva nuestra fe, nuestra alegría, nuestra unión. Haz de esta comunidad testimonio de tu Palabra y Vida. Que sepamos plantar cara al desánimo, aparcar nuestras comodidades, desterrar nuestros egoísmos.
L5.- Recordamos a todos nuestros hermanos que han ocupado un sitio entre nosotros y cuya memoria está aún presente (SILENCIO).
TODOS:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
PADRENUESTRO
PAZ
COMUNION: A comer y a beber ………………..… pág. 50 nº 95
AVISOS
ACCION DE GRACIAS: Anunciaremos tu reino ….… pág. 35 nº 65