Pepa Torres Pérez Marzo 2008
1. UNA CONSTATACIÓN COMO PUNTO DE PARTIDA: el lastre de una teología todavía muy separada de la espiritualidad y de una espiritualidad “sin cuerpo” tiene profundas consecuencias en nuestra compresión histórica y cristológica de Jesús
Una de las grandes tragedias de la teología ha sido su ruptura con la espiritualidad. Una dogmática desgajada de la espiritualidad ha tenido como consecuencia la reducción a pura especulación, a perder suelo, a desarrollar una teología al margen de lo humano y lo mundano, al margen de las experiencias esenciales de la vida y lo cotidiano y a la vez, una espiritualidad al margen de la dogmática ha quedado muchas veces reducida a pura subjetividad. Dogmática y espiritualidad, teología y espiritualidad son inseparables.
Al mismo tiempo nuestra espiritualidad y nuestra teología son todavía profundamente dualistas y dicotómicas:
A la espiritualidad, a la teología le sigue faltando cuerpo, mundo, barro.Sin embargo como leemos en Tm 3, 16 : El misterio de nuestra religión se realiza corporalmente, ha tomado forma y figura humana ( Filipenses 2,6-6), se ha hecho, carne, historia, cuerpo individual y cuerpo social en Jesús de Nazaret ( Luc 4 , 14-30 )
La Buena Noticia del Evangelio pasa por la humanidad de Jesús. Una Buena Noticia que se hace “corporeidad”,y que nos llega en expresión de la biblista Mariola López en el “cuerpo a cuerpo” de Jesús con las personas y colectivos más excluidos de su sociedad y del templo, Un “cuerpo a cuerpo” en el que ver oír, tocar y gustar son fundamentales en el modo de acceder a la realidad del propio Jesús y de comprometerse con ella .
2. LA IMPORTANCIA DE LA CORPORALIDAD EN LA ANTROPOLOGÍA BÍBLICA ALGUNAS CONEXIONES CON ANTROPOLOGÍAS CONTEMPORÁNEAS
El dualismo que caracteriza a la cultura occidental no tiene nada que ver con la perspectiva integral, concreta y unitaria que tiene la cultura semita sobre el ser humano.En este sentido podemos decir que la antropología bíblica es fundamentalmente una antropología relacional y una antropología unitaria4.
Son embargo, en la evolución del cristianismo el ser humano en cuanto a su corporeidad se ha visto más como sarx que como soma por eso ha quedado profundamente devaluado y muchas veces ajeno a la espiritualidad y a la teología.
Sin embargo las nuevas antropologías especialmente las feministas nos devuelven hoy a una nueva conciencia:
- – No tenemos un cuerpo, sino que somos un cuerpo y un cuerpo sexuado que ha sido configurado y condicionado culturalmente, lo cual influye en nuestras opciones, comportamientos y relaciones.
- – Somos un cuerpo con capacidad creadora y espiritual. Todo lo que acontece en la vida humana pasa por nuestra corporeidad .El cuerpo es el lugar desde donde nos relacionamos y desde nos trascendemos. Es el lugar de comunicación con Dios, con los otros. Nos permite ser seres en relación.
- – El cuerpo es la presencialización de la persona, su epifanía .Nos posiciona y orienta. Los valores deseos, proyectos se hacen verdaderos cuando son verificados por el propio cuerpo, cuando se “encarnan”, cuando se hacen “piel de nuestra piel”..Es entonces cuando el cuerpo se convierte en revelación no solo de nuestros valores sino del Dios que nos sustenta e identifica.Nuestro cuerpo se convierte entonces en presencialización del Invisible5.
El cuerpo es también la sede de los sentidos. Sólo podemos relacionarnos y encontrarnos con nosotros mismas, con los demás y con Dios a través del cuerpo que somos y a través de la puerta de los sentidos.
Nuestros sentidos son los captadores de la realidad, por eso nuestro modo de sentir la realidad, es decir de captarla a través de nuestra sensibilidad es fundamental en nuestro modo de procesarla intelectual y afectivamente e implicarnos en ella.
El paradigma de plenitud humana en este sentido es Jesús de Nazaret.
Se nos hace necesaria una Jesusología o una Cristología más corporal, porque el Cristo a quien confesamos es “El Mesías venido ya en carne mortal “(1 Juan 4,2) la palabra corporal y exacta de Dios.
3. APROXIMACIÓN A LOS SENTIDOS DE JESÚS:
3.1. EL TACTO EN JESUS: ¿Qué hace Jesús con sus manos? ¿Cómo y a quienes toca y que consecuencias tiene?
Las manos en la cultura semita representan las relaciones y la praxis, simbolizan también el poder con sus connotaciones de fuerza en el terreno físico o en un sentido espiritual.
Sus manos son expresión de sanación y liberación entre la gente más excluida de su contexto: mujeres, leprosos, pobres, niños.
Especialmente el Evangelio de Marcos subraya sobre la actividad sanadora y liberadora de Jesús más allá de los límites de la pureza ritual establecidos por el judaísmo. Haciendo un recorrido por el evangelio de Marcos descubrimos como las manos expresan la práctica liberadora de Jesús: manos que al tocar y dejarse tocar sanan, liberan ,devuelven dignidades, manos que se manchan y quedan pringadas, salpicadas por la realidad de aquellos a quienes tocan y por quienes son tocadas.
Jesús ofrece relaciones que buscan y generan reciprocidad, relaciones que superan la verticalidad, la dialéctica del amo y el esclavo, la lógica del patriarcado, las relaciones “donante/ receptor” que humillan a la gente, aun sin pretenderlo.
El cuerpo a cuerpo de Jesús con las personas y colectivos excluidos, la práctica de unas relaciones generadoras de liberación, les harán pasar de la experiencia de la exclusión a la experiencia de la integración, del griterío a la palabra, de la autolesión a la autoestima, pero también por esta manera de tocar y ser tocado por los cuerpos más discriminados de Israel, Jesús transgredirá los limites de lo religiosamente correcto, cuestionará el satus quo y a sus representantes y el cuerpo mismo de Jesús pasará a ser percibido como amenazante y por tanto condenado como tal por los poderes establecidos : “Maldito el que cuelga del madero” (Levítico 18,5, Gal, 3, 12-14)
En los relatos de los milagros de Marcos las manos de Jesús desempeñan un papel fundamental: Tocar, agarrar con fuerza, poner sobre… son las expresiones más habituales que se utilizan en los textos para referirse a ellas en la acción sanadora de Jesús
Sus manos son fuente de conocimiento y reconocimiento. Jesús toca y comunica firmeza, al tocar “empodera”. Jesús al tocar y relacionarse con la gente mas empobrecida y excluida les confirma como imagen y semejanza del Creador.
Los textos se refieren indistintamente a Jesús tomando la iniciativa de tocar, tomar con firmeza o poner sus manos, sobre los cuerpos heridos:
– 1, 31-41 (curación de la suegra de pedro y multitud que le busca para ser sanada)
– 5, 41 (hija de Jairo)
– 6,5 (curación de enfermos)
– 7,31-37 (curación de sordomudo)
– 8, 23-25(ciego de Betsaida)
– 9, 27 (niño epiléptico )
O bien nos muestran enfermos o acompañantes solicitándole que lo haga (5,23; 7,32;8,22) o adelantándose ellos mismos a hacerlo (5,27-.28; 3,10 )
Todas las personas tocadas por Jesús reflejan lo que Elisa Estévez ha llamado “hambre de piel”. Multitudes deseosas de contacto humanizante y vivificante que les es negado y les hace vivir incluso la culpabilización, no olvidemos que en casi todos los sistemas de dominación “culpar a la victima” es un mecanismo que se utiliza muy eficazmente.
En una sociedad en la que estaba prohibido aproximarse a la impureza la relación de Jesús por ejemplo con las mujeres, entre ellas en concreto con la mujer que padecía hemorragias continuas constituye una auténtica subversión (Mc 5,21-43)
El contacto y el tacto de Jesús, con todos estos cuerpos malditos les introduce en la pedagogía del amor les devuelve la dignidad arrebatada y presencializa el Reino:
“Los ciegos ven, los cojos andan , los leproso quedan limpios y los pobres reciben una Buena Noticia “ ( Mateo 11, 2-)
Pero no todos entienden ni se abren a este lenguaje. En este sentido el relato de la mujer que ungió a Jesús con perfume resulta enormemente significativo: Lucas 7, 36-50 y Juan 12, 1-7.
Este modo de proceder de Jesús desde su sensibilidad escandaliza a unos y sin embargo, es precisamente lo que hace que otros reconozcan que alguien que se relaciona de esa manera con los pobres y pecadores no puede ser otro que el Hijo de Dios, su misericordia y su ternura en acción.
El cuerpo de Jesús por los caminos de Galilea derramó la ternura y la compasión de Dios con los últimos. El frasco que según Juan (12, 1-7) la mujer rompe para ungirle con perfume es una anticipación simbólica del cuerpo partido de Cristo en la Eucaristía y ajusticiado en la Cruz.
El tacto de Jesús, su modo de tocar la vida, la gente y dejarse tocar por ella revela la compasión y la ternura de un Dios también femenino anunciado por los profetas( Is 46, 3-5 y Oseas 11, 1-8) :Un Dios con entrañas de misericordia: (“splagchnizomai”) .
Jesús en sus relaciones, en su praxis liberadora y sanadora es la misericordia de Dios hecha cuerpo, carne, historia. Las parábolas del samaritano y la del padre misericordioso resultan en este sentido sumamente evocadoras ( Lc 10,33; 15,20)
La compasión hecha cuerpo al modo de Jesús va a resultar incómoda a los poderes dominantes del sistema religioso y político de la época de Jesús, su misericordia va a desconcertar a quienes como el hermano mayor de la parábola del hijo prodigo creen que Dios es más juez que padre y madre compasivo.
Como afirma Walter Brueggemann7, tanto en la época de Jesús como en otras épocas la compasión es una relación no permitida a la hora de estructurar la legalidad. La compasión practicada la modo de Jesús es una FORMA RADICAL DE CRITICA, porque anuncia que todo dolor ha de ser tomado en serio, que ninguna injusticia ni sufrimiento ha de ser concebido como algo normal ni natural sino que la injusticia y el sufrimiento que lo provocan es siempre una situación inaceptable para la humanidad. Por eso La compasión tiene también una dimensión política, de lo contrario no es más que un sucedáneo que los sistemas religiosos y políticos asimilan y convierten en instrumento para su mantenimiento.
Por eso desde el principio de su ministerio la vida de Jesús se va a ver seriamente amenazada “vigilada” precisamente por la trasgresión que suponen sus practicas compasivas, que son signos de que otro mundo es posible y por tanto se puede desmantelar el vigente .Por eso, no es extraña, como nos narra Marcos en la curación en sábado del hombre de la mano paralizada que desde ese momento los fariseos deliberaran con los herodianos como acabar con Jesús (Marcos 3, 1-6):
3.2. GUSTAR COMO JESUS: La comensalidad abierta y sus consecuencias
El sentido del gusto está relacionado con un acto tan vital y elemental de nuestro existir como es el comer. Gusto y alimento están tremendamente relacionados.
– ¿Cuál fue el gusto de Jesús, su alimento?.
Juan nos dice que el alimento de Jesús fue hacer la voluntad del Padre (Juan 4, 32-34). Una voluntad en la fue entrando en afinidad más allá de los costes que esto le llevará (Mc 14,32-42). Gustar la voluntad del Padre le llevó a Jesús a pasar el trago de Getsemaní.
Jesús gustó la experiencia de vivir seducido por Dios y su proyecto de tal manera que la vivió hasta el extremo (13, 1-2), pero la Eucaristía no fue un acto fortuito en la vida de Jesús sino que fue gestándose a lo largo de toda la vida de Jesús a través de sus palabras, sus gestos, encuentro, actitudes:
– En su deseo de dar vida, una vida que es entregada gratuita y libremente: “Doy la vida para recobrarla después. Nadie me la quita, la doy voluntariamente” (Juan 10,10), (Juan 6,35)
– En su implicación ante el hambre de la gente. Jesús se ofrece como pan de vida. Descubre las potencialidades de las personas, “Lo que tienen” y no sólo sus carencias (Juan 6,5-11)
– En la interpretación de tantas dimensiones de la vida del reino : La voluntad del Padre, su palabra, su llamada, sus promesas en clave de alimento banquete, saciedad (Mt 22,4; Mt 7, 9-11;Luc 12,37,Luc 16, 19-20).El reino de Dios se parece a un banquete en el que los invitados se excusan y el banquete se llena de gente que anda por los caminos y que pasan a ocupar los primeros puestos ( Mt 7, 9-11 )
– En sus gestos de incluir, reunir, hacer mesa común con un tipo de gente (Lc 2, 15) (Lc 15,2) no precisamente bien vista.
– Comensalidad abierta de Jesús y su significado.
La Eucaristía arranca del gusto de Jesús por comer con un tipo de gente, de su comensalidad. Dice Javier Vitoria que “a Jesús le mataron por su forma de comer.
Jesús no solo come con sus discípulos ni con los puros ni bien vistos, sino que come con paganos, pobres y malditos, come con los amigos de Mateo (Mateo 9, 10) o con Zaqueo o acepta invitaciones que provoca escándalos de modo que es acusado de comedor y bebedor (Mateo 11,18-19)( Luc 7,34) , ofrece el banquete del Reino a los que andaban por los caminos mandando a un criado salir a buscarlos( Mateo 22) , acoge en una comida las caricias de una pecadora poniéndola como ejemplo ante el resto de los comensales ( Lucas 7, 36 ss).
Las comidas de Jesús con los pecadores muestran que Dios es un Dios compasivo y misericordioso cuyo Reino pertenece a los últimos pese a las leyes políticas y religiosas que legitiman lo contrario. Las comidas de Jesús son un signo de la anticipación del Reino. La comunión de mesa implica participación, reconocimiento de la dignidad de las personas sea cual sea su apariencia y condición. La comensalidad consagra la vecindad, la igualdad, la amistad, quienes comen juntos hacen causa común, entran en complicidad y es esa complicidad de palabras no de palabras, sino de vida, la que ningún sistema establecido
A través de la comensalidad abierta se actualiza el reino pues se visibliza que son posibles una orden y unas relaciones distintas sin últimos ni primeros, inclusivas Pues si Dios reina significa que ya no han de reinar unos hombres sobre otros, unas clases sobre otras, unos pueblos sobre otros, un sexo sobre otro, una etnia sobre otra. Es decir, que a Dios sólo podemos acogerlo como Señor y Padre si los hombres y mujeres nos sentamos a compartir como hermanos y hermanas la mesa de esta tierra por eso la comensalidad de Jesús resultó muy incómoda para los poderes religiosos y políticos de su época.
– La ULTIMA CENA “Jesús como anfitrión y servidor”
Pero la Ultima Cena, aunque arranca de estas comidas de Jesús con la gente no fue una comida más sino que tiene un carácter de memorial, de testamento. Jesús es consciente que entorno a él se va cerrando un cerco y busca la intimidad con sus discípulos para compartirles los secretos de su corazón y para ratificar su deseo de entrega, de seguir adelante en la misión que el Aba le ha encomendado (Luc 22,7-23) (Juan 13, 1-15 ). La cena es un Compendio de lo que ha sido la vida de Jesús. Jesús invita, es anfitrión y se presenta a la vez como el que sirve: Lucas 22, 27-28. Algo absolutamente inusual en Israel.
Juan, que no narrará la cena de Jesús sino el Lavatorio (Juan 13, 1-29), resume en este acto todo lo que ha sido la vida del profeta de Nazaret. Toda la vida de Jesús es diaconía, es servicio, pero utiliza aquí la expresión DIAKONIA y no LEITOURGEN (utiliza una expresión que sólo se utilizaba referida al servicio doméstico, es decir, al que hacían las mujeres, los esclavos y los criados )
Jesús, en el Lavatorio, al situarse desde abajo rompe la verticalidad y la dialéctica de amo y esclavo, nos expone a un Dios identificando con los más últimos y con lo más de abajo, sustentando, igualando sirviendo desde ahí y creando desde ese lugar y ese modo, la horizontalidad del Reino.
Es tan provocador este gesto, en el que algunos dicen que “Jesús se mujerizó , que en la imaginería religiosa apenas se recoge.
El arte ha reproducido escenas de Jesús en las que aparece presidiendo la Eucaristía, sin embargo hay muy pocas en las que Jesús aparece agachado y lavando los pies a sus discípulos, ocupando el último lugar. Esa actitud y ese gesto sigue escandalizándonos.
Celebrar la Eucaristía conlleva siempre una pasión y un riesgo, la de entregar la vida al modo de Jesús, la de partirla y repartirla con todos los que se quedan fuera de los banquetes y sin sienten sin derecho a ella, sin embargo la tentación que tenemos permanentemente es domesticar la Eucaristía, convertirla en una liturgia aséptica y rutinaria, en un acto de piedad individual o en un espectáculo (1 Cor 11, 23-28)
Entrar en comunión con el Dios de Jesús comer su Palabra Expuesta conlleva siempre el “Haced esto en memoria mía”, seguir actualizando la existencia al modo de Jesús. El gusto de la Eucaristía no es un gustirrin evasivo ni individualista ni una devoción particular sino que conlleva disgustos, compromiso agradecido y gratuito hasta que la creación entera y la humanidad toda ella sea Eucarística.
Como dice Schillebeck8: “Lo que ha salvado al mundo no es una liturgia celebrada en un templo, sino la ejecución de un hombre que se hizo inaguantable a los poderosos de este mundo por su amor a los pequeños y a los pobres . El Gólgota no es una liturgia eclesial, sino una porción de la vida humana.
Celebrar la Eucaristía es actualizar la memoria subversiva en nuestro mundo en carne propia, es un riesgo y nunca un tranquilizante. En el marco de tiempo de pascua estaría bien verdad preguntarnos que riesgos somos invitados a correr en nuestras eucaristías, y con quienes y por quienes, porque como dijo Oscar Romero en su homilía del 28 de mayo de 1978:
“Si creemos de verdad que Cristo… es el pan vivo que alimenta el mundo .La fe de los cristianos no puede ser lánguida, miedosa, tímida sino que de verdad como decía Juan Crisóstomo: cuando comulgas recibes fuego, deberías de salir respirando la alegría, la fortaleza de transformar el mundo”
Pues que así vaya siendo.
4 Para profundizar en este tema es muy interesante la lectura de F. RIVAS, La experiencia espiritual de Jesús, Madrid, San Pablo, 2005, texto en el que en buena parte me inspiro.
5 E. MARTINEZ OCAÑA, Hacia una espiritualidad corporal: Iglesia Viva 216 (2003) 47-61
7 W BRUEGGEMANN. La imaginación profética, Santander, Sal Terrae, 2002
8 E. SCHILLEBEECKX, Dios futuro del hombre. Salamanca, Sígueme, 1970, p 107
PARA DIALOGAR:
1.¿En que sentido creemos que tiene consecuencias el lastre de una teología y una espiritualidad “sin cuerpo” en la comprensión histórica y cristológica de Jesús y en nuestra propia vida cristiana?
2.¿Qué nos resulta novedoso del planteamiento de esta reflexión y por què?
3¿Qué aspectos nos gustaría completar y profundizar más en ellos y por qué?