Grupo “Espiritualidad”. Una síntesis del libro de Hans Küng “Credo”, Editorial Trota1992
¿Qué significa creer? (pg. 18 y siguientes”)
“Un Dios que existe no existe”, Bonhoeffer:
Dios sería un existente entre existentes y el hombre podría disponer de él al menos intelectualmente.
Creer es un acto del hombre entero, un acto de confianza razonable, no demostración, no decisión de la voluntad, no un sentir irracional, sino confianza fundada.
No, creer en la Biblia, frente al biblicismo protestante.
No, creer en la tradición (tradicionalismo ortodoxo)
No, creer en la Iglesia (autoritarismo católico romano)
Feuerbach: Dios proyección objetivada de la esencia humana. O, “existencia auténtica” , no alienada.
Marx: La religión opio del pueblo, pero antes “el suspiro de la criatura oprimida”. También la revolución o el nacionalismo han sido opio del pueblo. Dios, también motor de liberación en Hispanoamérica.
Freud: Dios, retorno a las estructuras infantiles, autoengaño, evasión, ilusión. 0 madurez, plenitud humana.
La fe en Dios ha sido y es muchas veces autoritaria, tiránica y reaccionaria. Puede producir miedo, inmadurez humana, frustración, injusticia, abstención social, individualismo, puede inspirar inmoralidad y guerras.
Dios:” la realidad más real, trascendental-inmanente, que todo lo abarca y todo lo gobierna en el hombre y en el mundo”. Un Dios aparte del Universo no sería infinito, (podría ser “un Ser superior,”) pero no sería Dios.
Es un hecho que “la fe en Dios” puede dar confianza en la vida, magnanimidad, tolerancia, solidaridad, compromiso creativo y social, favorecer reformas sociales y la paz mundial”, pero esto solo, sería la interpretación psicologista o sociologista
Fe en la creación
Según la teoría del Big bang el mundo tendría un comienzo hace unos 15.000 millones de años, no sería infinito. ¿Expansión o contracción del Universo?: Aunque fuese infinito no anularía la posibilidad de la creación por un Dios fuera del tiempo, (Sto.Tomás), que hoy pensamos que está en todas las cosas .Pensar, creer en un “Dios creador” es pensar, creer en la condición previa a todos los modelos del Universo y al Universo mismo, Dios como “el misterio del Mundo” (Eberhard Jüngel)
Frente al “Dios superfluo” (Antony Flew), cabe preguntar: ¿por qué comienza el mundo? El científico, el físico y el cosmólogo investigan sobre la experiencia y no hay experiencia de la totalidad; ¿ Quién podría demostrar que no tiene sentido preguntar justamente por el sentido de la totalidad?
Solo “una fe ciega” en la Ciencia puede descartar la hipótesis de un Dios Creador. ¿Por qué el cosmos comienza no con caos sino con un estado inicial de asombroso orden?¿Cuáles fueron las condiciones que hicieron posible el Big bang? Sin contradecir a la Ciencia habría que pensar en un “Deus creator et evolutor”.
¿El fenómeno de la vida requiere una intervención creadora especial de Dios?
Todavía en 1950 Pio XII en la “Humani generis”, para mantener el relato bíblico del “pecado original”, obligaba a creer que la humanidad entera se originó de una primera pareja humana.(S. Agustín: pecado original hereditario y la falsa interpretación de “la redención” como el rescate por Cristo de las consecuencias del pecado de Adán.
La teoría de la evolución está hoy comprobada por la biología molecular, no solo a nivel de la célula, sino en el plano de la molécula. La vida es parte o resultado de una ley general de la naturaleza. El principio de la selección natural y de la supervivencia de los más aptos impulsa inconteniblemente hacia arriba la evolución. Se da la misma curiosa ambivalencia que en la física cuántica: el proceso total de la evolución biológica es necesario´, determinado por leyes, los sucesos aislados, en cambio, son indeterminados, casuales; la evolución hacia formas más elevadas de vida se ha hallado en una “encrucijada” como tantas veces, y la naturaleza ha abierto ambos caminos, por ejemplo, el camino que lleva a la vida de los insectos y al mismo tiempo el que lleva a los mamíferos . La vida se desarrolla “según el azar y la necesidad” (Jacques Monod, 1970), algo que ya estaba en Demócrito. Monod da la prioridad al azar: “el puro azar, la libertad ciega, absoluta, como base del maravilloso edificio de la evolución”. Siendo todo pura casualidad no hace falta Creador alguno. El biofísico M. Eigen escribió: “El juego, las leyes naturales dirigen el azar” (1975). “Dios juega a los dados?” … “ciertamente, pero siguiendo sus reglas de juego” (Rupert Riedl). La teoría del caos también presupone un orden.
¿Fe en el creador?
Hay una alternativa existencia para el hombre: o bien se dice que no hay una causa y sustento de la evolución, que es aceptar el sinsentido del proceso y abandono del hombre en el cosmos, o bien se dice que hay una causa y sustento y meta últimos, y así suponer con confianza que todo el proceso tiene un sentido que no descubrimos totalmente. La pregunta por el misterio del ser;” por qué hay algo y no más bien la nada “ (Leibniz). El misterio no es ya el proceso de la evolución sino el hecho de la evolución. La decisión es una cuestión de confianza razonable.
¿Creer en Dios “Padre” “todopoderoso”?
Todopoderoso: dominador de todo, Pantocrator, omnípotens, traducción de Sabaoth , “Dios de los ejércitos en la Biblia hebrea. El título de todopoderoso solo aparece en el nuevo Testamento en el Apocalipsis y en un pasaje de S. Pablo. En la Patrística todopoderoso significó la universalidad del cristianismo en nombre del Dios único, en la Escolástica suscitó la cuestión de si la omnipotencia de Dios puede cambiar las leyes de la lógica.. G.Ockam …
Desde Hegel tenemos una concepción unitaria de la realidad y solo puede concebirse a Dios en el mundo y al mundo en Dios, no un Dios exterior, relojero o arquitecto (en una dualidad imposible: para ser Dios ha de ser un Dios infinito.)
¿Dios Padre que está en los cielos?: ¿Mera mitología?. Paul Ricoeur habla de “la cognitividad del símbolo “y de que, con prudencia y “una segunda ingenuidad, podría alzar los ojos a la inmensidad del firmamento, incluso con la visión de la cosmología actual de la física, y experimentar el símbolo de Dios que siempre fue, de tal manera que no sea algo menos que personal , no un principio abstracto, a pesar de que Dios sea transpersonal. De tal manera que aun siendo Dios una realidad infinita, no puedo concebirla fuera de mí, aunque sí distinguida de mí, como un Tu a quien puedo hablar y, como ha hecho milenariamente la tradición judeo-cristiana-islámica, orar. (¿qué me impide hacerlo? . Para Jaspers en su libro La fe filosófica los dogmas cristianos son “cifra” que hay que descifrar. Por supuesto, un Dios “postpatriarcal” como al que Jesús invocaba como” padre nuestro “.
Jesucristo nacido de una virgen e hijo de Dios (pág. 41 y siguientes)
¿A qué vendría “la encarnación divina” en la evolución cósmico-biológica-antropológica universal en que estamos? La “encarnación divina “interrumpiría “las leyes naturales divinas con una “bajada sobrenatural”. Ni siquiera podemos creer que el hombre es la meta final de la evolución.
Para el Jung de la “ Psicología compleja” la virgen que concibe y da a luz un hijo es un símbolo prototipo almacenado en el inconsciente colectivo, trasmitido genéticamente desde tiempos remotísimos, como lo son “la madre”,” el héroe triunfante”,” el espíritu maligno”,” el dragón”, “la serpiente”.. .“El niño divino” es un arquetipo, el símbolo de lo no engendrado, lo no hecho en nuestra psique individual; a esa figura se opone lo racional, el entendimiento; es como un sueño objetivado, una remota sabiduría acerca de las más profundas relaciones entre el hombre, el mundo y Dios. No es de extrañar que aparezca en la Biblia, pero curiosamente no en la Biblia hebrea, pues en la célebre profecía de “el niño Emmanuel” (Isaias 7, 14) se habla de “una joven (“alma” en hebreo) que parirá a un niño al que dará el nombre de Emmanuel”, Dios con nosotros. En la versión griega se traduce, erróneamente, alma por parthenos, virgen, doncella, y de esta forma ha ido a pasar al Nuevo Testamento como prueba de la virginidad de la madre del Mesías. Así aparece en el pórtico de los evangelios de Mateo y Lucas, los únicos que ofrecen un relato de la infancia de Jesús.
¿Una exégesis al servicio de la psicoterapia?
Teólogos de Europa y América se han interesado por sacar a luz un insospechado tesoro de experiencia inconsciente humana que hay en los escritos bíblicos. Eugen Drewermann, teólogo y psicoterapeuta interpreta la Biblia, también la infancia de Jesús, desde la psicología de Jung, unos escritos bíblicos que fueron excesivamente dogmatizados por la tradición cristiana, y desmitologizados por la exégesis histórico crítica.. En los arquetipos y en los sentimientos reside según Drewermann, lo que unifica las culturas y las religiones de todos los tiempos, mientras que la razón, los códigos y los valores morales arraigados en cada época son elementos disociativos. La historia de Jesús en esta perspectiva sería el relato modelo de todo hombre que marcha hacia su encarnación y su humanidad. El método histórico-crítico necesita el complemento del psicoanálisis…. La Biblia hebrea, documento único en la historia de las religiones, no es propiamente mito, también es, ciertamente, historia, y crítica radical de los mitos en nombre del Dios único.
Parto virginal: ¿un hecho biológico?
En los evangelios canónicos que narran la infancia de Jesús ocurren cosas como ángeles que entran y salen, sueños etc. y hay contradicciones palpables. Mateo parece no saber nada de Nazaret. Lucas nada dice de la visita de los Magos, de la matanza de los inocentes y de la huida a Egipto. Son escenas de motivación teológica, fuertemente legendarias. Son unos relatos no exentos de carácter político, testimoniales y homiléticos, surgidos probablemente en las comunidades judeo-cristianas reelaborados por Mateo y Lucas y antepuestos a sus evangelios. Su mensaje es el siguiente: Jesús es el Mesías de Israel, el esperado hijo de David, el nuevo Moisés, por ello describen el árbol genealógico de Jesús remontándose a David, y aluden a Moisés: Jesús, como Moisés, estuvo en Egipto.
Según la egiptóloga Emma Brunner-Traut: ”está comprobado que todos los episodios del milagro de Navidad existieron también en Egipto”… . “El ritual del nacimiento del niño divino en el dogma egipcio- monárquico penetró también en la época tolemaica-helenística, en los misterios de Osiris, y desde allí se extendió por toda la zona del mediterráneo oriental; no podemos imaginar hasta qué punto fue intensa la influencia de los misterios egipcio-helenísticos en el nacimiento de las “leyendas” judeo-cristianas.”. El Faraón de Egipto es engendrado milagrosamente como Dios-Rey mediante la unión del Dios-Espíritu Amón-Ra, en la figura del monarca reinante y de la reina virginal. En la mitología greco-helenística los dioses contraen matrimonio con las hijas de los hombres que dan lugar a semidioses como Perseo y Heracles, como también Alejandro y Augusto ..
Según, pues, de acuerdo con la exégesis actual, el topos del nacimiento virginal es utilizado por Mateo y Lucas como leyenda o saga etiológica que dará fundamento a la filiación divina de Jesús .
Sin embargo hay diferencias importantes entre el nuevo Testamento y los mitos antiguos. En la anunciación y concepción de María Dios no se mezcla con un ser humano, sino que se obra espiritualmente por la palabra sin contexto erótico. El Espíritu Santo no está visto como procreador o padre, sino como fuerza activa en la concepción de Jesús. La fórmula primigenia del Simbolum Romanum: “nacido del Espíritu Santo y de la virgen María” se matiza a partir del siglo IV como “concebido por obra del Espíritu santo” .
Aparte de Mateo y Lucas en la infancia de Jesús, el resto del Nuevo Testamento no dice nada sobre el hecho de que Jesús naciera de una virgen. “Ya solo por esto, el nacimiento virginal no puede consistir lo genuino o central del mensaje cristiano”. El evangelio más antiguo de Marcos no habla en absoluto de la natividad, empieza con el Bautista y la vida pública de Jesús. Las epístolas paulinas, los más tempranos documentos, dicen que Jesús nació “de la mujer” (gal. 4,4) para poner de relieve la humanidad de Jesús. El relato del parto virginal no informa sobre un hecho biológico, sino que interpreta la realidad mediante un símbolo arquetípico. Un símbolo, eso sí, preñado de sentido: La aparición de Jesús en la historia del mundo, no solo en mi paisaje anímico, es un comienzo verdaderamente nuevo para la humanidad por obra de Dios mismo. Puede ser proclamado, entonces y ahora, haciendo que el árbol genealógico de Jesús se remonte hasta Dios, o viendo en Jesús un nuevo Adán (Pablo) o la palabra , verbum, hecha carne (Juan).
No solo la clarificación racionalista, sino también un romanticismo re-mitologizante, ya sea psicológico o mariológico, puede destruir el credo.
La dimensión política de la Navidad
Si se tiene en cuenta la constelación político -religiosa del tiempo de Jesús de Nazaret “empieza a vislumbrarse en los evangelios de la natividad cierto germen de la teología de la liberación”: en ningún momento se habla de “noche callada” y “bello niño”, sino pañales, pesebre, paja, de un mundo humilde y pobre: una clara toma de posición a favor de los desprovistos de nombre y de poder (pastores) y en contra de los poderosos que se mencionan , Augusto, el prefecto imperial Quirino.
En el Magnificat de María, “la esclava del Señor”, se habla de la humillación de los poderosos y la exaltación de los humildes, la saciedad de los hambrientos y la postergación de los ricos. Se habla combativamente de una clara inversión de los valores.
En la anunciación a María y a los pastores con la acumulación de títulos- hijo de Dios, Salvador, Rey, Señor- se completa una profesión de fe de la comunidad cristina de manera que la dominación corresponde a aquel niño y no al emperador Augusto..
Finalmente en lugar de la falaz “pax augusta” pagada con la subida de impuestos, presión sobre las minorías, se anuncia aquí “con gran júbilo “ la verdadera “pax Cristi” de un nuevo orden de las relaciones humanas. En Jesús se han cumplido las promesas a los patriarcas de la primera Alianza.
Fe en Cristo , en Krishna, en Buda. Lo que los une y los que los separa (pgs.55-62)
¿Qué significa “Dios tiene un Hijo”?
Es solo tras la muerte de Jesús de Nazaret cuando los discípulos dieron en la idea de predicar que Jesús era Hijo de Dios. Es por tanto en el contexto de la historia real de Jesús en que hay que entender el título de “hijo de Dios”. Hay que saber que de acuerdo a la exégesis neotestamentaría actual, Jesús jamás se llamó Dios a sí mismo, antes al contrario dijo: “por qué me llamas bueno? . Nadie es bueno sino solo Dios”(Mt.10,18). Fue después de su muerte y de ciertas experiencias, visiones y audiciones, cuando se llegó a la convicción de que Jesús no había permanecido en la muerte, sino que había sido “elevado” por Dios a Dios; fue entonces cuando la comunidad empezó a aplicar a Jesús el título de Hijo, o Hijo de Dios.
¿Por qué fue así? :
En primer lugar porque se recordaba el especial trato del Nazareno con Dios y cómo había enseñado a considerar a Dios como padre de todos los hombres (llamándole él también padre (“padre nuestro”) Abba, padre querido. Había una razón objetiva, lógica, en el hecho de que él que había llamado padre a Dios fuese llamado expresamente “hijo” . No como lo fuera antaño el Rey de Israel, sino él el Mesías esperado y advenido, él era ahora de manera específica y propia el “Hijo de Dios”.
En segundo lugar, empezaron a cantarse los himnos del salterio en honor del que había resucitado de entre los muertos, en especial los salmos de la ascensión al trono del rey. Sin duda fue sobre todo el salmo 110 en que el Rey David cantaba a su futuro Hijo el más cantado y citado: “dijo el Señor a mi Señor:” Siéntate a mi derecha”. El salmo respondía a la pregunta acuciante :¿dónde está ahora el Resucitado?. Ahora se podía responder: Está con el Padre, “a la derecha del Padre”, no en comunidad de esencia, pero sí en comunidad de Trono”. La entronización de Jesús, el Mesías crucificado, a la derecha del Padre en calidad de Hijo suyo es sin duda el mensaje más antiguo común a todos los evangelizadores con que se exhortaba al pueblo a creer en el Mesías de Israel.
Un judío podía captar fácilmente la elevación a Dios en analogía con la subida al trono del Rey de Israel y, seguramente por influencia de la tradición egipcia, a la manera que el faraón era declarado “hijo de Dios” en el momento de su entronización . En efecto el salmo 2,7 -un ritual de entronización- el Rey-Mesías es tratado directamente de “ Hijo”:” Hijo mío eres tú; hoy te he engendrado” . “Egendrar” es aquí sinónimo de “ºentronización”, de exaltación, no un engendramiento físico-sexual como en el caso del dios-rey egipcio y de los hijos de dioses helenísticos, o de un engendramiento metafísico en el sentido de la doctrina helenístico-ontológica de la Trindad . De “la Trinidad” no hay la menor huella ni en la Biblia hebrea ni en el nuevo Testamento. Por eso en la introducción de la carta paulina a los Romanos puede leerse: Jesucristo fue “constituido Hijo de Dios con poder, por su resurrección de entre los muertos” (Rm. 1,4)
¿Qué significa “encarnación”
Con el tiempo se desarrolló, junto a la primitiva cristología – concebida desde abajo- de la elevación, otra cristología, una cristología -que venía desde arriba- de la encarnación. Pablo aún hablaba de un “envío” del Hijo de Dios, pero Juan, ya, de una “encarnación” de la “palabra “ de Dios: ambos, no obstante, no hablaban del envío/encarnación de Dios mismo, el Padre, sino del envío de su Hijo, de la encarnación de su palabra. ¿ Se rompieron ya con esto los puentes con el Dios único del judaísmo?. En su gran estudio sobre la “cristología de la preexistencia” , -“nacido antes de todos los tiempos”- mi colega de la universidad deTübinga, K.J.Kuschel pone de relieve que” las afirmaciones paulinas sobre el envío del Hijo de Dios no presuponen la preexistencia de Cristo como ser celestial, entendido mitológicamente, sino que deben ser vistas en el horizonte judío. En el contexto de la tradición profética, la metáfora del “envío” significa que la persona y la obra de Jesús no han nacido dentro de la historia, sino que son debidas totalmente a la iniciativa de Dios. ¿Qué quería decir Juan por tanto?: la siguiente profesión de fe: El hombre Jesús de Nazaret es el Logos de Dios en persona. La categoría de “encarnación” es ajena al pensamiento judío y al primitivo pensamiento judeo-cristiano y tiene su origen en el mundo helenístico, y este concepto debe ser entendido en el contexto histórico del judío Jesús , pues todo se falsea si la encarnación se fija en la “Anunciación”, el momento de la concepción o del nacimiento, (Natividad). ¿Qué significa entonces “Encarnación”?. Encarnación significa que en este hombre Jesús han tomado forma humana la palabra, la voluntad, el amor de Dios. Se trata sin duda de la unidad de Jesús con Dios, pero no unidad de mezcla o aglutinación, como temen judíos y musulmanes, sino, según el Nuevo Testamento, “unidad de Trono”, unidad de la revelación de Dios con y por Jesús. “Quien me ve a mí”, dice el evangelio de Juan, “ve al padre” (Juan 14,9)
¿Creer en la resurrección de Jesús?
La resurrección de Jesús no es un hecho histórico, ni se basa en un sepulcro vacío sino en unas “apariciones”, sin duda impresionantes, que duraron semanas y meses tras la muerte de Jesús y llevaron a discípulos y apóstoles a dar testimonio público; también aducen experiencias con Jesús vivo, experiencias de las que Pablo nombra “una serie de testigos que aún viven” (1Cor 15,5-8).La ciencia hoy en día poco puede decidir sobre visiones ,audiciones, éxtasis, vivencias místicas, tanto más si probablemente los discípulos se sirvieron de modelos interpretativos del momento, pero no se pueden calificar de simples alucinaciones; probablemente fueron visiones que tuvieron lugar en el interior, a la manera de la vocación de los profetas de Israel, no en la realidad exterior. Dios puede actuar también a través de la psique sin violar las leyes naturales. Se rata aquí de una experiencia de fe que implica un acto de confianza que no excluye dudas. Los discípulos que esperaban para dentro de poco el Reinado de Dios vieron cumplidas sus esperanzas con la resurrección de Jesús a una nueva vida, no la resurrección a esta vida, una reviviscencia, sino a una vida trasfigurada en el cielo, en la vida eterna de Dios. También la confianza de que la muerte no es la última palabra para el hombre, y de que quien le siguiere y le fuere fiel, vivirá. Según los testimonios de Escritura la muerte y resurrección no borran la identidad de la persona, la conservan de una forma irrepresentable, como “soma pneumatikon” según S.Pablo. Metafóricamente podríamos decir como surge la mariposa de la oruga.
Qué quiere decir en realidad Espíritu Santo (pág. 127)
Espíritu es algo muy diferente de una persona humana. En el inicio del relato de la creación “la Ruach” es soplo impetuoso, la tormenta de Dios que se mueve sobre las aguas. En el nuevo Testamento el “Pneuma” está contrapuesto a la carne, a la realidad creada pasajera, es la fuerza y el poder vivos que proceden de Dios. El Espíritu Santo no es sino Dios mismo en tanto en cuanto se halla cerca de los hombres y del mundo, más aún, dentro de ellos, como la fuerza inaprensible que da vida, como la gracia que se da ella misma, pero de la que no se puede disponer.
El símbolo de la paloma que sustituyó a representaciones humanas del Espíritu -que posiblemente pasó a la historia del bautismo de Jesús por el Bautista a través de la primitiva tradición sapiencial judía (Filón)- es el símbolo de la maternidad y la feminidad, de lo que da vida, del amor y de la paz. Es el Concilio de Constantinopla en el 381 el que introdujo el Espíritu santo en el Credo de Nicea, -originariamente cristológico- del año 325, insistiendo en que es de la misma naturaleza que el Padre y del Hijo.
Espíritu Santo es proximidad personal de Dios mismo a los hombres, y si se pregunta cómo Jesucristo está presente en los creyentes y en la comunidad, la respuesta según Pablo reza así : “Jesús se ha hecho un espíritu dador de vida”
(1 Cor. 15,45).
¿Es Pentecostés un suceso histórico?
Habla a favor de la autenticidad de la tradición sobre Pentecostés – que la iglesia primitiva no quiso falsear- el hecho de que los evangelios no contienen palabra alguna de Jesús que exhorte a fundar programáticamente una comunidad. Existen ciertamente parábolas que se han querido interpretar en tal sentido, la de la red echada al mar, de la levadura, de la simiente y el crecimiento) describen en realidad el crecimiento del futuro Reino de Dios. Solo después de la muerte y resurrección de Jesús habla la comunidad cristiana primitiva de asamblea ( kahal en hebreo, ekklesía en griego). No hay un acto formal constitutivo o fundacional; el suceso de pentecostés, retocado por la leyenda, no es un acto fundacional de la iglesia, sino que la ekklesía, la asamblea, acontece. Ni Pablo, ni Marcos ni Mateo saben nada de un pentecostés cristiano; para el evangelista Juan coinciden resurrección y venida del Espíritu.. Solo Lucas en Hechos de los Apóstoles nos informa de la venida del Espíritu como un acontecimiento, distinto de la resurrección, que tuvo lugar un día que era para los judíos la fiesta de la recolección (pentecoste: día quincuagésimo).
¿Tuvo lugar históricamente esa asamblea de pentecostés? Las fuentes no permiten decirlo con seguridad, pero es probable que sí. La primera fiesta de la recolección después de la muerte de Jesús, bajarían muchos peregrinos a Jerusalén y pudo muy bien ser el día en que tuvo lugar la primera asamblea de los seguidores de Jesús. Posiblemente Lucas se sirvió de una tradición según la cual se habría realizado la constitución de una “comunidad de los últimos días” en circunstancias entusiástico-carismáticas con una especie de éxtasis colectivo.
En todo caso el relato de Pentecostés que ofrece Lucas se impuso en la conciencia de la iglesia de modo que ya en el s.v empezó a celebrarse una festividad específica de pentecostés cincuenta días después de la Pascua, y cuarenta días después la fiesta de la Ascensión.
¿Permanecer en la Iglesia
Es un lugar común que la Iglesia se halla hoy en una dramática y profunda crisis de credibilidad, más aún de legitimación… (pags 132 y siguientes) . ¿No es la separación oficial de la Iglesia un acto de honradez, de valor, de protesta, o simplemente de necesidad y de hastío?.. H.Kúng: “Siempre he tratado de aceptar la comunidad de los fieles…¿voy a abandonar el barco en plena tormenta y dejar a los otros aguantar el temporal?… Ha sido mucho lo que se me ha dado en la comunidad de fieles en que he crecido y vivido… yo no defiendo un cristianismo elitista que pretende ser mejor que la mayoría”.
¿Qué significa Iglesia?. Iglesia es asamblea, comunidad, comunidad de quienes creen en Jesús el Mesías, el Cristo. ¿Cuáles han de ser las funciones básicas de esta Iglesia?. Su tarea primordial desde el principio es la predicación del evangelio, no de cualquier cosmovisión (casi siempre conservadora), el bautismo, ya que él fue bautizado , la cena de acción de gracias, la eucaristía, el consuelo del perdón de los pecados y finalmente el servicio diario al prójimo y a la sociedad.
¿Qué se entiende por “el fundamento apostólico de la Iglesia”? ¿Que la Iglesia invoque su fundamento en los apóstoles no ha tenido como consecuencia una separación entre clérigos y laicos, los sucesores de los apóstoles y la masa restante que debe seguir a los clérigos?. La sucesión apostólica de la Iglesia no es un privilegio de unos pocos elegidos sino una misión encomendada a la Iglesia entera que vive de una manera general en la sucesión de los apóstoles; sucesión apostólica entendida de manera funcional, o sea, en una continuación de los servicios.
¿Qué significa “comunión de los santos”
La communio sanctorum debe ser entendida como communio fidelium , comunión de los fieles , simplemente otra manera de llamar a la Iglesia . Comunión de los “llamados a ser Santos” (1ª Cor, 1,2). La fórmula “comunión de los santos” no se incorpora al Símbolo de los apóstoles hasta el siglo V por influencia de los símbolos de la fe galo-españoles, y a partir de ahí puede interpretarse como participación en lo santo, sacramentos, y sobre todo la eucaristía; o también, comunión con los santos del cielo a los que cabe venerar veneratio, adoración solo a Dios y a su Cristo (Concilio II de Nicea, año 787)
¿Qué quiere decir “perdón de los pecados”? (pag. 146)
Pese a la marginación de la culpa en la cultura actual, Urs Baummann y KJ Kuschel han reflexionado actualmente sobre la pluridimensionalidad de la culpa, no se trata solo de su dimensión individual y psicológica, sino también de la dimensión social, histórica, estructural y ecológica. Ninguna persona- crea o no crea en Dios- es ajena a la experiencia del fallo personal, de la culpa (con mayor o menor “sentimiento de culpa”). “la meta de superación cristiana de la culpa, no es la condenación, sino la absolución del pecador, la terapia de la culpa”( Urs Baumann , “Perspectivas literarias y teológicas de la culpa” Munchen 1990). La práctica de Jesús de Nazaret no es culpabilizar o condenar, sino liberar y reintegrar en la sociedad al que ha fallado en algún momento. Según el testimonio recogido en los evangelios – aunque esto no se puede comprobar históricamente- Jesús llega a impartir el perdón de los pecados en contra de la ley que exigía el castigo del pecador.
Lo decisivo en el nuevo testamento en cuanto al perdón: El cambio interior, que nada tiene que ver con una penitencia, ya en sí proviene de la gracia de Dios y presupone el perdón de Dios. El perdón puede realizarse de muchas maneras. Desde la perspectiva del evangelio las diversas formas de perdonar los pecados que han surgido en el decurso de la historia deben ser relativizadas y el credo no canoniza ninguna de ellas. El perdón de los pecados es posible: Por el bautismo, mediante la predicación del propio evangelio, y también por la absolución general en un acto público, finalmente por la absolución realizada por quien ejerce el ministerio, forma normal en la iglesia católica. Fue en los siglos VI y VII procedente de Irlanda y Escocia cuando se introdujo la penitencia particular.
¿Por qué no se menciona la Trinidad en el símbolo de los apóstoles?
La investigación histórica aporta algo curioso: La palabra griega trias aparece por primera vez en el sig. II ( en el apologista Teófilo), y el término latino Trinitas en el siglo III ( en el africano Tertuliano); La doctrina clásica de una naturaleza divina en tres personas no antes del siglo IV, formulada por los tres Padres capadocios Basilio, Gregorio Nacianceno y Gregorio de Nisa. La festividad de la Trinidad no fue declarada obligatoria hasta 1334, en la etapa de Avignon con el papa Juan XXII. En el Nuevo Testamento ciertamente se habla del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, pero no hay ningún pasaje en que se diga que son de la misma esencia o naturaleza. La formulación en conceptos helenísticos de una época hace que tengamos que interpretar la fórmula dogmática.
¿La historia universal como juicio final?
No estamos en el idealismo histórico de Hegel en que al final se impone el divino espíritu universal…:Se comprende que la antiquísima creencia del juicio de los muertos ya difundida en Egipto estuviera unida al judaísmo temprano, y en la religión persa a una esperanza final, no un juicio solo para el individuo, sino para toda la humanidad al final de los tiempos. Jesús y sus discípulos participaban de aquellas esperanzas apocalípticas del judaísmo temprano. Esperaban que llegase en vida de ellos la plenitud del Reino de Dios.
La idea bíblica del juicio que aparece a lo largo del Nuevo Testamento es irrenunciable. Se ven alegóricamente en ella muchas cosas relativas al sentido y a la meta de la vida del individuo humano y también del conjunto de la historia de la humanidad: Mi propia existencia oscura y ambivalente exige, como también la contradictoria historia de la humanidad, una definitiva clarificación. Pero la definitiva clarificación y plenitud no sería posible si no alcanzase a todas las generaciones de humanos hasta la última. Todo ello no es posible, la superación del mal y la ambigüedad de la vida, si no es por Dios mismo.