Envejecer de forma positiva y utópica 17 de mayo de 2020

Volvemos a estar juntos, con la alegría del reencuentro, para compartir en comunidad nuestras vivencias y experiencias, buenas o no tan buenas, durante este tiempo de pandemia.

Canto “Hay que vivir” (desde 0,56 ‘)

 

Presentación y primera lectura                                              Texto de Ignacio Ramonet

Presentación y segunda lectura                      Carta Pablo a los Filipenses 3, 12-14

Preguntas para la reflexión

  • ¿Vas buscando utopías, o te encuentras hundido/a en el pozo del momento actual?
  • ¿Tenemos información, actitudes y proyectos para afrontar el futuro?

Ofertorio

  • Presentamos este anturium como símbolo de todos los cuidados y todo el cariño que en estos 60 días hemos intentado dar por medio de una llamada de teléfono, por medio de una torrija, por medio de un plato caliente…aquí en Trabensol, a las personas contagiadas, solas y a las más débiles.
  • También queremos poner aquí el esfuerzo que nos ha supuesto el encierro en el apartamento (no salimos a tirar la basura ni al jardín, ni a los pasillos). Lo hemos hecho con gran dificultad pensando en no contagiar a nuestros compañeros.
  • Ofrenda del pan y el vino
  • Ofrendas por parte de la comunidad

Introducción a la consagración

Queremos seguir el ejemplo de Jesús de Nazaret, que durante su vida cuidó de la vida de los demás, curó a los enfermos, hizo recobrar la dignidad de los marginados y se enfrentó a los dirigentes políticos y religiosos, lo que le costó la vida.

Unidos en la esperanza de un futuro construido en la visión de la utopía, volvemos a compartir el pan, como tú lo hiciste con tus discípulos.

Porque esa noche, tomaste el pan y después de bendecirlo, lo partiste y repartiste, diciendo: tomad y comed, porque esto es mi cuerpo que será entregado por toda la humanidad

Del mismo modo, tomaste el cáliz lleno de vino, y después de bendecirlo, lo repartiste diciendo: tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, que será derramada por toda la humanidad.

Este es el sacramento de nuestra fe.

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección. ven, señor Jesús

Recordamos a las personas fallecidas por el virus sin la compañía de sus seres queridos y en especial a los hermanos y hermanas de nuestra comunidad que nos dejaron y que esperan contigo, Señor, nuestro reencuentro

Ayúdanos a tener una actitud despierta, ayúdanos a estar pendientes de las señales de los tiempos que nos esperan y acompáñanos en nuestra tarea de prepararnos para ello. Unidas repetimos la oración que nos enseñaste:  Padrenuestro.

Desde el compromiso del amor, nos damos la paz

Y ahora, participando de esta unión que nos hermana, compartamos el pan y el vino, símbolos de la entrega de Jesús.

Acción de gracias

Te damos gracias, Señor, por esta comunidad que nos congrega y nos interpela constantemente. Te pedimos ser capaces de comprometernos con ella, conservarla y cuidarla como un don tuyo, para que nos ayude a   abrirnos a los demás, aumente nuestro sentido de justicia y, finalmente, como dijo el salmista:

“Cuántas maravillas has hecho tú, Señor Dios mío, Cuántos planes a favor nuestro”.

Gracias por parte de la comunidad