Entrañas de misericordia. Eucaristía 23 octubre 2016.
1 Música de África (poner los teléfonos en silencio
2 Presentación del tema : Entrañas de misericordia
Siguiendo con el tema que nos ocupa este año, las entrañas de misericordia, que ha presidido la asamblea y que forma parte activa de nuestra vida; pues los emigrantes, refugiados o no, acogidos o rechazados, están entre nosotros, y con ellos las personas que sufren necesidades, rechazo, e incluso violación de los derechos humanos más elementales; proponemos dedicar la reflexión de esta eucaristía a analizar nuestras entrañas de misericordia. Preguntarnos… ¿cómo vivo la compasión con quienes encuentro en el camino? ¿Lo puedo considerar como un don, una chispa divina?
Nos hemos preguntado qué y quienes nos inducen a la misericordia, hemos analizado las personas y los grupos sociales que a cada uno de nosotros nos conmueven más; e incluso las personas que, necesitando de la compasión y la misericordia, nos producen un cierto rechazo, y hemos tratado de ver las causas de esta sensación: miedo? … indiferencia?.., fracaso? amenaza? Repulsa por los diferentes?, los prejuzgamos y les asignamos un determinado roll sin conocerlos?
Se ha revisado también cómo nos afecta de forma individual y colectiva el sufrimiento de los demás, del prójimo que tenemos a nuestro lado, o que está más lejos. ¿Qué estamos dispuestos a hacer? ¿Cambiar nuestro camino, nuestro rumbo? Como hizo el samaritano, o… disimular y pasar de largo como hicieron los demás?
Con estas cuestiones como eje, vamos a comenzar la celebración de hoy.
3. Primera lectura tomada de la intervención de José Arregui en la clausura de la XVI Semana andaluza de Teología:
“La lógica del capitalismo y la lógica del Reino”
Jesús, en un contexto de crisis similar a la actual, no se dejó arrastrar ni por el pesimismo ni por la resignación, sino que apostó por la sencillez y la compasión confiada y transformadora.
Podemos descubrir seis grandes contradicciones o contraposiciones entre la lógica del capitalismo y la lógica del Reino. La primera es la de “Dios versus Mamón” (el rey/diablo del dinero contra el que Jesús advirtió y puso en guardia) porque “ese dinero es la dictadura universal que hace que el 0.16% de la población disponga del 66% de los recursos del planeta”. En esta dinámica la codicia no tiene límites. Los medios no lo denuncian porque no pueden decir la verdad, esclavos como son del capitalismo. Presos de esa misma lógica, ni los obispos son capaces de ponerle reparos morales y enseñar que el que acumula roba y que, como dice el Concilio, el que se encuentra en situación extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí.
La segunda antítesis es la esperanza del Reino versus el pesimismo optimista. Jesús lo dejó todo para anunciar el reino, tras el encarcelamiento del Bautista. Y anunció el Reino porque el sufrimiento de la gente hizo brotar en él la compasión, pensando que es posible transformar el mundo y seguir en el empeño a pesar del fracaso. En la actual situación, no basta con indignarse y denunciar, es preciso abrir espacios a la osadía y a la imaginación abierta y activa. Necesitamos una revolución espiritual, con religiones o sin ellas, y sabiduría para ser más felices con menos. Porque los sueños pueden ayudarnos a cambiar la realidad.
La tercera antítesis es la lógica del Reino versus la lógica del capital. Según ella, Jesús fundó en las bienaventuranzas la consecución de un mundo nuevo, porque las bienaventuranzas transforman el mundo y la historia. La prioridad del Reino son los pobres y los que optan por los pobres son bienaventurados.
La cuarta antítesis es la transformación por el bien versus el castigo de los malos. Primero el Reino y luego el negocio. Hay que transformar el corazón de los ricos para hacerlos solidarios. El Evangelio es para el rico, la oportunidad de ser más dichoso por la solidaridad que por la posesión. Es la historia de Zaqueo. La revelación de Jesús consiste en que los opresores se vuelven hermanos y los ricos solidarios.
La quinta antítesis es la del óbolo de la viuda versus el donativo del rico. Se puede tomar como ejemplo el donativo de 20 millones de € de Amancio Ortega a Caritas, o el de los obispos de 6 millones. Es para preguntarse: ¿tantos millones tiene la Conferencia Episcopal? Y, ¿ qué hace con ellos?
Jesús tuvo ojos para ver los dos óbolos de cobre de la viuda. Porque para Él lo importante no es la cantidad sino la solidaridad. Por eso, el óbolo de la viuda es sacramento de Dios.
La sexta y última antítesis es la compasión confiada versus la violencia tenebrosa. Mientras el liberalismo se presenta como el programa para el mejor mundo posible y algunos teólogos lo celebran como la realización del Reino de Dios, el mercado implosionó, porque no tiene compasión ni entrañas de misericordia. Solo dispone del miedo, de donde proceden el poder y la violencia. Dios, en cambio, es el poder de la bondad y de la compasión samaritana.
4. Música suave y unos minutos de silencio.
5. Segunda lectura. Evangelio Lucas 17, 11-19
De camino a Jerusalén pasó por los confines entre Samaria y Galilea. Al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro 10 hombres leprosos que se pararon a distancia, y levantando la voz dijeron: “Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros”. Al verlos les dijo; “Id y presentaos a los sacerdotes” Y sucedió que mientras iban quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz, y, postrándose, rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias, y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: ¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve ¿Dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios, sino este extranjero? Y le dijo; ¡Levántate y vete, tu fe te ha salvado!
6. Introducción al diálogo comunitario
7. Diálogo (todos)
8. Ofrendas
a. Asamblea, trabajo y proyectos de la comunidad (fotos de la asamblea y cuadro de los proyectos)
b. Sufrimiento de los emigrantes que huyen de la guerra, del hambre y de las condiciones inhumanas en que viven, para acabar muriendo en el mar o encerrados en centros.
c. Trabajo de las ONG, organizaciones sociales que trabajan para salvar de la indignidad a estas personas.
d. Invitar a la comunidad a que haga ofrendas.
e. Bolsas con música de fondo.
f. Pan y vino
9. Anáfora. Estamos aquí para ayudarnos a ser compasivos
1.- ¡Alegraos los que buscáis a Dios! porque Él se digna permanecer en medio de nosotros cada vez que nos reunimos en su nombre.
Todos: Damos gracias a Dios de todo corazón, en el Consejo de los justos y en la Comunidad.
2.- Grandes son las obras de Dios, meditadas y consideradas, por los que en ellas se complacen.
3.- De sus maravillas Dios ha dejado un memorial que recogemos en esta celebración eucarística.
Todos: Damos gracias a Dios de todo corazón, en el consejo de los justos y en la Comunidad diciendo: Santo, Santo, Santo… (pág. 78, misa salvadoreña)
4.- Traemos con nosotros, el hambre de pan y vida de pueblos enteros, el hambre de justicia, el hambre de amor, la insatisfacción de los llenos de cosas y vacíos de sentido, al mismo tiempo que la esperanza de los emigrantes a quienes sólo les queda la esperanza de una sonrisa, de una acogida sincera.
Todos: ¡Dios nuestro! Ven a librarnos de tanto sufrimiento y así podremos seguir dándote gracias de todo corazón en el consejo de los justos y en la Comunidad.
5.- Animados con esta fe y esta esperanza renovamos el memorial de la Alianza que tu Hijo nos dejó cuando sentado a la mesa, tomó pan, dándote gracias, te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
Todos: Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros.
6.- Del mismo modo, después de cenar, tomó el cáliz, dándote gracias, te bendijo y lo dio a sus discípulos diciendo:
Todos: Tomad y bebed todos de él porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros. Haced esto en memoria mía.
7.- Este es el sacramento de nuestra fe.
Todos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven Señor Jesús!
8.- Recordemos a los que nos han precedido, en particular nuestros parientes y amigos así como a todas las víctimas de todas las injusticias y fuerzas del mal que originan las emigraciones. (Silencio).
9.- Fortalecidos con la presencia del Señor nos atrevemos a brindar diciendo:
Todos: Por Cristo, con El y en El, te damos gracias Padre por congregarnos en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
10.- Unidos en el mismo Espíritu nos atrevemos a decir: Todos: Padre Nuestro…
11.- Con este Espíritu démonos un saludo fraterno de paz y solidaridad.
12.- Dichosos los invitados a la mesa del Señor. Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Todos: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
10. Comunión. (Canto nº 71, pág. 58) (Estrofas 1 y 4)
Acción de gracias.
Al final de esta celebración queremos darte gracias por tantas señales de compasión. Queremos darte gracias por todas y todos los que se levantan día tras día con el pensamiento puesto en algo nuevo que produzca un cambio. Queremos darte gracias por estar atentos a los que sufren, a los que están desamparados, a los que miran alrededor buscando una palabra de consuelo, porque en esa atención hacemos realidad la compasión. Queremos darte gracias por la fuerza que nos transmites, que nos sirve para estar despiertos, para estar atentos, para seguir practicando el mensaje que Tú ejemplificaste con tu vida. Queremos darte gracias porque hace ya cien años un poeta escribió estos versos:
¿Dices que nada se crea?
No te importe; con el barro
De la tierra, haz una copa
Para que beba tu hermano.
Se invita a la comunidad a dar gracias
Anuncios breves.
Canto