Eucaristía 2 de Marzo 2.014                                      Encargarse de la realidad

Música de fondo. (Variaciones Enigma de Elgar)

  1. Saludo, bienvenida y presentación del tema:

Tras el ruego de poner en silencio los teléfonos, os damos a todos la bienvenida, saludando a aquellos que vienen por primera vez o hace más tiempo que no vemos. Asimismo es el momento de si alguien quiere poner en común algún hecho acaecido esta semana.

Ponemos en común y celebramos hoy, la marcha del proyecto “Lavandería Solidaria” que la Fundación Juanjo Torrejón ha puesto en marcha en Aranjuez y en cuyo desarrollo la comunidad ha ido aportando medios materiales y sobre todo humanos personificados fundamentalmente en Mar y Miguel. Aunque es primer domingo, hoy, acabada la celebración tendremos aperitivo y será el momento de intercambiar con ellos (y con otras personas involucradas que están presentes) detalles y situaciones de dicho proyecto.

Recordamos que la preocupación de la comunidad por compartir bienes ha sido una constante que ha ido tomando diferentes formas y contenidos en la medida en que la Comunidad ha ido creciendo y madurando en la fe. La asunción por la comunidad de diversos proyectos de apoyo no es una experiencia nueva sino que arranca en los tiempos de la Parroquia Comunidad.

Tres aspectos queremos hoy destacar en la celebración de la solidaridad de la comunidad:

•          Vivimos en un mundo radicalmente  injusto que debemos tratar de cambiar mediante nuestro compromiso para cambiar las estructuras. Recordamos la celebración del pasado domingo de lucha por la construcción de otro mundo necesario

•          Por ello nuestros proyectos inciden en cambios estructurales desde principios de justicia incorporando criterios por todos compartidos de ética, de misericordia y de opción preferente por los pobres.

•          Por último queremos destacar que la relación de la Comunidad en los proyectos que avala, no es nunca de “nosotros os damos dinero” “vosotros lo recibís y lo administráis”, sino de un mayor acercamiento e implicación con las personas que desarrollan el proyecto, que lo gestionan, con las personas y los objetivos a los que sirve, de manera que así, en el contacto cercano con los que sufren, ellos nos aportarán la posibilidad de crecer como personas, de convertirnos.

De estas consideraciones, y particularmente de la última, surgen las lecturas y re-flexión de esta celebración. De la lectura de la parábola del buen samaritano de Lucas extraemos la conclusión de José Laguna sobre la necesidad, no solo de preocuparse por la adversidad de los demás, sino de ocuparse, de encargarse de principio a fin de la solución de sus problemas.

  1. Cantamos el número 35 de la página 30 “¿Le conocéis?” (Estrofas 1 y 3).
  2. 1ª Lectura. Lucas 10, 30-35

Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y lo asaltaron unos bandi­dos; lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto. Coincidió que baja­ba un sacerdote por aquel camino; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio; le vio también y pasó delante. Pero un samaritano, que iba de viaje, llegó a donde estaba el hombre y, al verlo, se compadeció; se acercó a él y le vendó las heridas, echándoles aceite y vino; luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios y dándoselos al posadero, le dijo: «Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta». Es palabra de Dios

  1. Canción Solidaridad pg. 96 (3 primeras estrofas)
  2. 2ª Lectura. Extracto de “Hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad de José Laguna

Nuestras cegueras no son muy diferentes de la del sacerdote y el levita, aunque en el umbral del siglo XXI no será la cosmovisión religiosa la que nos hará dar un rodeo para evitar impurificarnos con el sufrimiento. Hoy día es la “religión” neoliberal la que invisibiliza socialmente a todos aquellos y aquellas que han sido expulsados de la mesa del consumo.

«Nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira»; la mirada no refleja la realidad, la conforma. Nuestro a priori ideológico nos permitirá ver al hombre medio muerto al borde del camino o nos escamoteará su existencia. El primer trabajo que tiene que realizar cualquier persona que quiera transitar por la hoja de ruta samaritana es caer en la cuenta del color de los cristales con los que mira la realidad de la exclusión. Cuando dirige la vista a la calle Ballesta ve ¿“prostitutas” o “mujeres prostituidas”?; en los pasajeros de las pateras, y en los saltadores de las vallas de Ceuta y Melilla ¿“ilegales” o “ciudadanos”?; en los vendedores de DVD del topmanta, ¿“atentado contra la propiedad intelectual” o “economía de supervivencia”?;

Hacerse cargo de la realidad no es tarea fácil. Como dice Jon Sobrino tenemos una innata tendencia a so­meter la verdad y dar un rodeo por la realidad. Pero tras hacerse cargo de la realidad, la parábola nos muestra que el samaritano carga con ella, se compadece, se “impurifica”.

Acercarse hasta quedar impuro supone profundizar en las relaciones “simétri­cas” de la compasión. Impurifi­cándose, el ayudador se sabe del mismo barro que el ayudado pudiéndose esta­blecer una relación de sanado herido a sanador herido. Una relación igualitaria en la que el herido sale fortalecido en su dignidad. Los que se toman en se­rio otro mundo posible, desde las vícti­mas, están dispuestas a participar de sus lógicas y compartir su suerte.

La parábola termina con el samaritano pagando al posadero para que se ocupe del herido, volviendo al final de su viaje para cerciorarse de su curación. Con ello culmina su cuidado “integral” de la víctima: el samaritano creyente no cae en la tentación de considerarse “salvador” del hombre apaleado al borde del camino; antes bien, en su compromiso de hacerse cargo de la realidad del pueblo crucificado, se encarga de bajarlo de la cruz y cargando con el riesgo de terminar en la misma cruz que ese pueblo, se incorpora a una esperanza que no es suya.

Esto es lo que Jon Sobrino añade como un cuarto momento: «Dejarse cargar por la realidad» es descubrir que en el pueblo crucificado hay “gracia”, es decir que el pueblo crucificado carga con nosotros dándonos nuevos ojos para ver, manos nuevas para trabajar, espaldas para soportar y esperanza.

  1. 7. Un credo con esperanza (2 coros)

1 Creemos en Dios, Creador de un mundo no terminado, que promulga un eterno plan de desarrollo en el que todos podamos participar.

2 Creemos en Dios, que no ha dividido a los hombres en pobres y ricos, en especialistas e ignorantes, en amos y esclavos, porque hemos sido creados a imagen suya y hemos recibido el poder de amarnos como hermanos.

1 Creemos en Jesucristo, que vivió la situación del mundo y tomó partido ante ella.

2 Creemos en Jesucristo, que, muerto por salvar al pueblo, resucita para nuestra vida a fin de que nos liberemos del miedo para transformar el mundo hacia su reino.

1 Creemos que el trabajo y la lucha contra la pobreza, la incultura, la opresión, el egoísmo y la injusticia, es el camino de liberación para los hombres.

2 Creemos en el Espíritu, que vino con Jesús al mundo.

1 Creemos que su fuerza nos impulsa a la acción y espera realizar en el mundo la salvación de Dios en el amor.

1 Creemos en la comunidad de todos los pueblos, y en nuestra responsabilidad de que podemos hacer de la tierra la ciudad de Dios.

2 Creemos que con nuestro compromiso crearemos una tierra nueva donde vivamos en paz, nos amemos como hermanos y todos seamos iguales.

  1. Motivación a la reflexión

Queremos reflexionar, a la luz de las lecturas, sobre nuestro compromiso social desde nuestra fe en Jesús.

En este curso, nuestra reflexión pretende avanzar en una ética de la compasión desde el lado de las víctimas

Queremos profundizar en como reaccionamos ante las desigualdades e injusticias que nos rodean.

Aunque no pasemos de largo, como el sacerdote y el levita del pasaje de Lucas, queremos compartir nuestra incoherencia en limitar muchas veces nuestra solidaridad a la asistencia neutral y nada “compasiva ni misericordiosa”.

No planteamos preguntas que puedan condicionar nuestra reflexión; nos pedimos abrir nuestro corazón y compartir nuestra palabra.

  1. Petición de perdón

Pidamos perdón en un momento de silencio, porque muchas veces nos creemos mejores y más inteligentes que los demás, lo que nos lleva dirigir, más que a servir, a intentar imponer nuestro punto de vista, a anteponer nuestro interés al de otros, a escaquearnos de las cosas que cuestan trabajo, nos olvidamos que celebrar la Eucaristía es celebrar una vida entregada y  compartida, como la de Jesús, que amar es preferir al bien del otro al nuestro, aunque todos tenemos esta experiencia

  1. Ofrendas:
  • Camiseta y actividades de la Fundación JJT
  • Cuaderno del Proyecto Lavandería
  • Las bolsas de la colecta (con música de fondo: December. Winston ) Aunque el servicio y la solidaridad comienzan por la disponibilidad de nuestra propia persona,  también es importante lo que podamos aportar en estas bolsas para nuestros proyectos y otras necesidades urgentes que vayan surgiendo.
  • Otras ofrendas de otras personas
  • Pan y vino

Anáfora.

Lector Me viste herido, y dejándolo todo, cuidaste de mi curación

Todos Te damos gracias, Dios de Bondad y Misericordia, y te aclamamos llenos de alegría, porque no sólo nos has creado y dado la vida, sino que nos cuidas y conduces a la salvación plena y la liberación total.

Lector.- Tú nos abres los ojos a la realidad que nos rodea, no dejando que el color de los cristales de este mundo neoliberal nos impida ver y actuar en la construcción de un mundo nuevo, cargando con la realidad de los desfavorecidos.

Lector. Tú eres relación vivificante, que nos orienta a las fructíferas relaciones de igualdad, de solidaridad y de fraternidad.

Todos. Tú eres el Dios Amor, que has creado todos los bienes para todos, tengan un destino universal y sean compartidos fraternalmente por todos.

Lector Tú eres el Dios encamado en la humanidad, en el pobre, en el débil, en el desamparado…

Lector Por todo ello, unidos a toda la humanidad y al universo entero, desbordantes de gozo y de alegría, te cantamos y proclamamos….

Todos SANTO, SANTO, SANTO…

Lector – Te damos gracias, Dios Liberador, porque en Cristo Jesús, nos has enseñado a como optar por los más necesitados. Jesús optó por el pueblo llano, no por las castas pudientes;

Todos Optó por los humildes y sencillos, no por los soberbios y prepotentes; por los pobres, no por los ricos; por los excluidos y marginados, no por las clases privilegiadas; por los oprimidos, no por los opresores; por los desvalidos, desamparados y desprotegidos; no por los fuertes, seguros y satisfechos.

Lector Jesús nos enseñó con su mensaje y su praxis, que esa opción por los pobres se concreta en dar de comer a los hambrientos y de beber a los sedientos; estar cerca de los enfermos y de los presos; proporcionar hogar a los sin techo; acoger y convivir fraternalmente con los inmigrantes….

Lector Y en su Cena de despedida, tomando el pan lo bendijo y se lo dio a sus amigos diciendo

Todos TOMAD Y COMED, ESTO ES MI CUERPO.

Lector Compartiendo el vino de la alegría levantó la copa y les animó:

Todos TOMAD Y BEBED, ES LA COPA DE MI SANGRE, COPA DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO, DE UN NUEVO MUNDO NECESARIO.

Lector Proclamamos ahora tu muerte, aclamamos tu resurrección, ven señor Jesús

Lector – Tu Palabra es tan fuerte y tan directa, que nos compromete, nos libera y nos purifica. Pero nuestro egoísmo, nuestro orgullo y nuestros intereses, a veces nos superan y nos hacen pasar de largo ante la adversidad de los desfavorecidos. Y también nos superan las circunstancias que nos rodean, el consumismo que nos desborda y la intolerancia disfrazada de razón y de progreso,

Todos.- Te pedimos fuerza liberadora para seguir comprometidos en la construcción de tu reino, para continuar optando por los pobres y más desfavorecidos, para seguir comprometidos con los valores del Evangelio: la libertad, la justicia, la equidad, la solidaridad y la paz.

Lector También queremos pedirte por todos los que trabajan y colaboran en los diferentes proyectos de nuestra comunidad, y hoy en especial por todos los que trabajando en la Fundación Juanjo Torrejón cargan con la realidad de los inmigrantes y desfavorecidos.

Lector Te pedimos también por los que nos precedieron y nos han dejado. Su ejemplo y su recuerdo nos confirma en el trabajo por un mundo mejor. (SILENCIO). Y todos juntos brindamos por nuestra opción y por nuestros compromisos comunitarios.

Todos: Por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre, en unidad del Espíritu, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.

Lector Con las manos unidas reforzamos un círculo de fortaleza rezando la oración que nos enseñaste

Todos. PADRE NUESTRO

Lector. Dijiste: La paz os dejo, mi paz os doy. La compartimos y la celebramos

Lector Compartiendo el pan y el vino, reforzamos nuestro propósito de construcción de un nuevo mundo necesario.

  1. Música de fondo para la comunión. Zamba de mi esperanza. J. Cafrune)
  2. Acción de gracias y despedida

Te damos gracias Señor, porque en nuestra comunidad nos vamos haciendo cada vez más sensibles a las necesidades de las mujeres y los hombres de nuestro tiempo, y nos vamos comprometiendo un poco más y de maneras diversas para hacer un mundo más justo y fraternal.

Te pedimos que vayamos creciendo en nuestro servicio al Reino, y que nos hagas ver que todos somos necesarios en esta tarea.

Queremos darte gracias Señor, por entender  que con este tipo de iniciativa se  favorece  que la comunidad sea la protagonista de su propio proceso de cambio.

Te damos gracias por las fuerzas recibidas para iniciar  este proyecto de la Fundación Juanjo Torrejón. Por las  personas y colectivos que han apostado de forma altruista en su financiación, así como por los voluntarios que trabajan en el día a día.

Avisos